2 Crónicas 2:1-5
2 Crónicas 2:1-5 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Salomón decidió construir un templo en honor al nombre del SEÑOR y un palacio real para él mismo. Con este fin reclutó a setenta mil cargadores y ochenta mil canteros, para que trabajaran en la montaña. Al frente de ellos puso a tres mil seiscientos capataces. Luego Salomón envió este mensaje a Hiram, rey de Tiro: «Envíame madera de cedro, tal como lo hiciste con mi padre David cuando se la enviaste para que se construyera un palacio. Voy a construir un templo en honor al nombre del SEÑOR mi Dios. Lo consagraré a él para quemar incienso aromático en su presencia, colocar siempre el pan consagrado y ofrecer allí los holocaustos de la mañana y de la tarde, los sacrificios de los sábados y de luna nueva, así como los de las otras fiestas del SEÑOR nuestro Dios. Esto se hará en Israel siempre. »Voy a edificar un templo majestuoso, pues nuestro Dios es el más grande de todos los dioses.
2 Crónicas 2:1-18 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
1 (1.18) Salomón se propuso construir un templo para Dios, y también un palacio para él mismo. 2-18 (1-17) Por ello le envió este mensaje a Hiram, rey de Tiro: «Yo sé que tú le enviaste madera de cedro a David, mi padre, para que construyera su palacio. Ahora te pido que me ayudes. Voy a construirle un templo a mi Dios, para que el pueblo le lleve allí todas las ofrendas que él nos pide para cada día, y para cada sábado, y durante las fiestas de la luna nueva y para las otras fiestas que él nos ha pedido celebrar. »Como nuestro Dios es más poderoso que todos los dioses, deseo construirle un templo que sea grandioso. Claro que no es posible hacer un templo para que él viva allí. ¡Hasta el cielo, que es enorme, resulta pequeño para él! Sin embargo, aunque sé que no lo merezco, le construiré un templo para quemar incienso en su honor. »Por eso te pido que me envíes a alguien que sepa hacer finos trabajos en oro, plata, bronce y hierro, y también en telas de color púrpura, rojo y morado. Que además sepa hacer grabados y pueda trabajar con los expertos que servían a mi padre David, y que ahora están a mi servicio en Judá y en Jerusalén. »Como tus servidores son expertos para cortar madera del Líbano, mándame de allí maderas finas. Y puesto que el templo que construiré será grande y maravilloso, y necesitaré muchísima madera, enviaré a mis servidores para que les ayuden a los tuyos. »Yo, por mi parte, te daré nueve mil toneladas de trigo, y también de cebada; y cuatrocientos cuarenta mil litros de vino, y la misma cantidad de aceite, para alimentar a los leñadores que corten la madera». Entonces Hiram rey de Tiro, le envió a Salomón una carta con este mensaje: «Dios ama a su pueblo, y por eso le ha concedido que tú seas su rey. ¡Bendito sea el Dios de Israel, creador de todo lo que existe, porque le dio al rey David un hijo sabio, lleno de prudencia e inteligencia, el cual construirá un templo para Dios y un palacio real! »Tal como me lo has pedido, te envío a un hombre que, por cierto, es hijo de una mujer de la tribu de Dan y de un fenicio de la ciudad de Tiro. Se llama Hiram-abí; es muy sabio e inteligente, y trabaja de manera excelente en todo lo que requieres hacer. Él trabajará junto con los mejores artesanos que servían a tu padre David, y con los que ahora te sirven. »Nosotros somos tus servidores. Envíanos el trigo, la cebada, el aceite y el vino que has prometido, y mientras eso nos llega, cortaremos en el Líbano todas las maderas finas que necesites. Luego las transportaremos por mar, en forma de balsas, hasta Jope. De allí, tú te encargarás de que sean llevadas a Jerusalén». Aunque David ya había contado a todos los extranjeros que vivían en Israel, Salomón hizo otro censo de ellos, y contaron un total de ciento cincuenta y tres mil seiscientos. Entre ellos distribuyó el trabajo de esta manera: Tres mil seiscientos eran capataces que supervisaban el trabajo; ochenta mil hombres cortaban piedras de la montaña, y setenta mil las cargaban.
2 Crónicas 2:1-5 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Salomón se dispuso a edificar un templo para honrar el nombre del Señor, y un palacio para su reino. Para ello designó a setenta mil peones y ochenta mil taladores, y tres mil seiscientos capataces. Luego mandó el siguiente mensaje al rey Jirán de Tiro: «Trátame como trataste a David, mi padre, cuando le enviaste cedros para que construyera su palacio. Como verás, tengo que edificar un templo para honrar el nombre del Señor mi Dios. Estará consagrado al Señor, y delante de él se quemará incienso aromático y se colocarán continuamente los panes de la proposición, y se ofrecerán holocaustos a mañana y tarde en los días de reposo, en las nuevas lunas, y en las festividades en honor del Señor nuestro Dios. Esto debe hacerse siempre en Israel. La casa que debo edificar tiene que ser grande, porque nuestro Dios es más grande que todos los dioses.
2 Crónicas 2:1-5 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
1 (1.18) Salomón decidió construir un templo al Señor y también su propio palacio real. 2 (1) Para ello designó setenta mil cargadores y ochenta mil canteros que trabajaran en la montaña, y tres mil seiscientos capataces que los dirigieran. 3 (2) Después Salomón mandó decir a Hiram, rey de Tiro: «Haz conmigo lo que hiciste con David, mi padre, a quien enviaste madera de cedro para que se construyera un palacio donde vivir. 4 (3) Mira, yo voy a construir un templo al Señor mi Dios, para consagrárselo, quemar perfumes en su honor, presentarle siempre las hileras de panes y ofrecerle holocaustos por la mañana y por la tarde, lo mismo que en los sábados, y en las fiestas de luna nueva y en las demás fiestas que en honor del Señor nuestro Dios se celebran siempre en Israel. 5 (4) Pero el templo que voy a construir debe ser grande, porque nuestro Dios es más grande que todos los dioses.
2 Crónicas 2:1-5 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Determinó, pues, Salomón edificar casa al nombre de Jehová, y casa para su reino. Y designó Salomón setenta mil hombres que llevasen cargas, y ochenta mil hombres que cortasen en los montes, y tres mil seiscientos que los vigilasen. Y envió a decir Salomón a Hiram rey de Tiro: Haz conmigo como hiciste con David mi padre, enviándole cedros para que edificara para sí casa en que morase. He aquí, yo tengo que edificar casa al nombre de Jehová mi Dios, para consagrársela, para quemar incienso aromático delante de él, y para la colocación continua de los panes de la proposición, y para holocaustos a mañana y tarde, en los días de reposo, nuevas lunas, y festividades de Jehová nuestro Dios; lo cual ha de ser perpetuo en Israel. Y la casa que tengo que edificar, ha de ser grande; porque el Dios nuestro es grande sobre todos los dioses.
2 Crónicas 2:1-5 La Biblia de las Américas (LBLA)
Y Salomón decidió edificar una casa al nombre del SEÑOR, y un palacio real para sí. Y designó Salomón setenta mil hombres para llevar cargas, ochenta mil para labrar piedra en los montes y tres mil seiscientos para dirigirlos. Entonces Salomón envió un mensaje a Hiram, rey de Tiro, diciendo: Haz conmigo como hiciste con mi padre David, enviándole cedros para edificarle una casa donde habitar. He aquí, voy a edificar una casa al nombre del SEÑOR mi Dios, para consagrársela, para quemar incienso aromático delante de Él, para colocar continuamente el pan de la proposición y para ofrecer holocaustos por la mañana y por la tarde, en los días de reposo, en las lunas nuevas y en las fiestas señaladas del SEÑOR nuestro Dios; esto será ordenanza perpetua en Israel. Y la casa que voy a edificar será grande; porque nuestro Dios es grande, más que todos los dioses.
2 Crónicas 2:1-5 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Salomón decidió construir un templo para honrar el nombre del SEÑOR y también un palacio real para sí mismo. Reunió una fuerza de setenta mil obreros, ochenta mil hombres para extraer piedras de las canteras en la zona montañosa y tres mil seiscientos capataces. Salomón también le envió el siguiente mensaje al rey Hiram de Tiro: «Envíame troncos de cedro como lo hiciste con mi padre David, cuando construía su palacio. Estoy a punto de construir un templo para honrar el nombre del SEÑOR mi Dios. Será un lugar apartado para quemar incienso aromático delante de él, para presentar el pan especial del sacrificio y para sacrificar ofrendas quemadas todas las mañanas y todas las tardes en los días de descanso, en las celebraciones de luna nueva y en los demás festivales del SEÑOR nuestro Dios. Él le ha ordenado a Israel que haga estas cosas para siempre. »Este tendrá que ser un templo magnífico porque nuestro Dios es más grande que todos los demás dioses