Ezequiel 28:1-26
Ezequiel 28:1-26 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
La palabra del SEÑOR vino a mí y me dijo: «Hijo de hombre, adviértele al rey de Tiro que así dice el SEÑOR y Dios: »“Tu corazón se llenó de arrogancia y dijiste: ‘Yo soy un dios. Me encuentro en el corazón de los mares sentado en el trono de un dios’. ¡Pero tú eres un simple mortal, no un dios, aunque crees ser tan sabio como un dios! ¿Acaso eres más sabio que Daniel? ¿Acaso conoces todos los secretos? Con tu sabiduría y tu inteligencia has acumulado muchas riquezas y en tus cofres has amontonado oro y plata. Eres muy hábil para el comercio; por eso te has hecho muy rico. Con tus grandes riquezas tu corazón se llenó de arrogancia. »”Por eso, así dice el SEÑOR y Dios: »”Ya que pretendes ser tan sabio como un dios, haré que vengan extranjeros contra ti, los más feroces de las naciones: desenvainarán la espada contra tu hermosura y sabiduría, y profanarán tu esplendor. Te hundirán en la fosa y sufrirás una muerte violenta en el corazón de los mares. Aun así, en presencia de tus verdugos, ¿te atreverás a decir: Soy un dios? ¡Pues en manos de tus asesinos no serás un dios, sino un simple mortal! Sufrirás a manos de extranjeros la muerte de los incircuncisos, porque yo lo he dicho, afirma el SEÑOR y Dios”». La palabra del SEÑOR vino a mí y me dijo: «Hijo de hombre, entona un lamento al rey de Tiro y adviértele que así dice el SEÑOR y Dios: »“Eras un modelo de perfección, lleno de sabiduría y de hermosura perfecta. Estabas en Edén, en el jardín de Dios, adornado con toda clase de piedras preciosas: rubí, crisólito, jade, topacio, ónice, jaspe, zafiro, turquesa y esmeralda. Tus joyas y encajes estaban cubiertos de oro, especialmente preparados para ti el día en que fuiste creado. Fuiste ungido querubín protector, porque yo así lo dispuse. Estabas en el santo monte de Dios y caminabas sobre piedras de fuego. Fuiste irreprochable en tus caminos, desde el día en que fuiste creado hasta que se encontró maldad en ti. Por la abundancia de tu comercio, te llenaste de violencia y pecaste. Por eso te expulsé del monte de Dios, como a un objeto profano. A ti, querubín protector, te eliminé de entre las piedras de fuego. A causa de tu hermosura tu corazón se llenó de orgullo. A causa de tu esplendor, corrompiste tu sabiduría. Por eso te arrojé por tierra y delante de los reyes te expuse al ridículo. Has profanado tus santuarios por la gran cantidad de tus pecados, ¡por tu comercio corrupto! Por eso hice salir de ti un fuego que te devorara. A la vista de todos los que te admiran te eché por tierra y te reduje a cenizas. Al verte, han quedado espantadas todas las naciones que te conocen. Has llegado a un final terrible y ya no volverás a existir”». La palabra del SEÑOR vino a mí y me dijo: «Hijo de hombre, pon tu rostro contra Sidón y profetiza contra ella. Adviértele que así dice el SEÑOR y Dios: »“Yo estoy en contra tuya, Sidón, y manifestaré mi gloria en ti. Cuando te traiga un justo castigo y manifieste sobre ti mi santidad, se sabrá que yo soy el SEÑOR. Mandaré en tu contra una plaga y por tus calles correrá la sangre. Por la espada que ataca por todos lados los heridos caerán en tus calles, ¡y se sabrá que yo soy el SEÑOR! »”Los israelitas no volverán a sufrir el desprecio de sus vecinos, que duele como aguijones y punza como espinas, y se sabrá que yo soy el SEÑOR”. »Así dice el SEÑOR y Dios: “Cuando yo reúna al pueblo de Israel de entre las naciones donde se encuentra disperso, le mostraré mi santidad en presencia de todas las naciones. Entonces Israel vivirá en su propio país, el mismo que di a mi siervo Jacob. Allí vivirán seguros, construirán sus casas y plantarán viñedos, porque yo ejecutaré un justo castigo sobre los vecinos que desprecian al pueblo de Israel. ¡Y se sabrá que yo soy el SEÑOR su Dios!”».
Ezequiel 28:1-26 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Dios también me dijo: «Tú, Ezequiel, dile de mi parte al rey de Tiro: “Eres demasiado orgulloso. Hasta crees que eres un dios porque reinas en medio del mar. Pero no te creas tan sabio, porque no eres más que un hombre. No eres más sabio que el profeta Daniel, ni conoces todos los secretos, pero ciertamente eres muy listo: has logrado amontonar oro y plata, y te has hecho muy rico. Sabes cómo hacer negocios. Por eso te has hecho rico y te has llenado de orgullo. ”Como te sientes muy sabio, y hasta te crees un dios, voy a lanzar contra ti gente cruel de otros países. Esa gente te atacará y te hará la guerra. Acabará con tu belleza, con tu sabiduría y tu grandeza. Con violencia te quitará la vida, y morirás en el fondo del mar. Te juro que así lo haré. ”Cuando te enfrentes a ellos, dejarás de creerte un dios. Cuando te quiten la vida, te verás como un simple hombre. Gente extraña te quitará la vida, y morirás como mueren los que no me conocen. Yo soy el Dios de Israel, y cumpliré mi palabra”.» Dios también me dijo: «Ezequiel, entona un canto fúnebre por el rey de Tiro. Dile de mi parte lo siguiente: “Tú, rey de Tiro, eras perfecto en todo; tu sabiduría y tu belleza no tenían comparación. Vivías en el jardín de Edén, y te adornabas con piedras preciosas. Tus joyas y tus aretes estaban hechos de oro, y desde el día de tu nacimiento estuvieron a tu disposición. Un ángel te protegía, mientras pisabas piedras de fuego en el monte elegido por Dios. ”Desde el día en que naciste te habías portado bien, pero un día mostraste tu maldad. En los muchos negocios que hacías, llegaste a ser muy violento. Por eso te arrojé de mi montaña. ¡El ángel que te protegía te alejó de las piedras de fuego! ”Era tan singular tu belleza que te volviste muy orgulloso. ¡Tu orgullo y tu hermosura te hicieron perder la cabeza! Por eso te arrojé al suelo y en presencia de los reyes te hice quedar en ridículo. ¡Fueron tantos tus pecados, y tan sucios tus negocios que ni tus templos respetaste! ”Por eso hice que de tu interior brotara un fuego que te quemara. Las naciones que te conocían, y que antes te admiraban, hoy se quedan impresionadas al verte por el suelo, convertido ya en cenizas. ¡Eres motivo de espanto porque has dejado de existir!”» Dios también me dijo: «Ezequiel, enfréntate a la ciudad de Sidón y dile de mi parte lo siguiente: “Yo me pondré en contra tuya. Cuando te dé tu merecido, la gente reconocerá mi grandeza. Sabrá que soy el Dios de Israel, y que soy diferente a otros dioses. ”Voy a enviar plagas contra ti; haré que tus enemigos te ataquen por todos lados. Correrá la sangre por tus calles, y la gente morirá por la espada. Así reconocerán que yo soy Dios. ”No volverán los israelitas a sufrir el desprecio de sus vecinos, que tanto les hiere y hace daño. Así reconocerán que yo soy Dios”. »Por eso yo, el Dios de Israel, afirmo: “Ahora los israelitas viven prisioneros entre las naciones, pero yo volveré a reunirlos y los llevaré de nuevo a su tierra. Yo prometí dársela a Jacob, su antepasado, pues él siempre estuvo a mi servicio. Allí podrán vivir seguros. Volverán a construir casas y a plantar viñedos. ”Ahora sus vecinos los desprecian, pero yo les daré el castigo que se merecen. Entonces los israelitas y las demás naciones se darán cuenta de que yo soy diferente, y me reconocerán como el Dios de Israel”».
Ezequiel 28:1-26 Reina Valera Contemporánea (RVC)
La palabra del Señor vino a mí, y me dijo: «Hijo de hombre, dile de mi parte al príncipe de Tiro: “Yo, el Señor y Dios, te digo que te has envanecido. En tu corazón crees que eres un dios y que tienes tu trono en medio de los mares. En tu corazón actúas y piensas como si fueras un dios, aunque no eres un dios sino un hombre. Es verdad que tú eres más sabio que Daniel, y que para ti no hay nada secreto ni oculto. Con tu sabiduría y tu inteligencia has acumulado riquezas; en tus tesoros tienes oro y plata. Con la ayuda de tu gran sabiduría, en tus negocios has logrado multiplicar tus riquezas, y por causa de esas riquezas tu corazón se ha envanecido. Por lo tanto, yo, el Señor y Dios te digo: ‘Puesto que en tu corazón te crees un dios, yo voy a traer contra ti gente extraña y fuerte de otras naciones, que descargará su espada sobre tu sabiduría, y que manchará tu belleza y esplendor. Te harán descender al sepulcro, y sufrirás la muerte de los náufragos. ¿Acaso piensas defenderte ante el que te mate, y decirle que tú eres un dios? ¡En las manos de quien te mate, no serás ningún dios sino un simple hombre! En las manos de gente extraña sufrirás la muerte de los incircuncisos.’ Yo lo he dicho.”» —Palabra de Dios el Señor. La palabra del Señor vino a mí, y me dijo: «Hijo de hombre, dedícale un lamento al rey de Tiro, y dile de mi parte: “Tú, tan lleno de sabiduría, y de hermosura tan perfecta, eras el sello de la perfección. Estuviste en el Edén, en el huerto de Dios; tus vestiduras estaban adornadas con toda clase de piedras preciosas: cornalina, topacio, jaspe, crisólito, berilo, ónice, zafiro, carbunclo, esmeralda y oro; todo estaba cuidadosamente preparado para ti en el día de tu creación. A ti, querubín grande y protector, yo te puse en el santo monte de Dios, y allí estuviste. ¡Te paseabas en medio de las piedras encendidas! Desde el día en que fuiste creado, y hasta el día en que se halló maldad en ti, eras perfecto en todos tus caminos. Pero por tantos negocios que hacías te fuiste llenando de iniquidad, y pecaste. Por eso, querubín protector, yo te expulsé del monte de Dios y te arrojé lejos de las piedras encendidas. Era tanta tu hermosura que tu corazón se envaneció. Por causa de tu esplendor corrompiste tu sabiduría. Por eso yo te haré rodar por tierra, y te expondré al ridículo delante de los reyes. Y es que profanaste tus santuarios con tus muchas maldades y con tus perversos negocios. Por eso yo hice que de ti saliera fuego para que te consumiera; te hice rodar por el suelo, a la vista de todos los que te admiran. Todos los pueblos que te conocieron se sorprenderán al verte; serás motivo de espanto, y para siempre dejarás de existir.”» La palabra del Señor vino a mí, y me dijo: «Hijo de hombre, dirige ahora la mirada hacia Sidón, y profetiza contra ella. Dile de mi parte: “Sidón, yo estoy contra ti. Cuando yo dicte mi sentencia contra ti, y en ti sea yo santificado, en tus calles seré glorificado.” Así sabrán que yo soy el Señor. A sus calles enviaré peste y sangre, y en sus calles la gente caerá a filo de espada, pues por todos lados la espada se levantará contra ella. Así sabrán que yo soy el Señor. »Nunca más volverá a ser Sidón una espina que desgarre al pueblo de Israel, ni los pueblos que lo rodean y menosprecian volverán a ser un aguijón que le cause dolor. Así sabrán que yo soy el Señor.» Así ha dicho Dios el Señor: «Cuando yo reúna al pueblo de Israel de entre los pueblos por los que ahora está esparcido, me santificaré en ellos a la vista de las naciones, y ellos habitarán en la tierra que yo le di a mi siervo Jacob. »Cuando yo dicte sentencia contra todos los pueblos vecinos que los han despojado, ellos habitarán su tierra en paz, y edificarán casas, y plantarán viñas, y vivirán tranquilos. Así sabrán que yo soy el Señor su Dios.»
Ezequiel 28:1-26 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
El Señor se dirigió a mí, y me dijo: «Tú, hombre, dile al rey de Tiro: »“Esto dice el Señor: Tu corazón se llenó de orgullo, y te creíste un dios sentado en el trono de los dioses y rodeado por el mar. Pero tú no eres un dios, sino un hombre que cree tener la inteligencia de un dios. ¿Acaso eres más sabio que Danel? ¿Acaso ningún secreto te es desconocido? Con tu sabiduría y tu habilidad has conseguido muchas riquezas, has llenado tus cofres de oro y plata. Con tu gran habilidad para el comercio has aumentado tus riquezas, y las riquezas te han vuelto orgulloso. Por eso, el Señor dice: Ya que crees tener la inteligencia de un dios, voy a hacer que vengan extranjeros contra ti, gente de lo más cruel, que sacará la espada para atacarte, a ti, tan hermoso y tan sabio, y que dejará tu esplendor por el suelo. Te hundirán en el abismo, y tendrás una muerte violenta en alta mar. ¿Y seguirás creyendo que eres un dios, cuando estés ante tus verdugos? ¡En manos de los que te maten no serás más que un simple hombre! Morirás a manos de extranjeros, como mueren los paganos. Yo, el Señor, he hablado; yo he dado mi palabra.”» El Señor se dirigió a mí, y me dijo: «Tú, hombre, entona un canto fúnebre al rey de Tiro, y dile: »“Esto dice el Señor: Tú eras modelo de perfección, lleno de sabiduría y de perfecta belleza. Estabas en Edén, el jardín de Dios, adornado de toda clase de piedras preciosas: rubí, crisólito, jade, topacio, cornalina, jaspe, zafiro, granate y esmeralda; tus joyas y aretes eran de oro, preparados desde el día en que fuiste creado. Te dejé al cuidado de un ser alado, estabas en el monte santo de Dios y caminabas entre las estrellas. Tu conducta fue perfecta desde el día en que fuiste creado hasta que apareció en ti la maldad. Con la abundancia de tu comercio te llenaste de violencia y de pecado. Entonces te eché de mi presencia; te expulsé del monte de Dios, y el ser alado que te protegía te sacó de entre las estrellas. Tu belleza te llenó de orgullo; tu esplendor echó a perder tu sabiduría. Yo te arrojé al suelo, te expuse al ridículo en presencia de los reyes. Tantos pecados cometiste y tanto te corrompiste con tu comercio, que llegaste a profanar tus templos. Entonces hice brotar en medio de ti un fuego que te devorara. Todos pueden verte ahora en el suelo, convertido en cenizas. Todas las naciones que te conocen se espantan al verte. Te has convertido en algo terrible; ¡para siempre has dejado de existir!”» El Señor se dirigió a mí, y me dijo: «Tú, hombre, vuélvete hacia Sidón y habla en mi nombre contra ella. Dile: »“Esto dice el Señor: Yo me declaro tu enemigo, Sidón; en medio de ti voy a ser glorificado. Y cuando ejecute la sentencia contra ti y demuestre así mi santidad, se reconocerá que yo soy el Señor. »”Enviaré contra ti enfermedades, y la sangre correrá por tus calles; tus habitantes caerán muertos, atacados a espada por todos lados. Entonces se reconocerá que yo soy el Señor. »”Israel no volverá a sufrir las espinas punzantes y dolorosas del desprecio de los pueblos que lo rodean. Entonces se reconocerá que yo soy el Señor.” »Yo, el Señor, digo: Reuniré al pueblo de Israel de entre las naciones donde está disperso, y mostraré mi santidad a la vista de las naciones. Israel se establecerá en su propio país, el país que di a Jacob, mi siervo. Allí vivirán seguros y tranquilos, y construirán casas y plantarán viñedos. Yo ejecutaré la sentencia contra todos los vecinos que desprecian al pueblo de Israel. Entonces se reconocerá que yo soy el Señor, el Dios de Israel.»
Ezequiel 28:1-26 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Hijo de hombre, di al príncipe de Tiro: Así ha dicho Jehová el Señor: Por cuanto se enalteció tu corazón, y dijiste: Yo soy un dios, en el trono de Dios estoy sentado en medio de los mares (siendo tú hombre y no Dios), y has puesto tu corazón como corazón de Dios; he aquí que tú eres más sabio que Daniel; no hay secreto que te sea oculto. Con tu sabiduría y con tu prudencia has acumulado riquezas, y has adquirido oro y plata en tus tesoros. Con la grandeza de tu sabiduría en tus contrataciones has multiplicado tus riquezas; y a causa de tus riquezas se ha enaltecido tu corazón. Por tanto, así ha dicho Jehová el Señor: Por cuanto pusiste tu corazón como corazón de Dios, por tanto, he aquí yo traigo sobre ti extranjeros, los fuertes de las naciones, que desenvainarán sus espadas contra la hermosura de tu sabiduría, y mancharán tu esplendor. Al sepulcro te harán descender, y morirás con la muerte de los que mueren en medio de los mares. ¿Hablarás delante del que te mate, diciendo: Yo soy Dios? Tú, hombre eres, y no Dios, en la mano de tu matador. De muerte de incircuncisos morirás por mano de extranjeros; porque yo he hablado, dice Jehová el Señor. Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Hijo de hombre, levanta endechas sobre el rey de Tiro, y dile: Así ha dicho Jehová el Señor: Tú eras el sello de la perfección, lleno de sabiduría, y acabado de hermosura. En Edén, en el huerto de Dios estuviste; de toda piedra preciosa era tu vestidura; de cornerina, topacio, jaspe, crisólito, berilo y ónice; de zafiro, carbunclo, esmeralda y oro; los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación. Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios, allí estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas. Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad. A causa de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniquidad, y pecaste; por lo que yo te eché del monte de Dios, y te arrojé de entre las piedras del fuego, oh querubín protector. Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor; yo te arrojaré por tierra; delante de los reyes te pondré para que miren en ti. Con la multitud de tus maldades y con la iniquidad de tus contrataciones profanaste tu santuario; yo, pues, saqué fuego de en medio de ti, el cual te consumió, y te puse en ceniza sobre la tierra a los ojos de todos los que te miran. Todos los que te conocieron de entre los pueblos se maravillarán sobre ti; espanto serás, y para siempre dejarás de ser. Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Hijo de hombre, pon tu rostro hacia Sidón, y profetiza contra ella, y dirás: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo estoy contra ti, oh Sidón, y en medio de ti seré glorificado; y sabrán que yo soy Jehová, cuando haga en ella juicios, y en ella me santifique. Enviaré a ella pestilencia y sangre en sus calles, y caerán muertos en medio de ella, con espada contra ella por todos lados; y sabrán que yo soy Jehová. Y nunca más será a la casa de Israel espina desgarradora, ni aguijón que le dé dolor, en medio de cuantos la rodean y la menosprecian; y sabrán que yo soy Jehová. Así ha dicho Jehová el Señor: Cuando recoja a la casa de Israel de los pueblos entre los cuales está esparcida, entonces me santificaré en ellos ante los ojos de las naciones, y habitarán en su tierra, la cual di a mi siervo Jacob. Y habitarán en ella seguros, y edificarán casas, y plantarán viñas, y vivirán confiadamente, cuando yo haga juicios en todos los que los despojan en sus alrededores; y sabrán que yo soy Jehová su Dios.
Ezequiel 28:1-26 La Biblia de las Américas (LBLA)
Y vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: Hijo de hombre, di al príncipe de Tiro: «Así dice el Señor DIOS: “Aun cuando tu corazón se ha enaltecido y has dicho: ‘Un dios soy, sentado estoy en el trono de los dioses, en el corazón de los mares’, no eres más que un hombre y no Dios, aunque hayas igualado tu corazón al corazón de Dios. -”He aquí, tú eres más sabio que Daniel; ningún secreto te es oculto. -”Con tu sabiduría y tu entendimiento has adquirido riquezas para ti, y has adquirido oro y plata para tus tesoros. -”Con tu gran sabiduría, con tu comercio, has aumentado tus riquezas, y se ha enaltecido tu corazón a causa de tus riquezas. -”Por lo cual, así dice el Señor DIOS: ‘Por cuanto has igualado tu corazón al corazón de Dios, por tanto, he aquí, traeré sobre ti extranjeros, los más crueles de entre las naciones. Y ellos desenvainarán sus espadas contra la hermosura de tu sabiduría y profanarán tu esplendor. -’Te harán bajar al sepulcro, y morirás con la muerte de los que mueren en el corazón de los mares. -’¿Dirás aun: “Un dios soy”, en presencia de tu verdugo, tú que eres un hombre y no Dios, en manos de los que te hieren? -’Con la muerte de los incircuncisos morirás a manos de extraños, porque yo he hablado’ —declara el Señor DIOS” ». Y vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: Hijo de hombre, eleva una elegía sobre el rey de Tiro y dile: «Así dice el Señor DIOS: “Tú eras el sello de la perfección, lleno de sabiduría y perfecto en hermosura. ¶”En el Edén estabas, en el huerto de Dios; toda piedra preciosa era tu vestidura: el rubí, el topacio y el diamante, el berilo, el ónice y el jaspe, el zafiro, la turquesa y la esmeralda; y el oro, la hechura de tus engastes y de tus encajes, estaba en ti. El día que fuiste creado fueron preparados. -”Tú, querubín protector de alas desplegadas, yo te puse allí. Estabas en el santo monte de Dios, andabas en medio de las piedras de fuego. -”Perfecto eras en tus caminos desde el día que fuiste creado hasta que la iniquidad se halló en ti. -”A causa de la abundancia de tu comercio te llenaste de violencia, y pecaste; yo, pues, te he expulsado por profano del monte de Dios, y te he eliminado, querubín protector, de en medio de las piedras de fuego. -”Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura; corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor. Te arrojé en tierra, te puse delante de los reyes, para que vieran en ti un ejemplo. -”Por la multitud de tus iniquidades, por la injusticia de tu comercio, profanaste tus santuarios. Y yo he sacado fuego de en medio de ti, que te ha consumido; y te he reducido a ceniza sobre la tierra a los ojos de todos los que te miran. -”Todos los que entre los pueblos te conocen están asombrados de ti; te has convertido en terrores, y ya no serás más” ». Y vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: Hijo de hombre, pon tu rostro hacia Sidón, profetiza contra ella, y di: «Así dice el Señor DIOS: “He aquí, estoy contra ti, Sidón, y seré glorificado en medio de ti; y sabrán que yo soy el SEÑOR, cuando ejecute juicios en ella, y manifieste en ella mi santidad. -”Enviaré a ella pestilencia y sangre a sus calles; los heridos caerán en medio de ella por la espada que está sobre ella por todos lados; y sabrán que yo soy el SEÑOR. Y no habrá más zarza punzante ni espina dolorosa para la casa de Israel de ninguno de los que la rodean y la desprecian; y sabrán que yo soy el Señor DIOS”. »Así dice el Señor DIOS: “Cuando yo recoja a la casa de Israel de los pueblos donde está dispersa, y manifieste en ellos mi santidad a los ojos de las naciones, entonces habitarán en su tierra que di a mi siervo Jacob. Y habitarán en ella seguros; edificarán casas, plantarán viñas, y habitarán seguros, cuando yo haga juicios sobre todos los que a su alrededor la desprecian. Y sabrán que yo soy el SEÑOR su Dios” ».
Ezequiel 28:1-26 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Después recibí este mensaje del SEÑOR: «Hijo de hombre, dale al príncipe de Tiro este mensaje de parte del SEÑOR Soberano: »“En tu gran arrogancia afirmaste: ‘¡Soy un dios! Estoy sentado en un trono divino, en el corazón del mar’; pero eres solo un hombre y no un dios, aunque te jactes de ser un dios. Te crees más sabio que Daniel y piensas que ningún secreto está oculto de ti. Con tu sabiduría y entendimiento has acumulado mucha riqueza: oro y plata para tus tesoros. Sí, tu sabiduría te hizo muy rico, y tus riquezas, muy orgulloso. »”Por lo tanto, esto dice el SEÑOR Soberano: ya que te crees tan sabio como un dios, haré que te ataque un ejército extranjero, el terror de las naciones. ¡Ellos desenvainarán sus espadas contra tu maravillosa sabiduría y profanarán tu esplendor! Te hundirán en la fosa, y morirás en el corazón del mar, traspasado de muchas heridas. ¿Te jactarás, entonces, diciendo: ‘¡Soy un dios!’ frente a tus asesinos? ¡Para ellos no serás un dios, sino un simple hombre! Morirás como un pagano en manos de extranjeros. ¡Yo, el SEÑOR Soberano, he hablado!”». Luego recibí otro mensaje más del SEÑOR: «Hijo de hombre, entona este canto fúnebre para el rey de Tiro. Dale este mensaje de parte del SEÑOR Soberano: »“Tú eras el modelo de la perfección, lleno de sabiduría y de exquisita belleza. Estabas en el Edén, el jardín de Dios. Tenías la ropa adornada con toda clase de piedras preciosas —cornalina rojiza, peridoto verde pálido, adularia blanca, berilo azul y verde, ónice, jaspe verde, lapislázuli, turquesa y esmeralda—, todas talladas especialmente para ti e incrustadas en el oro más puro. Te las dieron el día en que fuiste creado. Yo te ordené y te ungí como poderoso ángel guardián. Tenías acceso al monte santo de Dios y caminabas entre las piedras de fuego. »”Eras intachable en todo lo que hacías, desde el día en que fuiste creado hasta el día en que se encontró maldad en ti. Tu abundante comercio te llevó a la violencia, y pecaste. Entonces te expulsé en deshonra de la montaña de Dios. Te eché, guardián poderoso, del lugar que tenías entre las piedras de fuego. Tu corazón se llenó de orgullo debido a tu gran belleza. Tu sabiduría se corrompió a causa de tu amor por el esplendor. Entonces te arrojé al suelo y te expuse a la mirada curiosa de los reyes. Profanaste tus santuarios con tus muchos pecados y tu comercio deshonesto. Entonces hice brotar fuego de tu interior y te consumió. Te reduje a cenizas en el suelo a la vista de todos los que te miraban. Todos los que te conocían se horrorizaron por tu destino. Has llegado a un final terrible, y dejarás de existir”». Luego recibí otro mensaje del SEÑOR: «Hijo de hombre, ponte de cara a la ciudad de Sidón y profetiza contra ella. Dale a la gente de Sidón este mensaje de parte del SEÑOR Soberano: »“Oh Sidón, yo soy tu enemigo, y revelaré mi gloria en lo que te haré. Cuando traiga juicio sobre ti y revele mi santidad en medio de ti, todos los que observen sabrán que yo soy el SEÑOR. Enviaré una plaga contra ti y correrá sangre por tus calles. El ataque llegará de todas direcciones, y tu gente quedará masacrada dentro de tus murallas. Entonces todos sabrán que yo soy el SEÑOR. Los vecinos burlones de Israel ya no la provocarán punzándola y desgarrándola como zarzas y espinos. Pues entonces sabrán que yo soy el SEÑOR Soberano”. »Esto dice el SEÑOR Soberano: el pueblo de Israel volverá a vivir en su propio país, la tierra que le di a mi siervo Jacob. Pues reuniré a los israelitas de entre las tierras lejanas adonde los había esparcido. A la vista de las naciones del mundo, revelaré mi santidad en mi pueblo. En Israel, ellos vivirán seguros, construirán casas y cultivarán viñedos; y cuando yo castigue a las naciones vecinas que los trataron con desprecio, ellos sabrán que yo soy el SEÑOR su Dios».