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Éxodo 13:1-21

Éxodo 13:1-21 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)

El SEÑOR habló con Moisés y le dijo: «Conságrame el primogénito de todo vientre. Míos son todos los primogénitos israelitas y todos los primeros machos de sus animales». Moisés dijo al pueblo: «Acuérdense de este día en que salen de Egipto, país donde han sido esclavos y de donde el SEÑOR los saca desplegando su poder. No coman pan con levadura. Ustedes salen hoy, en el mes de aviv , y en este mismo mes deberán celebrar esta ceremonia, cuando ya el SEÑOR los haya hecho entrar en la tierra que prometió dar a los antepasados de ustedes. Se trata de la tierra de los cananeos, hititas, amorreos, heveos y jebuseos: tierra donde abundan la leche y la miel. Durante siete días comerán pan sin levadura, y el día séptimo celebrarán una fiesta en honor al SEÑOR. En ningún lugar de su territorio debe haber nada que contenga levadura. Ni siquiera habrá levadura entre ustedes. Comerán pan sin levadura durante esos siete días. »Ese día ustedes dirán a sus hijos: “Esto lo hacemos por lo que hizo el SEÑOR por nosotros cuando salimos de Egipto”. Y será para ustedes como una marca distintiva en la mano o en la frente, que les hará recordar que esta instrucción del SEÑOR debe estar en sus labios, porque el SEÑOR los sacó de Egipto con su poderosa mano. Año tras año, en la misma fecha, cumplirán con este estatuto. »Una vez que el SEÑOR los haga entrar en la tierra de los cananeos y se la haya dado, conforme a la promesa que hizo a ustedes y a sus antepasados, dedicarán al SEÑOR el primogénito de todo vientre, y todo primer macho de su ganado, pues estos pertenecen al SEÑOR. El primogénito de una asna podrá ser rescatado a cambio de un cordero; pero si no se rescata, se le romperá el cuello. Todos los primogénitos de ustedes o de sus descendientes deberán ser rescatados. »El día de mañana, cuando sus hijos pregunten: “¿Y esto qué significa?”, ustedes responderán: “El SEÑOR, desplegando su poder, nos sacó de Egipto, país donde fuimos esclavos. Cuando el faraón se empeñó en no dejarnos ir, el SEÑOR quitó la vida a todos los primogénitos de Egipto, tanto de hombres como de animales. Por eso ofrecemos al SEÑOR en sacrificio el primer macho que nace y rescatamos a nuestros primogénitos”. Esto será para ustedes como una marca distintiva, en la mano o en la frente, de que el SEÑOR nos sacó de Egipto desplegando su poder». Cuando el faraón dejó salir a los israelitas, Dios no los llevó por el camino que atraviesa la tierra de los filisteos, que era el más corto, pues pensó: «Si se les presentara batalla, podrían cambiar de idea y regresar a Egipto». Por eso les hizo dar un rodeo por el camino del desierto, en dirección al mar Rojo. Los israelitas salieron de Egipto en formación de combate. Moisés se llevó consigo los restos de José, según este se lo había pedido a los israelitas bajo juramento. Estas habían sido las palabras de José: «Sin duda Dios vendrá a ayudarlos. Cuando esto ocurra, ustedes deberán llevarse de aquí mis huesos». Los israelitas partieron de Sucot y acamparon en Etam, donde comienza el desierto. De día, el SEÑOR iba al frente de ellos en una columna de nube para indicarles el camino; de noche, los alumbraba con una columna de fuego. De ese modo, podían viajar de día y de noche.

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Éxodo 13:1-21 Nueva Traducción Viviente (NTV)

Luego el SEÑOR le dijo a Moisés: «Dedícame a todos los primeros hijos varones del pueblo de Israel. Todo primer nacido, tanto de los seres humanos como de los animales, me pertenece». Entonces Moisés dijo a los israelitas: «Este es un día para recordar por siempre: es el día que salieron de Egipto, donde eran esclavos. Hoy el SEÑOR los sacó con la fuerza de su mano poderosa. (Recuerden no comer nada que contenga levadura). Este preciso día, a comienzos de la primavera, en el mes de abib, ustedes fueron liberados. Una vez que el SEÑOR los haga entrar en la tierra de los cananeos, los hititas, los amorreos, los heveos y los jebuseos, deberán celebrar este suceso cada año, en este mes. (Él les juró a sus antepasados que les daría esa tierra, una tierra donde fluyen la leche y la miel). Durante siete días tendrán que preparar sin levadura el pan que coman. Entonces el séptimo día celebrarán una fiesta al SEÑOR. En esos siete días, coman pan sin levadura. De hecho, durante ese período, no debe haber pan con levadura ni ningún rastro de levadura dentro de su territorio. »El séptimo día, darán a sus hijos la siguiente explicación: “Hoy celebro lo que el SEÑOR hizo por mí cuando salí de Egipto”. Este festival anual será para ustedes una señal visible, como una marca grabada en la mano o en la frente, que les recuerde recitar siempre esta enseñanza del SEÑOR: “Con mano fuerte, el SEÑOR los rescató de Egipto”. Por lo tanto, cumplan el decreto de este festival cada año, en la fecha señalada. »Cuando el SEÑOR cumpla la promesa que les juró a ustedes y a sus antepasados, esto es lo que deben hacer: el día que él les dé la tierra donde actualmente viven los cananeos, deberán presentar al SEÑOR todo primer hijo varón y toda primera cría macho de los animales, porque a él le pertenecen. Para recuperar la primera cría de un burro, podrán pagar rescate al SEÑOR entregando como sustituto un cordero o un cabrito; pero si no pagan rescate para recuperarlo, tendrán que quebrarle el cuello al animal. Sin embargo, tienen la obligación de pagar rescate por todo primer hijo varón. »En el futuro, sus hijos les preguntarán: “¿Qué significa todo esto?”, y ustedes les dirán: “Con la fuerza de su mano poderosa, el SEÑOR nos sacó de Egipto, donde éramos esclavos. El faraón se puso terco y por nada quiso dejarnos salir, entonces el SEÑOR mató a todos los primeros hijos varones en toda la tierra de Egipto y también a los machos de las primeras crías de los animales. Por eso ahora sacrifico a todos los machos primer nacidos al SEÑOR, pero siempre pagamos rescate para recuperar a los primeros hijos varones”. Esta ceremonia servirá como una marca grabada en la mano o en la frente. Es un recordatorio de que el SEÑOR nos sacó de Egipto con la fuerza de su mano poderosa». Cuando por fin el faraón dejó salir a los israelitas, Dios no los guio por el camino principal que atraviesa el territorio filisteo, aunque esa era la ruta más corta a la Tierra Prometida. Dios dijo: «Si los israelitas llegaran a enfrentar una batalla, podrían cambiar de parecer y regresar a Egipto». Por eso Dios los hizo dar un rodeo por el camino del desierto, hacia el mar Rojo. Así los israelitas salieron de Egipto como un ejército preparado para la batalla. Moisés llevó consigo los restos de José, porque José había hecho jurar a los hijos de Israel que así lo harían cuando dijo: «Pueden estar seguros de que Dios vendrá a ayudarlos. Cuando eso suceda, llévense de aquí mis restos con ustedes». Entonces los israelitas salieron de Sucot y acamparon en Etam, al límite del desierto. El SEÑOR iba delante de ellos, y los guiaba durante el día mediante una columna de nube y les daba luz durante la noche con una columna de fuego. Esto les permitía viajar de día y de noche.

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Éxodo 13:1-22 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

Dios le dijo a Moisés: «El primer hijo de todo matrimonio israelita será para mí. También serán para mí todas las primeras crías de los animales israelitas». Entonces Moisés les dijo a los israelitas: «Nunca olviden este día. Con su gran poder, nuestro Dios nos ha sacado de Egipto, donde éramos esclavos. De ahora en adelante, ninguno de ustedes deberá comer en este día pan con levadura. Dios les prometió a sus antepasados que les daría el país de Canaán, donde ahora viven otros pueblos. ¡Es un país tan rico que siempre hay abundancia de alimentos! »Este es el primer mes del año. Cuando Dios les haya entregado la tierra prometida y ustedes ya vivan allí, en este mismo mes celebrarán, todos los años, la fiesta de los panes sin levadura. Durante siete días comerán pan sin levadura, y en el séptimo día harán una fiesta en honor de nuestro Dios. En esos días, nadie que viva en el país deberá tener en su casa levadura o pan con levadura. »En el séptimo día, les dirán a sus hijos: “Esta fiesta la celebramos para recordar lo que Dios hizo por nosotros cuando nos sacó de Egipto. Esta fiesta será para ustedes como una marca en la mano o en la frente. Les hará recordar que Dios, con su gran poder, nos sacó de Egipto. Por eso, nunca deben olvidarse de sus mandamientos. Recuerden que todos los años deberán celebrar esta fiesta en la fecha señalada”. »Cuando Dios les haya entregado el territorio de Canaán, que es el país que les prometió a sus antepasados, ustedes deberán entregarle el primer hijo varón que tengan y el primer macho de sus animales, pues ambos le pertenecen a Dios. En lugar de dar como sacrificio el primer macho de los burros podrán dar en su lugar como ofrenda un cordero. Lo mismo harán ustedes con sus hijos mayores. »Cuando sus hijos les pregunten por qué hacen esos sacrificios, ustedes les dirán: “Con su gran poder, nuestro Dios nos sacó de Egipto, donde éramos esclavos. El rey de ese país se había puesto terco y no nos dejaba salir. Entonces Dios castigó a los egipcios quitándoles la vida a todos sus hijos mayores, y también a las primeras crías de sus animales. Por eso nosotros sacrificamos en su honor el primer macho de nuestros animales, y en lugar de nuestro hijo mayor le damos una ofrenda. Este sacrificio debe ser para ustedes como una marca en el brazo o en la frente, para que recuerden que Dios nos sacó de Egipto con su gran poder”». Cuando el rey de Egipto dejó que los israelitas se fueran de su país, Dios mismo les enseñó el camino que debían seguir. No los llevó por la región donde vivían los filisteos, aunque era el camino más corto. Y es que Dios pensó que si los filisteos atacaban a los israelitas, estos podrían asustarse y regresar a Egipto. Por eso Dios hizo que los israelitas rodearan el camino del desierto que lleva al Mar de los Juncos. Así salieron de Egipto, y Moisés les ordenó llevar con ellos los huesos de José, pues antes de morir, él les había dicho a sus hermanos: «Estoy seguro de que Dios vendrá a ayudarlos; cuando eso pase, llévense de aquí mis huesos». Los israelitas empezaron su viaje en el pueblo de Sucot, y llegaron a Etam, donde comienza el desierto. Allí acamparon. En ningún momento Dios los dejó solos. De día los guiaba mediante una nube en forma de columna, y de noche les alumbraba el camino con una columna de fuego.

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Éxodo 13:1-21 Reina Valera Contemporánea (RVC)

El Señor habló con Moisés, y le dijo: «Conságrame todo primogénito. Todo el que abra matriz entre los hijos de Israel, lo mismo de los hombres como de los animales, me pertenece.» Moisés le dijo al pueblo: «Tengan presente este día, en que han sido liberados de la esclavitud de Egipto. El Señor los ha sacado de aquí con mano fuerte; por lo tanto, no deben comer pan leudado. Ustedes salen hoy en el mes de Aviv. Y en este mismo mes harán esta celebración, cuando ya el Señor los haya introducido en la tierra que destila leche y miel, es decir, en la tierra de los cananeos, hititas, amorreos, jivitas y jebuseos, la cual prometió a los padres de ustedes que les daría. Durante siete días comerán pan sin levadura, y el séptimo día será de fiesta en honor del Señor. Durante esos siete días se comerán panes sin levadura, y en ninguna parte de su territorio debe verse nada leudado, ni levadura. Cuando llegue ese día, les contarán esto a sus hijos. Les dirán: “Esto se hace por lo que el Señor hizo con nosotros cuando nos sacó de Egipto.” Y será para ustedes como una señal en su mano, y como un recordatorio delante de sus ojos, de que ustedes deben tener en los labios la ley del Señor, pues el Señor los sacó de Egipto con mano fuerte. Por lo tanto, ustedes deben celebrar esta ceremonia cada año, en su momento debido. »Cuando el Señor te haya introducido en la tierra de los cananeos, y ya te la haya entregado, conforme al juramento que a ti y a tus padres les hizo, dedicarás al Señor todo aquel que abra matriz, lo mismo que toda primera cría de tus animales. Todos los machos serán del Señor. A las primeras crías de los asnos las redimirás con un cordero; pero si no las redimes deberás romperles el cuello. También deberás redimir a tu primogénito. Y el día de mañana, cuando tus hijos te pregunten: “¿Y esto qué significa?”, les dirás: “Con mano fuerte, el Señor nos sacó de Egipto, donde éramos esclavos. Como el faraón se empecinó en no dejarnos ir, el Señor hirió de muerte a todos los primogénitos que había en Egipto, es decir, tanto a los primogénitos humanos como a las primeras crías de los animales. Por eso yo ofrezco en sacrificio al Señor todo primogénito macho, y redimo al primogénito de mis hijos.” Así que esto te servirá de señal en la mano, y como recordatorio delante de tus ojos, pues el Señor nos sacó de Egipto con mano fuerte.» Cuando el faraón dejó ir a los israelitas, Dios no los llevó por el camino de la tierra de los filisteos, que estaba cerca; porque pensó: «No vaya a ser que haya guerra, y el pueblo se arrepienta de haber salido y se regrese a Egipto.» Más bien, Dios los hizo dar un rodeo por el camino del desierto del Mar Rojo. De Egipto, los hijos de Israel salieron armados. Moisés, por su parte, se llevó los huesos de José, pues él había hecho que los hijos de Israel se comprometieran con él cuando les dijo: «Ciertamente Dios vendrá a visitarlos. Cuando eso sea, ustedes se llevarán de aquí mis huesos.» Los israelitas partieron de Sucot y acamparon en Etam, que es donde comienza el desierto. Durante el día, el Señor iba delante de ellos y los guiaba mediante una columna de nube; durante la noche, los alumbraba con una columna de fuego. Así podían avanzar de día y de noche

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Éxodo 13:1-21 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)

El Señor se dirigió a Moisés y le dijo: «Conságrame los hijos mayores, porque todo primer hijo de los israelitas me pertenece, lo mismo que toda primera cría de sus animales.» Entonces Moisés le dijo al pueblo: «Acuérdense de este día, en que con gran poder el Señor los sacó de Egipto, donde vivían como esclavos. No deberán comer pan con levadura. Ustedes salen este día, en el mes de Abib, y en este mismo mes deberán celebrar la fiesta, una vez que el Señor los haya llevado a la tierra donde la leche y la miel corren como el agua, es decir, al país de los cananeos, hititas, amorreos, heveos y jebuseos, que ya había prometido a sus antepasados que se lo daría a ustedes. Comerán pan sin levadura durante siete días, y en el séptimo día harán fiesta en honor del Señor. Durante los siete días se comerá pan sin levadura, y en ninguna parte de su territorio deberá haber levadura o pan con levadura. En ese día les dirán a sus hijos: “Esto se hace por lo que el Señor hizo con nosotros cuando salimos de Egipto. Y, como si tuvieran ustedes una marca en el brazo o en la frente, esto les hará recordar que siempre deben hablar de la ley del Señor, pues él los sacó de Egipto con gran poder. Por eso deben celebrar esta ceremonia año tras año, en la fecha señalada.” »Cuando el Señor los haya llevado al país de los cananeos, es decir, cuando les entregue el país, según la promesa que les hizo a ustedes y a sus antepasados, tendrán que dedicarle todos sus primeros hijos varones y todos los primeros machos que les nazcan a sus animales, porque pertenecen al Señor. En el caso de la primera cría de una asna, deberán dar un cordero o un cabrito como rescate por el asno, pero si no dan el cordero, entonces le romperán el cuello al asno. También deberán dar una ofrenda como rescate por cada hijo mayor, y cuando el día de mañana sus hijos les pregunten: “¿Qué quiere decir esto?”, les responderán: “El Señor nos sacó con gran poder de Egipto, donde vivíamos como esclavos. Cuando el faraón se puso terco en no dejarnos salir, el Señor hirió de muerte al hijo mayor de cada familia egipcia y a todas las primeras crías de sus animales; por eso le ofrecemos al Señor todos los machos que nacen primero, y damos una ofrenda como rescate por nuestro hijo mayor. Por lo tanto, como si tuvieran una marca en el brazo o en la frente, esta ceremonia les hará recordar a ustedes que el Señor nos sacó de Egipto con gran poder.”» Cuando el faraón dejó salir al pueblo israelita, Dios no los llevó por el camino que va al país de los filisteos, que era el más directo, pues pensó que los israelitas no querrían pelear cuando tuvieran que hacerlo, y que preferirían regresar a Egipto. Por eso les hizo dar un rodeo por el camino del desierto que lleva al Mar Rojo. Los israelitas salieron de Egipto formados como un ejército. Moisés se llevó consigo los restos de José, pues José había hecho que los hijos de Israel le prometieran hacerlo así. Les había dicho: «En verdad, Dios vendrá a ayudarlos; y cuando eso suceda, ustedes deben llevarse mis restos de aquí.» Los israelitas salieron de Sucot y acamparon en Etam, donde comienza el desierto. De día, el Señor los acompañaba en una columna de nube, para señalarles el camino; y de noche, en una columna de fuego, para alumbrarlos. Así pudieron viajar día y noche.

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Éxodo 13:1-21 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)

Jehová habló a Moisés, diciendo: Conságrame todo primogénito. Cualquiera que abre matriz entre los hijos de Israel, así de los hombres como de los animales, mío es. Y Moisés dijo al pueblo: Tened memoria de este día, en el cual habéis salido de Egipto, de la casa de servidumbre, pues Jehová os ha sacado de aquí con mano fuerte; por tanto, no comeréis leudado. Vosotros salís hoy en el mes de Abib. Y cuando Jehová te hubiere metido en la tierra del cananeo, del heteo, del amorreo, del heveo y del jebuseo, la cual juró a tus padres que te daría, tierra que destila leche y miel, harás esta celebración en este mes. Siete días comerás pan sin leudar, y el séptimo día será fiesta para Jehová. Por los siete días se comerán los panes sin levadura, y no se verá contigo nada leudado, ni levadura, en todo tu territorio. Y lo contarás en aquel día a tu hijo, diciendo: Se hace esto con motivo de lo que Jehová hizo conmigo cuando me sacó de Egipto. Y te será como una señal sobre tu mano, y como un memorial delante de tus ojos, para que la ley de Jehová esté en tu boca; por cuanto con mano fuerte te sacó Jehová de Egipto. Por tanto, tú guardarás este rito en su tiempo de año en año. Y cuando Jehová te haya metido en la tierra del cananeo, como te ha jurado a ti y a tus padres, y cuando te la hubiere dado, dedicarás a Jehová todo aquel que abriere matriz, y asimismo todo primer nacido de tus animales; los machos serán de Jehová. Mas todo primogénito de asno redimirás con un cordero; y si no lo redimieres, quebrarás su cerviz. También redimirás al primogénito de tus hijos. Y cuando mañana te pregunte tu hijo, diciendo: ¿Qué es esto?, le dirás: Jehová nos sacó con mano fuerte de Egipto, de casa de servidumbre; y endureciéndose Faraón para no dejarnos ir, Jehová hizo morir en la tierra de Egipto a todo primogénito, desde el primogénito humano hasta el primogénito de la bestia; y por esta causa yo sacrifico para Jehová todo primogénito macho, y redimo al primogénito de mis hijos. Te será, pues, como una señal sobre tu mano, y por un memorial delante de tus ojos, por cuanto Jehová nos sacó de Egipto con mano fuerte. Y luego que Faraón dejó ir al pueblo, Dios no los llevó por el camino de la tierra de los filisteos, que estaba cerca; porque dijo Dios: Para que no se arrepienta el pueblo cuando vea la guerra, y se vuelva a Egipto. Mas hizo Dios que el pueblo rodease por el camino del desierto del Mar Rojo. Y subieron los hijos de Israel de Egipto armados. Tomó también consigo Moisés los huesos de José, el cual había juramentado a los hijos de Israel, diciendo: Dios ciertamente os visitará, y haréis subir mis huesos de aquí con vosotros. Y partieron de Sucot y acamparon en Etam, a la entrada del desierto. Y Jehová iba delante de ellos de día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego para alumbrarles, a fin de que anduviesen de día y de noche.

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Éxodo 13:1-21 La Biblia de las Américas (LBLA)

Entonces el SEÑOR habló a Moisés, diciendo: Conságrame todo primogénito; el primer nacido de toda matriz entre los hijos de Israel, tanto de hombre como de animal, me pertenece. Y Moisés dijo al pueblo: Acordaos de este día en que salisteis de Egipto, de la casa de esclavitud, pues el SEÑOR os ha sacado de este lugar con mano poderosa. No comeréis en él nada leudado. Vais a salir hoy, en el mes de Abib. Y será que cuando el SEÑOR te lleve a la tierra del cananeo, del hitita, del amorreo, del heveo y del jebuseo, la cual juró a tus padres que te daría, tierra que mana leche y miel, celebrarás esta ceremonia en este mes. Por siete días comerás pan sin levadura, y en el séptimo día habrá fiesta solemne al SEÑOR. Se comerá pan sin levadura durante los siete días; y nada leudado se verá contigo, ni levadura alguna se verá en todo tu territorio. Y lo harás saber a tu hijo en aquel día, diciendo: «Esto es con motivo de lo que el SEÑOR hizo por mí cuando salí de Egipto». Y te será como una señal en tu mano, y como un recordatorio en tu frente, para que la ley del SEÑOR esté en tu boca; porque con mano fuerte te sacó el SEÑOR de Egipto. Guardarás, pues, esta ordenanza a su debido tiempo de año en año. Y sucederá que cuando el SEÑOR te lleve a la tierra del cananeo, como te juró a ti y a tus padres, y te la dé, dedicarás al SEÑOR todo primer nacido de la matriz. También todo primer nacido del ganado que poseas; los machos pertenecen al SEÑOR. Pero todo primer nacido de asno, lo redimirás con un cordero; mas si no lo redimes, quebrarás su cerviz; y todo primogénito de hombre de entre tus hijos, lo redimirás. Y será que cuando tu hijo te pregunte el día de mañana, diciendo: «¿Qué es esto?», le dirás: «Con mano fuerte nos sacó el SEÑOR de Egipto, de la casa de servidumbre. Y aconteció que cuando Faraón se obstinó en no dejarnos ir, el SEÑOR mató a todo primogénito en la tierra de Egipto, desde el primogénito del hombre hasta el primogénito de los animales. Por esta causa yo sacrifico al SEÑOR los machos, todo primer nacido de la matriz, pero redimo a todo primogénito de mis hijos». Será, pues, como una señal en tu mano y como insignias entre tus ojos; porque con mano fuerte nos sacó el SEÑOR de Egipto. Y sucedió que cuando Faraón dejó ir al pueblo, Dios no los guió por el camino de la tierra de los filisteos, aunque estaba cerca, porque dijo Dios: No sea que el pueblo se arrepienta cuando vea guerra y se vuelva a Egipto. Dios, pues, hizo que el pueblo diera un rodeo por el camino del desierto, hacia el mar Rojo; y en orden de batalla subieron los hijos de Israel de la tierra de Egipto. Y Moisés tomó consigo los huesos de José, pues este había hecho jurar solemnemente a los hijos de Israel, diciendo: Ciertamente os visitará Dios, y entonces llevaréis de aquí mis huesos con vosotros. Y partieron de Sucot y acamparon en Etam, al borde del desierto. El SEÑOR iba delante de ellos, de día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego para alumbrarlos, a fin de que anduvieran de día y de noche.

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