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1 Corintios 3:11-23

1 Corintios 3:11-23 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)

porque nadie puede poner un fundamento diferente del que ya está puesto, que es Jesucristo. Si alguien construye sobre este fundamento ya sea con oro, plata y piedras preciosas, o con madera, heno y paja, su obra se mostrará tal cual es, pues el día del juicio la dejará al descubierto. El fuego la dará a conocer y pondrá a prueba la calidad del trabajo de cada uno. Si lo que alguien ha construido permanece, recibirá su recompensa, pero si su obra es consumida por las llamas, él sufrirá pérdida. Será salvo, pero como quien pasa por el fuego. ¿No saben que ustedes son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes? Si alguno destruye el templo de Dios, él mismo será destruido por Dios; porque el templo de Dios es sagrado y ustedes son ese templo. Que nadie se engañe. Si alguno de ustedes se cree sabio según las normas de esta época, hágase ignorante para así llegar a ser sabio. Porque a los ojos de Dios la sabiduría de este mundo es locura. Como está escrito: «Él atrapa a los sabios en su propia astucia»; y también dice: «El Señor conoce los pensamientos de los sabios y sabe que son vanidad». Por lo tanto, que nadie base su orgullo en los seres humanos. Al fin y al cabo, todo es de ustedes, ya sea Pablo, o Apolos, o Cefas, o el mundo, o la vida, o la muerte, o lo presente o el porvenir; todo es de ustedes, y ustedes son de Cristo, y Cristo es de Dios.

1 Corintios 3:11-23 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)

pues nadie puede poner otro fundamento que el que ya está puesto, que es Jesucristo. Sobre este fundamento, uno puede construir con oro, plata y piedras preciosas, o con madera, paja y cañas; pero el trabajo de cada cual se verá claramente en el día del juicio; porque ese día vendrá con fuego, y el fuego probará la clase de trabajo que cada uno haya hecho. Si lo que uno construyó es resistente, recibirá su pago; pero si lo que construyó llega a quemarse, perderá su trabajo, aunque él mismo logrará salvarse como quien escapa del fuego. ¿Acaso no saben ustedes que son templo de Dios, y que el Espíritu de Dios vive en ustedes? Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él, porque el templo de Dios es santo, y ese templo son ustedes mismos. Que nadie se engañe: si alguno de ustedes se cree sabio según la sabiduría de este mundo, vuélvase como un ignorante, para así llegar a ser verdaderamente sabio. Pues la sabiduría de este mundo es pura tontería para Dios. En efecto, la Escritura dice: «Dios atrapa a los sabios en la propia astucia de ellos.» Y dice también: «El Señor sabe que los pensamientos de los sabios son tonterías.» Por eso, nadie debe sentirse orgulloso de lo que es propio de los hombres; pues todas las cosas son de ustedes: Pablo, Apolo, Cefas, el mundo, la vida, la muerte, el presente y el futuro; todo es de ustedes, y ustedes son de Cristo, y Cristo es de Dios.

1 Corintios 3:11-23 Nueva Traducción Viviente (NTV)

Pues nadie puede poner un fundamento distinto del que ya tenemos, que es Jesucristo. El que edifique sobre este fundamento podrá usar una variedad de materiales: oro, plata, joyas, madera, heno o paja; pero el día del juicio, el fuego revelará la clase de obra que cada constructor ha hecho. El fuego mostrará si la obra de alguien tiene algún valor. Si la obra permanece, ese constructor recibirá una recompensa, pero si la obra se consume, el constructor sufrirá una gran pérdida. El constructor se salvará, pero como quien apenas se escapa atravesando un muro de llamas. ¿No se dan cuenta de que todos ustedes juntos son el templo de Dios y que el Espíritu de Dios vive en ustedes? Dios destruirá a cualquiera que destruya este templo. Pues el templo de Dios es santo, y ustedes son este templo. Dejen de engañarse a sí mismos. Si piensan que son sabios de acuerdo con los criterios de este mundo, necesitan volverse necios para ser verdaderamente sabios. Pues la sabiduría de este mundo es necedad para Dios. Como dicen las Escrituras: «Él atrapa a los sabios en la trampa de su propia astucia». Y también: «El SEÑOR conoce los pensamientos de los sabios; sabe que no valen nada». Así que no se jacten de seguir a un líder humano en particular. Pues a ustedes les pertenece todo: ya sea Pablo o Apolos o Pedro, o el mundo, o la vida y la muerte, o el presente y el futuro. Todo les pertenece a ustedes, y ustedes pertenecen a Cristo, y Cristo pertenece a Dios.