Éxodo 5:1-3
Éxodo 5:1-3 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Después de eso, Moisés y Aarón se presentaron ante el faraón y dijeron: —Así dice el SEÑOR, Dios de Israel: “Deja ir a mi pueblo para que celebre en el desierto una fiesta en mi honor”. —¿Y quién es el SEÑOR —respondió el faraón—, para que yo le obedezca y deje ir a Israel? ¡Ni conozco al SEÑOR ni voy a dejar que Israel se vaya! —El Dios de los hebreos nos ha salido al encuentro —contestaron—. Así que debemos hacer un viaje de tres días, hasta el desierto, para ofrecer sacrificios al SEÑOR nuestro Dios. De lo contrario, podría castigarnos con plagas o matarnos a filo de espada.
Éxodo 5:1-3 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Después de hablar con los israelitas, Moisés y Aarón fueron a ver al rey de Egipto y le dijeron: —El Dios de los israelitas, envía este mensaje a Su Majestad: “Deja que mi pueblo Israel vaya al desierto, para que haga allí una fiesta en mi honor”. Pero el rey contestó: —¿Y quién es ese Dios? ¿Por qué tendría yo que obedecerlo? ¡No conozco a ningún Dios de los israelitas, ni tampoco voy a dejar que ustedes se vayan! Moisés y Aarón le dijeron
Éxodo 5:1-3 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Después Moisés y Aarón se presentaron ante el faraón, y le dijeron: «El Señor, el Dios de Israel, dice así: “Deja ir a mi pueblo, para que celebren en el desierto una fiesta en mi honor.”» Pero el faraón respondió: «¿Y quién es “el Señor”, para que yo le haga caso y deje ir a Israel? Yo no conozco al Señor, ni tampoco dejaré ir a Israel.» Ellos dijeron entonces: «El Dios de los hebreos nos ha encontrado, así que ahora vamos a ir al desierto camino de tres días, y allí ofreceremos sacrificios al Señor nuestro Dios. No vaya a ser que venga contra nosotros con peste o con espada.»
Éxodo 5:1-3 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Después de esto, Moisés y Aarón fueron a decirle al faraón: —Así ha dicho el Señor, el Dios de Israel: “Deja ir a mi pueblo al desierto, para que haga allí una fiesta en mi honor.” Pero el faraón contestó: —¿Y quién es “el Señor”, para que yo le obedezca y deje ir a los israelitas? Ni conozco al Señor, ni tampoco voy a dejar ir a los israelitas. Entonces ellos dijeron: —El Dios de los hebreos ha venido a nuestro encuentro; así que vamos a ir al desierto, a una distancia de tres días de camino, para ofrecer sacrificios al Señor nuestro Dios, no sea que nos haga morir por una peste o a filo de espada.
Éxodo 5:1-3 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Después Moisés y Aarón entraron a la presencia de Faraón y le dijeron: Jehová el Dios de Israel dice así: Deja ir a mi pueblo a celebrarme fiesta en el desierto. Y Faraón respondió: ¿Quién es Jehová, para que yo oiga su voz y deje ir a Israel? Yo no conozco a Jehová, ni tampoco dejaré ir a Israel. Y ellos dijeron: El Dios de los hebreos nos ha encontrado; iremos, pues, ahora, camino de tres días por el desierto, y ofreceremos sacrificios a Jehová nuestro Dios, para que no venga sobre nosotros con peste o con espada.
Éxodo 5:1-3 La Biblia de las Américas (LBLA)
Después Moisés y Aarón fueron y dijeron a Faraón: Así dice el SEÑOR, Dios de Israel: «Deja ir a mi pueblo para que me celebre fiesta en el desierto». Pero Faraón dijo: ¿Quién es el SEÑOR para que yo escuche su voz y deje ir a Israel? No conozco al SEÑOR, y además, no dejaré ir a Israel. Entonces ellos dijeron: El Dios de los hebreos nos ha salido al encuentro. Déjanos ir, te rogamos, camino de tres días al desierto para ofrecer sacrificios al SEÑOR nuestro Dios, no sea que venga sobre nosotros con pestilencia o con espada.
Éxodo 5:1-3 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Después del encuentro con los líderes de Israel, Moisés y Aarón fueron a hablar con el faraón y le dijeron: —Esto dice el SEÑOR, Dios de Israel: “Deja salir a mi pueblo para que celebre un festival en mi honor en el desierto”. —¿Ah sí? —replicó el faraón—. ¿Y quién es ese SEÑOR? ¿Por qué tendría que escucharlo y dejar ir a Israel? Yo no conozco a ese tal SEÑOR y no dejaré que Israel se vaya. Pero Aarón y Moisés insistieron: —El Dios de los hebreos nos ha visitado —declararon—. Por lo tanto, déjanos hacer un viaje de tres días al desierto a fin de ofrecer sacrificios al SEÑOR nuestro Dios. Si no lo hacemos, nos matará con una plaga o a filo de espada.