2 Crónicas 7:1-3
2 Crónicas 7:1-3 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Cuando Salomón terminó de orar, descendió fuego del cielo y consumió el holocausto y los sacrificios, y la gloria del SEÑOR llenó el Templo. Tan lleno de su gloria estaba el Templo del SEÑOR que los sacerdotes no podían entrar en él. Al ver los israelitas que el fuego descendía y que la gloria del SEÑOR se posaba sobre el Templo, cayeron de rodillas al piso y, postrándose rostro en tierra, alabaron al SEÑOR diciendo: «Él es bueno; su gran amor perdura para siempre».
2 Crónicas 7:1-3 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
En cuanto Salomón terminó de orar, cayó fuego del cielo y quemó por completo las ofrendas y los sacrificios. Luego, la presencia misma de Dios llenó el templo, y por eso los sacerdotes ya no pudieron entrar en él. Cuando todos los israelitas vieron descender el fuego y la presencia de Dios sobre el templo, se arrodillaron y se inclinaron hasta tocar el suelo con la frente; y adoraron a Dios y le dieron gracias, diciendo una y otra vez: «Dios es bueno, y nunca deja de amarnos».
2 Crónicas 7:1-3 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Cuando Salomón terminó de orar, de los cielos descendió fuego y consumió el holocausto y las víctimas, y la gloria del Señor llenó el templo. Los sacerdotes no podían entrar en el templo del Señor, porque su gloria había llenado el templo. Y cuando todos los israelitas vieron descender sobre el templo el fuego y la gloria del Señor, se postraron rostro a tierra en el suelo, y adoraron y alabaron al Señor. Decían: «¡Ciertamente, el Señor es bueno, y su misericordia es eterna!»
2 Crónicas 7:1-3 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Cuando Salomón terminó esta oración, cayó fuego del cielo y consumió el holocausto y los sacrificios, y la gloria del Señor llenó el templo, de modo que por eso los sacerdotes no podían entrar en él. Al ver todos los israelitas el fuego y la gloria del Señor que bajaban sobre el templo, se arrodillaron e inclinaron hasta tocar el suelo del enlosado con la frente, y adoraron y dieron gracias al Señor, repitiendo: «Porque él es bueno, porque su amor es eterno.»
2 Crónicas 7:1-3 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Cuando Salomón acabó de orar, descendió fuego de los cielos, y consumió el holocausto y las víctimas; y la gloria de Jehová llenó la casa. Y no podían entrar los sacerdotes en la casa de Jehová, porque la gloria de Jehová había llenado la casa de Jehová. Cuando vieron todos los hijos de Israel descender el fuego y la gloria de Jehová sobre la casa, se postraron sobre sus rostros en el pavimento y adoraron, y alabaron a Jehová, diciendo: Porque él es bueno, y su misericordia es para siempre.
2 Crónicas 7:1-3 La Biblia de las Américas (LBLA)
Y cuando Salomón terminó de orar, descendió fuego desde el cielo y consumió el holocausto y los sacrificios, y la gloria del SEÑOR llenó la casa. Los sacerdotes no podían entrar en la casa del SEÑOR, porque la gloria del SEÑOR llenaba la casa del SEÑOR. Y todos los hijos de Israel, viendo descender el fuego y la gloria del SEÑOR sobre la casa, se postraron rostro en tierra sobre el pavimento y adoraron y alabaron al SEÑOR, diciendo: Ciertamente Él es bueno; ciertamente su misericordia es para siempre.
2 Crónicas 7:1-3 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Cuando Salomón terminó de orar, cayó fuego del cielo que consumió los sacrificios y las ofrendas quemadas, y la gloriosa presencia del SEÑOR llenó el templo. Los sacerdotes no podían entrar en el templo del SEÑOR porque la gloriosa presencia del SEÑOR lo llenaba. Cuando todos los israelitas vieron que el fuego descendía y que la gloriosa presencia del SEÑOR llenaba el templo, cayeron postrados rostro en tierra y adoraron y alabaron al SEÑOR diciendo: «¡Él es bueno! ¡Su fiel amor perdura para siempre!».