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Amós 2:1-16

Amós 2:1-16 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)

Así dice el Señor: «Los de Moab han cometido tantas maldades que no dejaré de castigarlos; pues quemaron los huesos del rey de Edom hasta convertirlos en ceniza. Por eso pondré fuego a la región de Moab, y ese fuego destruirá los palacios de Queriot; y entre clamores de batalla y toques de trompeta, los moabitas morirán. ¡Quitaré al rey de en medio de su pueblo; lo mataré, y con él a sus hombres importantes!» Lo dice el Señor. Así dice el Señor: «Los de Judá han cometido tantas maldades que no dejaré de castigarlos; pues rechazaron las enseñanzas del Señor y no obedecieron sus leyes, sino que adoraron a los mismos ídolos que sus padres habían adorado. Por eso pondré fuego a Judá, y ese fuego destruirá los palacios de Jerusalén.» Así dice el Señor: «Los de Israel han cometido tantas maldades que no dejaré de castigarlos; pues venden al inocente por dinero y al pobre por un par de sandalias. Oprimen y humillan a los pobres, y se niegan a hacer justicia a los humildes. El padre y el hijo se acuestan con la misma mujer, profanando así mi santo nombre. Tendidos sobre ropas que recibieron en prenda, participan en comidas en honor de los ídolos; con dinero de multas injustas compran vino, que beben en el templo de su dios. Yo, sin embargo, para abrirles paso a ustedes, destruí a los amorreos; los destruí por completo, aunque eran altos como cedros y fuertes como robles. Pero a ustedes los saqué de Egipto, y los conduje cuarenta años por el desierto para darles la tierra de ellos. Y no pueden negar, israelitas, que de entre ustedes a algunos los hice profetas y a otros nazareos.» El Señor lo afirma. «Pero ustedes obligaron a los nazareos a beber vino, y prohibieron a los profetas que hablaran en mi nombre. Pues bien, yo haré crujir la tierra bajo los pies de ustedes, como cruje una carreta cargada de trigo. Por mucho que corran, no escaparán; al más fuerte le faltarán las fuerzas, y no se salvará ni el más valiente. El arquero no resistirá, y no se salvarán ni el que corra con pies ligeros ni el que huya a caballo. Ese día, hasta el más valiente de los guerreros se despojará de sus armas para poder huir.» El Señor lo afirma.

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Amós 2:1-16 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)

Así dice el SEÑOR: «Por tres pecados de Moab y por el cuarto, no anularé su castigo, porque quemaron los huesos del rey de Edom hasta calcinarlos. Por eso yo enviaré fuego sobre Moab que consumirá las fortalezas de Queriot. Y morirá Moab en medio del estrépito de gritos de guerra y toques de trompeta. Destruiré al gobernante en medio de su pueblo y junto con él mataré a todos sus oficiales», dice el SEÑOR. Así dice el SEÑOR: «Por tres pecados de Judá y por el cuarto, no anularé su castigo, porque rechazaron la Ley del SEÑOR y no obedecieron sus estatutos; porque se dejaron descarriar por falsos dioses, tras los que anduvieron sus antepasados. Por eso yo enviaré fuego sobre Judá que consumirá las fortalezas de Jerusalén». Así dice el SEÑOR: «Por tres pecados de Israel y por el cuarto, no anularé su castigo: Venden al justo por plata y al necesitado, por un par de sandalias. Pisan la cabeza de los desvalidos como si fuera el polvo de la tierra y niegan la justicia al oprimido. Padre e hijo se acuestan con la misma joven, profanando así mi santo nombre. Junto a cualquier altar se acuestan sobre ropa que tomaron en prenda, y el vino que han cobrado como multa lo beben en la casa de su dios. »Fui yo quien destruí a los amorreos delante de ellos; aunque eran altos como el cedro y fuertes como la encina; destruí su fruto arriba y sus raíces abajo. Yo mismo los saqué a ustedes de Egipto y los conduje cuarenta años por el desierto para que tomaran posesión de la tierra de los amorreos. »También levanté profetas de entre sus hijos y nazareos de entre sus jóvenes. ¿Acaso no fue así, israelitas?», afirma el SEÑOR. «Pero ustedes hicieron beber vino a los nazareos y ordenaron a los profetas que no profetizaran. »Pues bien, estoy por aplastarlos a ustedes como aplasta una carreta cargada de trigo. Entonces no habrá escapatoria para el ágil, ni el fuerte podrá valerse de su fuerza, ni el guerrero librará su vida. El arquero no se mantendrá firme, ni escapará con vida el ágil de piernas, ni se salvará el que monta a caballo. En aquel día huirá desnudo aun el más valiente de los guerreros», afirma el SEÑOR.

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Amós 2:1-16 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

El Dios de Israel ha dicho: «Ustedes, habitantes de Moab, han llegado al colmo de la maldad. Por eso, ¡no los perdonaré! Quemaron los huesos del rey de Edom hasta dejarlos hechos cenizas. Por eso les prenderé fuego a las ciudades de Moab, y dejaré hechos cenizas los palacios de Queriot; ¡ustedes, moabitas, perderán la vida entre gritos de batalla y toques de trompeta! ¡Yo les quitaré la vida a su rey y a sus jefes! Les juro que así será». El Dios de Israel ha dicho: «Ustedes, habitantes de Judá, han llegado al colmo de la maldad. Por eso, ¡no los perdonaré! Rechazaron mis enseñanzas y no quisieron obedecerlas. Prefirieron adorar a los dioses falsos que antes adoraron sus antepasados. »Por eso les prenderé fuego a las ciudades de Judá, y dejaré hechos cenizas los palacios de Jerusalén». El Dios de Israel ha dicho: «Ustedes, pueblo de Israel, han llegado al colmo de la maldad. Por eso, ¡no los perdonaré! A la gente humilde y honrada la venden como esclava por unas cuantas monedas y hasta por un par de zapatos; a los pobres los humillan, los arrastran por el suelo y son injustos con ellos; los padres y los hijos me ofenden al tener relaciones sexuales con una misma mujer. Se acuestan con ella junto a cualquier altar; se acuestan sobre la ropa que algún pobre les dejó como garantía de pago; con el dinero de multas injustas compran vino y se emborrachan en el templo de su dios. »Pueblo de Israel, yo los saqué de Egipto, y durante cuarenta años los guie a través del desierto; destruí por completo a los amorreos y les di a ustedes su país, aunque ellos eran un pueblo de mucha fuerza y gran estatura. De entre los hijos de ustedes, elegí a algunos como profetas y a otros los aparté como nazireos. ¡Díganme ustedes si miento! Les juro que así fue. »Pero ustedes, pueblo de Israel, emborracharon a los nazireos y no dejaron que los profetas les comunicaran mis mensajes. »Por eso, pueblo de Israel, ¡yo los aplastaré contra el suelo, como si los aplastara una carreta cargada de trigo! De mí no podrán escapar ni los corredores más veloces, ni los soldados más fuertes, ni los guerreros más valientes, ni los flechadores más diestros, ni los que huyan a caballo; ¡hasta los más valientes huirán desnudos ese día! Les juro que así será.

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Amós 2:1-16 Reina Valera Contemporánea (RVC)

Así ha dicho el Señor: Por tres pecados de Moab, y por el cuarto, no revocaré su castigo. Por haber quemado los huesos del rey de Edom hasta reducirlos a cenizas, le prenderé fuego a Moab, y este consumirá los palacios de Queriot. Moab morirá en medio de gran tumulto, con gran estrépito y sonido de trompeta. Y quitaré de en medio al juez, y con él mataré a todos sus príncipes. —Palabra del Señor. Así ha dicho el Señor: Por tres pecados de Judá, y por el cuarto, no revocaré su castigo. Por haber menospreciado mi ley y por no cumplir con mis ordenanzas; por haber seguido a falsos ídolos, tras los cuales se descarriaron sus padres, le prenderé fuego a Judá, y este consumirá los palacios de Jerusalén. Así ha dicho el Señor: Por tres pecados de Israel, y por el cuarto, no revocaré su castigo. Porque han vendido al justo por dinero, y al pobre por un par de zapatos; han aplastado en el suelo a los desvalidos, han torcido el camino de los humildes; ¡hijos y padres profanan mi santo nombre al acostarse con la misma joven! Junto a cualquier altar se acuestan sobre las ropas que reciben en empeño, y en la casa de sus dioses se embriagan con el vino que reciben como multa. Ante sus ojos destruí a los amorreos; derribé sus frutos y les arranqué las raíces, aun cuando eran altos como los cedros y fuertes como las encinas. A ustedes los saqué de Egipto, y cuarenta años los guie por el desierto hasta hacerlos dueños del territorio amorreo. A algunos de sus hijos los hice profetas, y a otros los aparté para ser nazareos. ¿Acaso esto no es así, hijos de Israel? —Palabra del Señor. Pero ustedes dieron vino a los nazareos, y a los profetas les mandaron no profetizar. Por eso, voy a apretarlos allí donde están, como se aprieta un carro lleno de gavillas. Ni el ligero de pies podrá escapar, ni el fuerte podrá recurrir a su fuerza, ni el valiente podrá ponerse a salvo. Tampoco podrán resistir los arqueros, ni escaparán los que más veloces corran, ni se salvarán los que tengan caballos. Cuando llegue ese día, ¡aun los más valientes huirán desnudos! —Palabra del Señor.

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Amós 2:1-16 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)

Así ha dicho Jehová: Por tres pecados de Moab, y por el cuarto, no revocaré su castigo; porque quemó los huesos del rey de Edom hasta calcinarlos. Prenderé fuego en Moab, y consumirá los palacios de Queriot; y morirá Moab con tumulto, con estrépito y sonido de trompeta. Y quitaré el juez de en medio de él, y mataré con él a todos sus príncipes, dice Jehová. Así ha dicho Jehová: Por tres pecados de Judá, y por el cuarto, no revocaré su castigo; porque menospreciaron la ley de Jehová, y no guardaron sus ordenanzas, y les hicieron errar sus mentiras, en pos de las cuales anduvieron sus padres. Prenderé, por tanto, fuego en Judá, el cual consumirá los palacios de Jerusalén. Así ha dicho Jehová: Por tres pecados de Israel, y por el cuarto, no revocaré su castigo; porque vendieron por dinero al justo, y al pobre por un par de zapatos. Pisotean en el polvo de la tierra las cabezas de los desvalidos, y tuercen el camino de los humildes; y el hijo y su padre se llegan a la misma joven, profanando mi santo nombre. Sobre las ropas empeñadas se acuestan junto a cualquier altar; y el vino de los multados beben en la casa de sus dioses. Yo destruí delante de ellos al amorreo, cuya altura era como la altura de los cedros, y fuerte como una encina; y destruí su fruto arriba y sus raíces abajo. Y a vosotros os hice subir de la tierra de Egipto, y os conduje por el desierto cuarenta años, para que entraseis en posesión de la tierra del amorreo. Y levanté de vuestros hijos para profetas, y de vuestros jóvenes para que fuesen nazareos. ¿No es esto así, dice Jehová, hijos de Israel? Mas vosotros disteis de beber vino a los nazareos, y a los profetas mandasteis diciendo: No profeticéis. Pues he aquí, yo os apretaré en vuestro lugar, como se aprieta el carro lleno de gavillas; y el ligero no podrá huir, y al fuerte no le ayudará su fuerza, ni el valiente librará su vida. El que maneja el arco no resistirá, ni escapará el ligero de pies, ni el que cabalga en caballo salvará su vida. El esforzado de entre los valientes huirá desnudo aquel día, dice Jehová.

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Amós 2:1-16 La Biblia de las Américas (LBLA)

Así dice el SEÑOR: Por tres transgresiones de Moab, y por cuatro, no revocaré su castigo, porque quemó los huesos del rey de Edom hasta calcinarlos. Enviaré, pues, fuego sobre Moab, que consumirá los palacios de Queriot, y Moab morirá entre el tumulto, entre gritos de guerra y sonido de trompeta. También extirparé al juez de en medio de ella, y mataré a todos sus príncipes con él —dice el SEÑOR. ¶Así dice el SEÑOR: Por tres transgresiones de Judá, y por cuatro, no revocaré su castigo, porque desecharon la ley del SEÑOR y no guardaron sus estatutos; también les han hecho errar sus mentiras, tras las cuales anduvieron sus padres. Enviaré, pues, fuego sobre Judá, y consumirá los palacios de Jerusalén. ¶Así dice el SEÑOR: Por tres transgresiones de Israel, y por cuatro, no revocaré su castigo, porque venden al justo por dinero y al necesitado por un par de sandalias. Los que pisotean en el polvo de la tierra la cabeza de los desvalidos, también tuercen el camino de los humildes. Un hombre y su padre se llegan a la misma joven profanando mi santo nombre; sobre ropas empeñadas se tienden junto a cualquier altar, y el vino de los que han sido multados beben en la casa de su Dios. ¶Yo destruí al amorreo delante de ellos, cuya altura era como la altura de los cedros, y era fuerte como las encinas; yo destruí su fruto por arriba y su raíz por abajo. Y a vosotros yo os hice subir de la tierra de Egipto, y os conduje por el desierto cuarenta años para que tomarais posesión de la tierra del amorreo. Y levanté profetas de entre vuestros hijos y nazareos de entre vuestros jóvenes. ¿No es así, hijos de Israel? —declara el SEÑOR. Pero vosotros hicisteis beber vino a los nazareos, y a los profetas les ordenasteis, diciendo: No profeticéis. He aquí, yo estoy oprimido debajo de vosotros como está oprimida una carreta llena de gavillas. Y la huida le fallará al ligero, y el fuerte no fortalecerá su poder, ni el valiente salvará su vida. El que empuña el arco no resistirá, el ligero de pies no escapará, ni el que monta a caballo salvará su vida. Y aun el más intrépido entre los valientes huirá desnudo aquel día —declara el SEÑOR.

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Amós 2:1-16 Nueva Traducción Viviente (NTV)

Esto es lo que dice el SEÑOR: «¡Los habitantes de Moab han pecado una y otra vez y no permitiré que queden sin castigo! Profanaron los huesos del rey de Edom, reduciéndolos a cenizas. Por lo tanto, haré caer fuego sobre la tierra de Moab, y todas las fortalezas de Queriot serán destruidas. Los habitantes caerán en el ruido de la batalla, entre gritos de guerra y toques del cuerno de carnero. Y destruiré a su rey y masacraré a todos sus príncipes», dice el SEÑOR. Esto es lo que dice el SEÑOR: «¡Los habitantes de Judá han pecado una y otra vez y no permitiré que queden sin castigo! Rechazaron la instrucción del SEÑOR y se negaron a obedecer sus decretos. Se han descarriado por las mismas mentiras que engañaron a sus antepasados. Por lo tanto, haré caer fuego sobre Judá, y todas las fortalezas de Jerusalén serán destruidas». Esto es lo que dice el SEÑOR: «¡Los habitantes de Israel han pecado una y otra vez y no permitiré que queden sin castigo! Venden por dinero a la gente honrada y a los pobres por un par de sandalias. Pisotean en el polvo a los indefensos y quitan a los oprimidos del camino. Tanto el padre como el hijo se acuestan con la misma mujer y así profanan mi santo nombre. En sus festivales religiosos están a sus anchas usando la ropa que sus deudores dejaron en garantía. En la casa de sus dioses beben vino comprado con dinero de multas injustas. »Pero ante los ojos de mi pueblo destruí a los amorreos, aunque eran tan altos como cedros y tan fuertes como robles. Destruí el fruto de sus ramas y arranqué sus raíces. Fui yo quien los rescató a ustedes de Egipto y los guio por el desierto durante cuarenta años para que pudieran poseer la tierra de los amorreos. Elegí a algunos de sus hijos para ser profetas y a otros para ser nazareos. ¿Acaso puedes negar esto, Israel, pueblo mío? —pregunta el SEÑOR—. Pero ustedes hicieron que los nazareos pecaran, forzándolos a beber vino, y les ordenaron a los profetas: “¡Cállense!” »Por lo tanto, haré que giman como una carreta cargada con gavillas de grano. Sus corredores más veloces no podrán escapar. El más fuerte entre ustedes se volverá débil. Ni siquiera los guerreros más poderosos serán capaces de salvarse. Los arqueros no podrán mantenerse firmes. Los más veloces no serán lo suficientemente rápidos para escapar. Ni siquiera los que montan a caballo podrán salvarse. En aquel día, los hombres de guerra más valientes dejarán caer sus armas y correrán por sus vidas», dice el SEÑOR.

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