2 Reyes 1:7-17
2 Reyes 1:7-17 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
El rey preguntó: —¿Qué aspecto tenía el hombre que les salió al encuentro y les habló de ese modo? —Llevaba puesto un manto de piel y tenía un cinturón de cuero atado a la cintura —contestaron ellos. —¡Ah! ¡Era Elías el tisbita! —exclamó el rey. Y enseguida envió a un capitán con cincuenta soldados a buscarlo. El capitán fue y encontró a Elías sentado en la cima de un monte. —Hombre de Dios —dijo—, el rey le ordena que baje. —Si soy hombre de Dios —respondió Elías—, ¡que caiga fuego del cielo y te consuma junto con tus cincuenta soldados! Al instante cayó fuego del cielo y consumió al capitán y a sus soldados. Así que el rey envió a otro capitán con otros cincuenta soldados en busca de Elías. —Hombre de Dios —dijo—, el rey le ordena que baje inmediatamente. —Si soy hombre de Dios —repuso Elías—, ¡que caiga fuego del cielo y te consuma junto con tus cincuenta soldados! Una vez más, fuego de Dios cayó del cielo y consumió al oficial y a sus soldados. Por tercera vez el rey envió a un capitán con otros cincuenta soldados. Cuando este llegó hasta donde estaba Elías, se puso de rodillas delante de él y le imploró: —Hombre de Dios, le ruego que respete mi vida y la de estos cincuenta servidores suyos. Sé bien que cayó fuego del cielo y consumió a los dos primeros capitanes y a sus soldados. Por eso le pido ahora que respete mi vida. El ángel del SEÑOR ordenó a Elías: «Baja con él; no le tengas miedo». Así que Elías se levantó y bajó con el oficial para ver al rey, a quien le dijo: «Así dice el SEÑOR: “Enviaste mensajeros a consultar a Baal Zebub, dios de Ecrón. ¿Acaso no hay Dios en Israel a quien puedas consultar? Puesto que has actuado así, ya no te levantarás de tu lecho de enfermo, sino que morirás, sin duda alguna”». Así fue como murió el rey, según la palabra que el SEÑOR había anunciado por medio de Elías. Como Ocozías no llegó a tener hijos, Jorán lo sucedió en el trono. Esto aconteció en el segundo año de Jorán, hijo de Josafat y rey de Judá.
2 Reyes 1:7-17 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
El rey les preguntó a los mensajeros: —¿Cómo era ese hombre que fue a buscarlos? Ellos le contestaron: —Era un tipo todo velludo, que llevaba puesto un taparrabos de cuero. El rey dijo: —¡No hay duda, es Elías! Entonces envió a un capitán con cincuenta soldados para que buscaran a Elías. Cuando el capitán encontró a Elías sentado en lo alto de un cerro, le dijo: —Profeta, el rey ordena que bajes a verlo. Pero Elías le contestó: —Ya que soy profeta, pido que caiga fuego del cielo y te queme a ti y a tus cincuenta soldados. Enseguida cayó fuego del cielo y mató al capitán y a los cincuenta soldados. Luego el rey mandó a otro capitán con cincuenta soldados más. Cuando el capitán encontró a Elías le dijo: —Profeta, el rey te ordena que bajes rápidamente. Pero Elías le contestó: —Ya que soy profeta, pido que caiga fuego del cielo y te queme a ti y a tus cincuenta soldados. Y volvió a caer fuego del cielo, y mató al capitán y a los cincuenta soldados. El rey mandó por tercera vez a otro capitán con cincuenta soldados. Pero este capitán subió a donde estaba Elías, se arrodilló delante de él y le rogó: —Profeta, ya sé que los soldados que vinieron antes de mí murieron consumidos por el fuego que cayó del cielo. Te suplico que no nos mates, ¡somos tus esclavos! ¡Por favor, perdónanos la vida! El ángel de Dios le dijo a Elías: «Puedes ir con él. No le tengas miedo». Entonces Elías bajó y fue con el capitán a ver al rey. Al llegar, Elías le dijo al rey: «Dios no te va a sanar, sino que morirás, pues has consultado con Baal-zebub, el dios de Ecrón, como si en Israel no hubiera Dios». El rey Ocozías murió como se lo había anunciado Dios por medio de Elías. Y como Ocozías nunca tuvo hijos, en su lugar reinó su hermano Joram. Esto sucedió durante el segundo año del reinado de Joram hijo de Josafat en Judá.
2 Reyes 1:7-17 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Y el rey preguntó: «¿Qué apariencia tenía el varón que encontraron, y que les dijo eso?» Y ellos respondieron: «Iba vestido con pieles de animales, y se ceñía con un cinturón de cuero. » Entonces el rey dijo: «Se trata de Elías, el tisbita.» Enseguida el rey mandó a un capitán con cincuenta soldados a buscar a Elías, que estaba sentado en la cumbre del monte. El capitán subió a verlo, y le dijo: «Varón de Dios, el rey te pide que bajes.» Pero Elías le respondió al capitán: «Si soy un varón de Dios, que caiga fuego del cielo y te consuma con tus cincuenta soldados.» Al instante cayó fuego del cielo, y consumió al capitán y a sus cincuenta soldados. Entonces el rey envió a otro capitán con otros cincuenta soldados, y este le dijo lo mismo: «Varón de Dios, el rey te pide que bajes pronto.» Y Elías respondió: «Si soy un varón de Dios, que caiga fuego del cielo y te consuma con tus cincuenta soldados.» Y al instante cayó fuego del cielo, y consumió al capitán y a sus cincuenta soldados. Pero el rey volvió a enviar a un tercer capitán, también con cincuenta soldados, y cuando este estuvo frente a Elías, se puso de rodillas y le dijo: «Varón de Dios, te ruego que me perdones la vida, y la de estos cincuenta siervos tuyos. El fuego que ha caído del cielo ha consumido a los dos primeros capitanes y a sus cincuenta soldados; dígnate salvarme la vida, si crees que vale algo.» Entonces el ángel de Dios le dijo a Elías: «No tengas miedo. Puedes ir con él.» Y Elías bajó del monte y fue a ver al rey. Cuando llegó ante él, le dijo: «Tú enviaste mensajeros a consultar a Baal Zebub, dios de Ecrón. ¿Acaso no hay Dios en Israel, a quien puedes consultar? Por eso, no te vas a levantar de tu cama, sino que definitivamente morirás.» Y el rey de Israel murió, tal y como Dios lo había dicho por medio de Elías. En su lugar reinó su hermano Jorán, porque Ocozías no había tenido hijos. Esto sucedió en el segundo año del reinado de Jorán hijo de Josafat, rey de Judá.
2 Reyes 1:7-17 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
El rey les preguntó: —¿Cómo era ese hombre que les salió al encuentro y les dijo esto? —Era un hombre vestido con una capa peluda, y con un cinturón de cuero en la cintura —respondieron ellos. —¡Es Elías, el de Tisbé! —exclamó el rey. Y en seguida envió por él a un capitán con cincuenta soldados. Cuando llegaron, Elías estaba sentado en la cima de un monte. Entonces el capitán le dijo: —¡Profeta, el rey ordena que bajes! Elías respondió: —Si yo soy profeta, que caiga fuego del cielo y te consuma a ti y a tus cincuenta soldados. Al instante cayó fuego del cielo y los consumió. El rey envió a otro capitán con otros cincuenta soldados, el cual fue y dijo a Elías: —¡Profeta, el rey ordena que bajes inmediatamente! Elías le respondió: —Si yo soy profeta, que caiga fuego del cielo y te consuma a ti y a tus cincuenta soldados. Y al instante cayó fuego del cielo y los consumió. Después mandó el rey por tercera vez un capitán con otros cincuenta soldados. Pero el tercer capitán subió hasta donde estaba Elías, y arrodillándose delante de él, le rogó: —Por favor, profeta, respeta mi vida y la de estos cincuenta servidores tuyos; pues antes cayó fuego del cielo y consumió a los otros dos capitanes y a sus hombres. Yo te ruego que me tengas consideración. Entonces el ángel del Señor ordenó a Elías: —Ve con él, no le tengas miedo. Elías bajó y fue con el capitán a ver al rey, y le dijo: —Así dice el Señor: “Puesto que enviaste mensajeros a consultar a Baal-zebub, el dios de Ecrón, como si en Israel no hubiera Dios a quien consultar, ya no te levantarás de tu cama, sino que vas a morir.” Y en efecto, Ocozías murió, tal como el Señor lo había dicho por medio de Elías. Y como Ocozías nunca tuvo hijos, reinó en su lugar su hermano Joram. Esto fue en el segundo año del reinado de Joram, hijo de Josafat, en Judá.
2 Reyes 1:7-17 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Entonces él les dijo: ¿Cómo era aquel varón que encontrasteis, y os dijo tales palabras? Y ellos le respondieron: Un varón que tenía vestido de pelo, y ceñía sus lomos con un cinturón de cuero. Entonces él dijo: Es Elías tisbita. Luego envió a él un capitán de cincuenta con sus cincuenta, el cual subió a donde él estaba; y he aquí que él estaba sentado en la cumbre del monte. Y el capitán le dijo: Varón de Dios, el rey ha dicho que desciendas. Y Elías respondió y dijo al capitán de cincuenta: Si yo soy varón de Dios, descienda fuego del cielo, y consúmate con tus cincuenta. Y descendió fuego del cielo, que lo consumió a él y a sus cincuenta. Volvió el rey a enviar a él otro capitán de cincuenta con sus cincuenta; y le habló y dijo: Varón de Dios, el rey ha dicho así: Desciende pronto. Y le respondió Elías y dijo: Si yo soy varón de Dios, descienda fuego del cielo, y consúmate con tus cincuenta. Y descendió fuego del cielo, y lo consumió a él y a sus cincuenta. Volvió a enviar al tercer capitán de cincuenta con sus cincuenta; y subiendo aquel tercer capitán de cincuenta, se puso de rodillas delante de Elías y le rogó, diciendo: Varón de Dios, te ruego que sea de valor delante de tus ojos mi vida, y la vida de estos tus cincuenta siervos. He aquí ha descendido fuego del cielo, y ha consumido a los dos primeros capitanes de cincuenta con sus cincuenta; sea estimada ahora mi vida delante de tus ojos. Entonces el ángel de Jehová dijo a Elías: Desciende con él; no tengas miedo de él. Y él se levantó, y descendió con él al rey. Y le dijo: Así ha dicho Jehová: Por cuanto enviaste mensajeros a consultar a Baal-zebub dios de Ecrón, ¿no hay Dios en Israel para consultar en su palabra? No te levantarás, por tanto, del lecho en que estás, sino que de cierto morirás. Y murió conforme a la palabra de Jehová, que había hablado Elías. Reinó en su lugar Joram, en el segundo año de Joram hijo de Josafat, rey de Judá; porque Ocozías no tenía hijo.
2 Reyes 1:7-17 La Biblia de las Américas (LBLA)
Y él les dijo: ¿Qué aspecto tenía el hombre que subió a vuestro encuentro y os habló estas palabras? Ellos le respondieron: Era un hombre cubierto de pelo, con un cinturón de cuero ceñido a sus lomos. Y él dijo: Es Elías tisbita. Entonces el rey envió a él un capitán de cincuenta con sus cincuenta hombres. Y este subió a él, y he aquí, Elías estaba sentado en la cumbre del monte, y le dijo: Hombre de Dios, el rey dice: «Desciende». Respondió Elías y dijo al capitán de cincuenta: Si yo soy hombre de Dios, que descienda fuego del cielo y te consuma a ti y a tus cincuenta. Entonces descendió fuego del cielo, y lo consumió a él y a sus cincuenta. De nuevo envió a él otro capitán de cincuenta con sus cincuenta que le habló y le dijo: Hombre de Dios, así dice el rey: «Desciende inmediatamente». Y respondió Elías y les dijo: Si yo soy hombre de Dios, que descienda fuego del cielo y te consuma a ti y a tus cincuenta. Entonces el fuego de Dios descendió del cielo y lo consumió a él y a sus cincuenta. De nuevo el rey le envió al tercer capitán de cincuenta con sus cincuenta. Y cuando el tercer capitán de cincuenta subió, vino y se postró de rodillas delante de Elías y le rogó, diciéndole: Hombre de Dios, te ruego que mi vida y la vida de estos cincuenta siervos tuyos sean preciosas ante tus ojos. He aquí que ha descendido fuego del cielo y ha consumido a los dos primeros capitanes de cincuenta con sus cincuenta; mas ahora, sea mi vida preciosa ante tus ojos. Entonces el ángel del SEÑOR dijo a Elías: Desciende con él y no le tengas miedo. Se levantó Elías y descendió con él al rey, y le dijo: Así dice el SEÑOR: «Por cuanto has enviado mensajeros a consultar a Baal-zebub, dios de Ecrón, ¿acaso porque no hay Dios en Israel para consultar su palabra?, no bajarás por tanto del lecho al que has subido, sino que ciertamente morirás». Ocozías murió conforme a la palabra del SEÑOR que Elías había hablado. Y Joram reinó en su lugar en el año segundo de Joram, hijo de Josafat, rey de Judá, porque Ocozías no tenía ningún hijo.
2 Reyes 1:7-17 Nueva Traducción Viviente (NTV)
—¿Qué hombre les dijo eso? —preguntó el rey—. ¿Cómo era? Y ellos contestaron: —Era un hombre velludo y tenía un cinto de cuero en la cintura. —¡Elías de Tisbé! —exclamó el rey. Entonces envió a un capitán del ejército con cincuenta soldados para que lo arrestaran. Lo encontraron sentado en la cima de una colina, y el capitán le dijo: —Hombre de Dios, el rey te ordena que vengas con nosotros. Elías respondió al capitán: —Si yo soy un hombre de Dios, ¡que caiga fuego del cielo y te destruya a ti y a tus cincuenta hombres! Enseguida cayó fuego del cielo y los mató a todos. Entonces el rey envió a otro capitán con otros cincuenta hombres, y el capitán dijo a Elías: —Hombre de Dios, el rey te exige que bajes de inmediato. Elías respondió: —Si yo soy un hombre de Dios, ¡que caiga fuego del cielo y te destruya a ti y a tus cincuenta hombres! Y de nuevo el fuego de Dios cayó del cielo y los mató a todos. Por tercera vez, el rey envió a un capitán con cincuenta hombres; pero esta vez el capitán subió a la colina, se arrodilló ante Elías y le suplicó: —Hombre de Dios, por favor, perdone mi vida y también la vida de estos cincuenta siervos suyos. Sabemos que cayó fuego del cielo y destruyó a los primeros dos grupos; pero ahora, ¡le ruego que me perdone la vida! Entonces el ángel del SEÑOR dijo a Elías: «Desciende con él y no le tengas miedo». Así que Elías se levantó y fue con el capitán a ver al rey. Así que Elías dijo al rey: «Esto dice el SEÑOR: “¿Por qué enviaste mensajeros a Baal-zebub, dios de Ecrón, a preguntarle si te recuperarías? ¿Acaso no hay Dios en Israel para contestar tu pregunta? Ahora, porque hiciste esto, nunca te levantarás de la cama donde estás; ten por seguro que morirás”». Así que Ocozías murió como el SEÑOR lo había anunciado por medio de Elías. Dado que Ocozías no tenía ningún hijo que reinara en su lugar, su hermano Joram lo sucedió en el trono. Esto ocurrió en el segundo año del reinado de Yoram, hijo de Josafat, rey de Judá.