2 Samuel 2:1-7
2 Samuel 2:1-7 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Pasado algún tiempo, David consultó al SEÑOR: —¿Debo ir a alguna de las ciudades de Judá? —Sí, debes ir —respondió el SEÑOR. —¿Y a qué ciudad quieres que vaya? —A Hebrón. Así que David fue allá con sus dos esposas, Ajinoán la jezrelita y Abigaíl, la viuda de Nabal de Carmel. Se llevó además a sus hombres, cada cual acompañado de su familia, y todos se establecieron en Hebrón y sus aldeas. Entonces los habitantes de Judá fueron a Hebrón y allí ungieron a David como rey de su tribu. Además, le comunicaron que los habitantes de Jabés de Galaad habían sepultado a Saúl. Entonces David envió a los de Jabés el siguiente mensaje: «Que el SEÑOR los bendiga por haberle sido fieles a su señor Saúl y por darle sepultura. Y ahora, que el SEÑOR muestre a ustedes su amor y fidelidad, aunque yo también quiero recompensarlos por esto que han hecho. Cobren ánimo y sean valientes, pues aunque su señor Saúl ha muerto, la tribu de Judá me ha ungido como su rey».
2 Samuel 2:1-7 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Después de esto, David consultó a Dios: —¿Puedo regresar a alguno de los pueblos de Judá? Y Dios respondió: —Claro que puedes regresar. Pero David insistió: —¿Y a qué pueblo iré? Y Dios le contestó: —Ve a Hebrón. Y David se fue a Hebrón con Ahinóam y Abigail, que eran sus dos esposas. Ahinóam era del pueblo de Jezreel, y Abigail había sido esposa de Nabal. David se llevó también a sus soldados con sus familias, y todos ellos vivieron en los pueblos cercanos a Hebrón. Entonces la gente de Judá fue a donde estaba David y le derramó aceite sobre la cabeza. Así lo declararon rey de Judá. Y como le informaron que la gente de Jabés de Galaad había enterrado a Saúl, David envió a los de Jabés este mensaje: «Que Dios los bendiga por ser tan fieles al rey, pues hasta lo enterraron. Que Dios los trate siempre con mucho amor, y que nunca los abandone. Yo también haré lo mismo por el bien que han hecho. Así que anímense y sean valientes, porque aunque Saúl ha muerto, ya la gente de Judá me hizo rey».
2 Samuel 2:1-7 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Después de la muerte de Saúl y Jonatán, David fue a consultar al Señor y le preguntó: «¿Debo ir a alguna de las ciudades de Judá?» Y el Señor le dijo que sí, pero David volvió a preguntarle: «¿Y a qué ciudad debo ir?» Y el Señor le dijo: «Ve a Hebrón.» David se dio prisa y fue allá, y se llevó consigo a sus dos mujeres, Ajinoán la jezreelita, y Abigaíl, la viuda de Nabal, el de Carmel. También fueron con él los soldados que siempre lo habían acompañado, y junto con sus familias se quedaron a vivir en las ciudades de Hebrón. Fue allí donde los jefes de Judá se reunieron para consagrar a David como rey sobre la tribu de Judá. Cuando David se enteró de que los habitantes de Jabés de Galaad habían sepultado a Saúl, les envió el siguiente mensaje: «Que el Señor los bendiga por haber tratado con misericordia a Saúl, su señor, dándole sepultura. Que el Señor los trate con la misma misericordia y lealtad, y yo mismo me comprometo a tratarlos así por lo que han hecho. Y ahora que ha muerto Saúl, su señor, esfuércense y cobren ánimo, pues los de la tribu de Judá han resuelto consagrarme como su rey.»
2 Samuel 2:1-7 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Después de esto, David consultó al Señor y le dijo: —¿Debo ir a alguna de las ciudades de Judá? El Señor le contestó: —Sí, debes ir. Entonces David preguntó: —¿A dónde debo ir? Y el Señor respondió: —A Hebrón. David fue allá con sus dos mujeres: Ahinóam, la del pueblo de Jezreel, y Abigail, la viuda de Nabal, el de Carmel. También se llevó a sus compañeros, con sus respectivas familias, y se establecieron en las ciudades de Hebrón. Llegaron después los hombres de Judá, y consagraron allí a David como rey de Judá. Cuando le contaron a David que los de Jabés de Galaad eran los que habían enterrado a Saúl, envió David unos mensajeros a decirles: «Que el Señor los bendiga por tratar con tanta bondad a Saúl, su señor, dándole sepultura. Y que el Señor los trate a ustedes con bondad y fidelidad. Yo, por mi parte, los trataré bien a ustedes por esto que han hecho. Pero ahora, cobren ustedes ánimo y valor, pues aunque ha muerto Saúl, su señor, la tribu de Judá me ha consagrado para que yo sea su rey.»
2 Samuel 2:1-7 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Después de esto aconteció que David consultó a Jehová, diciendo: ¿Subiré a alguna de las ciudades de Judá? Y Jehová le respondió: Sube. David volvió a decir: ¿A dónde subiré? Y él le dijo: A Hebrón. David subió allá, y con él sus dos mujeres, Ahinoam jezreelita y Abigail, la que fue mujer de Nabal el de Carmel. Llevó también David consigo a los hombres que con él habían estado, cada uno con su familia; los cuales moraron en las ciudades de Hebrón. Y vinieron los varones de Judá y ungieron allí a David por rey sobre la casa de Judá. Y dieron aviso a David, diciendo: Los de Jabes de Galaad son los que sepultaron a Saúl. Entonces envió David mensajeros a los de Jabes de Galaad, diciéndoles: Benditos seáis vosotros de Jehová, que habéis hecho esta misericordia con vuestro señor, con Saúl, dándole sepultura. Ahora, pues, Jehová haga con vosotros misericordia y verdad; y yo también os haré bien por esto que habéis hecho. Esfuércense, pues, ahora vuestras manos, y sed valientes; pues muerto Saúl vuestro señor, los de la casa de Judá me han ungido por rey sobre ellos.
2 Samuel 2:1-7 La Biblia de las Américas (LBLA)
Después de esto sucedió que David consultó al SEÑOR, diciendo: ¿Subiré a alguna de las ciudades de Judá? Y el SEÑOR le dijo: Sube. Y David dijo: ¿Adónde subiré? Y Él dijo: A Hebrón. Entonces David subió allá, y también sus dos mujeres, Ahinoam jezreelita y Abigail, viuda de Nabal, el de Carmel. Y trajo David a los hombres que estaban con él, cada uno con su familia; y habitaron en las ciudades de Hebrón. Vinieron los hombres de Judá y ungieron allí a David como rey sobre la casa de Judá. Y avisaron a David, diciendo: Fueron los hombres de Jabes de Galaad los que sepultaron a Saúl. Y David envió mensajeros a los hombres de Jabes de Galaad, a decirles: Benditos seáis del SEÑOR, porque habéis mostrado esta bondad a Saúl vuestro señor, y lo habéis sepultado. Ahora, que el SEÑOR os muestre misericordia y verdad; y yo también os haré bien por esto que habéis hecho. Fortaleced, pues, vuestras manos, y sed valientes porque Saúl vuestro señor ha muerto, y la casa de Judá me ha ungido rey sobre ellos.
2 Samuel 2:1-7 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Después de esto, David le preguntó al SEÑOR: —¿Debo regresar a alguna de las ciudades de Judá? —Sí —respondió el SEÑOR. —¿A qué ciudad debo ir? —preguntó David. —A Hebrón —contestó el SEÑOR. Las dos esposas de David eran Ahinoam de Jezreel y Abigail, la viuda de Nabal de Carmelo. David, sus esposas y los hombres de David junto con sus familias se mudaron a Judá, y se establecieron en las aldeas cercanas a Hebrón. Después llegaron los hombres de Judá y ungieron a David rey del pueblo de Judá. Cuando David se enteró de que los hombres de Jabes de Galaad habían enterrado a Saúl, les envió el siguiente mensaje: «Que el SEÑOR los bendiga por haber sido tan leales a su señor Saúl y por haberle dado un entierro digno. ¡Que el SEÑOR, a cambio, sea leal a ustedes y los recompense con su amor inagotable! Yo también los recompensaré por lo que han hecho. Ahora que Saúl ha muerto, les pido que sean mis súbditos valientes y leales, igual que el pueblo de Judá, que me ha ungido como su nuevo rey».