2 Crónicas 16:11-14
2 Crónicas 16:11-14 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Los primeros y los últimos hechos de Asa se hallan registrados en el libro de los reyes de Judá y de Israel. En el año treinta y nueve de su reinado, Asa enfermó gravemente de los pies, y en su enfermedad no buscó al Señor, sino a los médicos. Finalmente, Asa descansó entre sus antepasados en el año cuarenta y uno de su reinado, y fue sepultado en los sepulcros que él mismo había mandado construir en la ciudad de David. Lo pusieron en un ataúd, el cual fue llenado de perfumes y diversas especias aromáticas, preparadas por perfumistas expertos, y en su honor se prendió una enorme hoguera.
2 Crónicas 16:11-14 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Los demás acontecimientos del reinado de Asa, desde el principio hasta el fin, están registrados en El libro de los reyes de Judá y de Israel. En el año treinta y nueve de su reinado, Asa contrajo una enfermedad grave en los pies. A pesar de lo grave que era, no buscó la ayuda del SEÑOR, sino que recurrió exclusivamente a sus médicos. Así que murió en el año cuarenta y uno de su reinado. Lo enterraron en la tumba que había tallado para sí en la Ciudad de David. Fue puesto sobre una cama perfumada con especias dulces y ungüentos aromáticos, y la gente encendió una enorme hoguera funeraria en su honor.
2 Crónicas 16:11-14 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Los hechos de Asá, desde el primero hasta el último, están escritos en el libro de los reyes de Judá e Israel. En el año treinta y nueve de su reinado, Asá se enfermó de los pies; y aunque su enfermedad era grave, no buscó al SEÑOR, sino que recurrió a los médicos. En el año cuarenta y uno de su reinado, Asá murió y fue sepultado con sus antepasados. Lo sepultaron en la tumba que él había mandado cavar en la Ciudad de David, y lo colocaron sobre un lecho lleno de perfumes y diversas clases de especias aromáticas, muy bien preparadas. En su honor encendieron una enorme hoguera.
2 Crónicas 16:11-14 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
La historia de Asá, de principio a fin, está escrita en el libro de la historia de los reyes de Judá y de Israel. A los treinta y nueve años de su reinado, Asá enfermó gravemente de los pies. Sin embargo, tuvo más confianza en los médicos que en la ayuda que Dios podía brindarle. En el año cuarenta y uno de su reinado, Asá murió. Lo pusieron sobre una camilla, con toda clase de perfumes. Luego encendieron en su honor una gran hoguera, y lo enterraron en la tumba que él mismo había mandado hacer en la Ciudad de David, donde estaban enterrados sus antepasados.
2 Crónicas 16:11-14 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
La historia de Asá, desde el principio hasta el fin, está escrita en el libro de los reyes de Judá y de Israel. En el año treinta y nueve de su reinado, Asá enfermó gravemente de los pies; pero en su enfermedad no recurrió al Señor, sino a los médicos. Murió en el año cuarenta y uno de su reinado, y lo enterraron en el sepulcro que había mandado hacer en la Ciudad de David. Lo colocaron en una camilla llena de perfumes y de toda clase de sustancias aromáticas hábilmente preparadas. Luego encendieron en su honor una enorme hoguera.
2 Crónicas 16:11-14 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Mas he aquí los hechos de Asa, primeros y postreros, están escritos en el libro de los reyes de Judá y de Israel. En el año treinta y nueve de su reinado, Asa enfermó gravemente de los pies, y en su enfermedad no buscó a Jehová, sino a los médicos. Y durmió Asa con sus padres, y murió en el año cuarenta y uno de su reinado. Y lo sepultaron en los sepulcros que él había hecho para sí en la ciudad de David; y lo pusieron en un ataúd, el cual llenaron de perfumes y diversas especias aromáticas, preparadas por expertos perfumistas; e hicieron un gran fuego en su honor.
2 Crónicas 16:11-14 La Biblia de las Américas (LBLA)
Los hechos de Asa, los primeros y los postreros, he aquí, están escritos en el libro de los reyes de Judá y de Israel. En el año treinta y nueve de su reinado, Asa se enfermó de los pies. Su enfermedad era grave, pero aun en su enfermedad no buscó al SEÑOR, sino a los médicos. Y Asa durmió con sus padres. Murió el año cuarenta y uno de su reinado. Y lo sepultaron en el sepulcro que él había excavado para sí en la ciudad de David, y lo pusieron sobre el lecho que él había llenado de especias de varias clases, mezcladas según el arte de los perfumistas; y le encendieron una hoguera muy grande.