Amós 8:7-14
Amós 8:7-14 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
El SEÑOR ha jurado por el orgullo de Jacob: «Jamás olvidaré nada de lo que han hecho. »¿Y con todo esto no temblará la tierra? ¿No se enlutarán sus habitantes? Subirá la tierra entera como el Nilo; se agitará y bajará, como el río de Egipto. »En aquel día», afirma el SEÑOR y Dios, «haré que el sol se ponga al mediodía y que en pleno día la tierra se oscurezca. Convertiré en luto sus fiestas religiosas y en cantos fúnebres todas sus canciones. Los vestiré de luto y afeitaré su cabeza. Será como si lloraran la muerte de un hijo único y terminarán el día en amargura. »Vienen días», afirma el SEÑOR y Dios, «en que enviaré hambre al país; no será hambre de pan ni sed de agua, sino hambre de oír las palabras del SEÑOR. La gente vagará sin rumbo de mar a mar; andarán errantes del norte al este, buscando la palabra del SEÑOR, pero no la encontrarán. En aquel día se desmayarán de sed las jóvenes hermosas y los jóvenes fuertes. Y caerán para no levantarse jamás los que juran por la culpa de Samaria, los que dicen: “¡Tan cierto como que tu dios vive, oh Dan! ¡Tan cierto como que tu dios vive, Berseba!”».
Amós 8:7-14 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
»Pero yo soy el Dios de Israel, y les juro que nunca olvidaré sus malas acciones. Por causa de todo esto, la tierra misma temblará; subirá como el agua del río Nilo, y luego se hundirá por completo, haciendo llorar a sus habitantes. »Yo soy el Dios de Israel, y les aseguro que ese día el sol dejará de brillar; el mediodía se convertirá en noche, y toda la tierra quedará a oscuras. Convertiré sus fiestas en velorios, y sus canciones en tristes lamentos; todos ustedes andarán de luto y se raparán la cabeza; andarán tristes y llenos de amargura, como si hubiera muerto su único hijo. »Yo soy el Dios de Israel, y les aseguro que vienen días en que haré que sientan hambre; tendrán hambre, pero no de pan, tendrán sed, pero no de agua; ¡tendrán hambre de oír mi palabra! Andarán de este a oeste, y de norte a sur, con deseos de oír mi palabra, pero yo no les hablaré. »Cuando llegue ese día, aun las muchachas más sanas y los jóvenes más fuertes se desmayarán de sed. Además, caerán sin vida los que adoraban a los ídolos de Samaria, de Dan y de Beerseba. Juraban en nombre de esos dioses, creyendo que eran dioses vivos, por eso no volverán a levantarse.»
Amós 8:7-14 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Pero el Señor ha jurado por la gloria de Jacob: «¡No voy a olvidar ninguna de sus malas acciones!» ¿Y no habrá de estremecerse la tierra por todo esto? ¿Y no habrán de llorar todos sus habitantes? ¡Toda ella subirá como un río! ¡Se encrespará y se hundirá como el río de Egipto! «Cuando llegue ese día, haré que el sol se ponga a mediodía. El día estará claro, pero yo cubriré de tinieblas la tierra. —Palabra del Señor. »Convertiré sus fiestas en velorios, y sus cantos de alegría en cantos fúnebres. Haré que todos se vistan de luto, que se rapen la cabeza, y que lloren como si se hubiera muerto su único hijo. El final será un día de amargura. »Vienen días en que habrá en la tierra una gran hambre, pero no de pan ni de agua, sino hambre de oír mi palabra. —Palabra del Señor. »Andarán errantes de mar a mar, y del norte hasta el oriente, en busca de mi palabra, pero no la hallarán. »Cuando llegue ese día, la sed hará desfallecer a las doncellas más hermosas y a los jóvenes más fornidos. Esos que juran por el pecado de Samaria, y dicen: “¡Va por tu Dios, Dan!”, y: “¡Va por el camino de Berseba!”, caerán para no volver a levantarse.»
Amós 8:7-14 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
El Señor ha jurado por la gloria de Jacob: «Nunca olvidaré lo que han hecho.» ¿Y no habrá de temblar la tierra por todo esto? ¿No habrán de llorar todos sus habitantes? ¡La tierra subirá y bajará, como suben y bajan las aguas del Nilo! «Ese día —afirma el Señor—, haré que se oculte el sol al mediodía, y en pleno día cubriré de oscuridad la tierra. Cambiaré las fiestas en llanto por los muertos, y los cantos en lamentos fúnebres; haré que ustedes se vistan de luto, y que se rapen la cabeza en señal de dolor. Llorarán como el que ha perdido a su único hijo, y todo acabará en amargura. Vienen días —afirma el Señor— en los cuales mandaré hambre a la tierra; no hambre de pan, ni sed de agua, sino hambre de oír la palabra del Señor. La gente andará errante, buscando la palabra del Señor; irán de un mar al otro mar, y desde el norte y hasta el oriente, pero no podrán encontrarla. Hermosas muchachas y valientes muchachos se desmayarán de sed ese día. Los que juran por los ídolos de Samaria; los que dicen: “Por vida de tu dios, oh Dan”, “Por vida de los dioses de Beerseba”, caerán para no levantarse más.»
Amós 8:7-14 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Jehová juró por la gloria de Jacob: No me olvidaré jamás de todas sus obras. ¿No se estremecerá la tierra sobre esto? ¿No llorará todo habitante de ella? Subirá toda, como un río, y crecerá y mermará como el río de Egipto. Acontecerá en aquel día, dice Jehová el Señor, que haré que se ponga el sol a mediodía, y cubriré de tinieblas la tierra en el día claro. Y cambiaré vuestras fiestas en lloro, y todos vuestros cantares en lamentaciones; y haré poner cilicio sobre todo lomo, y que se rape toda cabeza; y la volveré como en llanto de unigénito, y su postrimería como día amargo. He aquí vienen días, dice Jehová el Señor, en los cuales enviaré hambre a la tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír la palabra de Jehová. E irán errantes de mar a mar; desde el norte hasta el oriente discurrirán buscando palabra de Jehová, y no la hallarán. En aquel tiempo las doncellas hermosas y los jóvenes desmayarán de sed. Los que juran por el pecado de Samaria, y dicen: Por tu Dios, oh Dan, y: Por el camino de Beerseba, caerán, y nunca más se levantarán.
Amós 8:7-14 La Biblia de las Américas (LBLA)
¶El SEÑOR ha jurado por el orgullo de Jacob: Ciertamente, nunca me olvidaré de ninguna de sus obras. ¿No temblará por esto la tierra, y hará duelo todo aquel que habita en ella? Subirá toda ella como el Nilo, se agitará y menguará como el Nilo de Egipto. Y sucederá que en aquel día —declara el Señor DIOS— yo haré que el sol se ponga al mediodía y que la tierra en pleno día se oscurezca. Entonces cambiaré vuestras fiestas en llanto y todos vuestros cantos en lamento; pondré cilicio sobre todo lomo y calvicie sobre toda cabeza; haré que sea como duelo por hijo único, y su fin, como día de amargura. ¶He aquí, vienen días —declara el Señor DIOS— en que enviaré hambre sobre la tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír las palabras del SEÑOR. Y vagarán de mar a mar, y del norte hasta el oriente; andarán de aquí para allá en busca de la palabra del SEÑOR, pero no la encontrarán. En aquel día las doncellas hermosas y los jóvenes desfallecerán de sed. Los que juran por el pecado de Samaria, y dicen: «Viva tu dios, oh Dan», y «Viva el camino de Beerseba», caerán y nunca más se levantarán.
Amós 8:7-14 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Ahora el SEÑOR ha hecho este juramento por su propio nombre, el Orgullo de Israel: «¡Nunca olvidaré las cosas perversas que han hecho! La tierra temblará a causa de sus acciones y todos harán duelo. La tierra subirá como el río Nilo en tiempo de inundaciones; se levantará y volverá a hundirse. »En aquel día —dice el SEÑOR Soberano— haré que el sol se ponga al mediodía y que en pleno día se oscurezca la tierra. Convertiré sus celebraciones en lamentos y su cantar en llanto. Se vestirán de luto y se raparán la cabeza en señal de dolor, como si su único hijo hubiera muerto. ¡Qué tan amargo será ese día! »Ciertamente se acerca la hora —dice el SEÑOR Soberano— cuando enviaré hambre a la tierra; no será hambre de pan ni sed de agua, sino hambre de oír las palabras del SEÑOR. La gente deambulará de mar a mar y vagará de frontera a frontera en busca de la palabra del SEÑOR, pero no la encontrarán. En aquel día, las jóvenes hermosas y los muchachos fuertes se desmayarán, sedientos por la palabra del SEÑOR. Y los que juran por los vergonzosos ídolos de Samaria, los que hacen juramentos en nombre del dios de Dan y votos en nombre del dios de Beerseba, todos caerán y nunca más se levantarán».