El Señor ordenó a Jeremías que le dijera a Semaías de Nehelam: «El Señor todopoderoso, el Dios de Israel, dice: “Tú enviaste en tu propio nombre una carta a todo el pueblo que está en Jerusalén, y al sacerdote Sofonías, hijo de Maaseías, y a todos los demás sacerdotes. En la carta decías a Sofonías: El Señor te ha puesto como sacerdote en lugar de Joiadá, para que seas el inspector mayor del templo. Si se presenta un loco y empieza a hablar como profeta, tú debes ponerlo en el cepo y atarlo con cadenas. ¿Por qué, pues, no has reprendido a Jeremías de Anatot, que se ha puesto a hablar ante ustedes como profeta? Hasta nos mandó una carta a Babilonia, en la que decía: El destierro va a durar mucho tiempo; construyan casas e instálense, y siembren árboles frutales y coman de su fruto.”» El sacerdote Sofonías leyó la carta a Jeremías. Entonces el Señor se dirigió al profeta, y le dijo: «Manda a decir a todos los que están en el destierro que yo, el Señor, les digo: Puesto que Semaías de Nehelam les ha hablado en mi nombre sin que yo lo haya enviado, y les ha inspirado a ustedes una falsa confianza, yo, el Señor, digo que voy a castigar a Semaías y a su descendencia. No tendrá descendientes entre mi pueblo, ni gozará de la felicidad que yo voy a conceder a mi pueblo, porque con sus palabras lo llevó a ponerse en contra mía. Yo, el Señor, lo afirmo.»
Leer Jeremías 29
Compartir
Comparar todas las versiones: Jeremías 29:24-32
¡Guarda versículos, lee sin conexión, mira videos didácticos y más!
Inicio
Biblia
Planes
Videos