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Éxodo 7:8-24

Éxodo 7:8-24 LBLA

Y habló el SEÑOR a Moisés y a Aarón, diciendo: Cuando os hable Faraón, y diga: «Haced un milagro», entonces dirás a Aarón: «Toma tu vara y échala delante de Faraón para que se convierta en serpiente». Vinieron, pues, Moisés y Aarón a Faraón e hicieron tal como el SEÑOR les había mandado; y Aarón echó su vara delante de Faraón y de sus siervos, y esta se convirtió en serpiente. Entonces Faraón llamó también a los sabios y a los hechiceros, y también ellos, los magos de Egipto, hicieron lo mismo con sus encantamientos; pues cada uno echó su vara, las cuales se convirtieron en serpientes. Pero la vara de Aarón devoró las varas de ellos. Pero el corazón de Faraón se endureció y no los escuchó, tal como el SEÑOR había dicho. Entonces el SEÑOR dijo a Moisés: El corazón de Faraón es terco; se niega a dejar ir al pueblo. Preséntate a Faraón por la mañana cuando vaya al agua, y ponte a orillas del Nilo para encontrarte con él; y toma en tu mano la vara que se convirtió en serpiente. Y dile: «El SEÑOR, el Dios de los hebreos, me ha enviado a ti, diciendo: “Deja ir a mi pueblo para que me sirva en el desierto. Mas he aquí, hasta ahora no has escuchado”. Así dice el SEÑOR: “En esto conocerás que yo soy el SEÑOR: he aquí, yo golpearé con la vara que está en mi mano las aguas que están en el Nilo, y se convertirán en sangre. Y los peces que hay en el Nilo morirán, y el río se corromperá y los egipcios tendrán asco de beber el agua del Nilo” ». Y el SEÑOR dijo a Moisés: Di a Aarón: «Toma tu vara y extiende tu mano sobre las aguas de Egipto, sobre sus ríos, sobre sus arroyos, sobre sus estanques y sobre todos sus depósitos de agua, para que se conviertan en sangre; y habrá sangre por toda la tierra de Egipto, tanto en las vasijas de madera como en las de piedra». Así lo hicieron Moisés y Aarón, tal como el SEÑOR les había ordenado. Y alzó Aarón la vara y golpeó las aguas que había en el Nilo ante los ojos de Faraón y de sus siervos, y todas las aguas que había en el Nilo se convirtieron en sangre. Y los peces que había en el Nilo murieron y el río se corrompió, de manera que los egipcios no podían beber agua del Nilo. Y había sangre por toda la tierra de Egipto. Pero los magos de Egipto hicieron lo mismo con sus encantamientos; y el corazón de Faraón se endureció y no los escuchó, tal como el SEÑOR había dicho. Entonces se volvió Faraón y entró en su casa, sin hacer caso tampoco de esto. Y todos los egipcios cavaron en los alrededores del Nilo en busca de agua para beber, porque no podían beber de las aguas del Nilo.

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