Logo de YouVersion
Ícono Búsqueda

Génesis 48:15-22

Génesis 48:15-22 Reina Valera Contemporánea (RVC)

Bendijo entonces a José con estas palabras: «Que el Dios en cuya presencia anduvieron mis padres Abrahán e Isaac, el Dios que me ha guiado toda mi vida y hasta el día de hoy, el Ángel que me libra de todo mal, bendiga a estos jóvenes. Que mi nombre sea recordado por medio de ellos, junto con el nombre de mis padres Abrahán e Isaac. Y que se multipliquen grandemente en medio de la tierra.» Al ver José que su padre ponía la mano derecha sobre la cabeza de Efraín, se disgustó y bruscamente tomó la mano de su padre para cambiarla de la cabeza de Efraín a la cabeza de Manasés, mientras le decía a su padre: «¡Así no, padre mío! ¡Este es el primogénito! ¡Pon tu mano derecha sobre su cabeza!» Pero su padre no quiso hacerlo así, sino que dijo: «Ya lo sé, hijo mío; ya lo sé. También él llegará a ser un pueblo, y también será engrandecido. Sin embargo, su hermano menor será más grande que él, y su descendencia formará una multitud de naciones.» Ese día Israel los bendijo con estas palabras: «Cuando Israel bendiga, dirá en tu nombre: “Que Dios haga contigo como hizo con Efraín y Manasés.”» Y puso a Efraín antes de Manasés. Luego, Israel le dijo a José: «Como puedes ver, me estoy muriendo. Pero Dios estará con ustedes, y los hará volver a la tierra de sus antepasados. A ti te he dado una porción mayor que a tus hermanos, porción que con mi espada y con mi arco les arrebaté a los amorreos.»

Génesis 48:15-22 Nueva Traducción Viviente (NTV)

Luego bendijo a José con las siguientes palabras: «Que el Dios delante del cual caminaron mi abuelo Abraham y mi padre Isaac —el Dios que ha sido mi pastor toda mi vida, hasta el día de hoy, el Ángel que me ha salvado de todo mal— bendiga a estos muchachos. Que ellos preserven mi nombre y el nombre de Abraham y de Isaac. Y que su descendencia se multiplique en gran manera por toda la tierra». Pero José se molestó cuando vio que su padre puso la mano derecha sobre la cabeza de Efraín. Entonces José se la levantó para pasarla de la cabeza de Efraín a la cabeza de Manasés. —No, padre mío —le dijo—. Este es el hijo mayor; pon tu mano derecha sobre su cabeza. Pero su padre se negó a hacerlo. —Ya lo sé, hijo mío, lo sé —respondió él—. Manasés también llegará a ser un gran pueblo, pero su hermano menor será aún más grande y de su descendencia se formarán una multitud de naciones. Así que, aquel día, Jacob bendijo a los muchachos con esta bendición: «El pueblo de Israel usará el nombre de ustedes cuando impartan una bendición. Dirán: “Que Dios los haga tan prósperos como a Efraín y a Manasés”». De esta manera, Jacob puso a Efraín antes de Manasés. Entonces Jacob le dijo a José: —Mira, yo estoy a punto de morir, pero Dios estará contigo y te llevará de regreso a Canaán, la tierra de tus antepasados. Y además de lo que les he dado a tus hermanos, te doy a ti una porción adicional de la tierra que tomé de los amorreos con mi espada y con mi arco.