Isaías 33:2-6
Isaías 33:2-6 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
SEÑOR, ¡ten compasión de nosotros; pues en ti esperamos! Sé nuestra fortaleza cada mañana, nuestra salvación en tiempo de angustia. Al estruendo de tu voz, huyen los pueblos; cuando te levantas, se dispersan las naciones. Su botín se recoge como si fuera devorado por orugas; sobre él se lanza el enemigo como una bandada de langostas. Exaltado es el SEÑOR porque mora en las alturas, y llena a Sión de justicia y rectitud. Él será la seguridad de tus tiempos, te dará en abundancia salvación, sabiduría y conocimiento; el temor del SEÑOR será tu tesoro.
Isaías 33:2-6 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Isaías continuó diciendo: «Sálvanos, Dios nuestro; ¡ten compasión de nosotros! Danos fuerzas cada mañana; ¡ayúdanos en momentos difíciles! »Los pueblos huyen al oír tus amenazas; las naciones se dispersan cuando muestras tu poder. Los enemigos de esos pueblos parecen saltamontes que se lanzan sobre ellos y les quitan sus riquezas. »Dios nuestro, tú eres el Dios soberano que vive en el cielo. Has hecho que en Jerusalén haya honestidad y justicia; nos haces vivir seguros; tu sabiduría y tus conocimientos nos han dado la salvación; ¡el obedecerte es nuestro tesoro!
Isaías 33:2-6 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Señor, ten misericordia de nosotros, pues nosotros esperamos en ti. Tú, que de mañana eres brazo de otros, ¡sálvanos también en momentos de angustia! Al escuchar el estruendo, los pueblos huyen; al levantarte tú, las naciones se esparcen. Sus despojos serán recogidos como cuando se recogen orugas; sobre ellos se correrá y se saltará, como corren y saltan las langostas. Pero tú, Señor, que habitas en las alturas y que has saturado a Sión con la justicia y el derecho, serás exaltado. En tus tiempos reinarán la sabiduría y la ciencia, y mucha salvación; el temor a ti, Señor, será el tesoro de tu pueblo.
Isaías 33:2-6 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Señor, ten compasión de nosotros, que esperamos en ti. Sé nuestro apoyo todas las mañanas, nuestra salvación en tiempos de dificultad. Al oír tus amenazas huyen los pueblos, cuando tú intervienes se dispersan las naciones; sus enemigos, como nube de langostas, se lanzan sobre ellos y les quitan sus riquezas. El Señor es soberano, pues vive en el cielo; él ha llenado a Sión de rectitud y justicia, y siempre le dará seguridad. La sabiduría y el conocimiento son un tesoro que salva; el temor del Señor es una riqueza.
Isaías 33:2-6 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Oh Jehová, ten misericordia de nosotros, a ti hemos esperado; tú, brazo de ellos en la mañana, sé también nuestra salvación en tiempo de la tribulación. Los pueblos huyeron a la voz del estruendo; las naciones fueron esparcidas al levantarte tú. Sus despojos serán recogidos como cuando recogen orugas; correrán sobre ellos como de una a otra parte corren las langostas. Será exaltado Jehová, el cual mora en las alturas; llenó a Sion de juicio y de justicia. Y reinarán en tus tiempos la sabiduría y la ciencia, y abundancia de salvación; el temor de Jehová será su tesoro.
Isaías 33:2-6 La Biblia de las Américas (LBLA)
Oh SEÑOR, ten piedad de nosotros; en ti hemos esperado. Sé nuestra fortaleza cada mañana, también nuestra salvación en tiempo de angustia. Al estruendo del tumulto los pueblos huyen; al levantarte tú las naciones se dispersan; se recoge el botín como recoge la oruga, se lanzan sobre él como se lanzan las langostas. Exaltado es el SEÑOR, pues mora en lo alto; ha llenado a Sión de derecho y de justicia. Él será la seguridad de tus tiempos, abundancia de salvación, sabiduría y conocimiento; el temor del SEÑOR es tu tesoro.
Isaías 33:2-6 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Pero tú, SEÑOR, ten misericordia de nosotros, porque hemos esperado en ti. Sé nuestro brazo fuerte cada día y nuestra salvación en los tiempos difíciles. El enemigo corre al sonido de tu voz; cuando te pones en pie, ¡las naciones huyen! Así como la oruga y la langosta despojan los campos y las vides, de la misma forma será despojado el ejército caído de Asiria. Aunque el SEÑOR es muy grande y vive en el cielo, hará de Jerusalén el hogar de su justicia y rectitud. En aquel día, él será tu cimiento seguro, y te proveerá de una abundante reserva de salvación, sabiduría y conocimiento; el temor del SEÑOR será tu tesoro.