Deuteronomio 3:23-26
Deuteronomio 3:23-26 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
»En esta misma ocasión le supliqué al Señor: “Señor, tú has comenzado a mostrar a este siervo tuyo tu grandeza y tu poder. No hay otro Dios en el cielo ni en la tierra que pueda hacer las cosas tan maravillosas que tú haces. Te ruego que me permitas pasar al otro lado del río Jordán, pues quiero ver aquella buena tierra, esa hermosa región montañosa y el Líbano.” Pero el Señor se enojó conmigo por culpa de ustedes, y no me concedió lo que le pedí, sino que me dijo: “¡Basta! No me hables más de este asunto.
Deuteronomio 3:23-26 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
En aquella ocasión supliqué al SEÑOR: «Tú, SEÑOR y Dios, has comenzado a mostrarle a tu siervo tu grandeza y tu poder; pues ¿qué dios hay en el cielo o en la tierra capaz de hacer las obras y los prodigios que tú realizas? Déjame pasar y ver la buena tierra al otro lado del Jordán, esa hermosa región montañosa y el Líbano». Pero por causa de ustedes el SEÑOR se enojó conmigo y no me escuchó, sino que me dijo: «¡Basta ya! No me hables más de este asunto.
Deuteronomio 3:23-27 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
»Entonces le rogué a Dios: “He visto tu grandeza y tu poder. Ni en el cielo ni en la tierra hay otro Dios como tú, que pueda hacer tantas maravillas. Permíteme cruzar el río Jordán. Déjame ver las hermosas montañas, ¡déjame contemplar el Líbano!” »Pero por culpa de ustedes Dios se enojó conmigo, y no me dejó cruzar el río. Al contrario, me prohibió seguir insistiendo. Solo me permitió subir a lo alto del monte Pisgá, para ver desde allí todo ese territorio.
Deuteronomio 3:23-26 Reina Valera Contemporánea (RVC)
»En aquel tiempo, le rogué al Señor en oración: “Tú, Señor y Dios, has comenzado a mostrar tu grandeza y tu mano poderosa a este siervo tuyo. Ciertamente, no hay dios en el cielo ni en la tierra que haga las grandes proezas que tú haces. ”Yo te ruego que me concedas cruzar el río y contemplar esa bella tierra que está más allá del Jordán, y ese bello monte, y el Líbano.” Pero por culpa de ustedes el Señor se había enojado contra mí, y por eso no me escuchó, sino que me dijo: “¡Basta! No me hables más de este asunto.
Deuteronomio 3:23-26 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Y oré a Jehová en aquel tiempo, diciendo: Señor Jehová, tú has comenzado a mostrar a tu siervo tu grandeza, y tu mano poderosa; porque ¿qué dios hay en el cielo ni en la tierra que haga obras y proezas como las tuyas? Pase yo, te ruego, y vea aquella tierra buena que está más allá del Jordán, aquel buen monte, y el Líbano. Pero Jehová se había enojado contra mí a causa de vosotros, por lo cual no me escuchó; y me dijo Jehová: Basta, no me hables más de este asunto.
Deuteronomio 3:23-26 La Biblia de las Américas (LBLA)
Yo también supliqué al SEÑOR en aquel tiempo, diciendo: «Oh Señor DIOS, tú has comenzado a mostrar a tu siervo tu grandeza y tu mano poderosa; porque ¿qué dios hay en los cielos o en la tierra que pueda hacer obras y hechos tan poderosos como los tuyos? Permíteme, te suplico, cruzar y ver la buena tierra que está al otro lado del Jordán, aquella buena región montañosa y el Líbano». Pero el SEÑOR se enojó conmigo a causa de vosotros, y no me escuchó; y el SEÑOR me dijo: «¡Basta! No me hables más de esto.
Deuteronomio 3:23-26 Nueva Traducción Viviente (NTV)
»En aquel tiempo, le rogué al SEÑOR: “Oh SEÑOR Soberano, a mí, tu siervo, recién has comenzado a mostrar tu grandeza y la fuerza de tu mano. ¿Acaso hay otro dios en el cielo o en la tierra que pueda hacer cosas tan grandes y poderosas como las que haces tú? Te pido, por favor, que me permitas cruzar el Jordán para ver esa tierra maravillosa que hay del otro lado, la bella zona montañosa y los montes del Líbano”. »Pero el SEÑOR estaba enojado conmigo por culpa de ustedes y no quiso escucharme. “¡Ya basta! —exclamó—. Ni una sola palabra más sobre ese asunto.