Amós 2:9-16
Amós 2:9-16 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
»Fui yo quien destruí a los amorreos delante de ellos; aunque eran altos como el cedro y fuertes como la encina; destruí su fruto arriba y sus raíces abajo. Yo mismo los saqué a ustedes de Egipto y los conduje cuarenta años por el desierto para que tomaran posesión de la tierra de los amorreos. »También levanté profetas de entre sus hijos y nazareos de entre sus jóvenes. ¿Acaso no fue así, israelitas?», afirma el SEÑOR. «Pero ustedes hicieron beber vino a los nazareos y ordenaron a los profetas que no profetizaran. »Pues bien, estoy por aplastarlos a ustedes como aplasta una carreta cargada de trigo. Entonces no habrá escapatoria para el ágil, ni el fuerte podrá valerse de su fuerza, ni el guerrero librará su vida. El arquero no se mantendrá firme, ni escapará con vida el ágil de piernas, ni se salvará el que monta a caballo. En aquel día huirá desnudo aun el más valiente de los guerreros», afirma el SEÑOR.
Amós 2:9-16 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
»Pueblo de Israel, yo los saqué de Egipto, y durante cuarenta años los guie a través del desierto; destruí por completo a los amorreos y les di a ustedes su país, aunque ellos eran un pueblo de mucha fuerza y gran estatura. De entre los hijos de ustedes, elegí a algunos como profetas y a otros los aparté como nazireos. ¡Díganme ustedes si miento! Les juro que así fue. »Pero ustedes, pueblo de Israel, emborracharon a los nazireos y no dejaron que los profetas les comunicaran mis mensajes. »Por eso, pueblo de Israel, ¡yo los aplastaré contra el suelo, como si los aplastara una carreta cargada de trigo! De mí no podrán escapar ni los corredores más veloces, ni los soldados más fuertes, ni los guerreros más valientes, ni los flechadores más diestros, ni los que huyan a caballo; ¡hasta los más valientes huirán desnudos ese día! Les juro que así será.
Amós 2:9-16 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Ante sus ojos destruí a los amorreos; derribé sus frutos y les arranqué las raíces, aun cuando eran altos como los cedros y fuertes como las encinas. A ustedes los saqué de Egipto, y cuarenta años los guie por el desierto hasta hacerlos dueños del territorio amorreo. A algunos de sus hijos los hice profetas, y a otros los aparté para ser nazareos. ¿Acaso esto no es así, hijos de Israel? —Palabra del Señor. Pero ustedes dieron vino a los nazareos, y a los profetas les mandaron no profetizar. Por eso, voy a apretarlos allí donde están, como se aprieta un carro lleno de gavillas. Ni el ligero de pies podrá escapar, ni el fuerte podrá recurrir a su fuerza, ni el valiente podrá ponerse a salvo. Tampoco podrán resistir los arqueros, ni escaparán los que más veloces corran, ni se salvarán los que tengan caballos. Cuando llegue ese día, ¡aun los más valientes huirán desnudos! —Palabra del Señor.
Amós 2:9-16 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Yo, sin embargo, para abrirles paso a ustedes, destruí a los amorreos; los destruí por completo, aunque eran altos como cedros y fuertes como robles. Pero a ustedes los saqué de Egipto, y los conduje cuarenta años por el desierto para darles la tierra de ellos. Y no pueden negar, israelitas, que de entre ustedes a algunos los hice profetas y a otros nazareos.» El Señor lo afirma. «Pero ustedes obligaron a los nazareos a beber vino, y prohibieron a los profetas que hablaran en mi nombre. Pues bien, yo haré crujir la tierra bajo los pies de ustedes, como cruje una carreta cargada de trigo. Por mucho que corran, no escaparán; al más fuerte le faltarán las fuerzas, y no se salvará ni el más valiente. El arquero no resistirá, y no se salvarán ni el que corra con pies ligeros ni el que huya a caballo. Ese día, hasta el más valiente de los guerreros se despojará de sus armas para poder huir.» El Señor lo afirma.
Amós 2:9-16 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Yo destruí delante de ellos al amorreo, cuya altura era como la altura de los cedros, y fuerte como una encina; y destruí su fruto arriba y sus raíces abajo. Y a vosotros os hice subir de la tierra de Egipto, y os conduje por el desierto cuarenta años, para que entraseis en posesión de la tierra del amorreo. Y levanté de vuestros hijos para profetas, y de vuestros jóvenes para que fuesen nazareos. ¿No es esto así, dice Jehová, hijos de Israel? Mas vosotros disteis de beber vino a los nazareos, y a los profetas mandasteis diciendo: No profeticéis. Pues he aquí, yo os apretaré en vuestro lugar, como se aprieta el carro lleno de gavillas; y el ligero no podrá huir, y al fuerte no le ayudará su fuerza, ni el valiente librará su vida. El que maneja el arco no resistirá, ni escapará el ligero de pies, ni el que cabalga en caballo salvará su vida. El esforzado de entre los valientes huirá desnudo aquel día, dice Jehová.
Amós 2:9-16 La Biblia de las Américas (LBLA)
¶Yo destruí al amorreo delante de ellos, cuya altura era como la altura de los cedros, y era fuerte como las encinas; yo destruí su fruto por arriba y su raíz por abajo. Y a vosotros yo os hice subir de la tierra de Egipto, y os conduje por el desierto cuarenta años para que tomarais posesión de la tierra del amorreo. Y levanté profetas de entre vuestros hijos y nazareos de entre vuestros jóvenes. ¿No es así, hijos de Israel? —declara el SEÑOR. Pero vosotros hicisteis beber vino a los nazareos, y a los profetas les ordenasteis, diciendo: No profeticéis. He aquí, yo estoy oprimido debajo de vosotros como está oprimida una carreta llena de gavillas. Y la huida le fallará al ligero, y el fuerte no fortalecerá su poder, ni el valiente salvará su vida. El que empuña el arco no resistirá, el ligero de pies no escapará, ni el que monta a caballo salvará su vida. Y aun el más intrépido entre los valientes huirá desnudo aquel día —declara el SEÑOR.
Amós 2:9-16 Nueva Traducción Viviente (NTV)
»Pero ante los ojos de mi pueblo destruí a los amorreos, aunque eran tan altos como cedros y tan fuertes como robles. Destruí el fruto de sus ramas y arranqué sus raíces. Fui yo quien los rescató a ustedes de Egipto y los guio por el desierto durante cuarenta años para que pudieran poseer la tierra de los amorreos. Elegí a algunos de sus hijos para ser profetas y a otros para ser nazareos. ¿Acaso puedes negar esto, Israel, pueblo mío? —pregunta el SEÑOR—. Pero ustedes hicieron que los nazareos pecaran, forzándolos a beber vino, y les ordenaron a los profetas: “¡Cállense!” »Por lo tanto, haré que giman como una carreta cargada con gavillas de grano. Sus corredores más veloces no podrán escapar. El más fuerte entre ustedes se volverá débil. Ni siquiera los guerreros más poderosos serán capaces de salvarse. Los arqueros no podrán mantenerse firmes. Los más veloces no serán lo suficientemente rápidos para escapar. Ni siquiera los que montan a caballo podrán salvarse. En aquel día, los hombres de guerra más valientes dejarán caer sus armas y correrán por sus vidas», dice el SEÑOR.