DANIEL 9:20-23
DANIEL 9:20-23 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
»Yo seguí hablando y orando al SEÑOR mi Dios. Le confesé mi pecado y el de mi pueblo Israel y supliqué en favor de su santo monte. Mientras seguía orando, Gabriel, a quien había visto en mi visión anterior, se me acercó volando rápidamente, como a la hora del sacrificio de la tarde. Me hizo la siguiente aclaración: »“Daniel, he venido en este momento para que entiendas todo con claridad. Tan pronto como comenzaste a orar, hubo una respuesta que vine a decirte, porque eres muy apreciado. Presta, pues, atención a mis palabras, para que entiendas la visión.
DANIEL 9:20-23 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
»Mientras yo estaba orando por Jerusalén, y pidiendo perdón por mis pecados y los de mi pueblo, llegó volando el ángel Gabriel, que ya se me había aparecido en sueños. Ya casi era la hora de presentar a Dios las ofrendas de la tarde. Y Gabriel me dijo: “Escucha, Daniel: vengo para ayudarte a entender todo esto. Dios te quiere mucho, así que tan pronto como empezaste a orar, Dios contestó tus oraciones. Y yo he venido a darte su respuesta. Pon mucha atención, para que entiendas lo que quiere decir tu sueño.
DANIEL 9:20-23 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Todavía estaba yo hablando y orando, y confesando mi pecado y el de mi pueblo Israel; todavía estaba yo derramando mi ruego ante el Señor mi Dios en favor de su santo monte, y orando sin cesar, cuando hacia la hora del sacrificio de la tarde vi que Gabriel, el hombre que antes había visto en la visión, volaba hacia mí apresuradamente. Habló conmigo, y me explicó: «Daniel, si he salido ahora ha sido para infundirte sabiduría y entendimiento. La orden fue dada en cuanto tú comenzaste a orar, y yo he venido a explicarte todo, porque Dios te ama mucho. Así que entiende la orden y la visión.
DANIEL 9:20-23 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
»Yo seguí orando y confesando mis pecados y los de mi pueblo Israel, y presentando mis súplicas al Señor mi Dios por su monte santo. Mientras yo oraba, Gabriel, que se me había aparecido antes en la visión, vino volando a donde yo estaba. Era casi la hora de ofrecer a Dios el sacrificio de la tarde. Y me dijo: »“Daniel, he venido ahora para hacerte entender estas cosas. En cuanto comenzaste a orar, Dios te respondió. Yo he venido para darte su respuesta, porque Dios te quiere mucho. Ahora, pues, pon mucha atención a lo siguiente, para que entiendas la visión
DANIEL 9:20-23 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Aún estaba hablando y orando, y confesando mi pecado y el pecado de mi pueblo Israel, y derramaba mi ruego delante de Jehová mi Dios por el monte santo de mi Dios; aún estaba hablando en oración, cuando el varón Gabriel, a quien había visto en la visión al principio, volando con presteza, vino a mí como a la hora del sacrificio de la tarde. Y me hizo entender, y habló conmigo, diciendo: Daniel, ahora he salido para darte sabiduría y entendimiento. Al principio de tus ruegos fue dada la orden, y yo he venido para enseñártela, porque tú eres muy amado. Entiende, pues, la orden, y entiende la visión.
DANIEL 9:20-23 La Biblia de las Américas (LBLA)
Aún estaba yo hablando, orando y confesando mi pecado y el pecado de mi pueblo Israel, y presentando mi súplica delante del Señor mi Dios por el santo monte de mi Dios, todavía estaba yo hablando en oración, cuando Gabriel, el hombre a quien había visto en la visión al principio, se me acercó, estando yo muy cansado, como a la hora de la ofrenda de la tarde. Me instruyó, habló conmigo y dijo: Daniel, he salido ahora para darte sabiduría y entendimiento. Al principio de tus súplicas se dio la orden, y he venido para explicártela, porque eres muy estimado; pon atención a la orden y entiende la visión.
DANIEL 9:20-23 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Yo seguí orando y confesando mi pecado y el pecado de mi pueblo, rogándole al SEÑOR mi Dios por Jerusalén, su monte santo. Mientras oraba, Gabriel, a quien había visto en la visión anterior, se me acercó con rapidez a la hora del sacrificio vespertino. Él me explicó: «Daniel, he venido hasta aquí para darte percepción y entendimiento. En cuanto comenzaste a orar, se dio una orden y ahora estoy aquí para decírtela, porque eres muy precioso para Dios. Presta mucha atención, para que puedas entender el significado de la visión.