2 Reyes 10:24-27
2 Reyes 10:24-27 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Y cuando ellos entraron para hacer sacrificios y holocaustos, Jehú puso fuera a ochenta hombres, y les dijo: Cualquiera que dejare vivo a alguno de aquellos hombres que yo he puesto en vuestras manos, su vida será por la del otro. Y después que acabaron ellos de hacer el holocausto, Jehú dijo a los de su guardia y a los capitanes: Entrad, y matadlos; que no escape ninguno. Y los mataron a espada, y los dejaron tendidos los de la guardia y los capitanes. Y fueron hasta el lugar santo del templo de Baal, y sacaron las estatuas del templo de Baal, y las quemaron. Y quebraron la estatua de Baal, y derribaron el templo de Baal, y lo convirtieron en letrinas hasta hoy.
2 Reyes 10:24-27 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Entonces pasaron para ofrecer sacrificios y holocaustos. Ahora bien, Jehú había apostado una guardia de ochenta soldados a la entrada con esta advertencia: «Ustedes me responden por estos hombres. El que deje escapar a uno solo de ellos, lo pagará con su vida». Así que, tan pronto como terminó de ofrecer el holocausto, Jehú ordenó a los guardias y oficiales: «¡Entren y mátenlos! ¡Que no escape nadie!». Y los mataron a filo de espada y los echaron fuera. Luego los guardias y los oficiales entraron en el santuario del templo de Baal, sacaron la piedra sagrada que estaba allí, y la quemaron. Además de tumbar la piedra sagrada, derribaron el templo de Baal y lo convirtieron en un muladar. Así ha quedado hasta el día de hoy.
2 Reyes 10:24-27 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Los adoradores de Baal entraron en el templo para ofrecer sacrificios. Mientras tanto, Jehú puso afuera a ochenta hombres y les dijo: «Si alguno de ustedes deja escapar a uno solo de los adoradores de Baal, lo pagará con su propia vida». Cuando Jehú terminó de ofrecer el sacrificio, les dijo a los soldados: «¡Entren y maten a todos! ¡Que no escape nadie!» Entonces ellos entraron y los mataron, y luego sacaron de allí los cuerpos. Después entraron en la sala principal del templo de Baal, y sacaron las imágenes de Astarté y las quemaron. También destruyeron el altar de Baal y su templo, y lo convirtieron en un basurero, el cual permaneció allí hasta el día en que esto se escribió.
2 Reyes 10:24-27 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Cuando ellos entraron para ofrecer los sacrificios y holocaustos, Jehú apostó fuera del templo a ochenta hombres, y les dijo: «El que deje vivo a cualquiera de los hombres que yo he puesto en sus manos, lo pagará con su vida.» Cuando aquellos acabaron de ofrecer el holocausto, Jehú dijo a los de su guardia y a los capitanes: «¡Entren, y mátenlos! ¡Que no escape ninguno!» Y los de la guardia y los capitanes los mataron a filo de espada, y los dejaron tendidos. Luego fueron hasta el lugar santo del templo de Baal y sacaron del templo las estatuas y las quemaron. También hicieron pedazos la estatua de Baal y derribaron su templo, y hasta el día de hoy ese templo es un muladar.
2 Reyes 10:24-27 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Los adoradores de Baal entraron en el templo para ofrecer sacrificios y holocaustos. Mientras tanto, Jehú puso ochenta hombres afuera, y les advirtió: —Quien deje escapar a alguno de los hombres que he puesto en sus manos, lo pagará con su vida. Y al terminar Jehú de ofrecer el holocausto, ordenó a los guardias y oficiales: —¡Entren y mátenlos! ¡Que no escape ninguno! Los hombres de Jehú los mataron a filo de espada, y luego los arrojaron de allí. Después entraron en el santuario del templo de Baal, y sacaron los troncos sagrados y los quemaron. Derribaron también el altar y el templo de Baal, y lo convirtieron todo en un muladar, que existe hasta el presente.
2 Reyes 10:24-27 La Biblia de las Américas (LBLA)
Entonces entraron a ofrecer sacrificios y holocaustos. Y Jehú había colocado ochenta hombres afuera, y había dicho: El que permita escapar a uno de los hombres que yo ponga en vuestras manos, dará su vida por la de él. Y tan pronto como acabó de ofrecer el holocausto, Jehú dijo a la guardia y a los oficiales reales: Entrad, matadlos; que ninguno salga. Y los mataron a filo de espada; y la guardia y los oficiales reales los echaron fuera, y llegaron hasta el aposento interior de la casa de Baal. Y sacaron los pilares sagrados de la casa de Baal, y los quemaron. También derribaron el pilar sagrado de Baal y demolieron la casa de Baal, y la convirtieron en una letrina, hasta hoy.
2 Reyes 10:24-27 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Así que estaban todos adentro del templo para ofrecer sacrificios y ofrendas quemadas. Ahora bien, Jehú había puesto a ochenta de sus hombres fuera del edificio y les había advertido: «Si dejan que alguno se escape, pagarán con su propia vida». Apenas Jehú terminó de sacrificar la ofrenda quemada, les ordenó a sus guardias y oficiales: «¡Entren y mátenlos a todos! ¡Que no escape nadie!». Así que los guardias y oficiales los mataron a filo de espada y arrastraron los cuerpos fuera. Luego los hombres de Jehú entraron en la fortaleza más recóndita del templo de Baal y sacaron a rastras la columna sagrada que se usaba para rendir culto a Baal y la quemaron. Destrozaron la columna sagrada, demolieron el templo de Baal y lo convirtieron en un baño público; y así quedó hasta el día de hoy.