Éxodo 16:13-31
Éxodo 16:13-31 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Esa misma tarde el campamento se llenó de codornices, y por la mañana una capa de rocío rodeaba el campamento. Al desaparecer el rocío, sobre el desierto quedaron unos copos muy finos, semejantes a la escarcha que cae sobre la tierra. Como los israelitas no sabían lo que era, al verlo se preguntaban unos a otros: «¿Y esto qué es?». Moisés les respondió: —Es el pan que el SEÑOR les da para comer. Y estas son las órdenes que el SEÑOR me ha dado: “Recoja cada uno de ustedes la cantidad que necesite para toda la familia; un gómer por persona”. Así lo hicieron los israelitas. Algunos recogieron mucho; otros recogieron poco. Pero cuando lo midieron según el gómer, ni al que recogió mucho le sobraba ni al que recogió poco le faltaba: cada uno recogió la cantidad necesaria. Entonces Moisés les dijo: —Nadie debe guardar nada para el día siguiente. Hubo algunos que no hicieron caso a Moisés y guardaron algo para el día siguiente, pero lo guardado se llenó de gusanos y comenzó a apestar. Entonces Moisés se enojó contra ellos. Todas las mañanas cada uno recogía la cantidad que necesitaba, porque se derretía en cuanto calentaba el sol. Pero el día sexto recogieron el doble, es decir, dos gómer por persona, así que los jefes de la comunidad fueron a informar de esto a Moisés. —Esto es lo que el SEÑOR ha ordenado —les contestó—. Mañana sábado es día de reposo consagrado al SEÑOR. Así que cuezan lo que tengan que cocer y hiervan lo que tengan que hervir. Lo que sobre, apártenlo y guárdenlo para mañana. Los israelitas cumplieron las órdenes de Moisés y guardaron para el día siguiente lo que les sobró, ¡y no se pudrió ni se agusanó! —Cómanlo hoy sábado —les dijo Moisés—, que es el día de reposo consagrado al SEÑOR. Hoy no encontrarán nada en el campo. Deben recogerlo durante seis días, porque el día séptimo, que es sábado, no encontrarán nada. Algunos israelitas salieron a recogerlo el día séptimo, pero no encontraron nada, así que el SEÑOR dijo a Moisés: «¿Hasta cuándo seguirán desobedeciendo mis mandamientos e instrucciones? Tomen en cuenta que yo, el SEÑOR, les he dado el sábado. Por eso en el día sexto les doy pan para dos días. El día séptimo nadie debe salir. Todos deben quedarse donde estén». Fue así como los israelitas descansaron el día séptimo. Y llamaron al pan «maná». Era blanco como la semilla de cilantro y dulce como las tortas con miel.
Éxodo 16:13-31 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Esa misma tarde el campamento se llenó de codornices, y por la mañana una capa de rocío rodeaba el campamento. Al desaparecer el rocío, sobre el desierto quedaron unos copos muy finos, semejantes a la escarcha que cae sobre la tierra. Como los israelitas no sabían lo que era, al verlo se preguntaban unos a otros: «¿Y esto qué es?». Moisés les respondió: —Es el pan que el SEÑOR les da para comer. Y estas son las órdenes que el SEÑOR me ha dado: “Recoja cada uno de ustedes la cantidad que necesite para toda la familia; un gómer por persona”. Así lo hicieron los israelitas. Algunos recogieron mucho; otros recogieron poco. Pero cuando lo midieron según el gómer, ni al que recogió mucho le sobraba ni al que recogió poco le faltaba: cada uno recogió la cantidad necesaria. Entonces Moisés les dijo: —Nadie debe guardar nada para el día siguiente. Hubo algunos que no hicieron caso a Moisés y guardaron algo para el día siguiente, pero lo guardado se llenó de gusanos y comenzó a apestar. Entonces Moisés se enojó contra ellos. Todas las mañanas cada uno recogía la cantidad que necesitaba, porque se derretía en cuanto calentaba el sol. Pero el día sexto recogieron el doble, es decir, dos gómer por persona, así que los jefes de la comunidad fueron a informar de esto a Moisés. —Esto es lo que el SEÑOR ha ordenado —les contestó—. Mañana sábado es día de reposo consagrado al SEÑOR. Así que cuezan lo que tengan que cocer y hiervan lo que tengan que hervir. Lo que sobre, apártenlo y guárdenlo para mañana. Los israelitas cumplieron las órdenes de Moisés y guardaron para el día siguiente lo que les sobró, ¡y no se pudrió ni se agusanó! —Cómanlo hoy sábado —les dijo Moisés—, que es el día de reposo consagrado al SEÑOR. Hoy no encontrarán nada en el campo. Deben recogerlo durante seis días, porque el día séptimo, que es sábado, no encontrarán nada. Algunos israelitas salieron a recogerlo el día séptimo, pero no encontraron nada, así que el SEÑOR dijo a Moisés: «¿Hasta cuándo seguirán desobedeciendo mis mandamientos e instrucciones? Tomen en cuenta que yo, el SEÑOR, les he dado el sábado. Por eso en el día sexto les doy pan para dos días. El día séptimo nadie debe salir. Todos deben quedarse donde estén». Fue así como los israelitas descansaron el día séptimo. Y llamaron al pan «maná». Era blanco como la semilla de cilantro y dulce como las tortas con miel.
Éxodo 16:13-31 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Y así sucedió. Aquella misma tarde llegaron al campamento tantas codornices que cubrieron todo el suelo. A la mañana siguiente, todo el campamento estaba cubierto con un rocío que, al evaporarse, dejaba en el suelo algo blanco y pequeño, parecido a migajas de pan. Como los israelitas nunca habían visto nada parecido, se preguntaban qué cosa era. Moisés les dijo: «Este es el pan con que Dios los va a alimentar. Él ordena que cada uno recoja unos dos kilos por persona. Eso será suficiente para cada uno. Nadie debe recoger más de lo necesario». Los israelitas hicieron lo que Dios había ordenado. Unos recogieron mucho y otros poco; pero al medirlo, ni le sobró al que recogió mucho, ni le faltó al que recogió poco. Luego Moisés les dijo: «Nadie debe guardar nada para mañana». Sin embargo, algunos israelitas no le hicieron caso y guardaron parte de aquel pan para el día siguiente. ¡Pero el pan que guardaron se llenó de gusanos y olía muy mal! Por eso Moisés se enojó mucho con ellos. Después de esta experiencia, cada uno recogía solamente lo que necesitaba, y lo hacía muy temprano porque con el calor del sol se derretía. El sexto día de la semana, los israelitas salieron a recoger el pan. Pero en vez de recoger dos kilos por persona, como en los días anteriores, recogieron el doble. Alarmados, los jefes de los israelitas fueron a decírselo a Moisés, pero él les respondió: «Dios ha ordenado que el día de mañana sea un día de descanso, un día para adorarlo. Mañana no se debe trabajar. Por eso Dios les ha dado hoy doble cantidad de comida. Si pensaban hornear o hervir algo mañana, háganlo hoy, y guarden para mañana todo lo que les sobre». Los israelitas obedecieron a Moisés y guardaron para el día siguiente la comida que les sobró. Por la mañana, vieron que el pan no se había llenado de gusanos ni olía mal. Entonces Moisés les dijo: «Hoy es día de descanso. Es un día dedicado a Dios, y no van a encontrar pan en el suelo. Así que deberán comerse el pan que guardaron ayer. De ahora en adelante, siempre encontrarán pan en el suelo durante seis días, pero nunca en el día séptimo, porque es el día de descanso». A pesar de lo dicho por Moisés, algunos salieron a recoger pan el día séptimo, pero no encontraron nada. Entonces Dios le dijo a Moisés: «¿Hasta cuándo me van a seguir desobedeciendo? Si el día sexto les doy el doble de pan, es para que descansen el día séptimo. En ese día, nadie debe salir de su casa». Entonces el pueblo descansó el día séptimo. El pan que recogían era blanco como las semillas del cilantro, y dulce como el pan con miel. Los israelitas lo llamaron «maná».
Éxodo 16:13-31 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Al caer la tarde, una nube de codornices vino y cubrió el campamento; y por la mañana el campamento estaba rodeado de rocío. Pero cuando el rocío dejó de caer, sobre la superficie del desierto podía verse una cosa menuda y redonda, tan menuda que parecía escarcha sobre el suelo. Cuando los hijos de Israel lo vieron, se preguntaron unos a otros: «¿Qué es esto?» Y es que no sabían qué era. Entonces Moisés les dijo: «Es el pan que el Señor les da para comer. Y esto es lo que el Señor ha ordenado: Que cada uno de ustedes recoja lo que pueda comer. Que recoja dos litros por persona, según el número de personas que haya en cada tienda.» Los hijos de Israel lo hicieron así, y unos recogieron más, otros recogieron menos, pero usando una medida de dos litros, y al que recogió mucho no le sobró, ni tampoco le faltó al que había recogido poco. Cada uno recogió la cantidad suficiente para comer. Y Moisés les dijo: «Nadie debe dejar nada para mañana.» Pero ellos no lo obedecieron, sino que algunos dejaron algo para el día siguiente, y eso crio gusanos y se apestó. Por eso Moisés se enojó contra ellos. Los israelitas lo recogían cada mañana, cada uno según lo que habría de comer, porque con el calor del sol se derretía. Pero el sexto día recogieron cuatro litros por persona, es decir, una doble ración de comida, así que todos los príncipes de la congregación fueron a decirle esto a Moisés. Y él les dijo: «Esto es lo que ha dicho el Señor. Mañana es el santo día de reposo, el reposo consagrado al Señor. Cuezan hoy lo que tengan que cocer, y cocinen hoy lo que tengan que cocinar. Todo lo que les sobre, guárdenlo para mañana.» En obediencia a lo que Moisés había ordenado, ellos lo guardaron hasta el día siguiente, y no se agusanó ni se apestó. Entonces dijo Moisés: «Cómanlo hoy, porque hoy no lo hallarán en el campo. Hoy es día de reposo en honor al Señor. Lo recogerán durante seis días, pero el séptimo día no lo hallarán porque es día de reposo.» Como algunos del pueblo salieron a recogerlo en el día séptimo, y no lo hallaron, el Señor le dijo a Moisés: «¿Hasta cuándo se negarán a obedecer mis mandamientos y mis leyes? Dense cuenta de que yo, el Señor, les he dado el día de reposo. Por eso el sexto día les doy pan para dos días. Así que el séptimo día todos deben quedarse en su lugar, y no salir de allí.» Así el pueblo reposó el séptimo día. A esto el pueblo de Israel lo llamó «maná». Era blanco, parecido a la semilla de culantro, y su sabor era como el de las hojuelas con miel.
Éxodo 16:13-31 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Aquella misma tarde vinieron codornices, las cuales llenaron el campamento, y por la mañana había una capa de rocío alrededor del campamento. Después que el rocío se hubo evaporado, algo muy fino, parecido a la escarcha, quedó sobre la superficie del desierto. Como los israelitas no sabían lo que era, al verlo se decían unos a otros: «¿Y esto qué es?» Y Moisés les dijo: —Este es el pan que el Señor les da como alimento. Y esta es la orden que ha dado el Señor: Recoja cada uno de ustedes lo que necesite para comer y, según el número de personas que haya en su casa, tome más o menos dos litros por persona. Los israelitas lo hicieron así. Unos recogieron más, otros menos, según la medida acordada; y ni le sobró al que había recogido mucho, ni le faltó al que había recogido poco. Cada uno había recogido la cantidad que necesitaba para comer. Luego Moisés les dijo: —Nadie debe dejar nada para el día siguiente. Sin embargo, algunos de ellos no hicieron caso a Moisés y dejaron algo para el otro día; pero lo que guardaron se llenó de gusanos y apestaba. Entonces Moisés se enojó con ellos. Cada uno recogía por las mañanas lo que necesitaba para comer, pues el calor del sol lo derretía. Pero el sexto día recogieron doble porción de comida, es decir, unos cuatro litros por persona; entonces los jefes de la comunidad fueron a contárselo a Moisés, y Moisés les dijo: —Eso es lo que el Señor ha ordenado. Mañana es sábado, un reposo consagrado al Señor. Cocinen hoy lo que tengan que cocinar y hiervan lo que tengan que hervir, y guarden para mañana todo lo que les sobre. De acuerdo con la orden de Moisés, ellos guardaron para el día siguiente lo que les había sobrado, y no apestaba ni se llenó de gusanos. Entonces Moisés dijo: —Cómanlo hoy, que es el sábado consagrado al Señor, pues en este día no encontrarán ustedes nada en el campo. Podrán recogerlo durante seis días, pero el séptimo día, que es sábado, no habrá nada. Algunos de ellos salieron el séptimo día a recoger algo, pero no encontraron nada. Entonces el Señor le dijo a Moisés: —¿Hasta cuándo van ustedes a seguir desobedeciendo mis mandamientos y mis enseñanzas? Tomen en cuenta que yo, el Señor, les he dado un día de reposo; por eso el sexto día les doy comida para dos días. Así que el séptimo día cada uno debe quedarse en su casa y no salir de ella. Entonces la gente reposó el día séptimo. Los israelitas llamaron maná a lo que recogían. Era blanco, como semilla de cilantro, y dulce como hojuelas con miel.
Éxodo 16:13-31 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Y venida la tarde, subieron codornices que cubrieron el campamento; y por la mañana descendió rocío en derredor del campamento. Y cuando el rocío cesó de descender, he aquí sobre la faz del desierto una cosa menuda, redonda, menuda como una escarcha sobre la tierra. Y viéndolo los hijos de Israel, se dijeron unos a otros: ¿Qué es esto? porque no sabían qué era. Entonces Moisés les dijo: Es el pan que Jehová os da para comer. Esto es lo que Jehová ha mandado: Recoged de él cada uno según lo que pudiere comer; un gomer por cabeza, conforme al número de vuestras personas, tomaréis cada uno para los que están en su tienda. Y los hijos de Israel lo hicieron así; y recogieron unos más, otros menos; y lo medían por gomer, y no sobró al que había recogido mucho, ni faltó al que había recogido poco; cada uno recogió conforme a lo que había de comer. Y les dijo Moisés: Ninguno deje nada de ello para mañana. Mas ellos no obedecieron a Moisés, sino que algunos dejaron de ello para otro día, y crio gusanos, y hedió; y se enojó contra ellos Moisés. Y lo recogían cada mañana, cada uno según lo que había de comer; y luego que el sol calentaba, se derretía. En el sexto día recogieron doble porción de comida, dos gomeres para cada uno; y todos los príncipes de la congregación vinieron y se lo hicieron saber a Moisés. Y él les dijo: Esto es lo que ha dicho Jehová: Mañana es el santo día de reposo, el reposo consagrado a Jehová; lo que habéis de cocer, cocedlo hoy, y lo que habéis de cocinar, cocinadlo; y todo lo que os sobrare, guardadlo para mañana. Y ellos lo guardaron hasta la mañana, según lo que Moisés había mandado, y no se agusanó, ni hedió. Y dijo Moisés: Comedlo hoy, porque hoy es día de reposo para Jehová; hoy no hallaréis en el campo. Seis días lo recogeréis; mas el séptimo día es día de reposo; en él no se hallará. Y aconteció que algunos del pueblo salieron en el séptimo día a recoger, y no hallaron. Y Jehová dijo a Moisés: ¿Hasta cuándo no querréis guardar mis mandamientos y mis leyes? Mirad que Jehová os dio el día de reposo, y por eso en el sexto día os da pan para dos días. Estése, pues, cada uno en su lugar, y nadie salga de él en el séptimo día. Así el pueblo reposó el séptimo día. Y la casa de Israel lo llamó Maná; y era como semilla de culantro, blanco, y su sabor como de hojuelas con miel.
Éxodo 16:13-31 La Biblia de las Américas (LBLA)
Y sucedió que por la tarde subieron las codornices y cubrieron el campamento, y por la mañana había una capa de rocío alrededor del campamento. Cuando la capa de rocío se evaporó, he aquí, sobre la superficie del desierto había una cosa delgada, como copos, menuda, como la escarcha sobre la tierra. Al verla, los hijos de Israel se dijeron unos a otros: ¿Qué es esto?, porque no sabían lo que era. Y Moisés les dijo: Es el pan que el SEÑOR os da para comer. Esto es lo que el SEÑOR ha mandado: «Cada uno recoja de él lo que vaya a comer; tomaréis un gomer por cabeza, conforme al número de personas que cada uno de vosotros tiene en su tienda». Y así lo hicieron los hijos de Israel, y unos recogieron mucho y otros poco. Cuando lo midieron con el gomer, al que había recogido mucho no le sobró, ni le faltó al que había recogido poco; cada uno había recogido lo que iba a comer. Y Moisés les dijo: Que nadie deje nada para la mañana siguiente. Mas no obedecieron a Moisés, y algunos dejaron parte del maná para la mañana siguiente, pero crió gusanos y se pudrió; y Moisés se enojó con ellos. Lo recogían cada mañana, cada uno lo que iba a comer; pero cuando el sol calentaba, se derretía. Y sucedió que en el sexto día recogieron doble porción de alimento, dos gomeres para cada uno. Y cuando todos los jefes de la congregación vinieron y se lo hicieron saber a Moisés, él les respondió: Esto es lo que ha dicho el SEÑOR: «Mañana es día de reposo, día de reposo consagrado al SEÑOR. Coced lo que habéis de cocer y hervid lo que habéis de hervir, y todo lo que sobre guardadlo para mañana». Y lo guardaron hasta la mañana como Moisés había mandado, y no se pudrió ni hubo en él gusano alguno. Y Moisés dijo: Comedlo hoy, porque hoy es día de reposo para el SEÑOR; hoy no lo hallaréis en el campo. Seis días lo recogeréis, pero el séptimo día, día de reposo, no habrá nada. Y sucedió que el séptimo día, algunos del pueblo salieron a recoger, pero no encontraron nada. Entonces el SEÑOR dijo a Moisés: ¿Hasta cuándo os negaréis a guardar mis mandamientos y mis leyes? Mirad que el SEÑOR os ha dado el día de reposo; por eso el sexto día os da pan para dos días. Quédese cada uno en su lugar, y que nadie salga de su lugar el séptimo día. Y el pueblo reposó el séptimo día. Y la casa de Israel le puso el nombre de maná, y era como la semilla del cilantro, blanco, y su sabor era como de hojuelas con miel.
Éxodo 16:13-31 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Esa tarde, llegó una cantidad enorme de codornices que cubrieron el campamento, y a la mañana siguiente los alrededores del campamento estaban húmedos de rocío. Cuando el rocío se evaporó, la superficie del desierto quedó cubierta por copos de una sustancia hojaldrada y fina como escarcha. Los israelitas quedaron perplejos al ver eso y se preguntaban unos a otros: «¿Qué es esto?», porque no tenían idea de lo que era. Entonces Moisés les dijo: «Este es el pan que el SEÑOR les da para comer. Estas son las instrucciones del SEÑOR: cada grupo familiar juntará todo lo que necesite. Recojan dos litros por cada persona en su carpa». Así que los israelitas hicieron lo que se les dijo. Algunos recogieron mucho; otros, solo un poco. Pero cuando lo midieron, cada uno tenía lo justo y necesario. A los que recogieron mucho, nada les sobraba, y a los que recogieron solo un poco, nada les faltaba. Cada familia tuvo justo lo que necesitaba. Entonces Moisés les dijo: «No guarden nada para el día siguiente». Sin embargo, algunos no hicieron caso y guardaron un poco hasta la mañana siguiente; pero para entonces se había llenado de gusanos y apestaba, y Moisés se enojó mucho con ellos. Después de este incidente, cada familia recogía el alimento cada mañana, conforme a su necesidad. Cuando el sol calentaba, los copos que no se habían recogido se derretían y desaparecían. El sexto día recogían el doble de lo habitual, es decir, cuatro litros por persona en lugar de dos. Entonces todos los líderes de la comunidad se dirigieron a Moisés en busca de una explicación. Él les dijo: «Esto es lo que el SEÑOR ha ordenado: “Mañana será un día de descanso absoluto, un día sagrado de descanso, reservado para el SEÑOR. Así que horneen o hiervan hoy todo lo que necesiten y guarden para mañana lo que les sobre”». Entonces ellos dejaron un poco aparte para el día siguiente, tal como Moisés había ordenado. Al otro día la comida sobrante estaba buena y saludable, sin gusanos ni mal olor. Así que Moisés dijo: «Coman este alimento hoy, porque es el día de descanso, dedicado al SEÑOR. Hoy no habrá alimento en el campo para recoger. Durante seis días se les permite recoger alimento, pero el séptimo día es el día de descanso; ese día no habrá alimento en el campo». Aun así, algunas personas salieron a recoger el día séptimo, pero no encontraron alimento. Entonces el SEÑOR le preguntó a Moisés: «¿Hasta cuándo este pueblo se negará a obedecer mis mandatos y mis instrucciones? Tienen que entender que el día de descanso es un regalo del SEÑOR para ustedes. Por eso él les provee doble cantidad de alimento el sexto día, a fin de que tengan suficiente para dos días. El día de descanso, todos deben quedarse en el lugar donde estén; no salgan a buscar pan el séptimo día». Así que la gente no recogió alimento el día séptimo. Los israelitas llamaron maná al alimento. Era blanco como la semilla de cilantro, y tenía un gusto parecido a obleas con miel.