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Génesis 11:1-26

Génesis 11:1-26 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)

En ese entonces se hablaba un solo idioma en toda la tierra. Al emigrar al oriente, la gente encontró una llanura en la región de Sinar y allí se establecieron. Un día se dijeron unos a otros: «Vamos a hacer ladrillos y a cocerlos al fuego». Fue así como usaron ladrillos en vez de piedras y asfalto en vez de mezcla. Luego dijeron: «Construyamos una ciudad con una torre que llegue hasta el cielo. De ese modo, nos haremos famosos y evitaremos ser dispersados por toda la tierra». Pero el SEÑOR bajó para observar la ciudad y la torre que los hombres estaban construyendo. Entonces el SEÑOR dijo: «Todos forman un solo pueblo y hablan un solo idioma; esto es solo el comienzo de sus obras y todo lo que se propongan lo podrán lograr. Será mejor que bajemos a confundir su idioma para que ya no se entiendan entre ellos mismos». De esta manera el SEÑOR los dispersó desde allí por toda la tierra; por lo tanto, dejaron de construir la ciudad. Por eso a la ciudad se le llamó Babel, porque fue allí donde el SEÑOR confundió el lenguaje de todos los habitantes de la tierra y los dispersó por todo el mundo. Esta es la historia de Sem: Dos años después del diluvio, cuando Sem tenía cien años, nació su hijo Arfaxad. Después del nacimiento de Arfaxad, Sem vivió quinientos años más y tuvo otros hijos y otras hijas. Cuando Arfaxad tenía treinta y cinco años, nació su hijo Selaj. Después del nacimiento de Selaj, Arfaxad vivió cuatrocientos tres años más y tuvo otros hijos y otras hijas. Cuando Selaj tenía treinta años, nació su hijo Éber. Después del nacimiento de Éber, Selaj vivió cuatrocientos tres años más y tuvo otros hijos y otras hijas. Cuando Éber tenía treinta y cuatro años, nació su hijo Péleg. Después del nacimiento de Péleg, Éber vivió cuatrocientos treinta años más y tuvo otros hijos y otras hijas. Cuando Péleg tenía treinta años, nació su hijo Reú. Después del nacimiento de Reú, Péleg vivió doscientos nueve años más y tuvo otros hijos y otras hijas. Cuando Reú tenía treinta y dos años, nació su hijo Serug. Después del nacimiento de Serug, Reú vivió doscientos siete años más y tuvo otros hijos y otras hijas. Cuando Serug tenía treinta años, nació su hijo Najor. Después del nacimiento de Najor, Serug vivió doscientos años más y tuvo otros hijos y otras hijas. Cuando Najor tenía veintinueve años, nació su hijo Téraj. Después del nacimiento de Téraj, Najor vivió ciento diecinueve años más y tuvo otros hijos y otras hijas. Después de haber vivido setenta años, Téraj tuvo a sus hijos Abram, Najor y Harán.

Génesis 11:1-26 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

Cuando la gente se fue hacia el este, encontró un valle en la región de Babilonia, y allí se quedó a vivir. En aquel tiempo todos hablaban el mismo idioma, así que se dijeron los unos a los otros: «Construyamos una ciudad con una torre que llegue hasta el cielo. Nos haremos famosos y no acabaremos dispersándonos por todo el mundo». Y empezaron a construir. En lugar de piedras, usaron ladrillos que ellos mismos hicieron, y en lugar de mezcla usaron brea. Pero cuando Dios bajó a ver lo que estaban construyendo, dijo: «Como son un solo pueblo, y hablan un solo idioma, ya han comenzado a hacer esto. Ahora nada les impedirá hacer lo que quieran. Es mejor que bajemos y confundamos su idioma, para que no se puedan entender». Y desde ese lugar Dios los dispersó por toda la tierra, y ellos dejaron de construir la ciudad. Allí Dios confundió su idioma para que no pudieran entenderse. Por eso la ciudad se llama Babel. Esta es la lista de los descendientes de Sem: Sem tenía cien años cuando nació su hijo Arfaxad. Esto fue dos años después de la inundación que destruyó la tierra. También tuvo más hijos y más hijas. Después de que nació Arfaxad, Sem vivió quinientos años más. Arfaxad tenía treinta y cinco años cuando nació su hijo Sélah, y luego tuvo más hijos y más hijas. Después de que nació Sélah, Arfaxad vivió cuatrocientos tres años más. Sélah tenía treinta años cuando nació su hijo Éber, y luego tuvo más hijos y más hijas. Después de que nació Éber, Sélah vivió cuatrocientos tres años más. Éber tenía treinta y cuatro años cuando nació su hijo Péleg, y luego tuvo más hijos y más hijas. Después de que nació Péleg, Éber vivió cuatrocientos treinta años más. Péleg tenía treinta años cuando nació su hijo Reú, y luego tuvo más hijos y más hijas. Después de que nació Reú, Péleg vivió doscientos nueve años más. Reú tenía treinta y dos años cuando nació su hijo Serug, y luego tuvo más hijos y más hijas. Después de que nació Serug, Reú vivió doscientos siete años más. Serug tenía treinta años cuando nació su hijo Nahor, y luego tuvo más hijos y más hijas. Después de que nació Nahor, Serug vivió doscientos años más. Nahor tenía veintinueve años cuando nació su hijo Térah, y luego tuvo más hijos y más hijas. Después de que nació Térah, Nahor vivió ciento diecinueve años más. Térah tenía setenta años cuando nacieron sus hijos Abram, Nahor y Harán.

Génesis 11:1-26 Reina Valera Contemporánea (RVC)

En la tierra todos tenían entonces una sola lengua y unas mismas palabras, pero sucedió que, cuando salieron de oriente, hallaron una llanura en la tierra de Sinar y se establecieron allí. Y se dijeron unos a otros: «Vamos a hacer ladrillos y a cocerlos en el fuego.» Y los ladrillos les sirvieron como piedras, y el asfalto les sirvió de mezcla, y dijeron: «Vamos a edificar una ciudad, y una torre cuya cúspide llegue hasta el cielo. Hagámonos de renombre, por si llegamos a esparcirnos por toda la tierra.» Pero el Señor descendió para ver la ciudad y la torre que los hijos de los hombres estaban edificando, y dijo: «Esta gente es una sola, y todos ellos tienen un solo lenguaje. Ya han comenzado su obra, y ahora nada los hará desistir de lo que han pensado hacer. Así que descendamos allá y confundamos su lengua, para que ninguno entienda la lengua de su compañero.» Así fue como el Señor los esparció por toda la tierra, y como dejaron de edificar la ciudad. Por eso la ciudad se llamó Babel, porque allí el Señor confundió el lenguaje de toda la tierra, y desde allí los esparció por toda la superficie de la tierra. Estos son los descendientes de Sem: Dos años después del diluvio, Sem engendró a Arfaxad. Tenía entonces cien años de edad. Después de engendrar a Arfaxad, Sem vivió quinientos años, y engendró hijos e hijas. Arfaxad vivió treinta y cinco años, y engendró a Selaj. Después de engendrar a Selaj, Arfaxad vivió cuatrocientos tres años, y engendró hijos e hijas. Selaj vivió treinta años, y engendró a Éber. Después de engendrar a Éber, Selaj vivió cuatrocientos tres años, y engendró hijos e hijas. Éber vivió treinta y cuatro años, y engendró a Peleg. Después de engendrar a Peleg, Éber vivió cuatrocientos treinta años, y engendró hijos e hijas. Peleg vivió treinta años, y engendró a Reu. Después de engendrar a Reu, Peleg vivió doscientos nueve años, y engendró hijos e hijas. Reu vivió treinta y dos años, y engendró a Serug. Después de engendrar a Serug, Reu vivió doscientos siete años, y engendró hijos e hijas. Serug vivió treinta años, y engendró a Najor. Después de engendrar a Najor, Serug vivió doscientos años, y engendró hijos e hijas. Najor vivió veintinueve años, y engendró a Téraj. Después de engendrar a Téraj, Najor vivió ciento diecinueve años, y engendró hijos e hijas. Téraj vivió setenta años, y engendró a Abrán, a Najor y a Harán.

Génesis 11:1-26 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)

En aquel tiempo todo el mundo hablaba el mismo idioma. Cuando salieron de la región oriental, encontraron una llanura en la región de Sinar y allí se quedaron a vivir. Un día se dijeron unos a otros: «Vamos a hacer ladrillos y a cocerlos en el fuego.» Así, usaron ladrillos en lugar de piedras y asfalto natural en lugar de mezcla. Después dijeron: «Vengan, vamos a construir una ciudad y una torre que llegue hasta el cielo. De este modo nos haremos famosos y no tendremos que dispersarnos por toda la tierra.» Pero el Señor bajó a ver la ciudad y la torre que los hombres estaban construyendo, y pensó: «Ellos son un solo pueblo y hablan un solo idioma; por eso han comenzado este trabajo, y ahora por nada del mundo van a dejar de hacerlo. Es mejor que bajemos a confundir su idioma, para que no se entiendan entre ellos.» Así fue como el Señor los dispersó por toda la tierra, y ellos dejaron de construir la ciudad. En ese lugar el Señor confundió el idioma de todos los habitantes de la tierra, y de allí los dispersó por todo el mundo. Por eso la ciudad se llamó Babel. Estos fueron los descendientes de Sem. Dos años después del diluvio, cuando Sem tenía cien años, nació su hijo Arfaxad. Después de esto, Sem vivió quinientos años más, y tuvo otros hijos e hijas. Arfaxad tenía treinta y cinco años cuando nació su hijo Sélah. Después de esto, Arfaxad vivió cuatrocientos tres años más, y tuvo otros hijos e hijas. Sélah tenía treinta años cuando nació su hijo Éber. Después de esto, Sélah vivió cuatrocientos tres años más, y tuvo otros hijos e hijas. Éber tenía treinta y cuatro años cuando nació su hijo Péleg. Después de esto, Éber vivió cuatrocientos treinta años más, y tuvo otros hijos e hijas. Péleg tenía treinta años cuando nació su hijo Reú. Después de esto, Péleg vivió doscientos nueve años más, y tuvo otros hijos e hijas. Reú tenía treinta y dos años cuando nació su hijo Serug. Después de esto, Reú vivió doscientos siete años más, y tuvo otros hijos e hijas. Serug tenía treinta años cuando nació su hijo Nahor. Después de esto, Serug vivió doscientos años más, y tuvo otros hijos e hijas. Nahor tenía veintinueve años cuando nació su hijo Térah. Después de esto, Nahor vivió ciento diecinueve años más, y tuvo otros hijos e hijas. Térah tenía ya setenta años cuando nacieron sus hijos Abram, Nahor y Harán.

Génesis 11:1-26 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)

Tenía entonces toda la tierra una sola lengua y unas mismas palabras. Y aconteció que cuando salieron de oriente, hallaron una llanura en la tierra de Sinar, y se establecieron allí. Y se dijeron unos a otros: Vamos, hagamos ladrillo y cozámoslo con fuego. Y les sirvió el ladrillo en lugar de piedra, y el asfalto en lugar de mezcla. Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda la tierra. Y descendió Jehová para ver la ciudad y la torre que edificaban los hijos de los hombres. Y dijo Jehová: He aquí el pueblo es uno, y todos estos tienen un solo lenguaje; y han comenzado la obra, y nada les hará desistir ahora de lo que han pensado hacer. Ahora, pues, descendamos, y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero. Así los esparció Jehová desde allí sobre la faz de toda la tierra, y dejaron de edificar la ciudad. Por esto fue llamado el nombre de ella Babel, porque allí confundió Jehová el lenguaje de toda la tierra, y desde allí los esparció sobre la faz de toda la tierra. Estas son las generaciones de Sem: Sem, de edad de cien años, engendró a Arfaxad, dos años después del diluvio. Y vivió Sem, después que engendró a Arfaxad, quinientos años, y engendró hijos e hijas. Arfaxad vivió treinta y cinco años, y engendró a Sala. Y vivió Arfaxad, después que engendró a Sala, cuatrocientos tres años, y engendró hijos e hijas. Sala vivió treinta años, y engendró a Heber. Y vivió Sala, después que engendró a Heber, cuatrocientos tres años, y engendró hijos e hijas. Heber vivió treinta y cuatro años, y engendró a Peleg. Y vivió Heber, después que engendró a Peleg, cuatrocientos treinta años, y engendró hijos e hijas. Peleg vivió treinta años, y engendró a Reu. Y vivió Peleg, después que engendró a Reu, doscientos nueve años, y engendró hijos e hijas. Reu vivió treinta y dos años, y engendró a Serug. Y vivió Reu, después que engendró a Serug, doscientos siete años, y engendró hijos e hijas. Serug vivió treinta años, y engendró a Nacor. Y vivió Serug, después que engendró a Nacor, doscientos años, y engendró hijos e hijas. Nacor vivió veintinueve años, y engendró a Taré. Y vivió Nacor, después que engendró a Taré, ciento diecinueve años, y engendró hijos e hijas. Taré vivió setenta años, y engendró a Abram, a Nacor y a Harán.

Génesis 11:1-26 La Biblia de las Américas (LBLA)

Toda la tierra hablaba la misma lengua y las mismas palabras. Y aconteció que según iban hacia el oriente, hallaron una llanura en la tierra de Sinar, y se establecieron allí. Y se dijeron unos a otros: Vamos, fabriquemos ladrillos y cozámoslos bien. Y usaron ladrillo en lugar de piedra, y asfalto en lugar de mezcla. Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre cuya cúspide llegue hasta los cielos, y hagámonos un nombre famoso, para que no seamos dispersados sobre la faz de toda la tierra. Y el SEÑOR descendió para ver la ciudad y la torre que habían edificado los hijos de los hombres. Y dijo el SEÑOR: He aquí, son un solo pueblo y todos ellos tienen la misma lengua. Y esto es lo que han comenzado a hacer, y ahora nada de lo que se propongan hacer les será imposible. Vamos, bajemos y allí confundamos su lengua, para que nadie entienda el lenguaje del otro. Así los dispersó el SEÑOR desde allí sobre la faz de toda la tierra, y dejaron de edificar la ciudad. Por eso fue llamada Babel, porque allí confundió el SEÑOR la lengua de toda la tierra; y de allí los dispersó el SEÑOR sobre la faz de toda la tierra. Estas son las generaciones de Sem: Sem tenía cien años, y engendró a Arfaxad dos años después del diluvio. Y vivió Sem quinientos años después de haber engendrado a Arfaxad, y engendró hijos e hijas. Arfaxad vivió treinta y cinco años, y engendró a Sala. Y vivió Arfaxad cuatrocientos tres años después de haber engendrado a Sala, y engendró hijos e hijas. Sala vivió treinta años, y engendró a Heber. Y vivió Sala cuatrocientos tres años después de haber engendrado a Heber, y engendró hijos e hijas. Heber vivió treinta y cuatro años, y engendró a Peleg. Y vivió Heber cuatrocientos treinta años después de haber engendrado a Peleg, y engendró hijos e hijas. Peleg vivió treinta años, y engendró a Reu. Y vivió Peleg doscientos nueve años después de haber engendrado a Reu, y tuvo hijos e hijas. Reu vivió treinta y dos años, y engendró a Serug. Y vivió Reu doscientos siete años después de haber engendrado a Serug, y engendró hijos e hijas. Serug vivió treinta años, y engendró a Nacor. Y vivió Serug doscientos años después de haber engendrado a Nacor, y engendró hijos e hijas. Nacor vivió veintinueve años, y engendró a Taré. Y vivió Nacor ciento diecinueve años después de haber engendrado a Taré, y engendró hijos e hijas. Taré vivió setenta años, y engendró a Abram, a Nacor y a Harán.

Génesis 11:1-26 Nueva Traducción Viviente (NTV)

Hubo un tiempo en que todos los habitantes del mundo hablaban el mismo idioma y usaban las mismas palabras. Al emigrar hacia el oriente, encontraron una llanura en la tierra de Babilonia y se establecieron allí. Comenzaron a decirse unos a otros: «Vamos a hacer ladrillos y endurecerlos con fuego». (En esa región, se usaban ladrillos en lugar de piedra y la brea se usaba como mezcla). Entonces dijeron: «Vamos, construyamos una gran ciudad para nosotros con una torre que llegue hasta el cielo. Eso nos hará famosos y evitará que nos dispersemos por todo el mundo». Pero el SEÑOR descendió para ver la ciudad y la torre que estaban construyendo, y dijo: «¡Miren! La gente está unida, y todos hablan el mismo idioma. Después de esto, ¡nada de lo que se propongan hacer les será imposible! Vamos a bajar a confundirlos con diferentes idiomas; así no podrán entenderse unos a otros». De esa manera, el SEÑOR los dispersó por todo el mundo, y ellos dejaron de construir la ciudad. Por eso la ciudad se llamó Babel, porque fue allí donde el SEÑOR confundió a la gente con distintos idiomas. Así los dispersó por todo el mundo. Este es el relato de la familia de Sem. Dos años después del gran diluvio, cuando Sem tenía cien años de edad, tuvo a su hijo Arfaxad. Después del nacimiento de Arfaxad, Sem vivió quinientos años más y tuvo otros hijos e hijas. Cuando Arfaxad tenía treinta y cinco años de edad, tuvo a su hijo Sala. Después del nacimiento de Sala, Arfaxad vivió cuatrocientos tres años más y tuvo otros hijos e hijas. Cuando Sala tenía treinta años de edad, tuvo a su hijo Heber. Después del nacimiento de Heber, Sala vivió cuatrocientos tres años más y tuvo otros hijos e hijas. Cuando Heber tenía treinta y cuatro años de edad, tuvo a su hijo Peleg. Después del nacimiento de Peleg, Heber vivió cuatrocientos treinta años más y tuvo otros hijos e hijas. Cuando Peleg tenía treinta años de edad, tuvo a su hijo Reu. Después del nacimiento de Reu, Peleg vivió doscientos nueve años más y tuvo otros hijos e hijas. Cuando Reu tenía treinta y dos años de edad, tuvo a su hijo Serug. Después del nacimiento de Serug, Reu vivió doscientos siete años más y tuvo otros hijos e hijas. Cuando Serug tenía treinta años de edad, tuvo a su hijo Nacor. Después del nacimiento de Nacor, Serug vivió doscientos años más y tuvo otros hijos e hijas. Cuando Nacor tenía veintinueve años de edad, tuvo a su hijo Taré. Después del nacimiento de Taré, Nacor vivió ciento diecinueve años más y tuvo otros hijos e hijas. Después de que Taré cumpliera setenta años de edad, tuvo a Abram, a Nacor y a Harán.