Génesis 15:1-8
Génesis 15:1-8 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Después de esto, la palabra del SEÑOR vino a Abram en una visión: «No tengas miedo, Abram. Yo soy tu escudo y muy grande será tu recompensa». Pero Abram respondió: —Mi SEÑOR y Dios, ¿de qué me sirve que me des algo, si aún sigo sin tener hijos y el heredero de mis bienes será Eliezer de Damasco? Como no me has dado ningún hijo, mi herencia la recibirá uno de mis criados. —Ese hombre no ha de ser tu heredero —contestó el SEÑOR—. Tu heredero será tu propio hijo. Luego lo llevó afuera y le dijo: —Mira hacia el cielo y cuenta las estrellas, a ver si puedes. ¡Así de numerosa será tu descendencia! Abram creyó al SEÑOR y el SEÑOR se lo reconoció como justicia. Además, dijo: —Yo soy el SEÑOR que te hizo salir de Ur de los caldeos para darte en posesión esta tierra. Pero Abram preguntó: —Mi SEÑOR y Dios, ¿cómo sabré que voy a poseerla?
Génesis 15:1-8 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Después de esto, Dios se le apareció a Abram en una visión, y le dijo: —Abram, no tengas miedo. Yo soy quien te protege. Voy a darte muchas riquezas. Abram le contestó: —¡Dios y Rey mío! ¿Y para qué me vas a dar riquezas si no tengo hijos? Cuando me muera, ese extranjero que tengo por esclavo va a quedarse con todo lo que es mío. Pero Dios le aseguró: —Tu heredero será un hijo tuyo, y no tu esclavo Eliézer. Luego lo llevó afuera y le dijo: —Mira el cielo y sus muchas estrellas. ¿Verdad que no puedes contarlas? ¡Pues tampoco será posible contar a tus descendientes! Abram confió en la promesa de Dios, y por eso Dios lo aceptó y le dijo: —Yo soy tu Dios, y tú eres mío porque confías en mí. Yo te saqué de Ur de los caldeos, para entregarte esta tierra. Abram le respondió
Génesis 15:1-8 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Después de estos sucesos, la palabra del Señor vino a Abrán en una visión. Le dijo: «No temas, Abrán. Yo soy tu escudo, y tu galardón será muy grande.» Abrán respondió: «Mi Señor y Dios, ¿qué puedes darme, si no tengo hijos, y el mayordomo de mi casa es ese damasceno Eliezer?» También dijo Abrán: «Mira que no me has dado descendencia. Mi heredero será un esclavo nacido en mi casa.» Pero vino a él palabra del Señor, y le dijo: «Tu heredero no será este, sino tu propio hijo.» Entonces lo llevó afuera, y allí le dijo: «Fíjate ahora en los cielos, y cuenta las estrellas, si es que las puedes contar. ¡Así será tu descendencia!» Y Abrán creyó al Señor, y eso le fue contado por justicia. El Señor también le dijo: «Yo soy el Señor. Yo te saqué de Ur de los caldeos, para darte esta tierra como herencia.» Y Abrán respondió: «Señor, mi Señor, ¿y cómo sabré que la he de heredar?»
Génesis 15:1-8 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Después de esto, el Señor le habló a Abram en una visión y le dijo: —No tengas miedo, Abram, porque yo soy tu protector. Tu recompensa va a ser muy grande. Pero Abram le contestó: —Señor y Dios, ¿de qué me sirve que me des recompensa, si tú bien sabes que no tengo hijos? Como no me has dado ningún hijo, el heredero de todo lo que tengo va a ser Eliézer de Damasco, uno de mis criados. El Señor le contestó: —Tu heredero va a ser tu propio hijo, y no un extraño. Entonces el Señor llevó a Abram afuera, y le dijo: —Mira bien el cielo, y cuenta las estrellas, si es que puedes contarlas. Pues bien, así será el número de tus descendientes. Abram creyó al Señor, y por eso el Señor lo aceptó como justo y le dijo: —Yo soy el Señor; yo te saqué de Ur de los caldeos para darte esta tierra como herencia. —Pero, Señor y Dios, ¿cómo podré estar seguro de que voy a heredar esta tierra? —contestó Abram.
Génesis 15:1-8 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a Abram en visión, diciendo: No temas, Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande. Y respondió Abram: Señor Jehová, ¿qué me darás, siendo así que ando sin hijo, y el mayordomo de mi casa es ese damasceno Eliezer? Dijo también Abram: Mira que no me has dado prole, y he aquí que será mi heredero un esclavo nacido en mi casa. Luego vino a él palabra de Jehová, diciendo: No te heredará este, sino un hijo tuyo será el que te heredará. Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia. Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia. Y le dijo: Yo soy Jehová, que te saqué de Ur de los caldeos, para darte a heredar esta tierra. Y él respondió: Señor Jehová, ¿en qué conoceré que la he de heredar?
Génesis 15:1-8 La Biblia de las Américas (LBLA)
Después de estas cosas la palabra del SEÑOR vino a Abram en visión, diciendo: No temas, Abram, yo soy un escudo para ti; tu recompensa será muy grande. Y Abram dijo: Oh Señor DIOS, ¿qué me darás, puesto que yo estoy sin hijos, y el heredero de mi casa es Eliezer de Damasco? Dijo además Abram: He aquí, no me has dado descendencia, y uno nacido en mi casa es mi heredero. Pero he aquí que la palabra del SEÑOR vino a él, diciendo: Tu heredero no será este, sino uno que saldrá de tus entrañas, él será tu heredero. Lo llevó fuera, y le dijo: Ahora mira al cielo y cuenta las estrellas, si te es posible contarlas. Y le dijo: Así será tu descendencia. Y Abram creyó en el SEÑOR, y Él se lo reconoció por justicia. Y le dijo: Yo soy el SEÑOR que te saqué de Ur de los caldeos, para darte esta tierra para que la poseas. Y él le dijo: Oh Señor DIOS, ¿cómo puedo saber que la poseeré?
Génesis 15:1-8 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Tiempo después, el SEÑOR le habló a Abram en una visión y le dijo: —No temas, Abram, porque yo te protegeré, y tu recompensa será grande. Abram le respondió: —Oh SEÑOR Soberano, ¿de qué sirven todas tus bendiciones si ni siquiera tengo un hijo? Ya que tú no me has dado hijos, Eliezer de Damasco, un siervo de los de mi casa, heredará toda mi riqueza. Tú no me has dado descendientes propios, así que uno de mis siervos será mi heredero. Después el SEÑOR le dijo: —No, tu siervo no será tu heredero, porque tendrás un hijo propio, quien será tu heredero. Entonces el SEÑOR llevó a Abram afuera y le dijo: —Mira al cielo y, si puedes, cuenta las estrellas. ¡Esa es la cantidad de descendientes que tendrás! Y Abram creyó al SEÑOR, y el SEÑOR lo consideró justo debido a su fe. Entonces el SEÑOR le dijo: —Yo soy el SEÑOR que te sacó de Ur de los caldeos para darte esta tierra como posesión. Pero Abram respondió: —Oh SEÑOR Soberano, ¿cómo puedo estar seguro de que realmente voy a poseerla?