Isaías 28:7-13
Isaías 28:7-13 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
También sacerdotes y profetas se tambalean por causa del vino, trastabillan por causa del licor; quedan aturdidos con el vino, tropiezan a causa del licor. Cuando tienen visiones, titubean; cuando toman decisiones, vacilan. ¡Sí, regadas de vómito están todas las mesas, y no queda limpio ni un solo lugar! «¿A quién cree el Señor que enseña? —se preguntan—, ¿a quién está explicando su mensaje? ¿Cree que somos niños recién destetados, que acaban de dejar el pecho? ¿Por qué nos repite todo, línea por línea, palabra por palabra, un poquito aquí, un poquito allá?». Pues bien, Dios hablará a este pueblo con labios extranjeros y lenguas extrañas, pueblo al que dijo: «Este es el lugar de descanso; que descanse el fatigado»; y también: «Este es el lugar de reposo». ¡Pero no quisieron escuchar! Por eso el SEÑOR les explicará con detalles, línea por línea, palabra por palabra, un poquito aquí, un poquito allá. Les hablará para que caigan de espaldas, queden heridos, enredados y atrapados.
Isaías 28:7-13 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Isaías también dijo: «Los profetas y los sacerdotes se tambalean y tropiezan por tanto licor que beben. Están demasiado borrachos para recibir palabra de Dios. ¡Todas sus mesas están llenas de vómitos! ¡No hay un solo lugar limpio! Además, se burlan de mí y dicen: “¡Cómo se atreve a darnos lecciones y a enseñarnos lo que dice Dios! ¡Ni que fuéramos niños chiquitos que estuviéramos aprendiendo a leer!” »Pues bien, si ustedes no hacen caso, Dios les hablará, pero lo hará en un lenguaje extraño, en un idioma que no podrán entender. Ya Dios les había dicho: “Aquí hay tranquilidad; ¡aquí pueden descansar!” Pero ustedes no quisieron obedecerlo. Por eso Dios les hablará como si fueran unos niños chiquitos que apenas saben leer. Serán como niños que empiezan a caminar: se caerán de espaldas, se lastimarán y no podrán levantarse.
Isaías 28:7-13 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Aunque también sacerdotes y profetas erraron al embriagarse con sidra y con vino; fallaron en la visión y tropezaron en el juicio; actuaron tontamente, aturdidos por el vino y por la sidra. Todas sus mesas quedaron llenas de vómito y de suciedad; ¡no quedó un solo lugar limpio! ¿A quién quieren enseñar? ¿A quién le imparten revelaciones? ¿Acaso a los destetados, a los que han dejado el pecho? Pues salen con su ta-ta-ta, bla-bla-bla, pe-pe-pe, to-to-to. ¡Le hablan a este pueblo en lengua extraña, en lengua de tartamudos! Dios les había dicho: «Este es el reposo; hagan reposar a los cansados. Este es el descanso.» Pero ellos no quisieron oír. Por eso el Señor también les dirá: ta-ta-ta, bla-bla-bla, pe-pe-pe, to-to-to, hasta que vayan y caigan de espaldas, y se rompan los huesos, y sean atrapados y llevados prisioneros.
Isaías 28:7-13 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
También hay otros que se tambalean por el vino y dan traspiés por las bebidas fuertes: sacerdotes y profetas se tambalean por las bebidas fuertes, se atontan con el vino; dan traspiés por las bebidas fuertes, se tambalean al tener visiones y están borrachos al dictar sentencia. Todas las mesas están llenas de vómito asqueroso, y no hay un solo lugar limpio. Hablan de mí y dicen: «¡Venir a darnos lecciones a nosotros, a enseñarnos lo que Dios ha revelado! ¡Como si fuéramos niños chiquitos que apenas estuvieran aprendiendo a leer: ba be bi bo bu!» Pues bien, si no hacen caso, será en lenguaje enredado, en idioma extraño, como Dios hablará a este pueblo. Ya él les había dicho antes: «Aquí está la calma, aquí está el descanso; que descanse el fatigado.» Pero no quisieron hacerle caso. Por eso el Señor les hablará como si fueran niños chiquitos que estuvieran aprendiendo a leer. Y así, al caminar, caerán de espaldas, se herirán, caerán en la trampa, quedarán atrapados.
Isaías 28:7-13 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Pero también estos erraron con el vino, y con sidra se entontecieron; el sacerdote y el profeta erraron con sidra, fueron trastornados por el vino; se aturdieron con la sidra, erraron en la visión, tropezaron en el juicio. Porque toda mesa está llena de vómito y suciedad, hasta no haber lugar limpio. ¿A quién se enseñará ciencia, o a quién se hará entender doctrina? ¿A los destetados?, ¿a los arrancados de los pechos? Porque mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato, renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá; porque en lengua de tartamudos, y en extraña lengua hablará a este pueblo, a los cuales él dijo: Este es el reposo; dad reposo al cansado; y este es el refrigerio; mas no quisieron oír. La palabra, pues, de Jehová les será mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato, renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá; hasta que vayan y caigan de espaldas, y sean quebrantados, enlazados y presos.
Isaías 28:7-13 La Biblia de las Américas (LBLA)
También estos se tambalean por el vino y dan traspiés por el licor: el sacerdote y el profeta por el licor se tambalean, están ofuscados por el vino, por el licor dan traspiés; vacilan en sus visiones, titubean al pronunciar juicio. Porque todas las mesas están llenas de vómito asqueroso, sin un solo lugar limpio. ¿A quién enseñará conocimiento, o a quién interpretará el mensaje? ¿A los recién destetados? ¿A los recién quitados de los pechos? Porque dice: «Mandato sobre mandato, mandato sobre mandato, línea sobre línea, línea sobre línea, un poco aquí, un poco allá». En verdad, con tartamudez de labios y en lengua extranjera, Él hablará a este pueblo, al cual había dicho: Aquí hay reposo, dad reposo al cansado; y: Aquí hay descanso. Pero no quisieron escuchar. Por lo cual la palabra del SEÑOR para ellos será: Mandato sobre mandato, mandato sobre mandato, línea sobre línea, línea sobre línea, un poco aquí, un poco allá, para que vayan y caigan de espaldas, se quiebren los huesos, y sean enlazados y apresados.
Isaías 28:7-13 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Sin embargo, ahora Israel es dirigido por borrachos que dan tumbos por el vino y se tambalean a causa del alcohol. Los sacerdotes y los profetas se tambalean a causa del alcohol, y se pierden por el vino. Dan tumbos cuando tienen visiones y se tambalean cuando emiten sus decisiones. Sus mesas están cubiertas de vómito; hay inmundicia por todas partes. «¿Quién se cree el SEÑOR que somos? —preguntan—. ¿Por qué nos habla así? ¿Acaso somos niños pequeños, recién destetados? ¡Una y otra vez nos repite todo, línea por línea, renglón por renglón, un poco aquí y un poco allá!». Así que, ahora, ¡Dios tendrá que hablar a su pueblo por medio de opresores extranjeros que hablan una lengua extraña! Dios le ha dicho a su pueblo: «Aquí hay un lugar de descanso; que reposen aquí los fatigados. Este es un lugar tranquilo para descansar»; pero ellos no quisieron escuchar. Por eso el SEÑOR nuevamente les explicará su mensaje en detalle: línea por línea, renglón por renglón, un poco aquí y un poco allá, para que tropiecen y caigan. Ellos serán heridos, caerán en la trampa y serán capturados.