Hebreos 3:7-18
Hebreos 3:7-18 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Por eso hay que hacer lo que el Espíritu Santo dice: «Si hoy escuchan la voz de Dios, no sean tercos, como aquellos israelitas, que no quisieron obedecerlo en el desierto. Ellos quisieron ver hasta dónde soportaría Dios su desobediencia. »Por eso Dios les dijo: Aunque los traté bien durante cuarenta años, sus antepasados me pusieron a prueba en el desierto. Entonces me enojé, y les hice ver que vivían en el error, pues no obedecían mis mandamientos. Por eso, ya enojado decidí: “No voy a permitirles entrar en la tierra prometida, donde los habría hecho descansar.”» ¡Cuidado, hermanos! No piensen en lo malo, ni dejen de confiar en el Dios que vive para siempre, para que no se aparten de él. Al contrario, mientras aún queda tiempo, cada uno debe animar al otro a seguir confiando. Así nadie dejará de obedecer a Dios, ni pensará que, si peca, hace el bien. Al principio, cuando confiamos en Cristo, nos hicimos compañeros suyos; y si no dejamos de confiar en él, seguiremos siendo sus compañeros siempre. Por eso la Biblia dice: «Si hoy escuchan la voz de Dios, no sean tercos, como aquellos israelitas que no quisieron obedecerlo.» ¿Y quiénes fueron los que escucharon a Dios y no quisieron obedecerlo? ¡Pues todos aquellos que Moisés sacó de Egipto! ¿Y con quiénes estuvo Dios enojado durante cuarenta años? ¡Pues con los que pecaron y luego cayeron muertos en el desierto! ¿Y a quiénes les juró Dios que no les daría descanso en la región de Canaán? ¡Pues a los que no le obedecieron!
Hebreos 3:7-18 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Por eso, como dice el Espíritu Santo: «Si ustedes oyen hoy su voz, no endurezcan sus corazones como sucedió en la rebelión, en aquel día de prueba en el desierto. Allí sus antepasados me tentaron y me pusieron a prueba, a pesar de haber visto mis obras cuarenta años. Por eso me enojé con aquella generación y dije: “Siempre se alejan de mí y no reconocen mis caminos”. Así que, en mi enojo, hice este juramento: “Jamás entrarán en mi reposo”». Cuídense, hermanos, de que ninguno de ustedes tenga un corazón pecaminoso e incrédulo que los haga apartarse del Dios vivo. Más bien, mientras dure ese «hoy», anímense unos a otros cada día, para que ninguno de ustedes se endurezca por el engaño del pecado. Hemos llegado a tener parte con Cristo, si en verdad mantenemos firme hasta el fin la confianza que tuvimos al principio. Como se acaba de decir: «Si ustedes oyen hoy su voz, no endurezcan sus corazones como sucedió en la rebelión». Ahora bien, ¿quiénes fueron los que oyeron y se rebelaron? ¿No fueron acaso todos los que salieron de Egipto guiados por Moisés? ¿Y con quiénes se enojó Dios durante cuarenta años? ¿No fue acaso con los que pecaron, los cuales cayeron muertos en el desierto? ¿Y a quiénes juró Dios que jamás entrarían en su reposo, sino a los que desobedecieron?
Hebreos 3:7-18 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Por eso, como dice el Espíritu Santo: «Si ustedes oyen hoy su voz, no endurezcan su corazón, como lo hicieron en el desierto, en el día de la tentación, cuando me provocaron. Allí los antepasados de ustedes me tentaron, me pusieron a prueba, aun cuando durante cuarenta años habían visto mis obras. Por eso me disgusté contra ellos, y dije: “Su corazón siempre divaga; no han reconocido mis caminos.” Por eso, en mi furor juré: “No entrarán en mi reposo.”» Hermanos, cuiden de que no haya entre ustedes ningún corazón pecaminoso e incrédulo, que los lleve a apartarse del Dios vivo. Más bien, anímense unos a otros día tras día, mientras se diga «Hoy», para que el engaño del pecado no endurezca a nadie. Nosotros hemos llegado a participar de Cristo, siempre y cuando retengamos firme hasta el fin la confianza que tuvimos al principio. Como ya se ha dicho: «Si ustedes oyen hoy su voz, no endurezcan su corazón, como cuando me provocaron.» ¿Y quiénes fueron los que lo provocaron, aun después de haberlo oído? ¿No fueron acaso todos los que salieron de Egipto por mediación de Moisés? ¿Y con quiénes estuvo él disgustado durante cuarenta años? ¿No fue acaso con los que pecaron, cuyos cadáveres quedaron tendidos en el desierto? ¿Y a quiénes les juró que no entrarían en su reposo, sino a aquellos que desobedecieron?
Hebreos 3:7-18 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Por eso, como dice el Espíritu Santo en la Escritura: «Si hoy escuchan ustedes lo que Dios dice, no endurezcan su corazón como aquellos que se rebelaron y pusieron a Dios a prueba en el desierto. Allí me pusieron a prueba los antepasados de ustedes, aun cuando habían visto mis obras durante cuarenta años. Por eso me enojé con aquella generación, y dije: “Andan siempre extraviados en su corazón, y no han querido conocer mis caminos.” Por eso juré en mi furor que no entrarían en mi reposo.» Hermanos, cuídense de que ninguno de ustedes tenga un corazón tan malo e incrédulo que se aparte del Dios viviente. Al contrario, anímense unos a otros cada día, mientras dura ese «hoy» de que habla la Escritura, para que ninguno de ustedes sea engañado por el pecado y su corazón se vuelva rebelde. Porque nosotros tenemos parte con Cristo, con tal de que nos mantengamos firmes hasta el fin en la confianza que teníamos al principio. Por lo cual dice: «Si hoy escuchan ustedes lo que Dios dice, no endurezcan su corazón como aquellos que se rebelaron.» ¿Y quiénes fueron los que se rebelaron después de haber oído la voz de Dios? Pues todos los que Moisés había sacado de la tierra de Egipto. ¿Y con quiénes estuvo Dios enojado durante cuarenta años? Con los que pecaron, los cuales cayeron muertos en el desierto. ¿Y a quiénes juró Dios que no entrarían en su reposo? A los que desobedecieron.
Hebreos 3:7-18 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Por lo cual, como dice el Espíritu Santo: Si oyereis hoy su voz, No endurezcáis vuestros corazones, Como en la provocación, en el día de la tentación en el desierto, Donde me tentaron vuestros padres; me probaron, Y vieron mis obras cuarenta años. A causa de lo cual me disgusté contra esa generación, Y dije: Siempre andan vagando en su corazón, Y no han conocido mis caminos. Por tanto, juré en mi ira: No entrarán en mi reposo. Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo; antes exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice: Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado. Porque somos hechos participantes de Cristo, con tal que retengamos firme hasta el fin nuestra confianza del principio, entre tanto que se dice: Si oyereis hoy su voz, No endurezcáis vuestros corazones, como en la provocación. ¿Quiénes fueron los que, habiendo oído, le provocaron? ¿No fueron todos los que salieron de Egipto por mano de Moisés? ¿Y con quiénes estuvo él disgustado cuarenta años? ¿No fue con los que pecaron, cuyos cuerpos cayeron en el desierto? ¿Y a quiénes juró que no entrarían en su reposo, sino a aquellos que desobedecieron?
Hebreos 3:7-18 La Biblia de las Américas (LBLA)
Por lo cual, como dice el Espíritu Santo: SI OíS HOY SU VOZ, NO ENDUREZCáIS VUESTROS CORAZONES, COMO EN LA PROVOCACIóN, COMO EN EL DíA DE LA PRUEBA EN EL DESIERTO, DONDE VUESTROS PADRES me TENTARON AL PONERme A PRUEBA, Y VIERON MIS OBRAS POR CUARENTA AÑOS. POR LO CUAL ME DISGUSTé CON AQUELLA GENERACIóN, Y DIJE: «SIEMPRE SE DESVíAN EN SU CORAZóN, Y NO HAN CONOCIDO MIS CAMINOS»; COMO JURé EN MI IRA: «NO ENTRARáN EN MI REPOSO». Tened cuidado, hermanos, no sea que en alguno de vosotros haya un corazón malo de incredulidad, para apartarse del Dios vivo. Antes exhortaos los unos a los otros cada día, mientras todavía se dice: Hoy; no sea que alguno de vosotros sea endurecido por el engaño del pecado. Porque somos hechos partícipes de Cristo, si es que retenemos firme hasta el fin el principio de nuestra seguridad, en cuanto se dice: SI OíS HOY SU VOZ, NO ENDUREZCáIS VUESTROS CORAZONES, COMO EN LA PROVOCACIóN. Porque ¿quiénes, habiendo oído, le provocaron? ¿Acaso no fueron todos los que salieron de Egipto guiados por Moisés? ¿Y con quiénes se disgustó por cuarenta años? ¿No fue con aquellos que pecaron, cuyos cuerpos cayeron en el desierto? ¿Y a quiénes juró que no entrarían en su reposo, sino a los que fueron desobedientes?
Hebreos 3:7-18 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Por eso el Espíritu Santo dice: «Cuando oigan hoy su voz, no endurezcan el corazón como lo hicieron los israelitas cuando se rebelaron, aquel día que me pusieron a prueba en el desierto. Allí sus antepasados me tentaron y pusieron a prueba mi paciencia a pesar de haber visto mis milagros durante cuarenta años. Por eso, estuve enojado con ellos y dije: “Su corazón siempre se aleja de mí. Rehúsan hacer lo que les digo”. Así que en mi enojo juré: “Ellos nunca entrarán en mi lugar de descanso”». Por lo tanto, amados hermanos, ¡cuidado! Asegúrense de que ninguno de ustedes tenga un corazón maligno e incrédulo que los aleje del Dios vivo. Adviértanse unos a otros todos los días mientras dure ese «hoy», para que ninguno sea engañado por el pecado y se endurezca contra Dios. Pues, si somos fieles hasta el fin, confiando en Dios con la misma firmeza que teníamos al principio, cuando creímos en él, entonces tendremos parte en todo lo que le pertenece a Cristo. Recuerden lo que dice: «Cuando oigan hoy su voz, no endurezcan el corazón como lo hicieron los israelitas cuando se rebelaron». ¿Y quiénes fueron los que se rebelaron contra Dios a pesar de haber oído su voz? ¿No fue acaso el pueblo que salió de Egipto guiado por Moisés? ¿Y quiénes hicieron enojar a Dios durante cuarenta años? ¿Acaso no fueron los que pecaron, cuyos cadáveres quedaron tirados en el desierto? ¿Y a quiénes hablaba Dios cuando juró que jamás entrarían en su descanso? ¿Acaso no fue a los que lo desobedecieron?