1 Reyes 4:27-28
1 Reyes 4:27-28 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Los gobernadores, cada uno en su mes, abastecían al rey Salomón y a todos los que se sentaban a su mesa, y se ocupaban de que no les faltara nada. Además, llevaban a los lugares indicados sus cuotas de cebada y de paja para los caballos de tiro y para el resto de la caballería.
1 Reyes 4:27-28 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
27 (5.7) Al rey y a sus invitados nunca les faltaba nada porque los doce gobernadores se ocupaban de llevarles todo lo necesario. Cada uno lo hacía en el mes que le correspondía, 28 (5.8) y a los caballos y a los animales de trabajo les llevaban cebada y paja.
1 Reyes 4:27-28 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Cada uno de los gobernadores proveía de alimentos al rey Salomón para que nada le faltara. Cada mes, uno de ellos visitaba al rey y se sentaba a su mesa. Además, cada gobernador enviaba, según su turno, cebada y paja para los caballos y las bestias de carga.
1 Reyes 4:27-28 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
27 (5.7) Los intendentes ya mencionados proveían de lo necesario, en el mes que les tocaba, al rey Salomón y a sus huéspedes, procurando que nada faltara. 28 (5.8) En su turno correspondiente, mandaban al lugar donde se les indicaba la cebada y la paja para los caballos y los animales de tiro.
1 Reyes 4:27-28 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Y estos gobernadores mantenían al rey Salomón, y a todos los que a la mesa del rey Salomón venían, cada uno un mes, y hacían que nada faltase. Hacían también traer cebada y paja para los caballos y para las bestias de carga, al lugar donde él estaba, cada uno conforme al turno que tenía.
1 Reyes 4:27-28 La Biblia de las Américas (LBLA)
Y los gobernadores abastecían, cada uno un mes, al rey Salomón y a todos los que venían a la mesa del rey Salomón; no dejaban que faltara nada. También llevaban, cada uno según su obligación, cebada y paja para los caballos de tiro y los corceles al lugar donde debieran estar.
1 Reyes 4:27-28 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Los gobernadores regionales proveían sin falta el alimento para el rey Salomón y su corte; cada uno se aseguraba de que no faltara nada durante el mes que se le había asignado. También llevaban suficiente cebada y paja para los caballos reales en los establos.