1 Reyes 9:2-7
1 Reyes 9:2-7 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
el SEÑOR se le apareció por segunda vez, como lo había hecho en Gabaón. Entonces el SEÑOR le dijo: «He escuchado tu oración y la súplica que me has hecho. Consagro este templo que tú has construido para que yo ponga mi Nombre en él por siempre. Mis ojos y mi corazón siempre estarán allí. »En cuanto a ti, si me sigues con integridad y honestidad, como lo hizo tu padre David, y me obedeces en todo lo que yo te ordene y cumples mis estatutos y leyes, yo afirmaré para siempre tu trono en el reino de Israel, como le prometí a tu padre David cuando le dije: “Nunca te faltará un descendiente en el trono de Israel”. »Pero si ustedes o sus hijos dejan de cumplir los mandamientos y estatutos que les he dado, y se apartan de mí para servir y adorar a otros dioses, yo arrancaré a Israel de la tierra que le he dado y repudiaré el templo que he consagrado en honor de mi Nombre. Entonces Israel será el objeto de burla de todos los pueblos.
1 Reyes 9:2-7 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Dios se le apareció por segunda vez, como se le había aparecido antes en Gabaón, y le dijo: «He escuchado tus oraciones y tus ruegos. Este templo que has edificado será mío, y en él viviré para siempre. Voy a cuidarlo; no lo descuidaré ni un momento. »En cuanto a ti, Salomón, si te comportas bien y me obedeces en todo, Israel siempre tendrá como rey un descendiente tuyo. Así también se lo prometí a tu padre David; compórtate como él lo hizo. »Pero si tú o cualquiera de tus descendientes no me obedecen, sino que sirven y adoran a otros dioses, entonces expulsaré a Israel de la tierra que le he dado. Abandonaré el templo que había elegido para que me adoraran, y todas las naciones se burlarán de tu pueblo.
1 Reyes 9:2-7 Reina Valera Contemporánea (RVC)
el Señor se le apareció por segunda vez, como ya lo había hecho en Gabaón, y le dijo: «He escuchado las oraciones y ruegos que has hecho ante mí, y he santificado el templo que tú construiste para que mi nombre esté siempre allí, y allí estarán siempre presentes mi corazón y mis ojos. Si tú te conduces como tu padre David, que me honró de todo corazón y fue justo, y cumples con todo lo que yo te he mandado, y obedeces mis estatutos y decretos, yo afirmaré tu reinado sobre mi pueblo Israel, porque así se lo prometí a tu padre. Yo le dije: “Nunca faltará un descendiente tuyo en el trono de Israel.” »Pero si ustedes, y los hijos de ustedes, se rebelan y se empeñan en apartarse de mí, y desobedecen los mandamientos y estatutos que he puesto ante ustedes, y se van a servir y adorar a dioses ajenos, yo arrancaré al pueblo de Israel de la tierra que le di por herencia, y abandonaré este templo que fue edificado en mi honor y que yo consagré, y todas las naciones se burlarán de Israel.
1 Reyes 9:2-7 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
se le apareció el Señor por segunda vez, como se le había aparecido en Gabaón, y le dijo: «He escuchado la oración y el ruego que me has hecho, y he consagrado este templo que has construido como residencia perpetua de mi nombre. Siempre lo cuidaré y lo tendré presente. Ahora bien, si tú te comportas en mi presencia como lo hizo David, tu padre, con un corazón intachable y recto, poniendo en práctica todo lo que te he ordenado y obedeciendo mis leyes y decretos, yo confirmaré para siempre tu reinado en Israel, como se lo prometí a David, tu padre, cuando le dije que nunca faltaría un descendiente suyo en el trono de Israel. Pero si ustedes y sus hijos se apartan de mí, y no cumplen los mandamientos y leyes que les he dado, sino que sirven y adoran a otros dioses, yo arrancaré a Israel de la tierra que le he dado, arrojaré de mi presencia el templo que he consagrado e Israel será motivo de burla constante entre todas las naciones.
1 Reyes 9:2-7 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Jehová apareció a Salomón la segunda vez, como le había aparecido en Gabaón. Y le dijo Jehová: Yo he oído tu oración y tu ruego que has hecho en mi presencia. Yo he santificado esta casa que tú has edificado, para poner mi nombre en ella para siempre; y en ella estarán mis ojos y mi corazón todos los días. Y si tú anduvieres delante de mí como anduvo David tu padre, en integridad de corazón y en equidad, haciendo todas las cosas que yo te he mandado, y guardando mis estatutos y mis decretos, yo afirmaré el trono de tu reino sobre Israel para siempre, como hablé a David tu padre, diciendo: No faltará varón de tu descendencia en el trono de Israel. Mas si obstinadamente os apartareis de mí vosotros y vuestros hijos, y no guardareis mis mandamientos y mis estatutos que yo he puesto delante de vosotros, sino que fuereis y sirviereis a dioses ajenos, y los adorareis; yo cortaré a Israel de sobre la faz de la tierra que les he entregado; y esta casa que he santificado a mi nombre, yo la echaré de delante de mí, e Israel será por proverbio y refrán a todos los pueblos
1 Reyes 9:2-7 La Biblia de las Américas (LBLA)
el SEÑOR se apareció a Salomón por segunda vez, tal como se le había aparecido en Gabaón. Y el SEÑOR le dijo: He oído tu oración y tu súplica que has hecho delante de mí; he consagrado esta casa que has edificado, poniendo allí mi nombre para siempre; en ella estarán mis ojos y mi corazón perpetuamente. Y en cuanto a ti, si andas delante de mí como anduvo tu padre David, en integridad de corazón y en rectitud, haciendo conforme a todo lo que te he mandado, y guardas mis estatutos y mis ordenanzas, yo afirmaré el trono de tu reino sobre Israel para siempre, tal como prometí a tu padre David, diciendo: «No te faltará hombre sobre el trono de Israel». Pero si en verdad vosotros o vuestros hijos os apartáis de mí y no guardáis mis mandamientos y mis estatutos que he puesto delante de vosotros, y os vais y servís a otros dioses y los adoráis, entonces cortaré a Israel de sobre la faz de la tierra que les he dado; y la casa que he consagrado a mi nombre la echaré de mi presencia, e Israel se convertirá en refrán y escarnio entre todos los pueblos.
1 Reyes 9:2-7 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Entonces el SEÑOR se le apareció a Salomón por segunda vez, como lo había hecho en Gabaón. El SEÑOR le dijo: «He oído tu oración y lo que me pediste. He apartado este templo para que sea santo, este lugar que has construido, donde mi nombre será honrado para siempre. Lo vigilaré sin cesar, porque es muy preciado a mi corazón. »En cuanto a ti, si me sigues con integridad y rectitud como lo hizo tu padre David y obedeces todos mis mandatos, decretos y ordenanzas, entonces estableceré tu dinastía en el trono de Israel para siempre. Pues a tu padre David le prometí: “Siempre habrá uno de tus descendientes en el trono de Israel”. »Sin embargo, si tú o tus descendientes me abandonan y desobedecen los mandatos y los decretos que les he dado, y sirven y rinden culto a otros dioses, entonces desarraigaré a Israel de la tierra que le he dado. Rechazaré este templo que hice santo para honrar mi nombre. Haré que Israel sea objeto de burla y de ridículo entre las naciones