Isaías 33:18-21
Isaías 33:18-21 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Dentro de ti meditarás acerca del terror y dirás: «¿Dónde está el que lleva la cuenta? ¿Dónde el recaudador de impuestos? ¿Dónde el que lleva el registro de las torres?». No verás más a ese pueblo insolente, a ese pueblo de idioma confuso, de lengua extraña e incomprensible. Mira a Sión, la ciudad de nuestras fiestas; tus ojos verán a Jerusalén, morada apacible, campamento bien plantado; sus estacas jamás se arrancarán ni se romperá ninguna de sus sogas. Allí el SEÑOR nos mostrará su poder. Será como un lugar de anchos ríos y canales. Ningún barco de remos surcará sus aguas ni barcos poderosos navegarán por ellas.
Isaías 33:18-21 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Y cuando se pongan a pensar en el miedo que sentían, dirán: “¿Y dónde han quedado los que nos cobraban los impuestos? ¿Dónde están los contadores que nos cobraban tanto dinero?” »Ya no volverán a ver a ese pueblo tan violento, que hablaba un idioma tan difícil y enredado que nadie podía entender. Fíjense en mi templo y en la ciudad de Jerusalén: ¡allí celebraremos nuestras fiestas! Será un lugar tan seguro como una carpa bien plantada, con estacas bien clavadas y cuerdas que no se rompen. ¡Allí Dios mostrará su poder!
Isaías 33:18-21 Reina Valera Contemporánea (RVC)
En tu corazón te imaginarás el espanto, y dirás: «¿Qué pasó con el escriba? ¿Y qué fue del que pesaba el tributo? ¿Y dónde quedó el que censaba las grandes torres?» Ya no verás a ese pueblo arrogante, de lenguaje difícil y entrecortado, que te era tan difícil comprender. ¡Mira a Sión, ciudad de nuestras fiestas solemnes! Con tus ojos verás a Jerusalén, casa tranquila, tienda que nunca será desarmada, cuyas estacas jamás serán arrancadas, y cuyas cuerdas jamás serán rotas. Allí el Señor será para nosotros una fortaleza, un lugar de ríos y de anchos arroyos, por los que no pasará ninguna galera de remos, ni tampoco navegarán grandes naves.
Isaías 33:18-21 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Al recordar el miedo en que vivías, dirás: «¿Dónde está el que contaba los impuestos? ¿Dónde está el que comprobaba el peso? ¿Dónde está el que contaba las torres?» Ya no vivirás entre un pueblo insolente, de lengua difícil de entender, de idioma enredado, que nadie comprende. Mira a Sión, la ciudad de nuestras fiestas; dirige tus ojos a Jerusalén, ciudad segura; será como un campamento firme, cuyas estacas no se arrancarán ni se romperán sus cuerdas. Ahí se muestra glorioso el Señor con nosotros. Es un lugar de ríos, de corrientes muy anchas, pero no lo invadirán los enemigos con sus barcos de remo y sus naves poderosas.
Isaías 33:18-21 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Tu corazón imaginará el espanto, y dirá: ¿Qué es del escriba?, ¿qué del pesador del tributo?, ¿qué del que pone en lista las casas más insignes? No verás a aquel pueblo orgulloso, pueblo de lengua difícil de entender, de lengua tartamuda que no comprendas. Mira a Sion, ciudad de nuestras fiestas solemnes; tus ojos verán a Jerusalén, morada de quietud, tienda que no será desarmada, ni serán arrancadas sus estacas, ni ninguna de sus cuerdas será rota. Porque ciertamente allí será Jehová para con nosotros fuerte, lugar de ríos, de arroyos muy anchos, por el cual no andará galera de remos, ni por él pasará gran nave.
Isaías 33:18-21 La Biblia de las Américas (LBLA)
Tu corazón meditará en el terror, y dirá: ¿Dónde está el que cuenta? ¿Dónde está el que pesa? ¿Dónde está el que cuenta las torres? No verás más al pueblo feroz, pueblo de habla incomprensible, que nadie entiende, de lengua tartamuda, que nadie comprende. Contempla a Sión, ciudad de nuestras fiestas señaladas; tus ojos verán a Jerusalén, morada de quietud, tienda que no será plegada, cuyas estacas no serán arrancadas nunca, ni rotas ninguna de sus cuerdas. Porque allí, el Majestuoso, el SEÑOR, será para nosotros lugar de ríos y de anchos canales, por donde no andará embarcación de remos, ni nave potente por él pasará.
Isaías 33:18-21 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Recordarán este tiempo de terror y preguntarán: «¿Dónde están los oficiales asirios que contaban nuestras torres? ¿Dónde están los contadores que anotaban el botín sacado de nuestra ciudad caída?». Ustedes ya no verán a esa gente feroz y violenta, con su idioma extraño y desconocido. En cambio, verán a Sion como lugar de festivales sagrados; verán a Jerusalén, una ciudad tranquila y segura. Será como una carpa con las sogas tensas y con las estacas firmemente clavadas. Para nosotros el SEÑOR será el Poderoso. Será como un ancho río de protección que ningún enemigo puede cruzar; por el cual no puede navegar ningún barco enemigo.