Hebreos 6:3-8
Hebreos 6:3-8 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Así procederemos, si Dios lo permite. Porque es imposible que aquellos que han sido una vez iluminados, que han saboreado el don celestial, que han tenido parte en el Espíritu Santo, que han experimentado la buena palabra de Dios y los poderes del mundo venidero, pero después de todo esto se han apartado, renueven su arrepentimiento. Pues así, para su propio mal, vuelven a crucificar al Hijo de Dios y lo exponen a la vergüenza pública. Cuando la tierra bebe la lluvia que con frecuencia cae sobre ella y produce una buena cosecha para los que la cultivan, recibe bendición de Dios. En cambio, cuando produce espinos y cardos, no vale nada; está a punto de ser maldecida y acabará por ser quemada.
Hebreos 6:3-8 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Claro que todo esto lo seguiremos enseñando, si Dios así nos lo permite. Pero los que dejan de creer en Cristo ya no pueden volver a ser amigos de Dios, aunque alguna vez hayan creído que el mensaje de Dios es la verdad, y con gusto lo hayan recibido como un regalo. Si dejan de creer en Cristo, lo que habrán hecho será volver a clavarlo en la cruz y burlarse de él ante todo el mundo. No importa que hayan recibido el Espíritu Santo junto con los demás, ni que hayan sabido lo bueno que es el mensaje de Dios, ni lo poderoso que Dios será en el nuevo mundo, si dejan de creer en Cristo ya no podrán volver a él. En esto la gente es como un terreno. Los que creen en Cristo son como el terreno que recibe mucha lluvia y produce una buena cosecha para el sembrador, y Dios lo bendice. Pero los que dejan de creer son como un terreno que solo produce plantas con espinas: no sirve para nada, y Dios lo maldice. Al final, se le prende fuego.
Hebreos 6:3-8 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Todo esto lo haremos, si Dios nos lo permite. No es posible que los que alguna vez fueron iluminados y saborearon el don celestial, y tuvieron parte en el Espíritu Santo, y saborearon además la buena palabra de Dios y los poderes del mundo venidero, pero volvieron a caer, vuelvan también a ser renovados para arrepentimiento. ¡Eso sería volver a crucificar al Hijo de Dios para ellos mismos, y exponerlo a la vergüenza pública! Cuando la tierra absorbe la lluvia que le cae con frecuencia, y produce plantas útiles para quienes la cultivan, recibe la bendición de Dios; pero cuando produce espinos y abrojos, no vale nada; poco le falta para ser maldecida, y acaba por ser quemada.
Hebreos 6:3-8 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Es lo que haremos, si Dios lo permite. Porque a los que una vez recibieron la luz, y saborearon el don de Dios, y tuvieron parte en el Espíritu Santo, y saborearon el buen mensaje de Dios y el poder del mundo venidero, si caen de nuevo, ya no se les puede hacer volver a Dios, porque ellos mismos están crucificando otra vez al Hijo de Dios y exponiéndolo a la burla de todos. Son como la tierra que bebe la lluvia que cae en abundancia sobre ella: si da una cosecha útil a los que la trabajan, recibe la bendición de Dios; pero si da espinos y cardos, no vale nada; cae bajo la maldición de Dios, y finalmente será quemada.
Hebreos 6:3-8 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Y esto haremos, si Dios en verdad lo permite. Porque es imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron del don celestial, y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, y asimismo gustaron de la buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero, y recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento, crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios y exponiéndole a vituperio. Porque la tierra que bebe la lluvia que muchas veces cae sobre ella, y produce hierba provechosa a aquellos por los cuales es labrada, recibe bendición de Dios; pero la que produce espinos y abrojos es reprobada, está próxima a ser maldecida, y su fin es el ser quemada.
Hebreos 6:3-8 La Biblia de las Américas (LBLA)
Y esto haremos, si Dios lo permite. Porque en el caso de los que fueron una vez iluminados, que probaron del don celestial y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, que gustaron la buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero, pero después cayeron, es imposible renovarlos otra vez para arrepentimiento, puesto que de nuevo crucifican para sí mismos al Hijo de Dios y le exponen a la ignominia pública. Porque la tierra que bebe la lluvia que con frecuencia cae sobre ella y produce vegetación útil a aquellos por los cuales es cultivada, recibe bendición de Dios; pero si produce espinos y abrojos no vale nada, está próxima a ser maldecida, y termina por ser quemada.
Hebreos 6:3-8 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Así que, si Dios quiere, avanzaremos hacia un mayor entendimiento. Pues es imposible lograr que vuelvan a arrepentirse los que una vez fueron iluminados —aquellos que experimentaron las cosas buenas del cielo y fueron partícipes del Espíritu Santo, que saborearon la bondad de la palabra de Dios y el poder del mundo venidero— y que luego se alejan de Dios. Es imposible lograr que esas personas vuelvan a arrepentirse; al rechazar al Hijo de Dios, ellos mismos lo clavan otra vez en la cruz y lo exponen a la vergüenza pública. Cuando la tierra se empapa de la lluvia que cae y produce una buena cosecha para el agricultor, recibe la bendición de Dios. En cambio, el campo que produce espinos y cardos no sirve para nada. El agricultor no tardará en maldecirlo y quemarlo.