El Señor me dijo: «Grita fuertemente, sin miedo, alza la voz como una trompeta; reprende a mi pueblo por sus culpas, al pueblo de Jacob por sus pecados. Diariamente me buscan y están felices de conocer mis caminos, como si fueran un pueblo que hace el bien y que no descuida mis leyes; me piden leyes justas y se muestran felices de acercarse a mí, y, sin embargo, dicen: “¿Para qué ayunar, si Dios no lo ve? ¿Para qué sacrificarnos, si él no se da cuenta?” El día de ayuno lo dedican ustedes a hacer negocios y a explotar a sus trabajadores
Leer Isaías 58
Compartir
Comparar todas las versiones: Isaías 58:1-3
¡Guarda versículos, lee sin conexión, mira videos didácticos y más!
Inicio
Biblia
Planes
Videos