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Hechos 7:1-22

Hechos 7:1-22 LBLA

Y el sumo sacerdote dijo: ¿Es esto así? Y él dijo: Escuchadme, hermanos y padres. El Dios de gloria apareció a nuestro padre Abraham cuando estaba en Mesopotamia, antes que habitara en Harán, y le dijo: «SAL DE TU TIERRA Y DE TU PARENTELA, Y VE A LA TIERRA QUE YO TE MOSTRARé». Entonces él salió de la tierra de los caldeos y se radicó en Harán. Y de allí, después de la muerte de su padre, Dios lo trasladó a esta tierra en la cual ahora vosotros habitáis. No le dio en ella heredad, ni siquiera la medida de la planta del pie, y sin embargo, aunque no tenía hijo, prometió que SE LA DARíA EN POSESIóN A éL Y A SU DESCENDENCIA DESPUéS DE éL. Y Dios dijo así: «Que SUS DESCENDIENTES SERíAN EXTRANJEROS EN UNA TIERRA EXTRAÑA, Y QUE SERíAN ESCLAVIZADOS Y MALTRATADOS POR CUATROCIENTOS AÑOS. PERO YO MISMO JUZGARé A CUALQUIER NACIóN DE LA CUAL SEAN ESCLAVOS» —dijo Dios— «Y DESPUéS DE ESO SALDRáN Y ME SERVIRáN EN ESTE LUGAR». Y Dios le dio el pacto de la circuncisión; y así Abraham vino a ser el padre de Isaac, y lo circuncidó al octavo día; e Isaac vino a ser el padre de Jacob, y Jacob de los doce patriarcas. Y los patriarcas tuvieron envidia de José y lo vendieron para Egipto. Pero Dios estaba con él, y lo rescató de todas sus aflicciones, y le dio gracia y sabiduría delante de Faraón, rey de Egipto, y este lo puso por gobernador sobre Egipto y sobre toda su casa. Entonces vino hambre sobre todo Egipto y Canaán, y con ella gran aflicción; y nuestros padres no hallaban alimentos. Pero cuando Jacob supo que había grano en Egipto, envió a nuestros padres allá la primera vez. En la segunda visita, José se dio a conocer a sus hermanos, y conoció Faraón el linaje de José. Y José, enviando mensaje, mandó llamar a Jacob su padre y a toda su parentela, en total setenta y cinco personas. Y Jacob descendió a Egipto, y allí murió él y también nuestros padres. Y de allí fueron trasladados a Siquem, y puestos en el sepulcro que por una suma de dinero había comprado Abraham a los hijos de Hamor en Siquem. Pero a medida que se acercaba el tiempo de la promesa que Dios había confirmado a Abraham, el pueblo crecía y se multiplicaba en Egipto, hasta que SURGIó OTRO REY EN EGIPTO QUE NO SABíA NADA DE JOSé. Este rey, obrando con astucia contra nuestro pueblo, maltrató a nuestros padres, a fin de que expusieran a la muerte a sus niños para que no vivieran. Fue por ese tiempo que Moisés nació. Era hermoso a la vista de Dios, y fue criado por tres meses en la casa de su padre. Después de ser abandonado para morir, la hija de Faraón se lo llevó y lo crió como su propio hijo. Y Moisés fue instruido en toda la sabiduría de los egipcios, y era un hombre poderoso en palabras y en hechos.