Hebreos 1:3-7
Hebreos 1:3-7 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
El Hijo refleja el brillo de la gloria de Dios y es la fiel representación de lo que él es. Él sostiene todas las cosas con su palabra poderosa. Después de llevar a cabo la purificación de los pecados, se sentó a la derecha de la Majestad en las alturas. Así llegó a ser superior a los ángeles, en la misma medida en que el nombre que ha heredado supera en excelencia al de ellos. Porque ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: «Tú eres mi Hijo; hoy mismo te he engendrado», y en otro pasaje: «Yo seré su Padre y él será mi Hijo»? Además, al introducir a su Primogénito en el mundo, Dios dice: «Que lo adoren todos los ángeles de Dios». En cuanto a los ángeles dice: «Él convierte a sus ángeles en vientos, y a sus servidores en llamas de fuego».
Hebreos 1:3-7 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
El Hijo de Dios nos muestra el poder y la grandeza de su Padre. El Hijo de Dios es igual en todo a su Padre, y con su gran poder hace que el universo siga existiendo. El Hijo de Dios logró que Dios nos perdonara nuestros pecados, y después subió al cielo para sentarse a la derecha del trono de su Padre. El Hijo de Dios llegó a ser superior a los ángeles, pues Dios le dio un nombre mucho más importante que el de ellos. Porque nunca Dios le dijo a ningún ángel: «Tú eres mi Hijo; desde hoy soy tu padre.» Tampoco dijo de ningún ángel: «Yo seré para él como un padre, y él será para mí como un Hijo.» Y cuando Dios envió a su Hijo a este mundo, ordenó: «Que todos mis ángeles lo adoren.» Además, cuando Dios habla acerca de los ángeles, dice
Hebreos 1:3-7 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Él es el resplandor de la gloria de Dios. Es la imagen misma de lo que Dios es. Él es quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder. Después de llevar a cabo la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la derecha de la Majestad, en las alturas, y ha llegado a ser superior a los ángeles, pues ha recibido un nombre más sublime que el de ellos. Porque jamás dijo Dios a ninguno de sus ángeles: «Tú eres mi Hijo. Yo te he engendrado hoy.» Ni tampoco: «Yo seré su Padre, y él será mi hijo.» Además, cuando Dios introduce al Primogénito en el mundo, dice: «Que lo adoren todos los ángeles de Dios.» Acerca de los ángeles, dice: «Él hace que sus ángeles sean como vientos, y sus ministros como llamas de fuego.»
Hebreos 1:3-7 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Él es el resplandor glorioso de Dios, la imagen misma de lo que Dios es y el que sostiene todas las cosas con su palabra poderosa. Después de limpiarnos de nuestros pecados, se ha sentado en el cielo, a la derecha del trono de Dios, y ha llegado a ser superior a los ángeles, pues ha recibido en herencia un título mucho más importante que el de ellos. Porque Dios nunca dijo a ningún ángel: «Tú eres mi Hijo; yo te he engendrado hoy.» Ni dijo tampoco de ningún ángel: «Yo seré un padre para él, y él será un hijo para mí.» Pero en otro lugar, al presentar a su Hijo primogénito al mundo, dice: «Que todos los ángeles de Dios lo adoren.» Respecto a los ángeles, Dios dice: «Hace que sus ángeles sean como vientos, y como llamas de fuego sus servidores.»
Hebreos 1:3-7 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas, hecho tanto superior a los ángeles, cuanto heredó más excelente nombre que ellos. Porque ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Mi Hijo eres tú, Yo te he engendrado hoy, y otra vez: Yo seré a él Padre, Y él me será a mí hijo? Y otra vez, cuando introduce al Primogénito en el mundo, dice: Adórenle todos los ángeles de Dios. Ciertamente de los ángeles dice: El que hace a sus ángeles espíritus, Y a sus ministros llama de fuego.
Hebreos 1:3-7 La Biblia de las Américas (LBLA)
Él es el resplandor de su gloria y la expresión exacta de su naturaleza, y sostiene todas las cosas por la palabra de su poder. Después de llevar a cabo la purificación de los pecados, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas, siendo mucho mejor que los ángeles, por cuanto ha heredado un nombre más excelente que ellos. Porque ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: HIJO MíO ERES Tú, YO TE HE ENGENDRADO HOY; y otra vez: YO SERé PADRE PARA ÉL, Y ÉL SERá HIJO PARA Mí? Y de nuevo, cuando trae al Primogénito al mundo, dice: Y ADóRENLE TODOS LOS áNGELES DE DIOS. Y de los ángeles dice: EL QUE HACE A SUS áNGELES, ESPíRITUS, Y A SUS MINISTROS, LLAMA DE FUEGO.
Hebreos 1:3-7 Nueva Traducción Viviente (NTV)
El Hijo irradia la gloria de Dios y expresa el carácter mismo de Dios, y sostiene todo con el gran poder de su palabra. Después de habernos limpiado de nuestros pecados, se sentó en el lugar de honor, a la derecha del majestuoso Dios en el cielo. Esto demuestra que el Hijo es muy superior a los ángeles, así como el nombre que Dios le dio es superior al nombre de ellos. Pues Dios nunca le dijo a ningún ángel lo que le dijo a Jesús: «Tú eres mi Hijo. Hoy he llegado a ser tu Padre». Dios también dijo: «Yo seré su Padre, y él será mi Hijo». Además, cuando trajo a su Hijo supremo al mundo, Dios dijo: «Que lo adoren todos los ángeles de Dios». Pero con respecto a los ángeles, Dios dice