Y el SEÑOR me dijo en días del rey Josías: ¿Has visto lo que hizo la infiel Israel? Ella andaba sobre todo monte alto y bajo todo árbol frondoso, y allí fornicaba. Y me dije: «Después que ella haya hecho todas estas cosas, volverá a mí»; mas no regresó, y lo vio su pérfida hermana Judá. Y vio que a causa de todos los adulterios de la infiel Israel, yo la había despedido, dándole carta de divorcio; con todo, su pérfida hermana Judá no tuvo temor, sino que ella también fue y se hizo ramera. Y sucedió que por la liviandad con que fornicó, profanó la tierra, y cometió adulterio con la piedra y con el leño. A pesar de todo esto, su pérfida hermana Judá tampoco se volvió a mí de todo corazón, sino con engaño —declara el SEÑOR.
Y el SEÑOR me dijo: Más justa ha probado ser la infiel Israel que la pérfida Judá.
Ve y proclama estas palabras al norte, y di:
«Regresa, infiel Israel» —declara el SEÑOR—,
«no te miraré con ira,
porque soy misericordioso» —declara el SEÑOR—;
«no guardaré rencor para siempre.
-»Solo reconoce tu iniquidad,
pues contra el SEÑOR tu Dios te has rebelado,
has repartido tus favores a los extraños bajo todo árbol frondoso,
y no has obedecido mi voz» —declara el SEÑOR.
«Volved, hijos infieles» —declara el SEÑOR—, «porque yo soy vuestro dueño, y os tomaré, uno de cada ciudad y dos de cada familia, y os llevaré a Sión». Entonces os daré pastores según mi corazón, que os apacienten con conocimiento y con inteligencia. Y sucederá que en aquellos días, cuando os multipliquéis y crezcáis en la tierra —declara el SEÑOR— no se dirá más: «Arca del pacto del SEÑOR»; no les vendrá a la mente ni la recordarán, no la echarán de menos ni será hecha de nuevo. En aquel tiempo llamarán a Jerusalén: «Trono del SEÑOR»; y todas las naciones acudirán a ella, a Jerusalén, a causa del nombre del SEÑOR; y no andarán más tras la terquedad de su malvado corazón. En aquellos días andará la casa de Judá con la casa de Israel, y vendrán juntas de la tierra del norte a la tierra que di en heredad a vuestros padres.