Hebreos 9:15-22
Hebreos 9:15-22 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Por eso Cristo es mediador de un nuevo pacto, para que los llamados reciban la herencia eterna prometida, ahora que él ha muerto para liberarlos de las transgresiones cometidas bajo el primer pacto. En el caso de un testamento, es necesario constatar la muerte del testador, pues un testamento solo adquiere validez cuando el que lo hizo muere y no entra en vigor mientras vive. De ahí que ni siquiera el primer pacto se haya establecido sin sangre. Después de promulgar todos los mandamientos de la Ley a todo el pueblo, Moisés tomó la sangre de los becerros junto con agua, lana escarlata y ramas de hisopo, y roció el libro de la Ley y a todo el pueblo, diciendo: «Esta es la sangre del pacto que Dios ha mandado que ustedes cumplan». De la misma manera, roció con la sangre el santuario y todos los objetos que se usaban en el culto. De hecho, la Ley exige que casi todo sea purificado con sangre, pues sin derramamiento de sangre no hay perdón.
Hebreos 9:15-22 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Así, por medio de Jesucristo, entramos en un nuevo pacto con Dios. Porque Jesucristo murió para que Dios nos perdonara todo lo malo que hicimos cuando servíamos al primer pacto. Y por medio de su muerte, también los que hemos sido elegidos por Dios recibiremos la salvación eterna que él nos ha prometido. Este nuevo pacto es como un testamento. Si la persona que hace un testamento no ha muerto todavía, ese documento aún no sirve de nada. Por eso, cuando Dios hizo el primer pacto, se mataron varios animales. Primero, Moisés anunció los mandamientos de la ley a todo el pueblo. Luego tomó lana roja y una rama de hisopo, y las mojó en agua mezclada con sangre de toros y de chivos. Después roció esa mezcla sobre el libro de la Ley, y con ella roció también a todo el pueblo. Cuando terminó, dijo: «Esta sangre confirma el pacto que Dios ha hecho con ustedes.» Moisés también roció con sangre el santuario y todas las cosas que se usaban en el culto. La ley dice que la sangre quita el pecado de casi todas las cosas, y que debemos ofrecer sangre a Dios para que nos perdone nuestros pecados.
Hebreos 9:15-22 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Por eso Cristo es mediador de un nuevo pacto, para que los llamados reciban la promesa de la herencia eterna, pues con su muerte libera a los hombres de los pecados cometidos bajo el primer pacto. Porque cuando hay un testamento, es necesario que haya constancia de la muerte del que lo hizo, ya que un testamento no tiene ningún valor mientras el que lo hizo siga con vida. Por eso, ni siquiera el primer pacto se estableció sin sangre, porque después de que Moisés anunció todos los mandamientos de la ley a todo el pueblo, tomó la sangre de los becerros y de los machos cabríos junto con agua, lana escarlata y una rama de hisopo, y roció el libro de la ley y a todo el pueblo. Entonces le dijo al pueblo: «Esta es la sangre del pacto que Dios les ha mandado.» Además de esto, con la sangre roció también el tabernáculo y todos los vasos del ministerio. Según la ley, casi todo es purificado con sangre; pues sin derramamiento de sangre no hay perdón.
Hebreos 9:15-22 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Por eso, Jesucristo es mediador de una nueva alianza y un nuevo testamento, pues con su muerte libra a los hombres de los pecados cometidos bajo la primera alianza, y hace posible que los que Dios ha llamado reciban la herencia eterna que él les ha prometido. Para que un testamento entre en vigor, tiene que comprobarse primero la muerte de la persona que lo hizo. Pues un testamento no tiene valor mientras vive el que lo hizo, sino solo cuando ya ha muerto. Por eso, la primera alianza también se estableció con derramamiento de sangre. Moisés anunció todos los mandamientos de la ley a todo el pueblo; después tomó lana roja y una rama de hisopo, las mojó en la sangre de los becerros y los chivos mezclada con agua, y roció el libro de la ley y también a todo el pueblo. Entonces les dijo: «Esta es la sangre que confirma la alianza que Dios ha ordenado para ustedes.» Moisés roció también con sangre el santuario y todos los objetos que se usaban en el culto. Según la ley, casi todo tiene que ser purificado con sangre; y no hay perdón de pecados si no hay derramamiento de sangre.
Hebreos 9:15-22 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Así que, por eso es mediador de un nuevo pacto, para que interviniendo muerte para la remisión de las transgresiones que había bajo el primer pacto, los llamados reciban la promesa de la herencia eterna. Porque donde hay testamento, es necesario que intervenga muerte del testador. Porque el testamento con la muerte se confirma; pues no es válido entre tanto que el testador vive. De donde ni aun el primer pacto fue instituido sin sangre. Porque habiendo anunciado Moisés todos los mandamientos de la ley a todo el pueblo, tomó la sangre de los becerros y de los machos cabríos, con agua, lana escarlata e hisopo, y roció el mismo libro y también a todo el pueblo, diciendo: Esta es la sangre del pacto que Dios os ha mandado. Y además de esto, roció también con la sangre el tabernáculo y todos los vasos del ministerio. Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión.
Hebreos 9:15-22 La Biblia de las Américas (LBLA)
Y por eso Él es el mediador de un nuevo pacto, a fin de que habiendo tenido lugar una muerte para la redención de las transgresiones que se cometieron bajo el primer pacto, los que han sido llamados reciban la promesa de la herencia eterna. Porque donde hay un testamento, necesario es que ocurra la muerte del testador. Pues un testamento es válido solo en caso de muerte, puesto que no se pone en vigor mientras vive el testador. Por tanto, ni aun el primer pacto se inauguró sin sangre. Porque cuando Moisés terminó de promulgar todos los mandamientos a todo el pueblo, conforme a la ley, tomó la sangre de los becerros y de los machos cabríos, con agua, lana escarlata e hisopo, y roció el libro mismo y a todo el pueblo, diciendo: ESTA ES LA SANGRE DEL PACTO QUE DIOS OS ORDENO. Y de la misma manera roció con sangre tanto el tabernáculo como todos los utensilios del ministerio. Y según la ley, casi todo es purificado con sangre, y sin derramamiento de sangre no hay perdón.
Hebreos 9:15-22 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Por eso él es el mediador de un nuevo pacto entre Dios y la gente, para que todos los que son llamados puedan recibir la herencia eterna que Dios les ha prometido. Pues Cristo murió para librarlos del castigo por los pecados que habían cometido bajo ese primer pacto. Ahora bien, cuando alguien deja un testamento, es necesario comprobar que la persona que lo hizo ha muerto. El testamento solo entra en vigencia después de la muerte de la persona. Mientras viva el que lo hizo, el testamento no puede entrar en vigencia. Por eso, aun el primer pacto fue puesto en vigencia con la sangre de un animal. Pues después de que Moisés había leído cada uno de los mandamientos de Dios a todo el pueblo, tomó la sangre de los becerros y las cabras junto con agua, y roció tanto el libro de la ley de Dios como a todo el pueblo con ramas de hisopo y lana de color escarlata. Entonces dijo: «Esta sangre confirma el pacto que Dios ha hecho con ustedes». De la misma manera roció con la sangre el tabernáculo y todo lo que se usaba para adorar a Dios. De hecho, según la ley de Moisés, casi todo se purificaba con sangre porque sin derramamiento de sangre no hay perdón.