1 Crónicas 21:8-13
1 Crónicas 21:8-13 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Pero David confesó a Dios: —He cometido un grave pecado al hacer esto. Pero te ruego que perdones ahora el pecado de este siervo tuyo, pues me he portado como un necio. Entonces el Señor dijo a Gad, vidente al servicio de David: «Ve a ver a David, y dile de mi parte que le propongo tres cosas, y que escoja la que él quiera que yo haga.» Gad fue a ver a David, y le dijo: —Esto dice el Señor: Escoge entre tres años de hambre, tres meses de derrota perseguido por la espada de tus enemigos, o tres días de peste en el país bajo la espada del Señor, con el ángel del Señor causando estragos en todo el territorio de Israel. Decide ahora lo que he de responder al que me ha enviado. David contestó a Gad: —Estoy en un grave aprieto. Ahora bien, es preferible que caiga yo en manos del Señor, pues su bondad es muy grande, y no en manos de los hombres.
1 Crónicas 21:8-13 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Entonces David dijo a Dios: «He cometido un pecado muy grande al hacer este censo. He actuado como un necio. Yo te ruego que perdones la maldad de tu siervo». El SEÑOR dijo a Gad, el vidente de David: «Ve y dile a David que así dice el SEÑOR: “Te doy a escoger entre estos tres castigos: dime cuál de ellos quieres que te imponga”». Entonces Gad fue a ver a David y le dijo: —Así dice el SEÑOR: “Elige una de estas tres cosas: tres años de hambre o tres meses de persecución y derrota por la espada de tus enemigos o tres días en los cuales el SEÑOR castigará con plaga el país, y su ángel traerá destrucción en todos los rincones de Israel”. Piénsalo bien y dime qué debo responderle al que me ha enviado. —¡Estoy entre la espada y la pared! —respondió David—. Pero es mejor que yo caiga en las manos del SEÑOR, porque su compasión es muy grande, y no que caiga en las manos de los hombres.
1 Crónicas 21:8-13 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Pero David le dijo a Dios: «Hice muy mal al desconfiar de ti y basar mi seguridad en el número de mis soldados. Te ruego que me perdones por haber sido tan tonto». Entonces, Dios le habló al profeta Gad y le dijo: «Ve a decirle a David que lo voy a castigar, y que puede escoger uno de estos tres castigos: Tres años de hambre en todo el país; ser perseguido por sus enemigos durante tres meses; o que todo el pueblo sufra enfermedades y que yo envíe a mi ángel a causar gran destrucción durante tres días». Gad fue, entregó el mensaje y le dijo a David: «Dime qué respuesta debo llevarle a Dios». Y David le dijo a Gad
1 Crónicas 21:8-13 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Entonces David le dijo a Dios: «Con esto que he hecho he pecado gravemente. Te ruego que perdones a este siervo tuyo por su maldad, porque he actuado sin pensar.» El Señor habló con Gad, que era el vidente de David, y le dijo: «Ve y habla con David, y dile que yo, el Señor, he dicho: “Te propongo tres cosas. Escoge de ellas la que quieras que yo haga contigo.”» Gad fue a hablar con David, y le dijo: «Así ha dicho el Señor: “Escoge qué prefieres: tres años de hambre, o ser derrotado durante tres meses por la espada de tus enemigos, o que haya peste en la tierra durante tres días, y que la espada del Señor, es decir, el ángel del Señor, traiga destrucción por todo Israel.” Dime qué debo responder al que me ha enviado.» Y David le dijo a Gad: «Estoy en un gran aprieto. Permíteme caer en las manos del Señor, porque su misericordia es grande en extremo. ¡No me dejes caer en las manos de ningún hombre!»
1 Crónicas 21:8-13 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Entonces dijo David a Dios: He pecado gravemente al hacer esto; te ruego que quites la iniquidad de tu siervo, porque he hecho muy locamente. Y habló Jehová a Gad, vidente de David, diciendo: Ve y habla a David, y dile: Así ha dicho Jehová: Tres cosas te propongo; escoge de ellas una que yo haga contigo. Y viniendo Gad a David, le dijo: Así ha dicho Jehová: Escoge para ti: o tres años de hambre, o por tres meses ser derrotado delante de tus enemigos con la espada de tus adversarios, o por tres días la espada de Jehová, esto es, la peste en la tierra, y que el ángel de Jehová haga destrucción en todos los términos de Israel. Mira, pues, qué responderé al que me ha enviado. Entonces David dijo a Gad: Estoy en grande angustia. Ruego que yo caiga en la mano de Jehová, porque sus misericordias son muchas en extremo; pero que no caiga en manos de hombres.
1 Crónicas 21:8-13 La Biblia de las Américas (LBLA)
Entonces dijo David a Dios: He pecado gravemente al hacer esto. Pero ahora te ruego que quites la iniquidad de tu siervo, porque he obrado muy neciamente. Y el SEÑOR habló a Gad, vidente de David, diciendo: Ve y habla a David, y dile: «Así dice el SEÑOR: “Te propongo tres cosas; escoge para ti una de ellas, para que yo te la haga” ». Entonces vino Gad a David y le dijo: Así dice el SEÑOR: «Escoge para ti: tres años de hambre, o tres meses de derrota delante de tus adversarios mientras te alcanza la espada de tus enemigos, o tres días de la espada del SEÑOR, esto es, la pestilencia en la tierra y el ángel del SEÑOR haciendo estragos por todo el territorio de Israel». Ahora pues, considera qué respuesta he de llevar al que me envió. Respondió David a Gad: Estoy muy angustiado. Te ruego que me dejes caer en manos del SEÑOR, porque muy grandes son sus misericordias; pero no caiga yo en manos de hombre.
1 Crónicas 21:8-13 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Entonces David le dijo a Dios: «He pecado grandemente al haber hecho el censo. Te ruego que perdones mi culpa por haber cometido esta tontería». Entonces el SEÑOR le habló a Gad, el vidente de David, y le dio este mensaje: «Ve y dile a David: “Esto dice el SEÑOR: ‘Te doy tres opciones; escoge uno de estos castigos, y yo te lo impondré’”». De modo que Gad fue a ver a David y le dijo: —Estas son las opciones que el SEÑOR te da: puedes elegir entre tres años de hambre, tres meses de destrucción a espada de tus enemigos o tres días de una terrible plaga durante la cual el ángel del SEÑOR traerá devastación por toda la tierra de Israel. Decide y dime qué respuesta debo darle al SEÑOR, quien me envió. —¡Estoy en una situación desesperada! —le respondió David a Gad—. Mejor que caiga yo en las manos del SEÑOR, porque su misericordia es muy grande, y que no caiga yo en manos humanas.