Proverbios 23:25

Desde que nos levantamos, pensamos en todo lo que tenemos que hacer. Con solo pensar, nos cansamos y fatigamos. Convertimos nuestras mentes en lagos sin nombre. Nos olvidamos de lo que realmente importa y del orden en el que debemos priorizar. En estos próximos días vamos a escudriñar lo que debe importar, desvaneciendo esos pensamientos que nos hacen comportar de una manera sin control y sin dominio propio.

No hay una escuela para padres, dicen ellos, pero en el libro de Proverbios hay una gran cantidad de sabiduría celestial para desarrollar la asignación más importante, si Dios nos da el privilegio de tener hijos: formar su carácter. En este plan, encontrarás las piezas más importantes del consejo del rey Salomón para criar a nuestra descendencia. ¡No deberías perdértelo!

En este devocional abordamos las dinámicas de una madre. La madre es como el alma de las familias. Así como tenemos espíritu, alma y cuerpo, la mujer es como el alma, es la parte emotiva de la familia. La madre hace que en la familia existan cosas emocionantes. Algo que no cambia de la naturaleza de las madres es que ven a sus hijos como Dios lo hace.

La obediencia es una de las tantas maneras en las que podemos retribuir el amor que Dios nos entrega día a día. Nuestros actos deben ser movidos por el Espíritu Santo, y nuestra fe debe estar más allá de lo que podemos imaginar. Dios no es deudor de nadie, y te aseguro hermano mío, que, si depositas toda tu vida en sus manos, Él te bendecirá a sobre manera.