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Mateo 13:1-52

Mateo 13:1-52 LBLA

Ese mismo día salió Jesús de la casa y se sentó a la orilla del mar. Y se congregaron junto a Él grandes multitudes, por lo que subió a una barca y se sentó; y toda la multitud estaba de pie en la playa. Y les habló muchas cosas en parábolas, diciendo: He aquí, el sembrador salió a sembrar; y al sembrar, parte de la semilla cayó junto al camino, y vinieron las aves y se la comieron. Otra partecayó en pedregales donde no tenía mucha tierra; y enseguida brotó porque no tenía profundidad de tierra; pero cuando salió el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó. Otra partecayó entreespinos; y los espinos crecieron y la ahogaron. Y otra partecayó en tierra buena y dio* fruto, algunas semillas a ciento por uno, otras a sesenta y otras a treinta. El que tiene oídos, que oiga. Y acercándose los discípulos, le dijeron: ¿Por qué les hablas en parábolas? Y respondiendo Él, les dijo: Porque a vosotros se os ha concedido conocer los misterios del reino de los cielos, pero a ellos no se les ha concedido. Porque a cualquiera que tiene, se le dará más, y tendrá en abundancia; pero a cualquiera que no tiene, aun lo que tiene se le quitará. Por eso les hablo en parábolas; porque viendo no ven, y oyendo no oyen ni entienden. Y enellos se cumple la profecía de Isaías que dice: «AL OíR OIRéIS, Y NO ENTENDERéIS; Y VIENDO VERéIS, Y NO PERCIBIRéIS; PORQUE EL CORAZóN DE ESTE PUEBLO SE HA VUELTO INSENSIBLE Y CON DIFICULTAD OYEN CON SUS OíDOS; Y SUS OJOS HAN CERRADO, NO SEA QUE VEAN CON LOS OJOS, Y OIGAN CON LOS OíDOS, Y ENTIENDAN CON EL CORAZóN, Y SE CONVIERTAN, Y YO LOS SANE». Pero dichosos vuestros ojos, porque ven, y vuestros oídos, porque oyen. Porque en verdad os digo que muchos profetas y justos desearon ver lo que vosotros veis, y no lo vieron; y oír lo que vosotros oís, y no lo oyeron. Vosotros, pues, escuchad la parábola del sembrador. A todo el que oye la palabra del reino y no la entiende, el maligno viene y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Este es aquel en quien se sembró la semilla junto al camino. Y aquel en quien se sembró la semilla en pedregales, este es el que oye la palabra y enseguida la recibe con gozo; pero no tiene raíz profunda en sí mismo, sino que solo es temporal, y cuando por causa de la palabra viene la aflicción o la persecución, enseguida tropieza y cae. Y aquel en quien se sembró la semilla entre espinos, este es el que oye la palabra, mas las preocupaciones del mundoy el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se queda sin fruto. Pero aquel en quien se sembró la semilla en tierra buena, este es el que oye la palabra y la entiende, este sí da fruto y produce, uno a ciento, otro a sesenta y otro a treinta. Jesús les refirió otra parábola, diciendo: El reino de los cielos puede compararse aun hombre que sembró buena semilla en su campo. Pero mientras los hombres dormían, vino su enemigo y sembró cizañaentre el trigo, y se fue. Cuando el trigobrotó y produjo grano, entonces apareció también la cizaña. Y los siervos del dueño fueron y le dijeron: «Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿Cómo, pues, tiene cizaña?». Él les dijo: «Un enemigoha hecho esto». Y los siervos le dijeron*: «¿Quieres, pues, que vayamos y la recojamos?». Pero él dijo*: «No, no sea que al recoger la cizaña, arranquéis el trigo junto con ella. Dejad que ambos crezcan juntos hasta la siega; y al tiempo de la siega diré a los segadores: “Recoged primero la cizaña y atadla en manojos para quemarla, pero el trigo recogedlo en mi granero” ». Les refirió otra parábola, diciendo: El reino de los cielos es semejante a un grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su campo, y que de todas las semillas es la más pequeña; pero cuando ha crecido, es la mayor de las hortalizas, y se hace árbol, de modo que LAS AVES DEL CIELO vienen y ANIDAN EN SUS RAMAS. Les dijo otra parábola: El reino de los cielos es semejante a la levadura que una mujer tomó y escondió en tres medidasde harina hasta que todo quedó fermentado. Todo esto habló Jesús en parábolas a las multitudes, y nada les hablaba sin parábola, para que se cumpliera lo dicho por medio del profeta, cuando dijo: ABRIRé MI BOCA EN PARáBOLAS; HABLARE DE COSAS OCULTAS DESDE LA FUNDACIóN DEL MUNDO. Entonces dejó a la multitud y entró en la casa. Y se le acercaron sus discípulos, diciendo: Explícanos la parábola de la cizaña del campo. Y respondiendo Él, dijo: El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre, y el campo es el mundo; y la buena semilla sonlos hijos del reino, y la cizaña son los hijos del maligno; y el enemigo que la sembró es el diablo, y la siega es el findel mundo, y los segadores son los ángeles. Por tanto, así como la cizaña se recoge y se quema en el fuego, de la misma manera será en el findel mundo. El Hijo del Hombre enviará a sus ángeles, y recogerán de su reino a todos los que son piedra de tropiezoy a los que hacen iniquidad; y los echarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el crujir de dientes. Entonces LOS JUSTOS RESPLANDECERáN COMO EL SOL en el reino de su Padre. El que tiene oídos, que oiga. El reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en el campo, que al encontrarlo un hombre, lo vuelve a esconder, y de alegría por ello, va, vende todo lo que tiene y compra aquel campo. El reino de los cielos también es semejante a un mercader que busca perlas finas, y al encontrar una perla de gran valor, fue y vendió todo lo que tenía y la compró. El reino de los cielos también es semejante a una red barredera que se echó en el mar, y recogió peces de toda clase; y cuando se llenó, la sacaron a la playa; y se sentaron y recogieron los peces buenos en canastas, pero echaron fuera los malos. Así será en el findel mundo; los ángeles saldrán, y sacarána los malos de entre los justos, y los arrojarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el crujir de dientes. ¿Habéis entendido todas estas cosas? Ellos le dijeron*: Sí. Y Él les dijo: Por eso todo escriba que se ha convertido en un discípulo del reino de los cielos es semejante aldueño de casa que saca de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas.