1 Reyes 3:3-4
1 Reyes 3:3-4 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Mas Salomón amó a Jehová, andando en los estatutos de su padre David; solamente sacrificaba y quemaba incienso en los lugares altos. E iba el rey a Gabaón, porque aquel era el lugar alto principal, y sacrificaba allí; mil holocaustos sacrificaba Salomón sobre aquel altar.
1 Reyes 3:3-4 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Salomón amaba al SEÑOR y cumplía los decretos de su padre David. Sin embargo, también iba a los santuarios locales para ofrecer sacrificios y quemar incienso. Como en Gabaón estaba el santuario más importante, Salomón acostumbraba a ir al lugar para ofrecer sacrificios. Allí ofreció mil holocaustos
1 Reyes 3:3-4 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Salomón amaba a Dios y seguía las instrucciones que le había dado su padre, David. Sin embargo, ofrecía sacrificios y quemaba incienso en los pequeños santuarios. El santuario más importante de todos estos estaba en Gabaón. Un día, el rey fue allá y ofreció muchos sacrificios.
1 Reyes 3:3-4 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Salomón amaba al Señor y cumplía los estatutos ordenados por su padre David, pero también ofrecía sacrificios y quemaba incienso al Señor, en los altares de los montes. Salomón acostumbraba ofrecer sus sacrificios en Gabaón, porque era el altar principal, y allí ofrecía mil holocaustos.
1 Reyes 3:3-4 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Salomón amaba al Señor y cumplía las leyes establecidas por David, su padre, aun cuando él mismo ofrecía sacrificios e incienso en los lugares altos, e incluso iba a Gabaón para ofrecer allí sacrificios, porque aquel era el lugar alto más importante; y ofrecía en aquel lugar mil holocaustos.
1 Reyes 3:3-4 La Biblia de las Américas (LBLA)
Salomón amaba al SEÑOR, andando en los estatutos de su padre David, aunque sacrificaba y quemaba incienso en los lugares altos. El rey fue a Gabaón a sacrificar allí, porque ese era el lugar alto principal. Salomón ofreció mil holocaustos sobre ese altar.
1 Reyes 3:3-4 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Salomón amaba al SEÑOR y seguía todos los decretos de su padre David; sin embargo, él también ofrecía sacrificios y quemaba incienso en los lugares de culto de la región. El más importante de esos lugares de culto se encontraba en Gabaón; así que el rey fue allí y sacrificó mil ofrendas quemadas.