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Génesis 29:18-30

Génesis 29:18-30 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)

Como Jacob se había enamorado de Raquel, dijo a su tío: —Me ofrezco a trabajar para ti siete años, a cambio de Raquel, tu hija menor. Labán contestó: —Es mejor que te la entregue a ti y no a un extraño. Quédate conmigo. Así que Jacob trabajó siete años para poder casarse con Raquel, pero como estaba muy enamorado de ella le pareció poco tiempo. Entonces Jacob dijo a Labán: —Ya he cumplido con el tiempo pactado. Dame mi esposa para que me acueste con ella. Labán reunió a toda la gente del lugar y ofreció una gran fiesta. Pero cuando llegó la noche, tomó a su hija Lea y se la entregó a Jacob, quien se acostó con ella. Además, como Lea tenía una criada que se llamaba Zilpá, Labán se la dio, para que la atendiera. A la mañana siguiente, Jacob se dio cuenta de que había estado con Lea y reclamó a Labán: —¿Qué me has hecho? ¿Acaso no trabajé contigo para casarme con Raquel? ¿Por qué me has engañado? Labán contestó: —La costumbre en nuestro país es casar primero a la mayor y luego a la menor. Por eso, cumple ahora con la semana nupcial de esta, y por siete años más de trabajo te daré la otra. Así lo hizo Jacob y, cuando terminó la semana nupcial de la primera, Labán le entregó a Raquel por esposa. También Raquel tenía una criada, llamada Bilhá, y Labán se la dio para que la atendiera. Jacob entonces se acostó con Raquel y la amó mucho más que a Lea, aunque tuvo que trabajar para Labán siete años más.

Génesis 29:18-30 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)

Como Jacob se había enamorado de Raquel, contestó: —Por Raquel, tu hija menor, trabajaré siete años para ti. Entonces Labán contestó: —Es mejor dártela a ti que dársela a un extraño. Quédate conmigo. Y así Jacob trabajó por Raquel durante siete años, aunque a él le pareció muy poco tiempo porque la amaba mucho. Cuando pasaron los siete años, Jacob le dijo a Labán: —Dame mi mujer, para que me case con ella, porque ya terminó el tiempo que prometí trabajar por ella. Entonces Labán invitó a todos sus vecinos a la fiesta de bodas que hizo. Pero por la noche Labán tomó a Lía y se la llevó a Jacob, y Jacob durmió con ella. Además, Labán le regaló a Lía una de sus esclavas, llamada Zilpá, para que la atendiera. A la mañana siguiente Jacob se dio cuenta de que había dormido con Lía, y le reclamó a Labán: —¿Qué cosa me has hecho? ¿No trabajé contigo por Raquel? Entonces, ¿por qué me has engañado? Y Labán le contestó: —Aquí no acostumbramos que la hija menor se case antes que la mayor. Cumple con la semana de bodas de Lía y entonces te daremos también a Raquel, si es que te comprometes a trabajar conmigo otros siete años. Jacob aceptó, y cuando terminó la semana de bodas de Lía, Labán le dio a Raquel por esposa. Labán también le dio a Raquel una de sus esclavas, llamada Bilhá, para que la atendiera. Jacob se unió también a Raquel, y la amó mucho más que a Lía, aunque tuvo que trabajar con Labán durante siete años más.

Génesis 29:18-30 Nueva Traducción Viviente (NTV)

Ya que Jacob estaba enamorado de Raquel, le dijo a su padre: —Trabajaré para ti siete años si me entregas como esposa a Raquel, tu hija menor. —¡De acuerdo! —respondió Labán—. Prefiero entregártela a ti que a cualquier otro. Quédate y trabaja para mí. Así que Jacob trabajó siete años para obtener a Raquel; pero su amor por ella era tan fuerte que le parecieron unos pocos días. Finalmente llegó el momento de casarse con ella. «He cumplido mi parte del acuerdo —le dijo Jacob a Labán—. Ahora entrégame a mi esposa para acostarme con ella». Entonces Labán invitó a toda la gente de los alrededores y preparó una fiesta de bodas; pero aquella noche, cuando estaba oscuro, Labán tomó a Lea y se la entregó a Jacob, y él durmió con ella. (Labán le había dado a Lea una sierva, Zilpa, para que la atendiera). A la mañana siguiente, cuando Jacob se despertó, ¡vio que era Lea! —¿Qué me has hecho? —le dijo a Labán con furia—. ¡He trabajado siete años por Raquel! ¿Por qué me has engañado? —Aquí no es nuestra costumbre casar a la hija menor antes que a la mayor —contestó Labán—, pero espera hasta que termine la semana nupcial y entonces te daré también a Raquel, siempre y cuando prometas trabajar para mí otros siete años. Así que Jacob aceptó trabajar siete años más. Una semana después de casarse con Lea, Labán también le entregó a Raquel. (Labán le dio a Raquel una sierva, Bilha, para que la atendiera). Entonces Jacob durmió también con Raquel, y la amó mucho más que a Lea. Y se quedó allí y trabajó para Labán los siete años adicionales.