Porque Moisés escribe que el hombre que practica la justicia que es de la ley, vivirá por ella. Pero la justicia que es de la fe, dice así: NO DIGAS EN TU CORAZóN: «¿QUIéN SUBIRá AL CIELO?» (esto es, para hacer bajar a Cristo), o «¿QUIéN DESCENDERá AL ABISMO?» (esto es, para subir a Cristo de entre los muertos). Mas, ¿qué dice? CERCA DE TI ESTá LA PALABRA, EN TU BOCA Y EN TU CORAZóN, es decir, la palabra de fe que predicamos: que si confiesas con tu boca a Jesús por Señor, y crees en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvo; porque con el corazón se cree para justicia, y con la boca se confiesa para salvación. Pues la Escritura dice: TODO EL QUE CREE EN ÉL NO SERá AVERGONZADO. Porque no hay distinción entre judío y griego, pues el mismo Señor es Señor de todos, abundando en riquezas para todos los que le invocan; porque: TODO AQUEL QUE INVOQUE EL NOMBRE DEL SEÑOR SERá SALVO. ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no son enviados? Tal como está escrito: ¡CUáN HERMOSOS SON LOS PIES DE LOS QUE ANUNCIAN EL EVANGELIO DEL BIEN!
Sin embargo, no todos hicieron caso al evangelio, porque Isaías dice: SEÑOR, ¿QUIéN HA CREíDO A NUESTRO ANUNCIO? Así que la fe viene del oír, y el oír, por la palabra de Cristo. Pero yo digo, ¿acaso nunca han oído? Ciertamente que sí:
POR TODA LA TIERRA HA SALIDO SU VOZ,
Y HASTA LOS CONFINES DEL MUNDO SUS PALABRAS.
Y añado: ¿Acaso Israel no sabía? En primer lugar, Moisés dice:
YO OS PROVOCARé A CELOS CON UN pueblo QUE NO ES PUEBLO;
CON UN PUEBLO SIN ENTENDIMIENTO OS PROVOCARé A IRA.
E Isaías es muy osado, y dice:
FUI HALLADO POR LOS QUE NO ME BUSCABAN;
ME MANIFESTé A LOS QUE NO PREGUNTABAN POR Mí.
Pero en cuanto a Israel, dice: TODO EL DíA HE EXTENDIDO MIS MANOS A UN PUEBLO DESOBEDIENTE Y REBELDE.