Eclesiastés 3:19-21
Eclesiastés 3:19-21 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Los seres humanos terminan igual que los animales; el destino de ambos es el mismo, pues unos y otros mueren por igual, y el aliento de vida es el mismo para todos, así que el hombre no es superior a los animales. Realmente, todo es vanidad y todo va hacia el mismo lugar. Todo surgió del polvo y al polvo todo volverá. ¿Quién sabe si el aliento de vida de los seres humanos se remonta a las alturas y el de los animales desciende a las profundidades de la tierra?».
Eclesiastés 3:19-21 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
nuestro destino es el mismo: tanto ellos como nosotros necesitamos del aire para vivir, y morimos por igual. En realidad, nada tiene sentido. Todos vamos al mismo lugar, pues «todo salió del polvo, y al polvo todo volverá». Lo cierto es que nadie sabe si el espíritu del hombre sube a las alturas, ni tampoco si el espíritu de los animales baja al fondo de la tierra.
Eclesiastés 3:19-21 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Porque lo mismo les pasa a los hombres y a las bestias: unos y otros respiran y mueren por igual, y nada tienen los hombres por encima de las bestias. Todo es vanidad. Todo va a un mismo lugar. Todo está hecho de polvo, y todo al polvo volverá. ¿Hay quien sepa si el espíritu de los hombres se eleva a las alturas, mientras que el espíritu de las bestias desciende al fondo de la tierra?
Eclesiastés 3:19-21 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
En realidad, hombres y animales tienen el mismo destino: unos y otros mueren por igual, y el aliento de vida es el mismo para todos. Nada de más tiene el hombre que el animal: todo es vana ilusión, y todos paran en el mismo lugar; del polvo fueron hechos todos, y al polvo todos volverán. ¿Quién puede asegurar que el espíritu del hombre sube a las alturas de los cielos, y que el espíritu del animal baja a las profundidades de la tierra?
Eclesiastés 3:19-21 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Porque lo que sucede a los hijos de los hombres, y lo que sucede a las bestias, un mismo suceso es: como mueren los unos, así mueren los otros, y una misma respiración tienen todos; ni tiene más el hombre que la bestia; porque todo es vanidad. Todo va a un mismo lugar; todo es hecho del polvo, y todo volverá al mismo polvo. ¿Quién sabe que el espíritu de los hijos de los hombres sube arriba, y que el espíritu del animal desciende abajo a la tierra?
Eclesiastés 3:19-21 La Biblia de las Américas (LBLA)
Porque la suerte de los hijos de los hombres y la suerte de los animales es la misma: como muere el uno así muere el otro. Todos tienen un mismo aliento de vida; el hombre no tiene ventaja sobre los animales, porque todo es vanidad. Todos van a un mismo lugar. Todos han salido del polvo y todos vuelven al polvo. ¿Quién sabe que el aliento de vida del hombre asciende hacia arriba y el aliento de vida del animal desciende hacia abajo, a la tierra?
Eclesiastés 3:19-21 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Pues tanto las personas como los animales tienen el mismo destino: ambos respiran y ambos mueren. Así que las personas no tienen una verdadera ventaja sobre los animales. ¡Qué absurdo! Ambos terminan en el mismo lugar: del polvo vienen y al polvo vuelven. Pues, ¿quién puede demostrar que el espíritu humano va hacia arriba y el espíritu de los animales desciende al fondo de la tierra?