Amós 6:7-14
Amós 6:7-14 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Por tanto, ahora irán a la cabeza de los que van a cautividad, y se acercará el duelo de los que se entregan a los placeres. Jehová el Señor juró por sí mismo, Jehová Dios de los ejércitos ha dicho: Abomino la grandeza de Jacob, y aborrezco sus palacios; y entregaré al enemigo la ciudad y cuanto hay en ella. Y acontecerá que si diez hombres quedaren en una casa, morirán. Y un pariente tomará a cada uno, y lo quemará para sacar los huesos de casa; y dirá al que estará en los rincones de la casa: ¿Hay aún alguno contigo? Y dirá: No. Y dirá aquel: Calla, porque no podemos mencionar el nombre de Jehová. Porque he aquí, Jehová mandará, y herirá con hendiduras la casa mayor, y la casa menor con aberturas. ¿Correrán los caballos por las peñas? ¿Ararán en ellas con bueyes? ¿Por qué habéis vosotros convertido el juicio en veneno, y el fruto de justicia en ajenjo? Vosotros que os alegráis en nada, que decís: ¿No hemos adquirido poder con nuestra fuerza? Pues he aquí, oh casa de Israel, dice Jehová Dios de los ejércitos, levantaré yo sobre vosotros a una nación que os oprimirá desde la entrada de Hamat hasta el arroyo del Arabá.
Amós 6:7-14 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
marcharán a la cabeza de los desterrados, y así terminará el banquete de los holgazanes. El SEÑOR y Dios ha jurado por sí mismo; el SEÑOR Dios de los Ejércitos afirma: «Yo detesto la arrogancia de Jacob; yo aborrezco sus fortalezas. Por eso entregaré la ciudad al enemigo, con todo lo que hay en ella». Sucederá que, si en una casa quedan diez personas con vida, todas morirán. Y, cuando vengan a la casa para levantar los cadáveres y quemarlos, algún pariente preguntará a otro que ande en la casa: «¿Queda alguien más contigo?». Y aquel responderá: «No». Entonces dirá: «¡Silencio! No debemos invocar el nombre del SEÑOR». Porque el SEÑOR ha dado la orden: él destruirá en pedazos la casa grande y la casa pequeña hará pedazos. ¿Acaso galopan los caballos por las rocas o se ara con bueyes el mar? Pero ustedes han convertido el derecho en veneno, y en amargura el fruto de la justicia. Ustedes se regocijan por la conquista de Lo Debar y agregan: «¿No fue con nuestras propias fuerzas como nos apoderamos de Carnayin? »Por tanto, pueblo de Israel, voy a levantar contra ti a una nación que te oprimirá desde Lebó Jamat hasta el torrente del Arabá», afirma el SEÑOR, el Dios de los Ejércitos.
Amós 6:7-14 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Por eso voy a poner fin a sus falsas fiestas religiosas, y cuando el pueblo sea llevado a otro país, a ustedes se los llevarán primero. Nuestro Dios, el todopoderoso, claramente ha dicho: «¡Ya no quiero a los israelitas! ¡Se sienten muy orgullosos de sus hermosos palacios! Por eso voy a entregarlos, a ellos y a su ciudad, en manos de sus enemigos. »Cuando eso pase, no importa si solo diez hombres quedan con vida en una casa, todos ellos morirán. Tal vez llegue algún pariente para recoger y quemar los cadáveres; si algún otro pariente le pregunta si todavía queda alguien, el primero le responderá que no, y le advertirá que se calle, porque podrían pronunciar mi santo nombre, y entonces les iría peor. »Tomen esto en cuenta: Yo, el Dios de Israel, voy a destruir por completo todas las casas, ¡grandes y pequeñas! »Hay dos cosas imposibles de hacer: correr a caballo entre las piedras y arar en el mar. Pero ustedes hicieron lo que parecía imposible: convirtieron la justicia en muerte y en tristeza la alegría de un pueblo. Ustedes se sienten muy felices de haber conquistado una ciudad insignificante y creen que pueden vencer a pueblos más poderosos. »Pues oigan esto, israelitas: Voy a mandar contra ustedes una nación que los conquiste, y los vencerá por completo; desde Hamat, en el norte, hasta el desierto, en el sur. Yo, el Dios todopoderoso, les juro que así será».
Amós 6:7-14 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Por eso, van a encabezar a los que marchan al exilio. ¡Ha llegado el fin de tantos festines! Nuestro Señor y Dios ha jurado por sí mismo. El Señor y Dios de los ejércitos ha dicho: «No soporto la soberbia de Jacob. Aborrezco sus palacios. Por eso voy a entregar al enemigo la ciudad y todo lo que hay en ella.» Va a suceder que, si en una casa quedan con vida diez hombres, esos diez morirán. Y si el pariente de algún difunto quiere sacar de la casa los huesos para quemarlos, dirá a quien esté en el fondo de la casa: «¿Hay todavía alguien contigo?» Y si aquel contesta que no, este dirá: «Calla, no vaya a suceder que mencionemos el nombre del Señor.» En efecto, el Señor ha dado la orden de reducir a escombros la casa mayor, y de abrir brechas en la casa menor. ¿Acaso corren los caballos por las peñas? ¿O se ara en ellas con bueyes? Entonces, ¿por qué ustedes han convertido la justicia en veneno, y el fruto del derecho en amargura? «¿Ustedes se alegran por Lodebar, y se jactan de haber conquistado Carnayin con sus propias fuerzas? Pues tomen en cuenta, israelitas, que yo voy a lanzar contra ustedes una nación que los oprimirá desde la entrada de Jamat hasta el arroyo del Arabá.» —Palabra del Señor y Dios de los ejércitos.
Amós 6:7-14 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Ustedes serán los primeros en ir al destierro, y se acabará el alboroto de sus banquetes.» El Señor ha jurado por sí mismo; el Señor, el Dios todopoderoso, lo afirma: «Odio el orgullo del pueblo de Jacob; aborrezco sus palacios; entregaré la ciudad al enemigo, junto con todo lo que hay en ella.» Entonces, si quedan diez hombres en una casa, los diez morirán. Tan grande será el terror que, cuando alguien levante el cadáver de un pariente para sacarlo de la casa, le dirá a otro pariente que ande adentro: «¿Hay alguien más contigo?» «No», responderá el otro. Y dirá el primero: «¡Cállate, no sea que pronuncies el nombre del Señor!» Porque el Señor va a ordenar su castigo sobre las casas grandes y sobre las pequeñas, y todas quedarán completamente en ruinas. ¿Pueden los caballos trepar por las peñas? ¿Acaso se puede arar en el mar? ¡Pues ustedes han convertido la justicia en veneno y el fruto de la justicia en amargura! Ustedes se alegran falsamente, y dicen: «Con nuestra propia fuerza hemos adquirido poder.» Pues fíjense bien, israelitas; el Señor, el Dios todopoderoso, afirma: «Yo levantaré contra ustedes una nación que los oprimirá por completo, desde el extremo norte hasta el extremo sur.»
Amós 6:7-14 La Biblia de las Américas (LBLA)
irán por tanto ahora al destierro a la cabeza de los desterrados, y se acabarán los banquetes de los disolutos. ¶El Señor DIOS ha jurado por sí mismo, ha declarado el Señor, Dios de los ejércitos: Aborrezco la arrogancia de Jacob, y detesto sus palacios; por tanto entregaré la ciudad y cuanto hay en ella. Y sucederá que si diez hombres quedan en una misma casa, morirán. Entonces su tío o su incinerador, levantará a cada uno para sacar sus huesos de la casa, y dirá al que está en el fondo de la casa: ¿Hay alguien más contigo? Y este responderá: Nadie. Entonces aquel dirá: Calla, porque no se debe hacer mención del nombre del SEÑOR. Porque he aquí, el SEÑOR ordenará que la casa grande sea reducida a escombros y que la casa pequeña sea hecha pedazos. ¶¿Corren los caballos por la peña? ¿Se ara en ella con bueyes? Pues vosotros habéis convertido el derecho en veneno, y el fruto de la justicia en amargura; vosotros que os alegráis por Lo-debar, que decís: ¿No hemos tomado para nosotros Carnáyim con nuestra propia fuerza? Pues he aquí, levantaré contra vosotros, oh casa de Israel, —declara el SEÑOR, Dios de los ejércitos— una nación que os afligirá desde la entrada de Hamat hasta el arroyo del Arabá.
Amós 6:7-14 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Por lo tanto, ustedes serán los primeros en ser llevados cautivos. De repente se acabarán todas sus fiestas. El SEÑOR Soberano ha jurado por su propio nombre y esto es lo que dice el SEÑOR Dios de los Ejércitos Celestiales: «Desprecio la arrogancia de Israel y odio sus fortalezas. Entregaré esta ciudad a sus enemigos junto con todo lo que hay en ella». (Si quedan diez hombres en una casa, todos morirán. Luego, cuando el pariente responsable de deshacerse de los muertos entre en la casa para llevarse los cuerpos, le preguntará al último sobreviviente: «¿Está alguien más contigo?». Entonces, cuando la persona comience a jurar: «No, por...», la interrumpirá y dirá: «¡Cállate! Ni siquiera menciones el nombre del SEÑOR»). Cuando el SEÑOR dé la orden, las casas, tanto grandes como pequeñas, serán reducidas a escombros. ¿Pueden galopar los caballos sobre rocas grandes? ¿Se pueden usar bueyes para ararlas? Así de necios son ustedes cuando convierten la justicia en veneno y el fruto dulce de la rectitud en amargura. Ustedes se jactan de su conquista de Lo-debar y alardean: «¿No tomamos Karnaim por nuestra propia fuerza?». «Oh pueblo de Israel, estoy a punto de levantar una nación enemiga contra ti —dice el SEÑOR Dios de los Ejércitos Celestiales—. Los oprimirán por todo su territorio, desde Lebo-hamat en el norte hasta el valle de Arabá en el sur».