Hechos 26:14-19
Hechos 26:14-19 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Todos caímos al suelo y yo oí una voz que me decía en hebreo: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? ¡Solo te haces daño a ti mismo!”. Entonces pregunté: “¿Quién eres, Señor?”. “Yo soy Jesús, a quien tú persigues —me contestó el Señor—. Ahora, ponte en pie. Me he aparecido a ti con el fin de designarte siervo y testigo de lo que has visto de mí y de lo que te voy a revelar. Te libraré de tu propio pueblo y de los no judíos. Te envío a ellos para que les abras los ojos y se conviertan de las tinieblas a la luz y del poder de Satanás a Dios, a fin de que, por la fe en mí, reciban el perdón de los pecados y la herencia entre los santificados”. »Así que, rey Agripa, no fui desobediente a esa visión celestial.
Hechos 26:14-19 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Todos caímos al suelo. Luego oí una voz que venía del cielo, y que me dijo en arameo: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? ¡Solo los tontos pelean contra mí!” »Entonces respondí: “¿Quién eres, Señor?” »Él me contestó: “Yo soy Jesús. Es a mí a quien estás persiguiendo. Levántate, porque me he aparecido ante ti para nombrarte como uno de mis servidores. Quiero que anuncies lo que ahora sabes de mí, y también lo que sabrás después. Te enviaré a hablar con los judíos y con los que no son judíos, y no dejaré que ninguno de ellos te haga daño. Quiero que hables con ellos, para que se den cuenta de todo lo malo que hacen, y para que comiencen a obedecer a Dios. Ellos ahora caminan como si estuvieran ciegos, pero tú les abrirás los ojos. Así dejarán de obedecer a Satanás, y obedecerán a Dios. Podrán creer en mí, y Dios les perdonará sus pecados. Así serán parte del santo pueblo de Dios.” »Gran rey Agripa, yo no desobedecí esa visión que Dios puso ante mí.
Hechos 26:14-19 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Todos rodamos por tierra. Y entonces oí una voz que me hablaba en arameo, y me decía: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Dura cosa te es dar de coces contra el aguijón.” Yo pregunté: “¿Quién eres, Señor?” Y el Señor me dijo: “Yo soy Jesús, a quien tú persigues. Ponte de pie, que me he aparecido a ti porque tú vas a ser ministro y testigo de lo que has visto, y de lo que aún te voy a mostrar. Yo te libraré de tu pueblo y de los no judíos, y quiero que vayas a ellos para que les abras los ojos y se conviertan de las tinieblas a la luz, y del poder de Satanás al poder de Dios; para que por la fe en mí, reciban el perdón de sus pecados y la herencia de los que han sido santificados.” »Por eso, rey Agripa, no desobedecí esa visión celestial
Hechos 26:14-19 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Todos caímos al suelo, y oí una voz que me decía en hebreo: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Te estás haciendo daño a ti mismo, como si dieras coces contra el aguijón.” Entonces dije: “¿Quién eres, Señor?” El Señor me contestó: “Yo soy Jesús, el mismo a quien estás persiguiendo. Pero levántate, ponte de pie, porque me he aparecido a ti para designarte como mi servidor y testigo de lo que ahora has visto y de lo que todavía has de ver de mí. Te voy a librar de los judíos y también de los no judíos, a los cuales ahora te envío. Te mando a ellos para que les abras los ojos y no caminen más en la oscuridad, sino en la luz; para que no sigan bajo el poder de Satanás, sino que sigan a Dios; y para que crean en mí y reciban así el perdón de los pecados y una herencia en el pueblo santo de Dios.” »Así que, oh rey Agripa, no desobedecí a la visión del cielo
Hechos 26:14-19 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Y habiendo caído todos nosotros en tierra, oí una voz que me hablaba, y decía en lengua hebrea: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Dura cosa te es dar coces contra el aguijón. Yo entonces dije: ¿Quién eres, Señor? Y el Señor dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues. Pero levántate, y ponte sobre tus pies; porque para esto he aparecido a ti, para ponerte por ministro y testigo de las cosas que has visto, y de aquellas en que me apareceré a ti, librándote de tu pueblo, y de los gentiles, a quienes ahora te envío, para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados. Por lo cual, oh rey Agripa, no fui rebelde a la visión celestial
Hechos 26:14-19 La Biblia de las Américas (LBLA)
Y después de que todos caímos al suelo, oí una voz que me decía en el idioma hebreo: «Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Dura cosa te es dar coces contra el aguijón». Yo entonces dije: «¿Quién eres, Señor?». Y el Señor dijo: «Yo soy Jesús a quien tú persigues. Pero levántate y ponte en pie; porque te he aparecido con el fin de designarte como ministro y testigo, no solo de las cosas quehas visto, sino también de aquellas en que me apareceré a ti; librándote del pueblo judío y de los gentiles, a los cuales yo te envío, para que abras sus ojos a fin de que se vuelvan de la oscuridad a la luz, y del dominio de Satanás a Dios, para que reciban, por la fe en mí, el perdón de pecados y herencia entre los que han sido santificados». Por consiguiente, oh rey Agripa, no fui desobediente a la visión celestial
Hechos 26:14-19 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Todos caímos al suelo y escuché una voz que me decía en arameo: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Es inútil que luches contra mi voluntad”. »“¿Quién eres, señor?”, pregunté. »Y el Señor contestó: “Yo soy Jesús, a quien tú persigues. Ahora, ¡levántate! Pues me aparecí ante ti para designarte como mi siervo y testigo. Dile a la gente que me has visto y lo que te mostraré en el futuro. Y yo te rescataré de tu propia gente y de los gentiles. Sí, te envío a los gentiles para que les abras los ojos, a fin de que pasen de la oscuridad a la luz, y del poder de Satanás a Dios. Entonces recibirán el perdón de sus pecados y se les dará un lugar entre el pueblo de Dios, el cual es apartado por la fe en mí”. »Por lo tanto, rey Agripa, obedecí esa visión del cielo.