1 Crónicas 21:22-30
1 Crónicas 21:15-30 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Luego mandó a un ángel para que destruyera Jerusalén. El ángel salió y comenzó a destruir Jerusalén justo en donde Ornán el jebuseo limpiaba el trigo. El ángel volaba y tenía una espada en la mano. David y los jefes del pueblo estaban vestidos con ropas ásperas en señal de tristeza. Cuando David y los líderes del pueblo vieron que el ángel estaba a punto de destruir la ciudad, se inclinaron hasta tocar el suelo con la frente. Entonces David dijo: «Dios mío, yo fui el que ordenó contar a los soldados. Yo soy el que hizo mal y pecó contra ti. Por favor, no castigues a tu pueblo. Mejor castígame a mí y a mi familia». Entonces el ángel de Dios envió a Gad con este mensaje para David: «Ve y constrúyeme un altar en el lugar donde Ornán limpia el trigo». De inmediato David se fue a construir el altar. Mientras tanto, Ornán y sus cuatro hijos estaban limpiando el trigo. Al ver al ángel, los hijos de Ornán se escondieron. Cuando Ornán vio que el rey se acercaba, salió y se inclinó ante él hasta tocar el suelo con su frente. David le dijo: —He venido a comprarte el lugar donde limpias el trigo. Quiero construir allí un altar para Dios. Así se detendrá la enfermedad que está matando a la gente. Ornán le contestó: —Su Majestad, todo lo que tengo es suyo. Presente las ofrendas a Dios, y yo le daré los toros para el sacrificio, y hasta mis herramientas de trabajo para que las use como leña. También tome trigo para otra ofrenda. Yo se lo daré todo con mucho gusto. —Te lo agradezco —dijo David—, pero yo no puedo ofrecerle a Dios algo que no me haya costado nada. Así que te pagaré todo lo que me des. David le dio a Ornán seiscientas monedas de oro por ese lugar. Luego construyó allí un altar para Dios, donde sacrificó y quemó animales en su honor; le presentó ofrendas para hacer las paces, y le rogó que las aceptara. Dios escuchó su petición, y envió fuego desde el cielo para quemar las ofrendas que estaban sobre el altar. Y se arrepintió Dios al ver el sufrimiento de los israelitas, y le dijo al ángel que los estaba destruyendo y matando: «Basta, ya no sigas». Entonces el ángel guardó su espada. En esos días, el santuario y el altar de los sacrificios, que Moisés había hecho para Dios en el desierto, estaban en Gabaón. Cuando David se dio cuenta de que Dios había escuchado su oración, le presentó más ofrendas en el lugar que le había comprado a Ornán el jebuseo. No quiso ir a Gabaón para conocer la voluntad de Dios, pues le daba miedo encontrarse con el ángel.
1 Crónicas 21:22-30 Nueva Traducción Viviente (NTV)
David le dijo a Arauna: —Permíteme comprarte este campo de trillar por el precio total. Así podré edificar allí un altar al SEÑOR, para que detenga la plaga. —Tómelo, mi señor el rey, y úselo como usted quiera —le respondió Arauna a David—. Yo le daré los bueyes para las ofrendas quemadas y los tablones de trillar como leña para hacer un fuego sobre el altar, y también le daré el trigo para la ofrenda de cereales. Se lo daré todo. Pero el rey David le respondió a Arauna: —No, insisto en comprarlo por el precio total. No tomaré lo que es tuyo para dárselo al SEÑOR. ¡No presentaré ofrendas quemadas que no me hayan costado nada! Así que David le dio a Arauna seiscientas piezas de oro en pago por el campo de trillar. Allí David edificó un altar al SEÑOR y sacrificó ofrendas quemadas y ofrendas de paz. Cuando David oró, el SEÑOR le contestó enviando fuego desde el cielo para quemar la ofrenda sobre el altar. Luego el SEÑOR le habló al ángel, quien envainó la espada. Cuando David vio que el SEÑOR había contestado su oración ofreció sacrificios allí, en el campo de trillar de Arauna. En ese tiempo el tabernáculo del SEÑOR y el altar de las ofrendas quemadas que Moisés había hecho en el desierto estaban situados en el lugar de culto en Gabaón; pero David no pudo ir allí para consultar a Dios porque quedó aterrado a causa de la espada desenvainada del ángel del SEÑOR.
1 Crónicas 21:22-30 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
David le dijo: —Véndeme una parte de este lugar para construirle un altar al SEÑOR, a fin de que se detenga la plaga que está afligiendo al pueblo. Véndemela por su verdadero precio. Arauna contestó a David: —Mi señor y rey, yo se la regalo, para que haga usted en ella lo que mejor le parezca. Yo mismo le daré los bueyes para los holocaustos, los trillos para la leña y el trigo para la ofrenda de cereal. Todo se lo regalo. Pero el rey David respondió a Arauna: —Eso no puede ser. No tomaré lo que es tuyo para dárselo al SEÑOR ni le ofreceré un holocausto que nada me cueste. Te lo compraré todo por su verdadero precio. Fue así como David dio a Arauna seiscientos siclos de oro por aquel lugar. Allí construyó un altar al SEÑOR y ofreció holocaustos y sacrificios de comunión. Luego oró al SEÑOR y, en respuesta, Dios envió fuego del cielo sobre el altar del holocausto. Entonces el SEÑOR ordenó al ángel que envainara su espada. Al ver David que el SEÑOR había respondido, le ofreció sacrificios. En aquel tiempo, tanto el santuario del SEÑOR que Moisés hizo en el desierto como el altar del holocausto se encontraban en el santuario de Gabaón. Pero David no fue allá a consultar a Dios ante su presencia, porque estaba aterrorizado por la espada del ángel del SEÑOR.
1 Crónicas 21:15-30 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Luego mandó a un ángel para que destruyera Jerusalén. El ángel salió y comenzó a destruir Jerusalén justo en donde Ornán el jebuseo limpiaba el trigo. El ángel volaba y tenía una espada en la mano. David y los jefes del pueblo estaban vestidos con ropas ásperas en señal de tristeza. Cuando David y los líderes del pueblo vieron que el ángel estaba a punto de destruir la ciudad, se inclinaron hasta tocar el suelo con la frente. Entonces David dijo: «Dios mío, yo fui el que ordenó contar a los soldados. Yo soy el que hizo mal y pecó contra ti. Por favor, no castigues a tu pueblo. Mejor castígame a mí y a mi familia». Entonces el ángel de Dios envió a Gad con este mensaje para David: «Ve y constrúyeme un altar en el lugar donde Ornán limpia el trigo». De inmediato David se fue a construir el altar. Mientras tanto, Ornán y sus cuatro hijos estaban limpiando el trigo. Al ver al ángel, los hijos de Ornán se escondieron. Cuando Ornán vio que el rey se acercaba, salió y se inclinó ante él hasta tocar el suelo con su frente. David le dijo: —He venido a comprarte el lugar donde limpias el trigo. Quiero construir allí un altar para Dios. Así se detendrá la enfermedad que está matando a la gente. Ornán le contestó: —Su Majestad, todo lo que tengo es suyo. Presente las ofrendas a Dios, y yo le daré los toros para el sacrificio, y hasta mis herramientas de trabajo para que las use como leña. También tome trigo para otra ofrenda. Yo se lo daré todo con mucho gusto. —Te lo agradezco —dijo David—, pero yo no puedo ofrecerle a Dios algo que no me haya costado nada. Así que te pagaré todo lo que me des. David le dio a Ornán seiscientas monedas de oro por ese lugar. Luego construyó allí un altar para Dios, donde sacrificó y quemó animales en su honor; le presentó ofrendas para hacer las paces, y le rogó que las aceptara. Dios escuchó su petición, y envió fuego desde el cielo para quemar las ofrendas que estaban sobre el altar. Y se arrepintió Dios al ver el sufrimiento de los israelitas, y le dijo al ángel que los estaba destruyendo y matando: «Basta, ya no sigas». Entonces el ángel guardó su espada. En esos días, el santuario y el altar de los sacrificios, que Moisés había hecho para Dios en el desierto, estaban en Gabaón. Cuando David se dio cuenta de que Dios había escuchado su oración, le presentó más ofrendas en el lugar que le había comprado a Ornán el jebuseo. No quiso ir a Gabaón para conocer la voluntad de Dios, pues le daba miedo encontrarse con el ángel.
1 Crónicas 21:22-30 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Entonces David le dijo a Ornán: «Concédeme este lugar, para edificar un altar al Señor. Véndemelo por lo que realmente vale, para que el pueblo ya no siga muriendo.» Y Ornán le respondió: «Mi señor el rey puede tomar la era y hacer con ella lo que le parezca mejor. Yo le daré todo lo que necesite, hasta los bueyes para el holocausto, los trillos para la leña, y el trigo para la ofrenda.» Entonces el rey David le dijo a Ornán: «De ninguna manera. Yo te compraré la era por su precio justo. No voy a tomar para el Señor lo que es tuyo, ni voy a ofrecer ningún holocausto que nada me cueste.» Y David pesó y le pagó a Ornán por la era seiscientas monedas de oro. Allí edificó David un altar al Señor, y en él ofreció holocaustos y ofrendas de paz, e invocó al Señor, quien le respondió desde los cielos enviando fuego sobre el altar del holocausto. Entonces el Señor habló con el ángel, para que este devolviera su espada a la vaina. Al ver David que el Señor le había atendido en el caso de la era de Ornán el jebuseo, ofreció sacrificios allí. En aquel tiempo el tabernáculo del Señor que Moisés había hecho en el desierto, y el altar del holocausto, estaban en el lugar alto de Gabaón, pero como David tenía miedo por causa de la espada del ángel del Señor, no podía ir allá para consultar a Dios.
1 Crónicas 21:22-30 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Entonces le dijo David a Ornán: —Cédeme el lugar donde trillas el trigo, para construir allí un altar al Señor. Véndemelo por el precio exacto, a fin de que la peste se retire del pueblo. Y Ornán le contestó: —Tómelo Su Majestad y haga lo que le parezca mejor. Yo le doy los toros para el holocausto, los trillos para la leña y el trigo para la ofrenda. ¡Todo esto se lo doy a Su Majestad! Pero el rey David respondió: —Te lo agradezco, pero tengo que comprarlo todo por el precio exacto, pues no te voy a quitar lo tuyo para dárselo al Señor y ofrecerle un holocausto que no me haya costado nada. De esta manera, David le pagó a Ornán por aquel lugar seiscientas monedas de oro, y allí construyó un altar al Señor y ofreció holocaustos y sacrificios de reconciliación. Luego invocó al Señor, y él le respondió enviando fuego desde el cielo sobre el altar del holocausto. Entonces el Señor ordenó al ángel que volviera a guardar su espada. En aquel momento, al ver David que el Señor lo había escuchado en el lugar en que Ornán el jebuseo trillaba el trigo, ofreció allí sacrificios. Pues aunque la tienda de campaña que Moisés había levantado para el Señor en el desierto y el altar del holocausto se hallaban por entonces en el santuario de Gabaón, David no pudo ir allá para consultar a Dios, porque se había llenado de espanto al ver la espada del ángel del Señor.
1 Crónicas 21:22-30 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Entonces dijo David a Ornán: Dame este lugar de la era, para que edifique un altar a Jehová; dámelo por su cabal precio, para que cese la mortandad en el pueblo. Y Ornán respondió a David: Tómala para ti, y haga mi señor el rey lo que bien le parezca; y aun los bueyes daré para el holocausto, y los trillos para leña, y trigo para la ofrenda; yo lo doy todo. Entonces el rey David dijo a Ornán: No, sino que efectivamente la compraré por su justo precio; porque no tomaré para Jehová lo que es tuyo, ni sacrificaré holocausto que nada me cueste. Y dio David a Ornán por aquel lugar el peso de seiscientos siclos de oro. Y edificó allí David un altar a Jehová, en el que ofreció holocaustos y ofrendas de paz, e invocó a Jehová, quien le respondió por fuego desde los cielos en el altar del holocausto. Entonces Jehová habló al ángel, y este volvió su espada a la vaina. Viendo David que Jehová le había oído en la era de Ornán jebuseo, ofreció sacrificios allí. Y el tabernáculo de Jehová que Moisés había hecho en el desierto, y el altar del holocausto, estaban entonces en el lugar alto de Gabaón; pero David no pudo ir allá a consultar a Dios, porque estaba atemorizado a causa de la espada del ángel de Jehová.
1 Crónicas 21:22-30 La Biblia de las Américas (LBLA)
Entonces David dijo a Ornán: Dame el lugar de esta era, para que edifique en él un altar al SEÑOR; me lo darás por su justo precio, para que se retire la plaga del pueblo. Y Ornán dijo a David: Tómalo para ti, y que mi señor el rey haga lo que sea bueno ante sus ojos. Mira, daré los bueyes para holocaustos y los trillos para leña y el trigo para la ofrenda de cereal; lo daré todo. Pero el rey David dijo a Ornán: No, sino que ciertamente lo compraré por su justo precio; porque no tomaré para el SEÑOR lo que es tuyo, ni ofreceré un holocausto que no me cueste nada. Y David dio a Ornán el peso de seiscientos siclos de oro por el lugar. Entonces David edificó allí un altar al SEÑOR, y ofreció holocaustos y ofrendas de paz. E invocó al SEÑOR, y Él le respondió con fuego del cielo sobre el altar del holocausto. Y el SEÑOR ordenó al ángel, y este volvió su espada a la vaina. En aquel tiempo, viendo David que el SEÑOR le había respondido en la era de Ornán jebuseo, ofreció sacrificio allí; porque el tabernáculo del SEÑOR que Moisés había hecho en el desierto y el altar del holocausto estaban en aquel tiempo en el lugar alto en Gabaón. Pero David no pudo ir allá, delante de él, para consultar a Dios, porque estaba aterrado a causa de la espada del ángel del SEÑOR.
1 Crónicas 21:22-30 Nueva Traducción Viviente (NTV)
David le dijo a Arauna: —Permíteme comprarte este campo de trillar por el precio total. Así podré edificar allí un altar al SEÑOR, para que detenga la plaga. —Tómelo, mi señor el rey, y úselo como usted quiera —le respondió Arauna a David—. Yo le daré los bueyes para las ofrendas quemadas y los tablones de trillar como leña para hacer un fuego sobre el altar, y también le daré el trigo para la ofrenda de cereales. Se lo daré todo. Pero el rey David le respondió a Arauna: —No, insisto en comprarlo por el precio total. No tomaré lo que es tuyo para dárselo al SEÑOR. ¡No presentaré ofrendas quemadas que no me hayan costado nada! Así que David le dio a Arauna seiscientas piezas de oro en pago por el campo de trillar. Allí David edificó un altar al SEÑOR y sacrificó ofrendas quemadas y ofrendas de paz. Cuando David oró, el SEÑOR le contestó enviando fuego desde el cielo para quemar la ofrenda sobre el altar. Luego el SEÑOR le habló al ángel, quien envainó la espada. Cuando David vio que el SEÑOR había contestado su oración ofreció sacrificios allí, en el campo de trillar de Arauna. En ese tiempo el tabernáculo del SEÑOR y el altar de las ofrendas quemadas que Moisés había hecho en el desierto estaban situados en el lugar de culto en Gabaón; pero David no pudo ir allí para consultar a Dios porque quedó aterrado a causa de la espada desenvainada del ángel del SEÑOR.