Ezequiel 24:19-27
Ezequiel 24:19-27 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
La gente del pueblo me preguntó: «¿No nos vas a explicar qué significado tiene para nosotros lo que estás haciendo?». Yo les contesté: «El SEÑOR me dirigió la palabra y me ordenó advertirle al pueblo de Israel que así dice el SEÑOR y Dios: “Voy a profanar mi santuario, orgullo de su fortaleza, el Templo que les deleita la vista y en el que depositan su afecto. Los hijos y las hijas que ustedes dejaron morirán a filo de espada, y ustedes harán lo mismo que yo: no se cubrirán la barba ni comerán el pan de duelo. Llevarán el turbante sobre la cabeza y se calzarán los pies. No llorarán ni harán lamentos, sino que se consumirán a causa de sus pecados y gemirán unos con otros. Ezequiel les servirá de señal y ustedes harán lo mismo que él hizo. Cuando esto suceda, sabrán que yo soy el SEÑOR y Dios”. »Y tú, hijo de hombre, el día en que yo les quite su fortaleza, su alegría y su gozo, la delicia de sus ojos, el deseo de su corazón y a sus hijos e hijas, vendrá un fugitivo a comunicarte la noticia. Ese mismo día se te soltará la lengua y no callarás más. Entonces podrás hablar con el fugitivo; servirás de señal para ellos y sabrán que yo soy el SEÑOR».
Ezequiel 24:19-27 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
La gente me decía: —Con esto que haces, tú nos quieres decir algo. ¿De qué se trata? Y yo les contestaba: —Se trata de un mensaje que Dios me dio. Me ordenó decirles de su parte lo siguiente: “Israelitas, ustedes se sienten muy orgullosos de mi templo. Pero aunque lo quieren y lo admiran, yo voy a destruirlo. Y voy a dejar que maten a los hijos y a las hijas de ustedes que se quedaron en Jerusalén. ”Cuando eso pase, ustedes no deberán llorar ni dar muestras de dolor como lo hace todo el mundo cuando alguien se muere. Al contrario, harán lo mismo que Ezequiel. Y por causa de sus pecados, quedarán sin fuerzas y apenas les quedarán fuerzas para llorar. Entonces reconocerán que yo soy el Dios de Israel. ”Ezequiel, yo les quitaré el templo del que están orgullosos, y al que tanto quieren y admiran; y también les arrebataré a sus hijos y a sus hijas. Cuando eso suceda, uno de los que queden con vida vendrá a darte la noticia. Entonces tú romperás tu silencio y hablarás con quien te traiga la noticia. Tú mismo serás la señal para el pueblo, y así reconocerán que yo soy el Dios de Israel”.
Ezequiel 24:19-27 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Entonces el pueblo me dijo: «¿No vas a decirnos lo que significa para nosotros todo lo que haces?» Y yo les contesté: «La palabra del Señor vino a mí, y me ordenó decir de su parte a ustedes, pueblo de Israel: “Yo, su Señor y Dios, declaro que voy a profanar mi santuario, al que ustedes tanto admiran y en el cual se deleitan, y de cuya grandeza ustedes se enorgullecen. Y los hijos y las hijas que ustedes han dejado morirán a filo de espada.” Así que ustedes deben hacer lo mismo que yo, Ezequiel, hice: no se cubrirán el rostro, ni comerán el pan que comen los deudos. Tampoco llorarán ni harán lamentaciones; al contrario, se pondrán un turbante en la cabeza y se calzarán los pies, y se consumirán por causa de sus maldades y gemirán los unos con los otros. Yo, Ezequiel, les serviré de señal para que hagan lo mismo que yo hice. »“Cuando esto ocurra —dice el Señor—, sabrán que yo soy su Dios. »”En cuanto a ti, hijo de hombre, el día que yo les arrebate su fortaleza, su motivo de gozo y de orgullo, ese templo que ellos y sus hijos e hijas tanto admiran y aman, ese mismo día vendrá a verte uno que habrá escapado para traerte las noticias. Ese día podrás abrir la boca para hablar con el fugitivo. Ya no permanecerás mudo, sino que hablarás y les servirás de señal. Así sabrán que yo soy el Señor.”»
Ezequiel 24:19-27 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Entonces la gente del pueblo me dijo: «Explícanos qué quiere decir para nosotros eso que estás haciendo.» Yo les dije: «El Señor se dirigió a mí, y me dijo: “Dile al pueblo de Israel: Esto dice el Señor: Voy a profanar mi templo, que a ustedes tanto les gusta mirar y tanto quieren, y que es su orgullo y su fuerza; los hijos e hijas que ustedes dejaron en Jerusalén morirán asesinados. Y diles: Ustedes harán lo mismo que yo he hecho: no podrán cubrirse la cara en señal de dolor, ni comer el pan que se come en tales casos. No podrán llevar la cabeza descubierta ni los pies descalzos. No se lamentarán ni llorarán. Quedarán sin fuerzas por culpa de sus maldades, y se pondrán a lamentarse unos con otros. Ezequiel será para ustedes un ejemplo, y todo lo que él hizo lo harán ustedes. Cuando esto suceda, reconocerán que yo soy el Señor. »”Y ahora voy a quitarles a los israelitas su fortaleza, que es el templo, con cuya belleza se alegran tanto, y que tanto les gusta mirar y tanto quieren. También les quitaré a sus hijos e hijas. Y en ese día, el que pueda escapar vendrá a darte la noticia. Ese día dejarás de estar mudo, y podrás hablar con el que haya escapado. Servirás así de ejemplo al pueblo, y ellos reconocerán que yo soy el Señor.”»
Ezequiel 24:19-27 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Y me dijo el pueblo: ¿No nos enseñarás qué significan para nosotros estas cosas que haces? Y yo les dije: La palabra de Jehová vino a mí, diciendo: Di a la casa de Israel: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo profano mi santuario, la gloria de vuestro poderío, el deseo de vuestros ojos y el deleite de vuestra alma; y vuestros hijos y vuestras hijas que dejasteis caerán a espada. Y haréis de la manera que yo hice; no os cubriréis con rebozo, ni comeréis pan de hombres en luto. Vuestros turbantes estarán sobre vuestras cabezas, y vuestros zapatos en vuestros pies; no endecharéis ni lloraréis, sino que os consumiréis a causa de vuestras maldades, y gemiréis unos con otros. Ezequiel, pues, os será por señal; según todas las cosas que él hizo, haréis; cuando esto ocurra, entonces sabréis que yo soy Jehová el Señor. Y tú, hijo de hombre, el día que yo arrebate a ellos su fortaleza, el gozo de su gloria, el deleite de sus ojos y el anhelo de sus almas, y también sus hijos y sus hijas, ese día vendrá a ti uno que haya escapado para traer las noticias. En aquel día se abrirá tu boca para hablar con el fugitivo, y hablarás, y no estarás más mudo; y les serás por señal, y sabrán que yo soy Jehová.
Ezequiel 24:19-27 La Biblia de las Américas (LBLA)
Y el pueblo me dijo: ¿No nos declararás lo que significan para nosotros estas cosas que estás haciendo? Entonces les respondí: La palabra del SEÑOR vino a mí, diciendo: «Habla a la casa de Israel: “Así dice el Señor DIOS: ‘He aquí, voy a profanar mi santuario, orgullo de vuestra fuerza, encanto de vuestros ojos y deleite de vuestra alma; y vuestros hijos y vuestras hijas a quienes habéis dejado detrás, caerán a espada. Haréis como yo he hecho; no cubriréis vuestros bigotes ni comeréis pan de duelo. Vuestros turbantes estarán sobre vuestras cabezas y vuestro calzado en vuestros pies. No os lamentaréis ni lloraréis, sino que os pudriréis en vuestras iniquidades y gemiréis unos con otros. Os servirá, pues, Ezequiel de señal; según todo lo que él ha hecho, haréis vosotros; cuando esto suceda, sabréis que yo soy el Señor DIOS’ ”. »Y tú, hijo de hombre, ¿no será que el día en que les quite su fortaleza, el gozo de su gloria, el encanto de sus ojos, el anhelo de su alma, y a sus hijos y a sus hijas, en ese día el que escape vendrá a ti con noticias para tus oídos? En ese día se abrirá tu boca para el que escapó, y hablarás y dejarás de estar mudo. Y servirás para ellos de señal, y sabrán que yo soy el SEÑOR».
Ezequiel 24:19-27 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Entonces la gente me preguntó: «¿Qué significa todo esto? ¿Qué tratas de decirnos?». Así que les contesté: «Recibí un mensaje del SEÑOR, quien me dijo que se lo transmitiera a los israelitas. Esto dice el SEÑOR Soberano: “Contaminaré mi templo, que es fuente de seguridad y orgullo para ustedes, el lugar en el que se deleita su corazón. Los hijos y las hijas que dejaron en Judá serán masacrados a espada. Entonces ustedes harán lo mismo que hizo Ezequiel. No harán duelo en público ni se consolarán entre ustedes comiendo lo que les traigan sus amigos. Se dejarán la cabeza cubierta y no se quitarán las sandalias. No harán luto ni llorarán, pero se consumirán a causa de sus pecados. Gemirán entre ustedes mismos por todo el mal que hicieron. Ezequiel les sirve de ejemplo; ustedes harán lo mismo que él. Y cuando llegue ese tiempo, sabrán que yo soy el SEÑOR Soberano”». Luego el SEÑOR me dijo: «Hijo de hombre, el día que les quite su fortaleza —su alegría y su gloria, el deseo de su corazón, su tesoro más querido— también les quitaré a sus hijos e hijas. Ese día, un sobreviviente llegará desde Jerusalén a Babilonia para contarte lo que sucedió. Cuando llegue, enseguida recuperarás la voz para que hables con él y serás un símbolo para los de este pueblo. Entonces ellos sabrán que yo soy el SEÑOR».