Éxodo 12:15-36
Éxodo 12:15-36 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Durante siete días comerán pan sin levadura, de modo que deben retirar de sus casas la levadura el primer día. Todo el que coma algo con levadura desde el día primero hasta el séptimo será eliminado de Israel. Celebrarán una asamblea sagrada el día primero y otra el día séptimo. En todo ese tiempo no harán ningún trabajo, excepto preparar los alimentos que cada uno haya de comer. Solo eso podrán hacer. »Celebrarán la fiesta de los Panes sin levadura, porque fue ese día cuando los saqué de Egipto formados en escuadrones. Celebrarán ese día como un estatuto perpetuo para las generaciones futuras. Comerán pan sin levadura desde la tarde del día catorce del mes primero hasta la tarde del día veintiuno del mismo mes. Durante siete días no tendrán levadura en sus casas. Todo el que coma algo con levadura, sea extranjero o israelita, será eliminado de la comunidad de Israel. No coman nada que tenga levadura. Dondequiera que vivan ustedes, comerán pan sin levadura». Convocó entonces Moisés a todos los jefes israelitas y dijo: «Vayan enseguida a sus rebaños, escojan el cordero para sus respectivas familias y mátenlo para celebrar la Pascua. Tomen luego un manojo de ramas de hisopo, mójenlo en la sangre recogida en la vasija, unten de sangre el dintel y los dos postes de la puerta, ¡y no salga ninguno de ustedes de su casa hasta la mañana siguiente! Cuando el SEÑOR pase por el país para herir de muerte a los egipcios, verá la sangre en el dintel y en los postes de la puerta, y pasará de largo por esa casa. No permitirá el SEÑOR que el exterminador entre en las casas de ustedes y los hiera. »Obedezcan estas instrucciones. Será un estatuto perpetuo para ustedes y para sus hijos. Cuando entren en la tierra que el SEÑOR ha prometido darles, ustedes seguirán celebrando esta ceremonia. Y cuando sus hijos les pregunten: “¿Qué significa para ustedes esta ceremonia?”, responderán: “Este sacrificio es la Pascua del SEÑOR, que en Egipto pasó de largo por las casas israelitas. Hirió de muerte a los egipcios, pero salvó la vida de nuestras familias”». Al oír esto, los israelitas se postraron y adoraron al SEÑOR, luego fueron y cumplieron al pie de la letra lo que el SEÑOR había ordenado a Moisés y a Aarón. A medianoche el SEÑOR hirió de muerte a todos los primogénitos egipcios, desde el primogénito del faraón en el trono hasta el primogénito del preso en la cárcel, así como a las primeras crías de todo el ganado. Todos en Egipto se levantaron esa noche, lo mismo el faraón que sus funcionarios, y hubo grandes lamentos en el país. No había una sola casa egipcia donde no hubiera algún muerto. Esa misma noche, mandó llamar el faraón a Moisés y a Aarón y les ordenó: «¡Largo de aquí! ¡Aléjense de mi pueblo ustedes y los israelitas! ¡Vayan a adorar al SEÑOR, como lo han estado pidiendo! Llévense también sus ovejas y sus vacas, como lo han pedido, ¡pero váyanse ya, que para mí será una bendición!». El pueblo egipcio, por su parte, instaba a los israelitas a que abandonaran pronto el país. «De lo contrario —decían—, ¡podemos darnos por muertos!». Entonces los israelitas tomaron las bandejas de masa todavía sin leudar y, luego de envolverlas en sus ropas, se las echaron al hombro. Después, siguiendo las instrucciones que Moisés había dado, pidieron a los egipcios que les dieran objetos de oro y de plata, y también ropa. El SEÑOR hizo que los egipcios vieran con buenos ojos a los israelitas, así que les dieron todo lo que pedían. De este modo, los israelitas despojaron por completo a los egipcios.
Éxodo 12:14-36 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
»De ahora en adelante, todos ustedes deberán celebrar esta fiesta en mi honor, para recordar el día en que los saqué de Egipto. La fiesta durará siete días, desde el atardecer del día catorce hasta el atardecer del día veintiuno. En esa semana celebrarán dos reuniones especiales, una en el primer día y otra en el séptimo. Dondequiera que ustedes vivan, durante esos siete días comerán pan sin levadura. Desde el primer día de la fiesta, y hasta el último, no deberán tener en su casa ni un pedacito de masa con levadura. El que coma pan con levadura durante estos siete días, sea extranjero o israelita, será expulsado de entre ustedes. Además, durante esos siete días no deberán hacer ningún trabajo; lo único que podrán hacer es preparar su propia comida. Esta será una ley permanente». Moisés llamó a los jefes israelitas y les dijo: «Vaya cada uno de ustedes a buscar un cordero para su familia, y mátenlo para celebrar la cena de la Pascua. Echen la sangre del cordero en una vasija, tomen luego unas ramas de hisopo y unten con ellas la sangre en los marcos de las puertas de sus casas. Después de esto, nadie deberá salir de su casa hasta el día siguiente. Así, cuando nuestro Dios recorra el país para quitarles la vida a los hijos mayores de los egipcios, verá la sangre en los marcos de las puertas y pasará de largo. Dios no permitirá que muera ninguno de ustedes. »De ahora en adelante, ustedes los israelitas tendrán la obligación de obedecer siempre estas instrucciones que Dios les ha dado. Cuando vivan en la tierra que Dios prometió darles, celebrarán esta misma ceremonia todos los años. Y cuando sus hijos les pregunten qué significa esta fiesta, ustedes les dirán: “Esta cena es la Pascua que celebramos en honor de nuestro Dios. Cuando él recorrió todo Egipto para matar a los hijos mayores de los egipcios, pasó de largo frente a nuestras casas y nos libró de la muerte”». Cuando Moisés terminó de hablar, todos los israelitas se arrodillaron y adoraron a Dios, y luego hicieron lo que Dios les había ordenado a Moisés y a Aarón. A la medianoche Dios les quitó la vida a todos los hijos mayores de los egipcios. Murieron todos, desde el hijo mayor del rey, que habría de reinar después, hasta el hijo mayor del que estaba preso en la cárcel. También murieron todas las primeras crías de todos los animales egipcios. Esa noche se levantaron el rey y sus consejeros, y los egipcios lloraban a gritos, pues no había una sola casa donde no hubiera muerto un hijo mayor. Esa misma noche, el rey mandó llamar a Moisés y a Aarón, y les dijo: «¡Váyanse lejos de mi pueblo! ¡Váyanse ustedes y todos los israelitas, y adoren a su Dios como lo han estado pidiendo! ¡Llévense sus ovejas y sus vacas, como lo han pedido, y váyanse de aquí! ¡Y pídanle a Dios que no me castigue!» También los egipcios apuraban a los israelitas, pues pensaban que todos iban a morir. Los israelitas, por su parte, tomaron la masa sin levadura, la envolvieron en sus mantos, y con recipientes y todo se la echaron al hombro. Además, a los egipcios les pidieron ropa y objetos de plata y de oro, tal como lo había ordenado Moisés. Dios hizo que los egipcios trataran bien a los israelitas, y que les dieran todo lo que pedían. Así fue como los israelitas les quitaron a los egipcios todas sus pertenencias.
Éxodo 12:15-36 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Durante siete días comerán panes sin levadura, y desde el primer día no deberán tener levadura en sus casas, porque todo el que coma pan leudado desde el primer día hasta el séptimo, será expulsado de Israel. El primer día habrá una convocación solemne, lo mismo que el día séptimo. No se hará en ellos ningún trabajo, a no ser lo que cada uno deba preparar para comer. Deberán celebrar esta fiesta de los panes sin levadura, porque fue en este día cuando los saqué a todos ustedes de Egipto. Por lo tanto, sus generaciones futuras deberán cumplir con este mandamiento como costumbre perpetua. Desde el día catorce del mes primero por la tarde, y hasta el día veintiuno por la tarde de ese mismo mes primero, comerán panes sin levadura. Durante siete días no deben tener levadura en sus casas. Cualquiera que coma pan leudado, sea extranjero o nacido en el país, será expulsado de la congregación de Israel. No deben comer nada que tenga levadura. Dondequiera que ustedes vivan, deberán comer panes sin levadura.» Entonces Moisés llamó a todos los ancianos de Israel y les dijo: «Vayan y tomen un cordero por cada familia, y sacrifíquenlo para la pascua. Tomen un manojo de hisopo y mójenlo en la sangre que deberán haber recogido en un recipiente, y unten el dintel y los dos postes con esa sangre. Ninguno de ustedes debe salir de su casa hasta el día siguiente, porque el Señor pasará y herirá de muerte a los egipcios; pero, cuando él pase y vea la sangre en el dintel y en los dos postes, pasará por alto aquella puerta y no dejará que el ángel exterminador entre en las casas de ustedes y los hiera. »Este será un estatuto perpetuo, que ustedes y sus hijos deberán cumplir siempre. Cuando ustedes entren en la tierra que el Señor les ha prometido, deberán seguir cumpliéndolo. Y cuando sus hijos les pregunten: “¿Qué sentido tiene para ustedes este estatuto?”, ustedes les responderán: “Se trata del sacrificio que se ofrece al Señor como recuerdo de la pascua, es decir, cuando en Egipto el Señor pasó por alto las casas israelitas y nos salvó la vida, pero hirió de muerte a los egipcios.”» Entonces los israelitas se inclinaron y adoraron, y luego fueron y cumplieron con todo lo que el Señor les había ordenado a Moisés y a Aarón. A la medianoche, el Señor hirió de muerte a todos los primogénitos en la tierra de Egipto, lo mismo al primogénito del faraón que ocupaba el trono que al primogénito del que estaba cautivo en la cárcel, y a todas las primeras crías de los animales. Y esa misma noche el faraón se levantó, lo mismo que todos sus siervos y todos los egipcios, y en todo Egipto hubo un gran clamor, porque no había una casa donde no hubiera un muerto. Esa misma noche el faraón mandó llamar a Moisés y a Aarón, y les dijo: «Apártense de mi pueblo, ustedes y los hijos de Israel, y vayan a servir al Señor, tal y como lo han pedido. Llévense también sus ovejas y sus vacas, como lo han pedido, y váyanse. ¡Y bendíganme también a mí!» Los egipcios ya se daban por muertos, así que apremiaban a los israelitas para que se dieran prisa y abandonaran el país. Los israelitas, por su parte, envolvieron su masa en sábanas y se la echaron al hombro, para llevársela antes de que fermentara. Además, hicieron lo que Moisés les había ordenado y pidieron a los egipcios que les dieran alhajas de oro y plata, y vestidos, y el Señor hizo que los egipcios vieran a los israelitas con buenos ojos, y les daban todo lo que les pedían. Así fue como ellos despojaron a los egipcios.
Éxodo 12:15-36 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Comerán pan sin levadura durante siete días; por lo tanto, desde el primer día no deberá haber levadura en sus casas. Cualquiera que coma pan con levadura durante estos siete días, será eliminado del pueblo de Israel. Tanto el primer día como el séptimo deberán dedicarlos a una reunión santa. Esos días no se trabajará, a no ser para preparar la comida de cada persona. La fiesta de los panes sin levadura es un día que ustedes deberán celebrar, porque en ese mismo día los saqué de Egipto a todos ustedes. Lo celebrarán como una ley permanente que pasará de padres a hijos. Comerán pan sin levadura desde la tarde del día catorce del primer mes hasta la tarde del día veintiuno del mismo mes. No deberá haber levadura en sus casas durante siete días, porque cualquiera que coma pan con levadura será eliminado de la comunidad israelita, tanto si es extranjero como si es del país. Por lo tanto, no coman nada que tenga levadura. Dondequiera que ustedes vivan, deberán comer pan sin levadura.”» Moisés mandó llamar a todos los ancianos israelitas y les dijo: «Vayan y tomen un cordero o un cabrito para sus familias, y mátenlo para celebrar la Pascua. La sangre debe quedar en una palangana; tomen después un manojo de ramas de hisopo, mójenlo en la sangre, y unten la sangre por todo el marco de la puerta de la casa. Ninguno de ustedes debe salir de su casa antes del amanecer. Cuando el Señor pase para herir de muerte a los egipcios, verá la sangre por todo el marco de la puerta, y pasará de largo por esa casa. Así el Señor no dejará que el destructor entre en las casas de ustedes. Esta orden la respetarán ustedes y sus descendientes, como una ley eterna. Cuando ustedes hayan entrado ya en la tierra que el Señor les va a dar, tal como lo ha prometido, deberán seguir celebrando esta ceremonia. Y cuando sus hijos les pregunten: “¿Qué significa esta ceremonia?”, ustedes deberán contestar: “Este animal se sacrifica en la Pascua, en honor del Señor. Cuando él hirió de muerte a los egipcios, pasó de largo por las casas de los israelitas que vivían en Egipto, y así salvó a nuestras familias.”» Entonces los israelitas se inclinaron en actitud de adoración, y luego fueron e hicieron todo tal como el Señor se lo había ordenado a Moisés y Aarón. A medianoche el Señor hirió de muerte al hijo mayor de cada familia egipcia, lo mismo al hijo mayor del faraón que ocupaba el trono, que al hijo mayor del que estaba preso en la cárcel, y también a las primeras crías de los animales. El faraón, sus funcionarios, y todos los egipcios, se levantaron esa noche, y hubo grandes gritos de dolor en todo Egipto. No había una sola casa donde no hubiera algún muerto. Esa misma noche el faraón mandó llamar a Moisés y Aarón, y les dijo: —Váyanse, apártense de mi gente, ustedes y los israelitas. Vayan a adorar al Señor, tal como dijeron. Llévense también sus ovejas y vacas, como querían, y váyanse. Y rueguen a Dios por mí. Los egipcios apuraron a los israelitas para que se fueran pronto de su país, pues pensaban que todos iban a morir. Los israelitas sacaron la masa, todavía sin levadura, y con artesa y todo la envolvieron en sus ropas y se la echaron al hombro. Además, siguiendo las órdenes de Moisés, les pidieron a los egipcios objetos de oro y plata, y vestidos. El Señor hizo que los egipcios dieran de buena gana todo lo que los israelitas pedían, y así los israelitas despojaron a los egipcios.
Éxodo 12:15-36 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Siete días comeréis panes sin levadura; y así el primer día haréis que no haya levadura en vuestras casas; porque cualquiera que comiere leudado desde el primer día hasta el séptimo, será cortado de Israel. El primer día habrá santa convocación, y asimismo en el séptimo día tendréis una santa convocación; ninguna obra se hará en ellos, excepto solamente que preparéis lo que cada cual haya de comer. Y guardaréis la fiesta de los panes sin levadura, porque en este mismo día saqué vuestras huestes de la tierra de Egipto; por tanto, guardaréis este mandamiento en vuestras generaciones por costumbre perpetua. En el mes primero comeréis los panes sin levadura, desde el día catorce del mes por la tarde hasta el veintiuno del mes por la tarde. Por siete días no se hallará levadura en vuestras casas; porque cualquiera que comiere leudado, así extranjero como natural del país, será cortado de la congregación de Israel. Ninguna cosa leudada comeréis; en todas vuestras habitaciones comeréis panes sin levadura. Y Moisés convocó a todos los ancianos de Israel, y les dijo: Sacad y tomaos corderos por vuestras familias, y sacrificad la pascua. Y tomad un manojo de hisopo, y mojadlo en la sangre que estará en un lebrillo, y untad el dintel y los dos postes con la sangre que estará en el lebrillo; y ninguno de vosotros salga de las puertas de su casa hasta la mañana. Porque Jehová pasará hiriendo a los egipcios; y cuando vea la sangre en el dintel y en los dos postes, pasará Jehová aquella puerta, y no dejará entrar al heridor en vuestras casas para herir. Guardaréis esto por estatuto para vosotros y para vuestros hijos para siempre. Y cuando entréis en la tierra que Jehová os dará, como prometió, guardaréis este rito. Y cuando os dijeren vuestros hijos: ¿Qué es este rito vuestro?, vosotros responderéis: Es la víctima de la pascua de Jehová, el cual pasó por encima de las casas de los hijos de Israel en Egipto, cuando hirió a los egipcios, y libró nuestras casas. Entonces el pueblo se inclinó y adoró. Y los hijos de Israel fueron e hicieron puntualmente así, como Jehová había mandado a Moisés y a Aarón. Y aconteció que a la medianoche Jehová hirió a todo primogénito en la tierra de Egipto, desde el primogénito de Faraón que se sentaba sobre su trono hasta el primogénito del cautivo que estaba en la cárcel, y todo primogénito de los animales. Y se levantó aquella noche Faraón, él y todos sus siervos, y todos los egipcios; y hubo un gran clamor en Egipto, porque no había casa donde no hubiese un muerto. E hizo llamar a Moisés y a Aarón de noche, y les dijo: Salid de en medio de mi pueblo vosotros y los hijos de Israel, e id, servid a Jehová, como habéis dicho. Tomad también vuestras ovejas y vuestras vacas, como habéis dicho, e idos; y bendecidme también a mí. Y los egipcios apremiaban al pueblo, dándose prisa a echarlos de la tierra; porque decían: Todos somos muertos. Y llevó el pueblo su masa antes que se leudase, sus masas envueltas en sus sábanas sobre sus hombros. E hicieron los hijos de Israel conforme al mandamiento de Moisés, pidiendo de los egipcios alhajas de plata, y de oro, y vestidos. Y Jehová dio gracia al pueblo delante de los egipcios, y les dieron cuanto pedían; así despojaron a los egipcios.
Éxodo 12:15-36 La Biblia de las Américas (LBLA)
»Siete días comeréis panes sin levadura; además, desde el primer día quitaréis toda levadura de vuestras casas; porque cualquiera que coma algo leudado desde el primer día hasta el séptimo, esa persona será cortada de Israel. Y en el primer día tendréis una santa convocación, y otra santa convocación en el séptimo día; ningún trabajo se hará en ellos, excepto lo que cada uno deba comer. Solo esto podréis hacer. Guardaréis también la fiesta de los panes sin levadura, porque en ese mismo día saqué yo vuestros ejércitos de la tierra de Egipto; por tanto guardaréis este día por todas vuestras generaciones como ordenanza perpetua. En el mes primero comeréis los panes sin levadura, desde el día catorce del mes por la tarde, hasta el día veintiuno del mes por la tarde. Por siete días no habrá levadura en vuestras casas; porque cualquiera que coma algo leudado, esa persona será cortada de la congregación de Israel, ya sea extranjero o nativo del país. No comeréis nada leudado; en todo lugar donde habitéis comeréis panes sin levadura». Entonces Moisés convocó a todos los ancianos de Israel, y les dijo: Sacad del rebaño corderos para vosotros según vuestras familias, y sacrificad la pascua. Y tomaréis un manojo de hisopo, y lo mojaréis en la sangre que está en la vasija, y untaréis con la sangre que está en la vasija el dintel y los dos postes de la puerta; y ninguno de vosotros saldrá de la puerta de su casa hasta la mañana. Pues el SEÑOR pasará para herir a los egipcios; y cuando vea la sangre en el dintel y en los dos postes de la puerta, el SEÑOR pasará de largo aquella puerta, y no permitirá que el ángel destructor entre en vuestras casas para heriros. Y guardaréis esta ceremonia como ordenanza para vosotros y para vuestros hijos para siempre. Y cuando entréis a la tierra que el SEÑOR os dará, como ha prometido, guardaréis este rito. Y sucederá que cuando vuestros hijos os pregunten: «¿Qué significa este rito para vosotros?», vosotros diréis: «Es un sacrificio de la Pascua al SEÑOR, el cual pasó de largo las casas de los hijos de Israel en Egipto cuando hirió a los egipcios, y libró nuestras casas». Y el pueblo se postró y adoró. Los hijos de Israel fueron y lo hicieron así; tal como el SEÑOR había mandado a Moisés y a Aarón, así lo hicieron. Y sucedió que a la medianoche, el SEÑOR hirió a todo primogénito en la tierra de Egipto, desde el primogénito de Faraón que se sentaba sobre su trono, hasta el primogénito del cautivo que estaba en la cárcel, y todo primogénito del ganado. Y se levantó Faraón en la noche, él con todos sus siervos y todos los egipcios; y hubo gran clamor en Egipto, porque no había hogar donde no hubiera alguien muerto. Entonces llamó a Moisés y a Aarón aún de noche, y dijo: Levantaos y salid de entre mi pueblo, vosotros y los hijos de Israel; e id, adorad al SEÑOR, como habéis dicho. Tomad también vuestras ovejas y vuestras vacadas, como habéis dicho, e idos, y bendecidme también a mí. Y los egipcios apremiaban al pueblo, dándose prisa en echarlos de la tierra, porque decían: Todos seremos muertos. Tomó, pues, el pueblo la masa, antes que fuera leudada, en sus artesas de amasar envueltas en paños, y se las llevaron sobre sus hombros. Los hijos de Israel hicieron según las instrucciones de Moisés, pues pidieron a los egipcios objetos de plata, objetos de oro y ropa. Y el SEÑOR hizo que el pueblo se ganara el favor de los egipcios, que les concedieron lo que pedían. Así despojaron a los egipcios.
Éxodo 12:15-36 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Durante siete días, tendrán que preparar sin levadura todo el pan que coman. El primer día del festival, quiten de sus casas todo rastro de levadura. Cualquiera que coma pan con levadura en esos siete días del festival quedará excluido de la comunidad de Israel. El primer día del festival y también el séptimo, todo el pueblo celebrará un día oficial de asamblea santa. Está prohibido hacer cualquier tipo de trabajo en esos días excepto para la preparación de alimentos. »Celebren el Festival de los Panes sin Levadura, porque les recordará que este mismo día yo saqué a sus grandes multitudes de la tierra de Egipto. Ese festival será para ustedes una ley perpetua; celebren este día de generación en generación. Tendrán que preparar sin levadura todo el pan que coman desde la tarde del día catorce del primer mes hasta la tarde del día veintiuno del mismo mes. Durante esos siete días, no debe haber ni un rastro de levadura en sus casas. Cualquiera que coma algo preparado con levadura durante esta semana será excluido de la comunidad de Israel. Estas ordenanzas se aplican tanto a los extranjeros que viven entre ustedes como a los israelitas de nacimiento. Durante esos días, no coman nada que tenga levadura. Dondequiera que vivan, coman pan únicamente sin levadura». Luego Moisés mandó llamar a todos los ancianos de Israel y les dijo: «Vayan y seleccionen un cordero o un cabrito por cada una de sus familias y maten el animal para la Pascua. Dejen escurrir la sangre en una vasija, después tomen un manojo de ramas de hisopo y mójenlo en la sangre. Con el hisopo unten la sangre en la parte superior y en ambos lados del marco de la puerta de sus casas. Que nadie salga de la casa hasta la mañana, pues el SEÑOR pasará por la región para herir de muerte a los egipcios. Pero cuando él vea la sangre en la parte superior y en ambos lados del marco de la puerta, el SEÑOR pasará esa casa de largo. No permitirá que su ángel de la muerte entre en las casas de ustedes y los hiera de muerte. »Recuerden que estas instrucciones son una ley perpetua que ustedes y sus descendientes deberán obedecer para siempre. Cuando entren en la tierra que el SEÑOR ha prometido darles, seguirán celebrando esta ceremonia. Entonces sus hijos preguntarán: “¿Qué significa esta ceremonia?”. Y ustedes contestarán: “Es el sacrificio de la Pascua del SEÑOR, porque él pasó de largo las casas de los israelitas en Egipto. Y aunque hirió de muerte a los egipcios, salvó a nuestras familias”». Cuando Moisés terminó de hablar, todos los presentes se postraron hasta el suelo y adoraron. Así que el pueblo de Israel hizo tal como el SEÑOR había ordenado por medio de Moisés y Aarón. Esa medianoche, el SEÑOR hirió de muerte a todos los primeros hijos varones de la tierra de Egipto, desde el hijo mayor del faraón, el que se sentaba en su trono, hasta el hijo mayor del preso en el calabozo. Incluso mató a las primeras crías de todos sus animales. Entonces el faraón, sus funcionarios y todo el pueblo de Egipto se despertaron durante la noche, y se oyó un lamento desgarrador por toda la tierra de Egipto. No había ni una sola casa donde alguien no hubiera muerto. Esa noche el faraón mandó llamar a Moisés y a Aarón y les dijo a gritos: «¡Lárguense! ¡Váyanse! ¡Dejen en paz a mi pueblo —les ordenó— y llévense a todos los demás israelitas con ustedes! Vayan y adoren al SEÑOR como han pedido. Llévense sus rebaños y sus manadas, como dijeron, y márchense ya. Váyanse, pero bendíganme al salir». Todos los egipcios apresuraban al pueblo de Israel a que abandonara la tierra cuanto antes, porque pensaban: «¡Todos moriremos!». Entonces los israelitas se llevaron su masa de pan sin agregarle levadura. Envolvieron las tablas de amasar en sus mantos y las cargaron sobre los hombros. Los israelitas hicieron lo que Moisés les había indicado: pidieron a los egipcios ropa y objetos de plata y de oro. Y el SEÑOR hizo que los egipcios miraran con agrado a los israelitas, y dieron al pueblo de Israel todo lo que pidió. ¡Así despojaron a los egipcios de sus riquezas!