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Deuteronomio 23:1-18

Deuteronomio 23:1-18 Reina Valera Contemporánea (RVC)

»No entrará en la congregación del Señor el que tenga los testículos magullados, ni el que tenga amputado su miembro viril. »No entrará en la congregación del Señor ningún hijo de matrimonio mixto, ni siquiera hasta la décima generación. »No entrará jamás en la congregación del Señor ningún amonita ni moabita, ni siquiera hasta la décima generación, porque cuando ustedes salieron de Egipto ellos no salieron al camino para recibirlos a ustedes con pan y agua, y porque contrataron a Balaam hijo de Beor, el de Petor en Mesopotamia, para que los maldijera. Pero el Señor tu Dios no quiso oír a Balaam sino que, por el amor que el Señor tu Dios te tiene, convirtió la maldición contra ti en bendición. Así que nunca jamás procurarás su paz ni su bien. »No aborrezcas a los edomitas, porque son tus hermanos. »No aborrezcas a los egipcios, porque tú fuiste extranjero en su tierra. »La tercera generación de los hijos que ellos tengan podrán entrar en la congregación del Señor. »Cuando salgas a campaña contra tus enemigos, te cuidarás de no incurrir en nada malo. »Si hay en medio de ti alguien que no esté limpio por causa de alguna impureza ocurrida durante la noche, tendrá que salir del campamento y no podrá entrar en él. Al caer la noche se lavará con agua, y en cuanto se ponga el sol podrá entrar en el campamento. »Aparta un lugar fuera del campamento, al cual puedas salir. Entre tu equipo debes llevar también una estaca para que, cuando vayas a ese lugar apartado, hagas un hoyo allí y puedas cubrir tu excremento antes de volver. Toma en cuenta que el Señor tu Dios anda en medio de tu campamento para librarte y para poner en tus manos a tus enemigos; por lo tanto, tu campamento tiene que ser un lugar santo; de lo contrario, si él ve en ti alguna inmundicia, dejará de acompañarte. »Si algún esclavo anda huyendo, no se lo devuelvas a su amo. Pero tampoco lo oprimas. Déjalo vivir entre tu gente, en alguna de tus ciudades que él escoja y en la que él quiera quedarse. »Entre las hijas de Israel no debe haber rameras. »Entre los hijos de Israel no debe haber sodomitas. »No lleves a la casa del Señor tu Dios la paga de una ramera, ni el precio de un perro, para cumplir con un voto. Tanto lo uno como lo otro son cosas que le repugnan al Señor tu Dios.

Deuteronomio 23:1-18 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)

No podrá entrar en la asamblea del SEÑOR ningún hombre que tenga aplastados los testículos o mutilado el pene. No podrá entrar en la asamblea del SEÑOR quien haya nacido de una unión ilegítima; tampoco podrá hacerlo ninguno de sus descendientes, hasta la décima generación. No podrán entrar en la asamblea del SEÑOR los amonitas ni los moabitas, ni ninguno de sus descendientes, hasta la décima generación. Porque no te ofrecieron pan y agua cuando cruzaste por su territorio, después de haber salido de Egipto. Además, emplearon a Balán, hijo de Beor, originario de Petor en Aram Najarayin, para que te maldijera. Sin embargo, por el amor que el SEÑOR tu Dios siente por ti, no quiso el SEÑOR escuchar a Balán y cambió la maldición en bendición. Por eso, a lo largo de toda tu existencia, no procurarás ni la paz ni el bienestar de ellos. No aborrecerás al edomita, pues es tu hermano. Tampoco aborrecerás al egipcio, porque viviste en su país como extranjero. La tercera generación de sus descendientes sí podrá estar en la asamblea del SEÑOR. Cuando tengas que salir en campaña de guerra contra tus enemigos, te mantendrás alejado de impurezas. Si alguno de tus hombres queda impuro por causa de una emisión nocturna, saldrá del campamento y se quedará afuera, pero se bañará al atardecer y al ponerse el sol podrá volver al campamento. Designarás un lugar fuera del campamento donde puedas ir a hacer tus necesidades. Como parte de tu equipo tendrás una estaca con la que cavarás un hueco y, luego de hacer tu necesidad, cubrirás tu excremento. Porque el SEÑOR tu Dios anda por tu campamento para protegerte y para entregar a tus enemigos en tus manos. Por eso tu campamento debe ser un lugar santo, porque si él ve algo indecente se apartará de ti. Si un esclavo huye de su amo y te pide refugio, no se lo entregues a su amo, sino déjalo que viva en medio de ti, en la ciudad que elija y donde se sienta a gusto. Y no lo oprimas. Ningún hombre o mujer de Israel se dedicará a la prostitución ritual. No lleves a la casa del SEÑOR tu Dios dinero ganado en la prostitución ritual, tanto femenina como masculina; no pagues con ese dinero ninguna ofrenda prometida, porque unos y otros son abominables al SEÑOR tu Dios.

Deuteronomio 23:1-18 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

1 (2) Moisés continuó diciendo: «No pueden entrar en el Santuario de Dios los hombres con testículos aplastados, o sin pene. 2 (3) »Tampoco podrán entrar los hijos de matrimonios entre hombres israelitas y mujeres extranjeras. Ninguno de sus descendientes podrá hacerlo. 3 (4) »Tampoco podrán entrar los amonitas, ni los moabitas, ni sus descendientes. 4 (5) Ninguno de esos dos pueblos quiso darles a ustedes alimentos y agua, cuando ustedes venían de Egipto a la tierra que Dios prometió darles. Además, emplearon a Balaam hijo de Beor, que era de la ciudad de Petor en Mesopotamia, para que lanzara contra ustedes una maldición. 5 (6) Sin embargo, nuestro Dios los ama a ustedes tanto que no hizo caso de Balaam. Al contrario, convirtió la maldición en una bendición para ustedes. 6 (7) Procuren, pues, que esos dos pueblos nunca tengan paz ni prosperidad. 7-8 (8-9) »Los descendientes de los edomitas sí podrán entrar en el Santuario, porque son parientes de ustedes. También podrán entrar los descendientes de los egipcios, porque ustedes vivieron en su país». 9 (10) En cuanto a la salud, Moisés dijo: «Cuando vayan a la guerra y tengan que acampar en algún lugar, tengan cuidado de no hacer nada que desagrade a Dios. 10 (11) Por ejemplo, si durante la noche alguien queda impuro deberá salir del campamento y no entrará durante todo el día. 11 (12) Al caer la tarde, ese hombre se bañará, y por la noche podrá volver al campamento. 12-14 (13-15) »Dios se encuentra en medio de ustedes, para protegerlos y darles la victoria sobre sus enemigos. Por lo tanto, el campamento debe permanecer limpio de todo aquello que le desagrada. Para sus necesidades físicas, ustedes deberán apartar un lugar fuera del campamento, y hacer allí un hoyo para enterrarlo todo. Si Dios encuentra en el campamento algo que le desagrade, será él quien se aparte de ustedes. 15 (16) »Si un esclavo de otro país huye y llega al país de ustedes pidiendo protección, no lo devuelvan a sus dueños. 16 (17) Al contrario, trátenlo bien y permítanle escoger la ciudad israelita donde le gustaría vivir. 17 (18) »En el culto a Dios, no practiquen la prostitución como lo hacen otros pueblos para adorar a sus dioses. 18 (19) Dios odia a quienes hacen eso, y jamás aceptará una ofrenda de gente así, aun cuando la ofrenda sea para cumplir una promesa.

Deuteronomio 23:1-18 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)

1 (2) »El que tenga los testículos aplastados o amputado su miembro viril, no podrá ser admitido en la congregación del Señor. 2 (3) »El hijo bastardo no podrá ser admitido en la congregación del Señor, ni aun después de la décima generación. 3 (4) »Los amonitas y los moabitas no serán nunca admitidos en la congregación del Señor, ni aun después de la décima generación; 4 (5) porque cuando ustedes pasaron por su territorio, después de haber salido de Egipto, ellos no les ofrecieron agua ni alimentos; y además pagaron a Balaam, hijo de Beor, que venía de Petor de Mesopotamia, para que pronunciara una maldición contra ustedes. 5 (6) Pero el Señor su Dios no escuchó a Balaam, sino que convirtió su maldición en una bendición para ustedes, porque los ama. 6 (7) No busquen, pues, ni la paz ni el bienestar de ellos en todos los días de su vida. 7 (8) »Sin embargo, no deben despreciar a los edomitas, porque son parientes de ustedes; ni tampoco a los egipcios, porque ustedes vivieron en su país; 8 (9) la tercera generación de sus descendientes podrá entrar a formar parte de la congregación del Señor. 9 (10) »Cuando se encuentren ustedes en guerra contra sus enemigos y hagan vida de campaña, procuren no cometer ningún acto indecente. 10 (11) Si alguno de ustedes se encuentra en estado de impureza por haber tenido un derrame durante el sueño, deberá salir del campamento y no entrar en él en todo el día. 11 (12) Al caer la tarde se lavará con agua, y al ponerse el sol podrá entrar nuevamente en el campamento. 12 (13) »Para sus necesidades deberán ustedes tener un lugar fuera del campamento. 13 (14) En su equipo deberán llevar siempre una estaca, para que cuando tengan que hacer sus necesidades, hagan un hoyo con la estaca y luego, cuando hayan terminado, tapen con tierra el excremento. 14 (15) Porque el Señor su Dios anda entre ustedes, en el campamento, para protegerlos y darles la victoria sobre sus enemigos; por lo tanto, el campamento de ustedes debe ser un lugar santo, para que Dios no vea ninguna cosa indecente en él, pues de lo contrario se apartaría de ustedes. 15 (16) »Si un esclavo huye de su amo y les pide a ustedes asilo, no lo entreguen a su antiguo dueño. 16 (17) Déjenlo que se quede a vivir con ustedes en la ciudad que más le guste y en el lugar que él escoja, y nadie deberá molestarlo. 17 (18) »Ningún hombre ni ninguna mujer israelita deberá consagrarse a la prostitución practicada en cultos paganos. 18 (19) No permitan ustedes que en el templo del Señor su Dios se pague una promesa con el dinero ganado en ese tipo de prostitución, porque esa práctica le repugna al Señor.

Deuteronomio 23:1-18 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)

No entrará en la congregación de Jehová el que tenga magullados los testículos, o amputado su miembro viril. No entrará bastardo en la congregación de Jehová; ni hasta la décima generación no entrarán en la congregación de Jehová. No entrará amonita ni moabita en la congregación de Jehová, ni hasta la décima generación de ellos; no entrarán en la congregación de Jehová para siempre, por cuanto no os salieron a recibir con pan y agua al camino, cuando salisteis de Egipto, y porque alquilaron contra ti a Balaam hijo de Beor, de Petor en Mesopotamia, para maldecirte. Mas no quiso Jehová tu Dios oír a Balaam; y Jehová tu Dios te convirtió la maldición en bendición, porque Jehová tu Dios te amaba. No procurarás la paz de ellos ni su bien en todos los días para siempre. No aborrecerás al edomita, porque es tu hermano; no aborrecerás al egipcio, porque forastero fuiste en su tierra. Los hijos que nacieren de ellos, en la tercera generación entrarán en la congregación de Jehová. Cuando salieres a campaña contra tus enemigos, te guardarás de toda cosa mala. Si hubiere en medio de ti alguno que no fuere limpio, por razón de alguna impureza acontecida de noche, saldrá fuera del campamento, y no entrará en él. Pero al caer la noche se lavará con agua, y cuando se hubiere puesto el sol, podrá entrar en el campamento. Tendrás un lugar fuera del campamento adonde salgas; tendrás también entre tus armas una estaca; y cuando estuvieres allí fuera, cavarás con ella, y luego al volverte cubrirás tu excremento; porque Jehová tu Dios anda en medio de tu campamento, para librarte y para entregar a tus enemigos delante de ti; por tanto, tu campamento ha de ser santo, para que él no vea en ti cosa inmunda, y se vuelva de en pos de ti. No entregarás a su señor el siervo que se huyere a ti de su amo. Morará contigo, en medio de ti, en el lugar que escogiere en alguna de tus ciudades, donde a bien tuviere; no le oprimirás. No haya ramera de entre las hijas de Israel, ni haya sodomita de entre los hijos de Israel. No traerás la paga de una ramera ni el precio de un perro a la casa de Jehová tu Dios por ningún voto; porque abominación es a Jehová tu Dios tanto lo uno como lo otro.

Deuteronomio 23:1-18 La Biblia de las Américas (LBLA)

Ninguno que haya sido castrado o que tenga cortado su miembro viril entrará en la asamblea del SEÑOR. Ningún bastardo entrará en la asamblea del SEÑOR, ninguno de sus descendientes, aun hasta la décima generación, entrará en la asamblea del SEÑOR. Ningún amonita ni moabita entrará en la asamblea del SEÑOR; ninguno de sus descendientes, aun hasta la décima generación, entrará jamás en la asamblea del SEÑOR, porque no fueron a vuestro encuentro con pan y agua en el camino cuando salisteis de Egipto, y porque alquilaron contra ti a Balaam, hijo de Beor, de Petor en Mesopotamia, para maldecirte. Mas el SEÑOR tu Dios no quiso escuchar a Balaam, sino que el SEÑOR tu Dios te cambió la maldición en bendición, porque el SEÑOR tu Dios te ama. Nunca buscarás su paz ni su prosperidad en todos tus días. No aborrecerás al edomita, porque es tu hermano; no aborrecerás al egipcio, porque fuiste extranjero en su tierra. Los hijos de la tercera generación que les nazcan podrán entrar en la asamblea del SEÑOR. Cuando salgas como ejército contra tus enemigos, te guardarás de toda cosa mala. Si hay en medio de ti un hombre inmundo a causa de una emisión nocturna, debe salir fuera del campamento; no volverá a entrar al campamento. Pero al llegar la tarde se bañará con agua, y cuando se ponga el sol, podrá entrar de nuevo al campamento. Tendrás también un lugar fuera del campamento y saldrás allí; y tendrás entre tus herramientas una pala, y cuando te sientes allá fuera, cavarás con ella, y te darás vuelta para cubrir tu excremento. Porque el SEÑOR tu Dios anda en medio de tu campamento para librarte y para derrotar a tus enemigos de delante de ti, por tanto, tu campamento debe ser santo; y Él no debe ver nada indecente en medio de ti, no sea que se aparte de ti. No entregarás a su amo un esclavo que venga a ti huyendo de su señor. Contigo habitará en medio de ti, en el lugar que él escoja en una de tus ciudades donde le parezca bien; no lo maltratarás. Ninguna de las hijas de Israel será ramera de culto pagano; tampoco ninguno de los hijos de Israel será sodomita de culto pagano. No traerás la paga de una ramera ni el sueldo de un perro a la casa del SEÑOR tu Dios para cualquier ofrenda votiva, porque los dos son abominación para el SEÑOR tu Dios.

Deuteronomio 23:1-18 Nueva Traducción Viviente (NTV)

»No se admitirá en la asamblea del SEÑOR a ningún hombre que tenga los testículos aplastados o el pene mutilado. »No se admitirá en la asamblea del SEÑOR a ningún hijo ilegítimo ni a sus descendientes hasta la décima generación. »No se admitirá en la asamblea del SEÑOR a ningún amonita ni moabita ni tampoco a sus descendientes hasta la décima generación. Esas naciones no te recibieron con alimento ni agua cuando saliste de Egipto. En cambio, contrataron a Balaam, hijo de Beor, proveniente del lejano Petor, en Aram-naharaim, para que te maldijera. Pero el SEÑOR tu Dios se negó a escuchar a Balaam y convirtió esa maldición en bendición, porque el SEÑOR tu Dios te ama. Jamás en tu vida buscarás el bienestar ni la prosperidad de los amonitas ni de los moabitas. »No detestes a los edomitas ni a los egipcios, porque los edomitas son tus parientes y porque viviste como extranjero entre los egipcios. Podrá entrar en la asamblea del SEÑOR la tercera generación de los edomitas y de los egipcios. »Cuando salgas a la guerra contra tus enemigos, asegúrate de mantenerte lejos de toda impureza. »Cualquier hombre que quede ceremonialmente impuro debido a una emisión nocturna deberá alejarse del campamento y quedarse allí el resto del día. Hacia el atardecer, tendrá que bañarse y podrá volver al campamento al ponerse el sol. »Deberás designar una zona fuera del campamento donde puedas ir a hacer tus necesidades. Cada persona tendrá una pala entre sus herramientas. Cuando vayas a hacer tus necesidades, cava un hoyo con la pala y luego cubre el excremento. El campamento debe ser santo, porque el SEÑOR tu Dios se mueve dentro de él para protegerte y derrotar a tus enemigos. Ten cuidado de que él no vea nada vergonzoso en medio de ti, o se alejará de tu lado. »Si un esclavo huye de su amo y se refugia contigo, no lo devuelvas a su amo. Déjalo vivir en medio de ti en cualquier ciudad que elija y no lo oprimas. »Ningún israelita, sea hombre o mujer, se dedicará a la prostitución ritual del templo. Para cumplir con un juramento, no lleves a la casa del SEÑOR tu Dios ninguna ofrenda que provenga de la ganancia de un hombre o de una mujer que se haya prostituido, pues ambos son detestables al SEÑOR tu Dios.