1 Samuel 6:7-15
1 Samuel 6:7-15 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Haced, pues, ahora un carro nuevo, y tomad luego dos vacas que críen, a las cuales no haya sido puesto yugo, y uncid las vacas al carro, y haced volver sus becerros de detrás de ellas a casa. Tomaréis luego el arca de Jehová, y la pondréis sobre el carro, y las joyas de oro que le habéis de pagar en ofrenda por la culpa, las pondréis en una caja al lado de ella; y la dejaréis que se vaya. Y observaréis; si sube por el camino de su tierra a Bet-semes, él nos ha hecho este mal tan grande; y si no, sabremos que no es su mano la que nos ha herido, sino que esto ocurrió por accidente. Y aquellos hombres lo hicieron así; tomando dos vacas que criaban, las uncieron al carro, y encerraron en casa sus becerros. Luego pusieron el arca de Jehová sobre el carro, y la caja con los ratones de oro y las figuras de sus tumores. Y las vacas se encaminaron por el camino de Bet-semes, y seguían camino recto, andando y bramando, sin apartarse ni a derecha ni a izquierda; y los príncipes de los filisteos fueron tras ellas hasta el límite de Bet-semes. Y los de Bet-semes segaban el trigo en el valle; y alzando los ojos vieron el arca, y se regocijaron cuando la vieron. Y el carro vino al campo de Josué de Bet-semes, y paró allí donde había una gran piedra; y ellos cortaron la madera del carro, y ofrecieron las vacas en holocausto a Jehová. Y los levitas bajaron el arca de Jehová, y la caja que estaba junto a ella, en la cual estaban las joyas de oro, y las pusieron sobre aquella gran piedra; y los hombres de Bet-semes sacrificaron holocaustos y dedicaron sacrificios a Jehová en aquel día.
1 Samuel 6:7-15 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
»Ahora manden a construir una carreta nueva. Escojan también dos vacas con cría y que nunca hayan llevado yugo. Aten las vacas a la carreta, pero encierren los becerros en el establo. Tomen luego el arca del SEÑOR y pónganla en la carreta. Coloquen una caja junto al arca, con los objetos de oro que van a entregarle a Dios como sacrificio por la culpa. Luego dejen que la carreta se vaya sola y obsérvenla. Si se va en dirección de Bet Semes, su propio territorio, eso quiere decir que el SEÑOR es quien nos ha causado esta calamidad tan terrible. Pero si la carreta se desvía para otro lugar, sabremos que no fue él quien nos hizo daño, sino que todo ha sido por casualidad». Así lo hicieron. Tomaron dos vacas con cría y las ataron a la carreta, pero encerraron los becerros en el establo. Además, en la carreta pusieron el arca del SEÑOR y la caja que contenía las figuras de ratas y de tumores de oro. ¡Y las vacas se fueron mugiendo por todo el camino, directamente a Bet Semes! Siguieron esa ruta sin desviarse para ningún lado. Los jefes de los filisteos se fueron detrás de la carreta, hasta llegar al territorio de Bet Semes. Los habitantes de Bet Semes, que estaban en el valle cosechando el trigo, alzaron la vista y, al ver el arca, se llenaron de alegría. La carreta llegó hasta el campo de Josué de Bet Semes, donde había una gran piedra, y allí se detuvo. Entonces la gente del pueblo usó la madera de la carreta como leña y ofreció las vacas en holocausto al SEÑOR. Los levitas que habían descargado la carreta pusieron el arca del SEÑOR sobre la gran piedra, junto con la caja que contenía las figuras de oro. Aquel día los habitantes de Bet Semes ofrecieron holocaustos y sacrificios al SEÑOR.
1 Samuel 6:7-15 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
»Si quieren saber si fue el Dios de Israel quien los castigó, hagan lo siguiente: Construyan una carreta nueva. Esa carreta deben jalarla dos vacas que nunca hayan trabajado con el yugo puesto ni hayan jalado ninguna carreta. Las vacas deben estar criando terneros. »Como lo normal es que las vacas vayan hacia donde están sus terneros, encierren a los terneros en el establo. Pongan luego el cofre del pacto de Dios en la carreta, y en una caja pongan las figuras de oro que hicieron. Una vez que hayan hecho esto, suelten la carreta para que las vacas se lleven la ofrenda. »Fíjense entonces hacia dónde se dirigen las vacas. Si se van hacia Bet-semes, que es un pueblo israelita, podemos estar seguros de que fue el Dios de los israelitas quien nos causó tanto daño. Si no sucede así, entonces sabremos que no fue su Dios quien nos castigó, sino que todo esto fue un accidente. Así lo hicieron los filisteos. Pusieron dos vacas para que llevaran el carro, y a los terneros recién nacidos los encerraron en un establo. Luego pusieron en la carreta el cofre del pacto de Dios y la caja con las figuras de oro, y dejaron que las vacas se llevaran la carreta. Las vacas se fueron directamente a Bet-semes. En ningún momento se apartaron del camino ni dejaron de mugir por sus terneros. Por su parte, los jefes filisteos las siguieron hasta que estuvieron cerca de Bet-semes. La gente de ese lugar estaba cosechando trigo en el valle que está frente al pueblo. Cuando vieron el cofre, les dio mucha alegría. La carreta se detuvo junto a una gran piedra que estaba en el campo de un hombre llamado Josué. Entonces los ayudantes de los sacerdotes bajaron el cofre del pacto de Dios y la caja con las figuras de oro, y los pusieron sobre esa gran piedra. Luego los israelitas tomaron la carreta, la hicieron leña, y sacrificaron las vacas como ofrenda a Dios. Además, ese día le presentaron a Dios otras ofrendas.
1 Samuel 6:7-15 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Construyan ahora un carro nuevo, y elijan a dos vacas que no hayan llevado antes el yugo, y que estén criando; pónganles el yugo y únzanlas al carro, y no dejen que sus becerros las sigan. Tomen el arca del Señor, y pónganla sobre el carro. Pongan en una caja las joyas de oro que hicieron como compensación por la culpa cometida; y dejen que el carro se vaya. Pero fíjense qué rumbo toma el carro: si se va por el camino que lleva a Bet Semes, su tierra, eso querrá decir que fue el Señor quien nos mandó tan grandes males; pero si toma otro camino, sabremos que no fue el Señor, sino que lo que sufrimos fue un accidente.» Aquellos hombres lo hicieron así. Tomaron dos vacas que no habían llevado yugo y que estaban criando, las uncieron al carro, y encerraron a sus becerros. Luego pusieron el arca del Señor sobre el carro, y a un lado la caja con los ratones de oro y las figuras de los tumores, como compensación por la culpa cometida, y la dejaron ir. Y las vacas se dirigieron a Bet Semes; iban andando y bramando, sin apartarse del camino, y los jefes de los filisteos las siguieron hasta el límite de Bet Semes. Los habitantes de Bet Semes estaban en el valle, segando el trigo, y cuando alzaron los ojos y vieron el arca, se alegraron mucho. El carro llegó al campo de Josué de Bet Semes, y se detuvo en donde había una gran piedra; entonces ellos tomaron la madera del carro y la partieron, y ofrecieron las vacas como una ofrenda al Señor. Luego los levitas bajaron el arca del Señor, y la caja que iba junto a ella, donde estaban las joyas de oro, y las pusieron sobre aquella gran piedra. Ese día los habitantes de Bet Semes ofrecieron sacrificios y ofrendas al Señor.
1 Samuel 6:7-15 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Manden ustedes construir una carreta nueva; tomen después dos vacas que estén criando y que nunca hayan llevado yugo, y únzanlas a la carreta; pero no dejen que sus becerros las sigan, sino déjenlos en el establo. Tomen luego el arca del Señor y pónganlo en la carreta, colocando a un costado, en una caja, los objetos de oro que le van a ofrecer en desagravio. Después dejen que la carreta se vaya sola. Pero fíjense en esto: si la carreta toma la dirección de Bet-semes, su propia tierra, es que el Dios de Israel ha sido la causa de nuestra gran desgracia; en caso contrario, sabremos que no fue él quien nos castigó, sino que nos ha ocurrido un accidente. Aquellos hombres lo hicieron así. Tomaron dos vacas que estaban criando y, después de encerrar sus becerros en el establo, las uncieron a la carreta; luego pusieron el arca del Señor en la carreta, con la caja donde estaban los ratones de oro y las figuras de los tumores. Después las vacas echaron a andar por el camino que va a Bet-semes, mugiendo y siguiendo una dirección fija, sin desviarse a ningún lado. Los jefes de los filisteos caminaron detrás de ellas hasta la frontera de Bet-semes. Los habitantes de Bet-semes, que estaban en el valle cosechando el trigo, al alzar la vista y ver el arca se llenaron de alegría. Cuando la carreta llegó al campo de Josué, el de Bet-semes, se detuvo. Allí había una gran piedra. Entonces los de Bet-semes hicieron leña con la madera de la carreta, y ofrecieron las vacas en holocausto al Señor. Los levitas habían descargado ya el arca y la caja en que estaban los objetos de oro, colocándolos sobre la gran piedra; y ese día los habitantes de Bet-semes ofrecieron al Señor holocaustos y otros sacrificios.
1 Samuel 6:7-15 La Biblia de las Américas (LBLA)
Ahora pues, tomad y preparad un carro nuevo y dos vacas con crías sobre las cuales no se haya puesto yugo; uncid las vacas al carro y llevad sus becerros a casa, lejos de ellas. Y tomad el arca del SEÑOR y colocadla en el carro; y poned en una caja a su lado los objetos de oro que le entregaréis como ofrenda por la culpa. Luego, dejadla ir, y que se vaya. Y observad: si sube por el camino de su territorio a Bet-semes, entonces Él nos ha hecho este gran mal. Pero si no, entonces sabremos que no fue su mano la que nos hirió; nos sucedió por casualidad. Entonces los hombres lo hicieron así; tomaron dos vacas con crías, las uncieron al carro y encerraron sus becerros en casa. Colocaron el arca del SEÑOR en el carro, y la caja con los ratones de oro y las semejanzas de sus tumores. Y las vacas tomaron el camino recto en dirección a Bet-semes; iban por el camino, mugiendo mientras iban, y no se desviaron ni a la derecha ni a la izquierda. Y los príncipes de los filisteos las siguieron hasta el límite de Bet-semes. El pueblo de Bet-semes estaba segando el trigo en el valle, y alzaron sus ojos y vieron el arca, y se alegraron al verla. Y el carro llegó al campo de Josué el bet-semita y se detuvo allí donde había una gran piedra; y ellos partieron la madera del carro y ofrecieron las vacas en holocausto al SEÑOR. Los levitas bajaron el arca del SEÑOR y la caja que estaba con ella, en la cual estaban los objetos de oro, y las colocaron sobre la gran piedra; y los hombres de Bet-semes ofrecieron holocaustos e hicieron sacrificios aquel día al SEÑOR.
1 Samuel 6:7-15 Nueva Traducción Viviente (NTV)
»Así que construyan una carreta nueva y busquen dos vacas que acaben de tener cría. Asegúrense de que las vacas nunca hayan llevado yugo. Engánchenlas a la carreta, pero encierren sus becerros en un corral. Pongan el arca del SEÑOR en la carreta, y junto a ella coloquen un cofre con las ratas de oro y los tumores de oro que estarán enviando como ofrenda por la culpa. Después dejen que las vacas vayan por donde quieran. Si cruzan la frontera de nuestra tierra y van hacia Bet-semes, sabremos que fue el SEÑOR quien trajo este terrible desastre sobre nosotros. Si no la cruzan, sabremos que no fue la mano de Dios que causó esta plaga; más bien sucedió por pura casualidad. Así que llevaron a cabo las instrucciones. Engancharon dos vacas a la carreta y encerraron sus crías en un corral. Luego pusieron el arca del SEÑOR en la carreta junto con el cofre que contenía los tumores y las ratas de oro. Y efectivamente, las vacas, sin desviarse a ningún lado, siguieron directo por el camino hacia Bet-semes, mugiendo por todo el camino. Los gobernantes filisteos las siguieron hasta los límites de Bet-semes. Ahora bien, los habitantes de Bet-semes estaban cosechando trigo en el valle y, cuando vieron el arca, ¡se llenaron de alegría! La carreta entró en el campo de un hombre llamado Josué y se detuvo junto a una roca grande. Entonces la gente hizo pedazos la madera de la carreta para leña, mató a las dos vacas y las sacrificó al SEÑOR como ofrenda quemada. Varios hombres de la tribu de Leví levantaron de la carreta el arca del SEÑOR y el cofre —que contenía las ratas y los tumores de oro— y los pusieron sobre la roca grande. En ese día el pueblo de Bet-semes ofreció muchos sacrificios y ofrendas quemadas al SEÑOR.