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Génesis 30:1-22

Génesis 30:1-22 Reina Valera Contemporánea (RVC)

Al ver Raquel que ella no le daba hijos a Jacob, tuvo envidia de su hermana y le dijo a Jacob: «¡Dame hijos, pues de lo contrario me muero!» Jacob se enojó con Raquel, y le dijo: «¿Acaso soy Dios, que le ha impedido a tu vientre dar fruto?» Ella le dijo: «Aquí tienes a mi sierva Bilá. Únete a ella. Así ella dará a luz sobre mis rodillas, y también yo tendré hijos de ella.» Y Raquel le dio a su sierva Bilá por mujer, y Jacob se unió a ella. Y Bilá concibió, y le dio a Jacob un hijo. Entonces dijo Raquel: «Dios me juzgó, y oyó también mi voz, y me dio un hijo.» Por eso le puso por nombre Dan. Bilá, la sierva de Raquel, concibió otra vez y le dio a Jacob un segundo hijo. Y Raquel dijo: «Tremendas luchas he librado con mi hermana, y la he vencido.» Y llamó a su hijo Neftalí. Al ver Lea que ella había dejado de dar a luz, tomó a su sierva Zilpa y se la dio a Jacob por mujer. Y Zilpa, la sierva de Lea, le dio a Jacob un hijo. Entonces dijo Lea: «¡Llegó la buena suerte!», así que le puso por nombre Gad. Zilpa, la sierva de Lea, le dio otro hijo a Jacob; y Lea dijo: «¡Qué felicidad la mía! ¡Las mujeres me considerarán feliz!» Y le puso por nombre Aser. Durante la siega del trigo, Rubén fue al campo y encontró mandrágoras, las cuales llevó a Lea, su madre. Y Raquel le dijo a Lea: «Por favor, dame algunas de las mandrágoras de tu hijo.» Y ella le respondió: «¿Te parece poco haberme quitado a mi marido, que ahora quieres quitarme también las mandrágoras de mi hijo?» Y Raquel le propuso: «Pues a cambio de las mandrágoras de tu hijo, Jacob dormirá contigo esta noche.» En la tarde, cuando Jacob volvió del campo, Lea salió a su encuentro y le dijo: «Únete conmigo. Francamente, te he alquilado a cambio de las mandrágoras de mi hijo.» Y Jacob durmió con ella aquella noche. Y Dios oyó a Lea, y esta concibió y le dio a Jacob su quinto hijo. Y dijo Lea: «Dios me ha recompensado, por haberle dado mi marido a mi sierva.» Por eso le puso por nombre Isacar. Después Lea volvió a concebir, y le dio a Jacob su sexto hijo. Entonces dijo Lea: «¡Que bello regalo me ha hecho Dios! Ahora mi marido vivirá conmigo, pues ya le he dado seis hijos.» Y le puso por nombre Zabulón. Después dio a luz una hija, y le puso por nombre Dina. Pero Dios se acordó de Raquel. La escuchó y le concedió tener hijos.

Génesis 30:1-22 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)

Cuando Raquel se dio cuenta de que no le podía dar hijos a Jacob, tuvo envidia de su hermana y dijo a Jacob: —¡Dame hijos! Si no me los das, ¡me muero! Pero Jacob se enojó muchísimo con ella y dijo: —¿Acaso crees que soy Dios? ¡Es él quien te ha hecho estéril! —Aquí tienes a mi criada Bilhá —propuso Raquel—. Acuéstate con ella. Así ella dará a luz sobre mis rodillas y por medio de ella también yo podré formar una familia. Entonces Raquel dio a Jacob por mujer su criada Bilhá y Jacob se acostó con ella. Bilhá quedó embarazada y dio un hijo a Jacob. Y Raquel exclamó: «¡Dios me ha hecho justicia! ¡Escuchó mi plegaria y me ha dado un hijo!». Por eso Raquel le puso por nombre Dan. Después Bilhá, la criada de Raquel, quedó embarazada otra vez y dio a luz un segundo hijo de Jacob. Y Raquel dijo: «He tenido una lucha muy grande con mi hermana, pero he vencido». Por eso Raquel lo llamó Neftalí. Lea, al ver que ya no podía tener hijos, tomó a su criada Zilpá y se la entregó a Jacob por mujer, y esta dio a Jacob un hijo. Entonces Lea exclamó: «¡Qué buena fortuna!». Por eso lo llamó Gad. Zilpá, la criada de Lea, dio un segundo hijo a Jacob. Lea volvió a exclamar: «¡Qué feliz soy! Las mujeres me dirán que soy feliz». Por eso lo llamó Aser. Durante los días de la cosecha de trigo, Rubén salió al campo. Allí encontró unas frutas llamadas mandrágoras y se las llevó a Lea, su madre. Entonces Raquel dijo a Lea: —Por favor, dame algunas mandrágoras de las que te trajo tu hijo. Pero Lea contestó: —¿Te parece poco el haberme quitado a mi marido, que ahora quieres también quitarme las mandrágoras de mi hijo? —Bueno —contestó Raquel—, te propongo que, a cambio de las mandrágoras de tu hijo, Jacob duerma contigo esta noche. Al anochecer, cuando Jacob volvía del campo, Lea salió a su encuentro para decirle: —Hoy te acostarás conmigo, porque te he alquilado a cambio de las mandrágoras de mi hijo. Y Jacob durmió con ella esa noche. Dios escuchó a Lea; ella quedó embarazada y dio a Jacob un quinto hijo. Entonces dijo Lea: «Dios me ha recompensado, porque yo entregué mi criada a mi esposo». Por eso lo llamó Isacar. Lea quedó embarazada de nuevo y dio a Jacob un sexto hijo. «Dios me ha favorecido con un buen regalo —dijo Lea—. Esta vez mi esposo me tratará con honor, porque le he dado seis hijos». Por eso lo llamó Zabulón. Luego Lea dio a luz una hija, a la cual llamó Dina. Pero Dios también se acordó de Raquel; la escuchó y le quitó la esterilidad.

Génesis 30:1-22 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

Cuando Raquel se dio cuenta de que no podía tener hijos, se puso celosa de su hermana. Por eso le dijo a Jacob: —Si no me das hijos, ¡me muero! Jacob se enojó con ella, y le dijo: —¿Acaso crees que yo soy Dios? ¡Él es quien no te deja tener hijos! Entonces Raquel le dijo: —Te voy a dar a mi esclava Bilhá, para que tengas hijos con ella. Así, los hijos que ella tenga serán considerados míos. Raquel le dio a Jacob su propia esclava como esposa. Jacob tuvo relaciones sexuales con Bilhá, y ella quedó embarazada y tuvo un hijo. Raquel lo llamó Dan, que significa «justicia», porque dijo: «Dios es justo, pues vio que yo no había hecho nada malo y me dio un hijo». Bilhá volvió a quedar embarazada y tuvo otro hijo con Jacob. A este niño Raquel lo llamó Neftalí, que significa «lucha», porque dijo: «La lucha contra mi hermana ha sido dura, pero he ganado». Cuando Lía se dio cuenta de que ya no podía tener más hijos, tomó a su esclava Zilpá y se la dio a Jacob como esposa. Zilpá tuvo un hijo con Jacob, al que Lía le puso por nombre Gad, que significa «buena suerte», porque dijo: «¡Qué buena suerte he tenido!» Por segunda vez Zilpá tuvo un hijo con Jacob, y Lía le puso por nombre Aser, que significa «dicha» pues dijo: «¡Qué dichosa soy! ¡Y así me van a considerar mis amigas!» Un día, durante la cosecha del trigo, Rubén salió al campo y encontró unas frutas llamadas mandrágoras. Entonces se las llevó a su madre Lía. Al ver las frutas, Raquel le rogó a Lía que le diera algunas, pero Lía le respondió: —Ya me quitaste el marido, ¿y ahora quieres quitarme las frutas que me trajo mi hijo? Raquel le propuso: —Si me das las mandrágoras, Jacob dormirá contigo esta noche. Esa noche, cuando Jacob regresó del campo, Lía salió a su encuentro y le dijo: «Esta noche la vas a pasar conmigo, pues te he alquilado a cambio de las mandrágoras que me dio mi hijo». Entonces Jacob pasó la noche con Lía. Dios contestó las oraciones de Lía, y ella quedó embarazada y tuvo un quinto hijo con Jacob. Ella le puso por nombre Isacar, que significa «premio», porque dijo: «Este es el premio que Dios me dio por haberle dado mi esclava a mi marido». Otra vez quedó embarazada Lía, y tuvo un sexto hijo con Jacob. Y le puso por nombre Zabulón, que significa «regalo», porque dijo: «¡Qué regalo tan precioso Dios me dio! Ahora mi marido va a tratarme mejor, pues ya le he dado seis hijos». Pasado algún tiempo, Lía tuvo una hija y le puso por nombre Dina. Pero Dios tuvo compasión de Raquel y respondió a sus oraciones. Le permitió quedar embarazada

Génesis 30:1-22 Reina Valera Contemporánea (RVC)

Al ver Raquel que ella no le daba hijos a Jacob, tuvo envidia de su hermana y le dijo a Jacob: «¡Dame hijos, pues de lo contrario me muero!» Jacob se enojó con Raquel, y le dijo: «¿Acaso soy Dios, que le ha impedido a tu vientre dar fruto?» Ella le dijo: «Aquí tienes a mi sierva Bilá. Únete a ella. Así ella dará a luz sobre mis rodillas, y también yo tendré hijos de ella.» Y Raquel le dio a su sierva Bilá por mujer, y Jacob se unió a ella. Y Bilá concibió, y le dio a Jacob un hijo. Entonces dijo Raquel: «Dios me juzgó, y oyó también mi voz, y me dio un hijo.» Por eso le puso por nombre Dan. Bilá, la sierva de Raquel, concibió otra vez y le dio a Jacob un segundo hijo. Y Raquel dijo: «Tremendas luchas he librado con mi hermana, y la he vencido.» Y llamó a su hijo Neftalí. Al ver Lea que ella había dejado de dar a luz, tomó a su sierva Zilpa y se la dio a Jacob por mujer. Y Zilpa, la sierva de Lea, le dio a Jacob un hijo. Entonces dijo Lea: «¡Llegó la buena suerte!», así que le puso por nombre Gad. Zilpa, la sierva de Lea, le dio otro hijo a Jacob; y Lea dijo: «¡Qué felicidad la mía! ¡Las mujeres me considerarán feliz!» Y le puso por nombre Aser. Durante la siega del trigo, Rubén fue al campo y encontró mandrágoras, las cuales llevó a Lea, su madre. Y Raquel le dijo a Lea: «Por favor, dame algunas de las mandrágoras de tu hijo.» Y ella le respondió: «¿Te parece poco haberme quitado a mi marido, que ahora quieres quitarme también las mandrágoras de mi hijo?» Y Raquel le propuso: «Pues a cambio de las mandrágoras de tu hijo, Jacob dormirá contigo esta noche.» En la tarde, cuando Jacob volvió del campo, Lea salió a su encuentro y le dijo: «Únete conmigo. Francamente, te he alquilado a cambio de las mandrágoras de mi hijo.» Y Jacob durmió con ella aquella noche. Y Dios oyó a Lea, y esta concibió y le dio a Jacob su quinto hijo. Y dijo Lea: «Dios me ha recompensado, por haberle dado mi marido a mi sierva.» Por eso le puso por nombre Isacar. Después Lea volvió a concebir, y le dio a Jacob su sexto hijo. Entonces dijo Lea: «¡Que bello regalo me ha hecho Dios! Ahora mi marido vivirá conmigo, pues ya le he dado seis hijos.» Y le puso por nombre Zabulón. Después dio a luz una hija, y le puso por nombre Dina. Pero Dios se acordó de Raquel. La escuchó y le concedió tener hijos.

Génesis 30:1-22 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)

Cuando Raquel vio que ella no podía darle hijos a Jacob, sintió envidia de su hermana Lía, y le dijo a su esposo: —Dame hijos, porque si no, me voy a morir. Pero Jacob se enojó con ella y le dijo: —¿Acaso soy Dios? Él es quien no te deja tener hijos. Entonces ella le dijo: —Mira, toma a mi esclava Bilhá y únete con ella; y cuando ella tenga hijos, será como si yo misma los tuviera. Así podré tener hijos. De esta manera Raquel le dio a Jacob su esclava Bilhá, para que fuera su concubina. Jacob se unió con Bilhá, y ella le dio un hijo a Jacob. Entonces Raquel dijo: «Este niño se va a llamar Dan, porque Dios oyó mi oración y me hizo justicia al darme un hijo.» Después Bilhá le dio otro hijo a Jacob, y Raquel dijo: «Este niño se va a llamar Neftalí, porque he luchado mucho contra mi hermana y la he vencido.» Cuando Lía vio que ya no podía tener hijos, tomó a su esclava Zilpá y se la dio a Jacob para que fuera su concubina. Y cuando Zilpá le dio un hijo a Jacob, Lía dijo: «¡Qué suerte! Por eso el niño se va a llamar Gad.» Después Zilpá le dio otro hijo a Jacob, y entonces Lía dijo: «¡Qué felicidad! Ahora las mujeres dirán que soy feliz. Por eso el niño se va a llamar Aser.» Un día fue Rubén al campo, durante la cosecha de trigo, y allí encontró unas frutas llamadas mandrágoras, las cuales llevó a su madre Lía. Cuando Raquel vio las frutas, le dijo a Lía: —Por favor, dame algunas de esas mandrágoras que tu hijo te trajo. Pero Lía le contestó: —¿Te parece poco haberme quitado el marido? ¡Y ahora quieres también quitarme las mandrágoras de mi hijo! —Pues a cambio de las mandrágoras de tu hijo, esta noche Jacob dormirá contigo —propuso Raquel. Por la noche, cuando Jacob regresó del campo, Lía salió a su encuentro y le dijo: —Hoy vas a dormir conmigo, porque te he alquilado a cambio de las mandrágoras de mi hijo. Esa noche Jacob durmió con Lía, y ella le dio a Jacob su quinto hijo, porque Dios oyó su oración. Entonces Lía dijo: «Este niño se va a llamar Isacar, pues Dios me ha premiado porque le di mi esclava a mi marido.» Después Lía le dio a Jacob su sexto hijo, y dijo: «Dios me ha dado un buen regalo. Ahora mi marido me estimará más, porque ya le he dado seis hijos. Por eso este niño se va a llamar Zabulón.» Por último, Lía tuvo una hija, a la cual llamó Dina. Pero Dios se acordó de Raquel; oyó su oración y le permitió tener hijos.

Génesis 30:1-22 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)

Viendo Raquel que no daba hijos a Jacob, tuvo envidia de su hermana, y decía a Jacob: Dame hijos, o si no, me muero. Y Jacob se enojó contra Raquel, y dijo: ¿Soy yo acaso Dios, que te impidió el fruto de tu vientre? Y ella dijo: He aquí mi sierva Bilha; llégate a ella, y dará a luz sobre mis rodillas, y yo también tendré hijos de ella. Así le dio a Bilha su sierva por mujer; y Jacob se llegó a ella. Y concibió Bilha, y dio a luz un hijo a Jacob. Dijo entonces Raquel: Me juzgó Dios, y también oyó mi voz, y me dio un hijo. Por tanto llamó su nombre Dan. Concibió otra vez Bilha la sierva de Raquel, y dio a luz un segundo hijo a Jacob. Y dijo Raquel: Con luchas de Dios he contendido con mi hermana, y he vencido. Y llamó su nombre Neftalí. Viendo, pues, Lea, que había dejado de dar a luz, tomó a Zilpa su sierva, y la dio a Jacob por mujer. Y Zilpa sierva de Lea dio a luz un hijo a Jacob. Y dijo Lea: Vino la ventura; y llamó su nombre Gad. Luego Zilpa la sierva de Lea dio a luz otro hijo a Jacob. Y dijo Lea: Para dicha mía; porque las mujeres me dirán dichosa; y llamó su nombre Aser. Fue Rubén en tiempo de la siega de los trigos, y halló mandrágoras en el campo, y las trajo a Lea su madre; y dijo Raquel a Lea: Te ruego que me des de las mandrágoras de tu hijo. Y ella respondió: ¿Es poco que hayas tomado mi marido, sino que también te has de llevar las mandrágoras de mi hijo? Y dijo Raquel: Pues dormirá contigo esta noche por las mandrágoras de tu hijo. Cuando, pues, Jacob volvía del campo a la tarde, salió Lea a él, y le dijo: Llégate a mí, porque a la verdad te he alquilado por las mandrágoras de mi hijo. Y durmió con ella aquella noche. Y oyó Dios a Lea; y concibió, y dio a luz el quinto hijo a Jacob. Y dijo Lea: Dios me ha dado mi recompensa, por cuanto di mi sierva a mi marido; por eso llamó su nombre Isacar. Después concibió Lea otra vez, y dio a luz el sexto hijo a Jacob. Y dijo Lea: Dios me ha dado una buena dote; ahora morará conmigo mi marido, porque le he dado a luz seis hijos; y llamó su nombre Zabulón. Después dio a luz una hija, y llamó su nombre Dina. Y se acordó Dios de Raquel, y la oyó Dios, y le concedió hijos.

Génesis 30:1-22 La Biblia de las Américas (LBLA)

Pero viendo Raquel que ella no daba hijos a Jacob, tuvo celos de su hermana, y dijo a Jacob: Dame hijos, o si no, me muero. Entonces se encendió la ira de Jacob contra Raquel, y dijo: ¿Estoy yo en lugar de Dios, que te ha negado el fruto de tu vientre? Y ella dijo: Aquí está mi sierva Bilha; llégate a ella para que dé a luz sobre mis rodillas, para que por medio de ella yo también tenga hijos. Y le dio a su sierva Bilha por mujer, y Jacob se llegó a ella. Bilha concibió y dio a luz un hijo a Jacob. Y Raquel dijo: Dios me ha vindicado; ciertamente ha oído mi voz y me ha dado un hijo. Por tanto le puso por nombre Dan. Concibió otra vez Bilha, sierva de Raquel, y dio a luz un segundo hijo a Jacob. Y Raquel dijo: Con grandes luchas he luchado con mi hermana, y ciertamente he prevalecido. Y le puso por nombre Neftalí. Viendo Lea que había dejado de dar a luz, tomó a su sierva Zilpa y la dio por mujer a Jacob. Y Zilpa, sierva de Lea, dio a luz un hijo a Jacob. Y Lea dijo: ¡Cuán afortunada! Y le puso por nombre Gad. Después Zilpa, sierva de Lea, dio a luz un segundo hijo a Jacob. Y Lea dijo: Dichosa de mí; porque las mujeres me llamarán bienaventurada. Y le puso por nombre Aser. Fue Rubén en los días de la cosecha de trigo, y halló mandrágoras en el campo, y las trajo a su madre Lea. Entonces Raquel dijo a Lea: Dame, te ruego, de las mandrágoras de tu hijo. Pero ella le respondió: ¿Te parece poco haberme quitado el marido? ¿Me quitarás también las mandrágoras de mi hijo? Y Raquel dijo: Que él duerma, pues, contigo esta noche a cambio de las mandrágoras de tu hijo. Y cuando Jacob vino del campo por la tarde, Lea salió a su encuentro y le dijo: Debes llegarte a mí, porque ciertamente te he alquilado por las mandrágoras de mi hijo. Y él durmió con ella aquella noche. Escuchó Dios a Lea, y ella concibió, y dio a luz el quinto hijo a Jacob. Y Lea dijo: Dios me ha dado mi recompensa porque di mi sierva a mi marido. Y le puso por nombre Isacar. Concibió Lea otra vez y dio a luz el sexto hijo a Jacob. Y Lea dijo: Dios me ha favorecido con una buena dote; ahora mi marido vivirá conmigo, porque le he dado seis hijos. Y le puso por nombre Zabulón. Después dio a luz una hija, y le puso por nombre Dina. Entonces Dios se acordó de Raquel; y Dios la escuchó y le concedió hijos.

Génesis 30:1-22 Nueva Traducción Viviente (NTV)

Cuando Raquel vio que no podía darle hijos a Jacob, tuvo celos de su hermana. Le rogaba a Jacob: —¡Dame hijos o moriré! Entonces Jacob se puso furioso con Raquel. —¿Acaso yo soy Dios? —le dijo—. ¡Él es el que no te ha permitido tener hijos! Entonces Raquel le dijo: —Toma a mi sierva, Bilha, y duerme con ella. Ella dará a luz hijos por mí, y a través de ella yo también podré tener una familia. Entonces Raquel entregó a su sierva Bilha como esposa para Jacob, y él durmió con ella. Bilha quedó embarazada y le dio a Jacob un hijo. Raquel le puso por nombre Dan, porque dijo: «¡Dios me ha hecho justicia! Oyó mi petición y me dio un hijo». Luego Bilha volvió a embarazarse y dio a Jacob un segundo hijo. Raquel le puso por nombre Neftalí, porque dijo: «He luchado mucho con mi hermana, ¡y estoy ganando!». Mientras tanto, Lea se dio cuenta de que ya no quedaba embarazada, entonces tomó a su sierva, Zilpa, y la entregó a Jacob como esposa. Pronto Zilpa le dio un hijo a Jacob. Lea le puso por nombre Gad, porque dijo: «¡Qué afortunada soy!». Entonces Zilpa dio a Jacob un segundo hijo, y Lea le puso por nombre Aser, porque dijo: «¡Qué alegría que tengo! Ahora las demás mujeres celebrarán conmigo». Cierto día, durante la cosecha de trigo, Rubén encontró algunas mandrágoras que crecían en el campo y se las llevó a su madre, Lea. Raquel le suplicó a Lea: —Por favor, dame algunas de las mandrágoras que te trajo tu hijo. —¿No fue suficiente que me robaras a mi marido? ¿Ahora también te robarás las mandrágoras de mi hijo? —le respondió Lea con enojo. Raquel contestó: —Dejaré que Jacob duerma contigo esta noche si me das algunas mandrágoras. Así que, al atardecer, cuando Jacob regresaba de los campos, Lea salió a su encuentro. «¡Debes venir a dormir conmigo esta noche! —le dijo ella—. Pagué por ti con algunas mandrágoras que encontró mi hijo». Por lo tanto, esa noche él durmió con Lea; y Dios contestó las oraciones de Lea, y ella volvió a quedar embarazada y dio a luz un quinto hijo a Jacob. Ella le puso por nombre Isacar, porque dijo: «Dios me ha recompensado por haber dado a mi sierva como esposa a mi marido». Luego Lea quedó embarazada de nuevo y dio a luz un sexto hijo a Jacob. Le puso por nombre Zabulón, porque dijo: «Dios me ha dado una buena recompensa. Ahora mi marido me tratará con respeto, porque le he dado seis hijos». Más adelante, ella dio a luz una hija y le puso por nombre Dina. Después Dios se acordó de la dificultad de Raquel y contestó sus oraciones permitiéndole tener hijos.