Eclesiastés 7:1-14
Eclesiastés 7:1-14 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Es mejor gozar de buena fama que gozar de un buen perfume. Es mejor el día en que se muere que el día en que se nace. Es mejor asistir a un funeral que presentarse en un banquete, pues nuestra vida termina con la muerte y los que vivimos debemos recordarlo. Es mejor estar triste que estar alegre; un rostro triste le viene bien al corazón. Los sabios tienen presente la muerte; los necios solo piensan en divertirse. Es mejor oír la reprensión de los sabios que oír las alabanzas de los necios. Espinos que crepitan bajo una olla en el fuego: ¡así resuenan las carcajadas de los necios! ¡Y también esto es vanidad! Ciertamente la opresión aturde al sabio, y el soborno corrompe el corazón. Es mejor terminar un negocio que comenzarlo. Es mejor ser humilde que ser arrogante. No dejes que el enojo te haga perder la cabeza. Solo en el pecho de los necios halla lugar el enojo. Nunca preguntes por qué todo tiempo pasado fue mejor. Esa pregunta no refleja nada de sabiduría. Buena es la ciencia con herencia, y provechosa para los que ven el sol. Buen escudo son la ciencia y las riquezas, pero la sabiduría es más provechosa porque da vida a quienes la tienen. Mira y admira las obras de Dios: ¿quién podría enderezar lo que él ha torcido? Cuando te llegue un buen día, disfruta de él; y cuando te llegue un mal día, piensa que Dios es el autor de uno y de otro, y que los mortales nunca sabremos lo que vendrá después.
Eclesiastés 7:1-14 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Es mejor el buen nombre que el buen perfume. Es mejor el día en que se muere que el día en que se nace. Es mejor ir a un funeral que a una casa de fiestas. Pues la muerte es el fin de todo ser humano, y los que viven debieran tenerlo presente. Es mejor llorar que reír; porque un rostro triste le hace bien al corazón. El sabio tiene presente la muerte; el necio solo piensa en la diversión. Es mejor la reprensión de sabios que el canto de necios. Pues las carcajadas de los necios son como el crepitar de las espinas bajo la olla. ¡Y también esto es vanidad! La extorsión entorpece al sabio y el soborno corrompe su corazón. Vale más el fin de algo que su principio. Vale más la paciencia que la arrogancia. No permitas que el enojo domine tu espíritu, porque el enojo se aloja en lo íntimo de los necios. Nunca preguntes por qué todo tiempo pasado fue mejor. No es de sabios hacer tales preguntas. Buena es la sabiduría sumada a la heredad y provechosa para los que ven la luz del sol. Puedes ponerte a la sombra de la sabiduría o a la sombra del dinero, pero la sabiduría tiene la ventaja de dar vida a quien la posee. Contempla las obras de Dios: ¿quién puede enderezar lo que él ha torcido? Cuando te vengan buenos tiempos, disfrútalos; pero cuando te lleguen los malos, piensa que unos y otros son obra de Dios, y que nadie sabe con qué habrá de encontrarse después.
Eclesiastés 7:1-14 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Más vale ser respetado que andar bien perfumado. Más vale el día en que morimos que el día en que nacemos. Más vale ir a un entierro que a una fiesta, pues nos hace bien recordar que algún día moriremos. Más vale llorar que reír; el llanto nos hace madurar. En un funeral los sabios saben cómo portarse, pero los tontos solo se ríen y hacen chistes. Más vale una reprensión de sabios que una alabanza de tontos. Qué hueca es la risa del tonto, pronto se apaga, como la paja en el fuego. El sabio actúa como un tonto cuando abusa de su poder y acepta dinero a cambio de favores. Más vale un buen final que un buen principio. El que tiene paciencia llega a la meta; el orgulloso habla mucho, pero no logra nada. Si ya enojarse es malo, guardar rencor es peor. Hay quienes se quejan de que «todo tiempo pasado fue mejor». Pero esas quejas no demuestran mucha sabiduría. En esta vida ser sabio es bueno, pero ser sabio y rico es mejor. La sabiduría protege, y el dinero también, pero la sabiduría nos permite llegar a viejos. Fíjate en lo que Dios ha hecho, y verás que nadie puede enderezar lo que él ha torcido. Por eso, cuando vengan los buenos tiempos, disfrútalos; pero cuando lleguen los tiempos malos ponte a pensar que todo viene de Dios, y que nunca sabemos lo que nos espera.
Eclesiastés 7:1-14 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Es mejor gozar de buena fama que gozar de un buen perfume. Es mejor el día en que se muere que el día en que se nace. Es mejor asistir a un funeral que presentarse en un banquete, pues nuestra vida termina con la muerte y los que vivimos debemos recordarlo. Es mejor estar triste que estar alegre; un rostro triste le viene bien al corazón. Los sabios tienen presente la muerte; los necios solo piensan en divertirse. Es mejor oír la reprensión de los sabios que oír las alabanzas de los necios. Espinos que crepitan bajo una olla en el fuego: ¡así resuenan las carcajadas de los necios! ¡Y también esto es vanidad! Ciertamente la opresión aturde al sabio, y el soborno corrompe el corazón. Es mejor terminar un negocio que comenzarlo. Es mejor ser humilde que ser arrogante. No dejes que el enojo te haga perder la cabeza. Solo en el pecho de los necios halla lugar el enojo. Nunca preguntes por qué todo tiempo pasado fue mejor. Esa pregunta no refleja nada de sabiduría. Buena es la ciencia con herencia, y provechosa para los que ven el sol. Buen escudo son la ciencia y las riquezas, pero la sabiduría es más provechosa porque da vida a quienes la tienen. Mira y admira las obras de Dios: ¿quién podría enderezar lo que él ha torcido? Cuando te llegue un buen día, disfruta de él; y cuando te llegue un mal día, piensa que Dios es el autor de uno y de otro, y que los mortales nunca sabremos lo que vendrá después.
Eclesiastés 7:1-14 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Vale más la buena fama que el buen perfume. Vale más el día en que se muere que el día en que se nace. Vale más ir a un funeral que ir a divertirse; pues la muerte es el fin de todo hombre, y los que viven debieran recordarlo. Vale más llorar que reír, pues podrá hacerle mal al semblante pero le hace bien al corazón. El sabio piensa en la muerte, pero el necio, en ir a divertirse. Vale más oír reprensiones de sabios que alabanzas de necios. Las risas del necio se parecen al crujir de las zarzas en el fuego, y también son vana ilusión. La violencia entorpece al sabio, y el soborno corrompe su carácter. Vale más terminar un asunto que comenzarlo. Vale más ser paciente que valiente. No te dejes llevar por el enojo, porque el enojo es propio de gente necia. Nunca te preguntes por qué todo tiempo pasado fue mejor, pues esa no es una pregunta inteligente. Buena y provechosa es la sabiduría para los que viven en este mundo, si además va acompañada de una herencia. Porque la sabiduría protege lo mismo que el dinero, pero la sabiduría tiene la ventaja de darle vida al sabio. Fíjate bien en lo que Dios ha hecho: ¿quién podrá enderezar lo que él ha torcido? Cuando te vaya bien, disfruta ese bienestar; pero cuando te vaya mal, ponte a pensar que lo uno y lo otro son cosa de Dios, y que el hombre nunca sabe lo que ha de traerle el futuro.
Eclesiastés 7:1-14 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Mejor es la buena fama que el buen ungüento; y mejor el día de la muerte que el día del nacimiento. Mejor es ir a la casa del luto que a la casa del banquete; porque aquello es el fin de todos los hombres, y el que vive lo pondrá en su corazón. Mejor es el pesar que la risa; porque con la tristeza del rostro se enmendará el corazón. El corazón de los sabios está en la casa del luto; mas el corazón de los insensatos, en la casa en que hay alegría. Mejor es oír la reprensión del sabio que la canción de los necios. Porque la risa del necio es como el estrépito de los espinos debajo de la olla. Y también esto es vanidad. Ciertamente la opresión hace entontecer al sabio, y las dádivas corrompen el corazón. Mejor es el fin del negocio que su principio; mejor es el sufrido de espíritu que el altivo de espíritu. No te apresures en tu espíritu a enojarte; porque el enojo reposa en el seno de los necios. Nunca digas: ¿Cuál es la causa de que los tiempos pasados fueron mejores que estos? Porque nunca de esto preguntarás con sabiduría. Buena es la ciencia con herencia, y provechosa para los que ven el sol. Porque escudo es la ciencia, y escudo es el dinero; mas la sabiduría excede, en que da vida a sus poseedores. Mira la obra de Dios; porque ¿quién podrá enderezar lo que él torció? En el día del bien goza del bien; y en el día de la adversidad considera. Dios hizo tanto lo uno como lo otro, a fin de que el hombre nada halle después de él.
Eclesiastés 7:1-14 La Biblia de las Américas (LBLA)
Mejor es el buen nombre que el buen ungüento, y el día de la muerte que el día del nacimiento. Mejor es ir a una casa de luto que ir a una casa de banquete, porque aquello es el fin de todo hombre, y al que vive lo hará reflexionar en su corazón. Mejor es la tristeza que la risa, porque cuando el rostro está triste el corazón puede estar contento. El corazón de los sabios está en la casa del luto, mientras que el corazón de los necios está en la casa del placer. Mejor es oír la reprensión del sabio que oír la canción de los necios. Porque como crepitar de espinos bajo la olla, así es la risa del necio. Y también esto es vanidad. Ciertamente la opresión enloquece al sabio, y el soborno corrompe el corazón. Mejor es el fin de un asunto que su comienzo; mejor es la paciencia de espíritu que la altivez de espíritu. No te apresures en tu espíritu a enojarte, porque el enojo se anida en el seno de los necios. No digas: ¿Por qué fueron los días pasados mejores que estos? Pues no es sabio que preguntes sobre esto. Buena es la sabiduría con herencia, y provechosa para los que ven el sol. Porque la sabiduría protege como el dinero protege; pero la ventaja del conocimiento es que la sabiduría preserva la vida de sus poseedores. Considera la obra de Dios: porque ¿quién puede enderezar lo que Él ha torcido? Alégrate en el día de la prosperidad, y en el día de la adversidad considera: Dios ha hecho tanto el uno como el otro para que el hombre no descubra nada que suceda después de él.
Eclesiastés 7:1-14 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Vale más una buena reputación que un perfume costoso. Y el día que morimos es mejor que el día que nacemos. Vale más pasar el tiempo en funerales que en festejos. Al fin y al cabo, todos morimos, así que los que viven deberían tenerlo muy presente. Es mejor el llanto que la risa, porque la tristeza tiende a pulirnos. El que es sabio piensa mucho en la muerte, mientras que el necio solo piensa en divertirse. Es mejor ser criticado por un sabio que alabado por un necio. La risa del necio se apaga enseguida, como los espinos que crepitan en el fuego. Eso tampoco tiene sentido. La extorsión vuelve necio al sabio, y el soborno corrompe el corazón. Vale más terminar algo que empezarlo. Vale más la paciencia que el orgullo. Controla tu carácter, porque el enojo es el distintivo de los necios. No añores «viejos tiempos»; no es nada sabio. La sabiduría es aún mejor cuando uno tiene dinero; ambas cosas son de beneficio a lo largo de la vida. La sabiduría y el dinero abren casi todas las puertas, pero solo la sabiduría puede salvarte la vida. Acepta el modo en que Dios hace las cosas, porque, ¿quién puede enderezar lo que él torció? Disfruta de la prosperidad mientras puedas, pero cuando lleguen los tiempos difíciles, reconoce que ambas cosas provienen de Dios. Recuerda que nada es seguro en esta vida.