Ezequiel 29:17-21
Ezequiel 29:17-21 Reina Valera Contemporánea (RVC)
El día primero del mes primero del año veintisiete, la palabra del Señor vino a mí, y me dijo: «Hijo de hombre, el rey Nabucodonosor de Babilonia lanzó con su ejército un feroz ataque contra Tiro, al grado de que todos perdieron el cabello y quedaron con la espalda desollada. ¡Pero ni él ni su ejército ganaron nada de su ataque contra Tiro! Por eso Dios el Señor ha dicho: “Voy a dejar que Egipto caiga en manos de Nabucodonosor, el rey de Babilonia. Voy a dejar que él se apodere de sus riquezas, y que recoja sus despojos como botín de guerra. Con eso, su ejército quedará bien pagado. Al atacar a Egipto, Nabucodonosor me hizo un servicio. Por eso voy a poner a Egipto en sus manos.” —Palabra de Dios el Señor. »Cuando llegue el día, haré que retoñe el poder del pueblo de Israel, y a ti, en presencia de ellos te devolveré el habla. Así sabrán que yo soy el Señor.»
Ezequiel 29:17-21 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
El primer día del mes primero del año veintisiete, el SEÑOR me dirigió la palabra: «Toma en cuenta, hijo de hombre, que el rey de Babilonia, Nabucodonosor, y su ejército llevaron a cabo una gran campaña contra Tiro. Todos ellos quedaron con la cabeza rapada y con llagas en la espalda. Pero a pesar del tremendo esfuerzo, ni él ni su ejército sacaron provecho alguno de la campaña emprendida contra Tiro. Por eso, así dice el SEÑOR y Dios: Pondré a Egipto en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, quien se apoderará de sus riquezas, saqueará sus despojos y se llevará el botín que servirá de recompensa para su ejército. Yo le entregaré a Egipto como recompensa por lo que hizo contra Tiro, porque ellos lo hicieron por mí, afirma el SEÑOR y Dios. »En aquel día acrecentaré la fuerza del pueblo de Israel y en ese momento tú, Ezequiel, les hablarás con libertad. Entonces sabrán que yo soy el SEÑOR».
Ezequiel 29:17-21 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Habían pasado veintisiete años desde que llegamos presos a Babilonia. El primer día del mes de Abib, Dios me dijo: «Tú sabes que Nabucodonosor, el rey de Babilonia, hizo todo lo posible por conquistar la ciudad de Tiro. Llegó con su ejército para rodearla, y sus soldados llevaban tan pesada carga que hasta la cabeza y las espaldas se les pelaron. A pesar de todo, no pudieron conquistarla. Por eso, voy a dejar que Nabucodonosor conquiste a Egipto. Le permitiré adueñarse de sus riquezas y de todas sus pertenencias, para que pueda pagarles a sus soldados. Así premiaré a Nabucodonosor por haber atacado a Egipto en mi lugar. Les juro que así lo haré. »Ese día le devolveré a Israel el poder que antes tuvo, y tú podrás hablarles con toda libertad. Entonces reconocerán que yo soy el Dios de Israel».
Ezequiel 29:17-21 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
El día primero del mes primero del año veintisiete, el Señor se dirigió a mí, y me dijo: «Nabucodonosor, el rey de Babilonia, ha lanzado su ejército a una gran campaña contra Tiro; tanto que a todos se les ha pelado la cabeza y se les han llagado los hombros; pero ni él ni su ejército han sacado ningún provecho de esa campaña contra Tiro. Por eso yo, el Señor, digo: Voy a hacer que Nabucodonosor se apodere de Egipto, y que le quite sus riquezas y todo lo que tenga; con lo que le robe tendrá para pagar a su ejército. Voy a hacer que Nabucodonosor se apodere de Egipto en pago de la campaña que lanzó contra Tiro, porque ha trabajado para mí. Yo, el Señor, lo afirmo. »En ese tiempo haré que aumente la fuerza del pueblo de Israel, y que tú, Ezequiel, puedas hablarles abiertamente. Entonces reconocerán que yo soy el Señor.»
Ezequiel 29:17-21 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Aconteció en el año veintisiete en el mes primero, el día primero del mes, que vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Hijo de hombre, Nabucodonosor rey de Babilonia hizo a su ejército prestar un arduo servicio contra Tiro. Toda cabeza ha quedado calva, y toda espalda desollada; y ni para él ni para su ejército hubo paga de Tiro, por el servicio que prestó contra ella. Por tanto, así ha dicho Jehová el Señor: He aquí que yo doy a Nabucodonosor, rey de Babilonia, la tierra de Egipto; y él tomará sus riquezas, y recogerá sus despojos, y arrebatará botín, y habrá paga para su ejército. Por su trabajo con que sirvió contra ella le he dado la tierra de Egipto; porque trabajaron para mí, dice Jehová el Señor. En aquel tiempo haré retoñar el poder de la casa de Israel. Y abriré tu boca en medio de ellos, y sabrán que yo soy Jehová.
Ezequiel 29:17-21 La Biblia de las Américas (LBLA)
En el año veintisiete, el primer mes, el día primero del mes, vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: Hijo de hombre, Nabucodonosor, rey de Babilonia, hizo que su ejército realizara una gran campaña contra Tiro; toda cabeza ha quedado calva y toda espalda desollada. Pero él y su ejército no recibieron pago de Tiro por la campaña que había realizado contra ella. Por tanto, así dice el Señor DIOS: He aquí, daré la tierra de Egipto a Nabucodonosor, rey de Babilonia. Se llevará sus riquezas, capturará su botín y tomará su despojo; y esto será la paga para su ejército. Le he dado la tierra de Egipto por la obra que realizó contra Tiro, porque trabajaron para mí —declara el Señor DIOS. Aquel día haré brotar el poderío de la casa de Israel, y abriré tu boca en medio de ellos; y sabrán que yo soy el SEÑOR.
Ezequiel 29:17-21 Nueva Traducción Viviente (NTV)
El 26 de abril, el primer día del año nuevo, durante el año veintisiete de cautividad del rey Joaquín, recibí este mensaje del SEÑOR: «Hijo de hombre, el ejército del rey Nabucodonosor de Babilonia combatió tan ferozmente contra Tiro que los guerreros quedaron con la cabeza calva y los hombros llagados y ampollados; pero ni Nabucodonosor ni su ejército recibieron botín en recompensa por todo su esfuerzo. Por lo tanto, esto dice el SEÑOR Soberano: le entregaré el territorio de Egipto a Nabucodonosor, rey de Babilonia. Se llevará la riqueza de Egipto saqueando todo lo que haya para poder pagarle a su ejército. Así es, le he entregado la tierra de Egipto como recompensa por su esfuerzo, dice el SEÑOR Soberano, porque trabajaba para mí cuando destruyó a Tiro. »Llegará el día cuando haré revivir la antigua gloria de Israel, y por fin, Ezequiel, respetarán tus palabras. Entonces sabrán que yo soy el SEÑOR».